El misterio del mamut desaparecido - Luisa Villar Liébana - E-Book

El misterio del mamut desaparecido E-Book

Luisa Villar Liébana

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Beschreibung

Sabueso Orejotas, el investigador privado más famoso de Ciudad Amable y su ayudante, el gato Floro, son los únicos que pueden descubrir a dónde ha ido a parar el nuevo esqueleto de mamut del Museo de Ciencias Naturales. El ladrón no ha dejado ninguna pista..., ¿o sí? La escritora Luisa Villar Liébana regresa con otro de sus famosos detectives, tan perspicaz e inteligente como la gallina Cloti, y una historia emocionante y llena de suspense que hará las delicias de los más jóvenes amantes del misterio y las historias policiacas.-

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Luisa Villar Liébana

El misterio del mamut desaparecido

 

Saga

El misterio del mamut desaparecido

 

Copyright © 2005, 2021 Luisa Villar Liébana and SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788728101056

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

8 El Mamut

En el Museo de Ciencias Naturales todo estaba preparado, para presentar al público el fósil del mamut encontrado por la doctora Lilí, en una excavación arqueológica.

La doctora trabajó un año completo para reconstruirlo y, al fin, llegó el día de mostrarlo al público.

Allí estaban todos, prensa, televisión e invitados, en la gran sala del museo esperando conocerlo.

Y allí estaba el esqueleto del mamut, sobre una plataforma tras grandes cortinas, esperando ser presentado.

El director lo anunció:

-Señoras, señores, es para mí un honor mostrarles el último trabajo realizado por la doctora Lilí.

Con voz solemne añadió:

-Ha llegado el momento que todos esperábamos.

La doctora pulsó un botón, las cortinas se abrieron y... el mamut no estaba ¡Había desaparecido!

A partir de aquel momento la sala se convirtió en un caos.

Todos iban y venían de un sitio para otro sin explicarse lo sucedido, y los fotógrafos de prensa y la televisión tomaban imágenes de la plataforma vacía.

El teléfono de Sabueso sonó.

Era el director del museo. Le contó lo ocurrido, y le pidió que se hiciera cargo de la investigación.

-¿Acepta el caso, detective? –insistió esperanzado. Si el mamut había desaparecido, Sabueso era el indicado para descubrir su paradero.

Sabueso pensó que el esqueleto de un mamut de más de dos mil años de edad, con los huesos fósiles mejor o peor conservados, no salió corriendo por su propio pie. Por increíble que pareciera alguien se lo llevó.

Sí, evidentemente, alguien lo había hecho desaparecer. Y ese alguien, mientras él y el director charlaban por teléfono, en aquel preciso instante, se encontraría con el mamut oculto en algún lugar.

¿Dónde? ¿Qué lugar sería el adecuado para esconder un esqueleto de tales dimensiones?. Una buena pregunta, se dijo para sí como si ya estuviera inmerso en la investigación.

Sabueso era un perro grande, de orejotas marrones. Blanco, de pelo corto y una mancha marrón como un lunar en el lomo.

En Ciudad Amable era un investigador famoso.

Tenía un fuerte catarro, pero aceptó el caso. Parecía un asunto muy serio.

Se puso el abrigo y una bufanda alrededor del cuello y salió a la calle. Hacía un frío de mil demonios. Justo lo que necesitaba para curar su resfriado.

En fin.

Estornudó:

-¡Achiiisss!

Se puso guantes y sombrero, y se dirigió al museo pensando en los titulares de prensa del día siguiente. Seguro que la noticia de la desaparición del fósil, ocupaba la primera plana de los periódicos más importantes de la ciudad. Algo así como:

Mamut desaparecido del Museo de

Ciencias Naturales

Ayer, en el acto de presentación

del fósil en la gran sala del museo,

cuando el director y la doctora

Lilí se disponían a...

Si algo lograba sorprenderle en este mundo, era la rapidez a la que trabajaban los periodistas, la prisa de la prensa en publicar las noticias.