Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Los siete cabritillos disfrutan de su infancia de manera despreocupada. Viven en un hermoso pueblo, comen tostadas con mermelada, van al colegio y a la piscina..., hasta que un día su madre les da una terrible noticia: el lobo ha llegado al pueblo.Cuentos Clásicos Modernos es una colección que recupera los cuentos infantiles de toda la vida, pero los actualiza, situándolos en el mundo que nosotros conocemos. Los personajes de siempre viajan ahora en autobús, manejan ordenadores y calzan zapatillas de deporte, pero siguen siendo los mismos.Cuentos Clásicos Modernos es una colección que recupera los cuentos infantiles de toda la vida, pero los actualiza, situándolos en el mundo que nosotros conocemos. Los personajes de siempre viajan ahora en autobús, manejan ordenadores y calzan zapatillas de deporte, pero siguen siendo los mismos.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 18
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Luisa Villar Liébana
Saga
Los siete cabritillos y cabritillas
Copyright © 2007, 2022 Luisa Villar Liébana and SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788728100950
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
www.sagaegmont.com
Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com
Una cabra tenía siete cabritillos y los quería muchísimo.
Ella era la única al frente de la familia, por eso tenía dos empleos para sacarlos adelante.
Por la mañana era camarera. Tomaba el autobús, y se iba a servir helados en verano, y caldo caliente en invierno, al Café Central, en una ciudad próxima. Y por la tarde trabajaba como enfermera.
Aunque los cabritillos eran pequeños, dejaba al frente de la casa a los mayores, y a todos daba buenos consejos antes de salir:
-Comedlo todo, hijitos. Aplicaos en el colegio.
Una mañana estaba muy preocupada, y los consejos que les dio fueron otros.
Abrió sus brazos y, con sus hijos alrededor, dijo:
-Mis queridos peques-, mis queridos cabritillos. Dicen que un lobo anda por aquí, no con buenas intenciones. No lo dejéis entrar. Tened cuidado. Si entra os comerá sin riego para él, pues una vez en el interior de la casa nadie verá lo que hace.
¿El lobo? Los peques vivían felices en un bonito pueblo, en el que no había lobos, nunca habían visto uno y no sabían como eran.
-¿Cómo lo reconoceremos? –le preguntaron.
La cabra no tenía fotografías ni nada parecido, y como la tele no había pasado ninguna imagen, pues de momento sólo eran habladurías, no se lo pudo mostrar. Había visto uno en su juventud, y lo describió lo mejor que pudo:
-Tiene la voz ronca, las patas moradas, y grandes orejas. Tened cuidado.
-No te preocupes, no entrará en casa –respondieron los pequeños.