Fobocracia - Peter Sloterdijk - E-Book

Fobocracia E-Book

Sloterdijk Peter

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Beschreibung

La teología es un terreno demoníaco. Lo que Thomas Mann señaló sobre la música en su gran discurso en Washington de 1945 sobre "Alemania y los alemanes" no deja de aplicarse para hablar de cuestiones divinas y de cosas de este y otro mundo. También su observación en el mismo discurso de que la música es "el arte más remoto de la realidad y al mismo tiempo el más apasionado" se puede trasladar sin cambios relevantes a la naturaleza de muchas enseñanzas teológicas. Los discursos suelen tratar sobre los factores más distantes y evasivos como Dios, omnipotencia, salvación y condena con una vehemencia que solo los motivos más íntimos de la pasión pueden avivar.

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Sloterdijk, Peter. Fobocracia / Peter Sloterdijk. - 1ª ed. - Ciudad Autónoma deBuenos Aires : EGodot Argentina, 2021. Libro digital, EPUB. Traducción de: Nicole Narbebury.ISBN: 978-987-8413-50-11. Filosofía Contemporánea. 2. Filosofía de la Religión. Ⅰ. Narbebury, Nicole, trad.Ⅱ. TítuloCDD 193

ISBN edición impresa: 978-987-8413-44-0

© Suhrkamp Verlag Berlin, 2013. All rights reserved by and controlled through Suhrkamp Verlag, Berlin

Título originalIm Schatten des SinaiTraducción Nicole NarbeburyCorrección Luisa ArditiDiseño de tapa e interiores Víctor MalumiánIlustración de tapa Irakli RamishviliIlustración de Peter Sloterdijk Juan Pablo Martínez

© Ediciones [email protected]/EdicionesGodotTwitter.com/EdicionesGodotInstagram.com/EdicionesGodotYouTube.com/EdicionesGodot Buenos Aires, Argentina, 2021

Digitalizado en EPUB 3.2 por DigitalBe (MAY/2021)

Información de Accesibilidad:

Amigable con lectores de pantalla: Si.

Resumen de accesibilidad: Esta publicación incluye valor añadido para permitir la accesibilidad y compatibilidad con tecnologías asistivas. Las imagenes en esta publicación están apropiadamente descriptas en conformidad con WCAG 2.0 AA.

EPUB Accesible en conformidad con: WCAG-AA

Peligros: ninguno

Certificado por: DigitalBe

Fobocracia

Peter Sloterdijk

Traducción

1

Delimitación de la zona de combate

Quien planee decir algo sobre un tema controversial como el de las implicaciones violentas del llamado “monoteísmo”, sobre las probadas como las meramente afirmadas, debería estar bien asesorado en cerciorarse de tener cuidado y ser prudente al tocar estos temas. La teología es un terreno demoníaco. Lo que Thomas Mann señaló sobre la música en su gran discurso en Washington de 1945 sobre “Alemania y los alemanes” no deja de aplicarse para hablar de cuestiones divinas y de cosas de este y otro mundo. También su observación en el mismo discurso de que la música es “el arte más remoto de la realidad y al mismo tiempo el más apasionado” se puede trasladar sin cambios relevantes a la naturaleza de muchas enseñanzas teológicas. Los discursos suelen tratar sobre los factores más distantes y evasivos como Dios, omnipotencia, salvación y condena con una vehemencia que solo los motivos más íntimos de la pasión pueden avivar. La música y la teología tienen en común que cuando el asunto se torna serio ambas pueden acercarse más a la persona afectada que la misma persona, así como lo expresó San Agustín en su frase confesional interior intimo meo (“más dentro de mí que lo más íntimo de mí”) 1.

Con esta advertencia en mente, a continuación me gustaría tomar nota de algunas reflexiones que se pueden leer como notas al pie de dos de mis publicaciones recientes sobre la teoría de la religión: Celo de Dios. Sobre la lucha de los tres monoteísmos (2011) y Has de cambiar tu vida (2012). Con todo, las deliberaciones siguientes deberían comprenderse sin la referencia a estos libros. Algunas reacciones de teólogos a Celo de Dios me hicieron recordar que uno, al parecer, no puede hacer mención de algunos temas sin darles vida a través de una discusión. Se ve que, al hablar sobre sistemas religiosos celosos en los monoteísmos, generé una inclinación a refutaciones celosas o incluso a una defensa de demonios entre algunos que otros lectores, en especial aquellos de círculos de teólogos cristianos. Estas “refutaciones” solían partir de la acusación de que yo le había adjudicado indiscriminadamente a las “religiones monoteístas del Libro”, es decir, al judaísmo, al cristianismo y al islam, un componente violento “intrínseco” (según el término usual de debate) o, dicho de otra manera, inamovible, y así había confundido la esencia benigna atemporal de estas religiones con sus manifestaciones históricas y a veces desagradables. Los oponentes más comprometidos con esta tesis que ellos mismos plantearon se opusieron afirmando que las religiones mencionadas, en particular el cristianismo, quieren ser entendidas como siempre lo fueron, en su naturaleza y en su autoconcepto como movimientos liberadores y promotores de la paz. Sin embargo, sostienen que las religiones han sido temporalmente desviadas de su auténtica misión por distorsiones heréticas e instrumentalizaciones políticas a lo largo de sus respectivas historias.

En vista del desarrollo de la discusión —que está superpuesto por las numerosas reacciones, generalmente bastante interesantes, a las tesis de Jan Assmann sobre la “distinción mosaica” publicadas un poco antes—, que fue caracterizado mayormente por proyecciones, interpretaciones erróneas e intereses apologéticos, empecé a dudar de si tenía sentido seguir el debate como una pelea por el correcto uso del término “monoteísmo”. Sobre todo, la oposición repetida hasta el hartazgo entre un supuesto monoteísmo afín a la violencia y un supuesto politeísmo aversivo a la violencia representa una caricatura que se valora mejor con el silencio. Por eso, en las siguientes observaciones evitaré el término “monoteísmo” en la medida de lo posible 2 y en lugar de eso me limitaré a discutir el fenómeno de la motivación celante y potencialmente violenta a través de ciertas normas religiosas, sin abordar una vez más la construcción lógica de la creencia en un solo Dios 3. También dejaré de lado mis reparos sobre el término “religión”, que expliqué en Has de cambiar tu vida (lo consideré un seudotérmino o, más precisamente, una falsa abstracción con un alto potencial para engaños) y utilizo el término de forma convencional y sin ningún tipo de ironía en las siguientes páginas, porque no me gustaría complicar el tema actual, que ya es lo suficientemente controvertido, al abrir un segundo eje de discusión. Por eso, no puedo ahondar en la acusación de que mi última obra nombrada sea “el ataque más fundamental a la religión desde Feuerbach” 4, lo que en el mejor caso significaría un cumplido ambiguo, pero en realidad constituye una advertencia polémica para el resto del mundo teológico. Por el momento, me conformo con la observación de que las reflexiones teórico-prácticas en Has de cambiar tu vida no son precisamente un ataque a la religión, sino un intento simpático de volver a explorar los hechos del campo religioso a través de una segunda descripción que se aproxima al asunto, incluso en el lenguaje de una teoría general del ejercicio, aunque combinada con la intención de contribuir a una aclaración de los malentendidos de religiones, consolidados en todos lados 5.

En el presente ensayo parto de la suposición de que no es el singular o plural de las concepciones de Dios de los colectivos o de los individuos lo que juega un papel decisivo en la liberación de los actos de violencia. Más bien lo que determina la disposición hacia el uso de la violencia es la forma e intensidad de la absorción de los practicantes de la fe a través del sistema de normas, al que subordinan su existencia. Entonces, si ocasionalmente aparece el término “monoteísmo” en las siguientes reflexiones, no se refiere tanto a un grupo de concepciones teológicas o metafísicas. Siempre y cuando no lo pueda evitar por completo, lo uso hasta nuevo aviso solo como un complejo histórico exitoso de la motivación psicorreligiosa engrandecida.

Pies de página

1. San Agustín, Confesiones, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002, p. 11.

2. Para diferenciar conceptos pertinentes como henoteísmo, sumoteísmo, monolatría, el movimiento de yhwh, poliyahvismo, monoteísmo inclusivo, exclusivo, profético, práctico y filosófico, etc., véanse Bauks, Michaela, “Monotheismus (at)”, Deutsche Bibelgesellschaft, 2011, disponible en: bit.ly/3xaghas [consulta: 8 de abril de 2021]; Lang, Bernhard “Monotheismus”, en: Cancik, Hubert et al., Handbuch religionswissenschaftlicher Grundbegriffe [Manual de conceptos fundamentales de la ciencia de la religión], vol. 4, Suttgart, Kohlhammer, 1998, pp. 148-165.

3. Más información sobre esto y sobre la figura de pensamiento “secundum non datur” en Sloterdijk, Peter, “La matrix”, en: Celo de Dios. Sobre la lucha de los tres monoteísmos, Madrid, Ediciones Siruela, 2011, pp. 90-109. Ahí desarrollo la tesis de que el fenómeno del celo no solo tiene motivos psicológicos relevantes, sino que se basa también en una gramática lógica.

4. Müller, Klaus, “Generalangriff im Tarnanzug: Peter Sloterdijk über Religion” [Ataque general en uniforme de camuflaje: Peter Sloterdijk sobre religión], Communicatio Socialis, 42, 2, 2009, pp. 345-350.

5. El ejercicio debe ser entendido como una forma de la acción autoplástica, es decir, una acción que repercute sobre el actor. Sin tener en cuenta los aspectos del ejercicio, los procesos de aculturación en general se pueden entender menos que los fenómenos religiosos y rituales en particular. La teoría general del ejercicio se puede relacionar directamente con las ciencias sociales y las humanidades, porque no hace ninguna concesión innecesaria al naturalismo. Se suele basar en premisas de la teoría de la cultura, aunque enfatiza el punto de vista de que el término “cultura” sigue siendo un término vacío, sin examinar la dimensión de los procedimientos de incorporación. El obstáculo del reduccionismo se evita al introducir la teoría del ejercicio (como la hermenéutica de la repetición) en la coejecución de los procedimientos culturales en términos generales y especialmente teopoéticos. Si el análisis del ejercicio, en principio, inquieta a los teólogos, es probablemente porque en él se atrasan las preguntas por la verdad a favor de la atención de estados de estar-en-forma.