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La niñez del Padre Rojas es una comedia teatral de corte religioso del autor Lope de Vega. Con rasgos propios del auto sacramental, aunque presentados de forma desenfadada, se articula en torno a la infancia de San Simón de Rojas, uno de los pocos santos católicos que alcanzó la santidad en la niñez.
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Seitenzahl: 68
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Lope de Vega
Saga
La niñez del Padre RojasCopyright © 1965, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726618051
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
PERSONAS DEL PRIMER ACTO
Entren el VICIO y la VIRTUD.
VICIO Yo tengo de hacer mi oficio;
tú puedes el tuyo hacer.
VIRTUD ¿Siempre habemos de tener
tú y yo pesadumbres, Vicio?
VICIO Virtud, si tienes indicio 5
de que tiene condición
para seguirte Simón,
por lo mismo justamente
quiero yo por accidente
divertir su inclinación. 10
El principio de la vida,
estos dos caminos tiene,
que somos tú y yo; pues viene
a su elección reducida,
no es razón que a mí me impida 15
tu pretensión el lugar
que intento solicitar.
VIRTUD Pues ¿por qué has de pretender
con principios de placer
fines de tanto pesar? 20
VICIO En su ser es cada cosa
perfecta.
VIRTUD ¡Lindo argumento!
VICIO Yo mi perfección intento.
VIRTUD Pues ¿hay perfección viciosa?
VICIO Esta máquina famosa, 25
compone de variedad
su hermosura.
VIRTUD La maldad
nunca le ha dado hermosura;
que es la virtud casta y pura
su esplendor y majestad. 30
El me ha de seguir a mí.
VICIO Dios no fuerza el albedrío;
luego con razón porfío
que no se vaya tras ti,
y tú no eres Dios.
VIRTUD Pues di, 35
¿quién a la virtud inclina,
fin a que el hombre camina?
VICIO Deja la arrogancia vana,
que tú eres virtud humana,
y Dios es virtud divina. 40
VIRTUD Cuando a la naturaleza
humana Dios se humilló,
la humana entonces subió
a su divina grandeza.
Quien con obras y limpieza 45
de corazón, humillado
llega a este monte sagrado,
así se transforma en él,
que aunque no es Dios como él,
es su imagen y traslado: 50
por eso dioses se llaman
los hombres.
VICIO ¿Y este Simón
ha de ser Dios, en razón
de serlo los que a Dios aman?
VIRTUD Si por dioses los aclaman 55
las divinas letras, hombre
que ama a Dios, no hay por qué asombre
que llegue a tal beneficio,
o el sacerdotal oficio
le dará de Cristo el nombre. 60
VICIO Todo a envidia me provoca,
y todo a intentar me obliga
que te deje y que me siga.
VIRTUD ¡Qué arrogancia necia y loca!
Si Dios el alma le toca, 65
como el principio contemplo,
y quiere hacer, para ejemplo
que a este siglo importe tanto,
un catedrático santo
del púlpito de su templo 70
VICIO ¿Un muchacho tartamudo
elige Dios? ¡Qué perfeta
lengua!
VIRTUD Si Dios a un profeta
que le dijo que era mudo,
darle aquella lengua pudo 75
que hoy tan desatada y diestra
la sacra página muestra,
¿no podrá hacer que Simón
hable con tal perfección
que se confunda la vuestra? 80
¿Hay para Dios imposible?
VICIO Esta es su madre, y su hermano.
(CONSTANZA y GREGORIO, muchacho.)
GREGORIO Llevándole de la mano,
aun no puedo, ni es posible,
porque luego se me va, 85
y apenas miro por él,
cuando no hay memoria dél
ni en toda la calle está:
no esperes que sepa nada.
VICIO Gregorio acusando viene 90
a Simón.
VIRTUD Simón no tiene
culpa.
CONSTANZA A ti todo te enfada;
que has dado, Gregorio, en ser
deste muchacho fiscal.
GREGORIO ¿Dígolo yo por su mal? 95
¿Quieres dejarle perder?
CONSTANZA ¿Es perderse, por ventura,
irse a la iglesia?
GREGORIO Señora,
la iglesia, en que Dios se adora,
disculpa es santa y segura; 100
pero domingos y fiestas
no bastan; siempre ha de estar
en la iglesia, y siempre dar
por aparentes respuestas
de no escribir ni leer, 105
que oyendo misa pasó
toda la mañana.
CONSTANZA Yo
no le puedo reprender
porque tenga devoción.
GREGORIO Pues ¿no le basta, señora, 110
una misa, y no es un hora
justa y bastante oración?
CONSTANZA Pues ¿qué es lo que hace?
GREGORIO Oir
cuantas salen, de rodillas.
VIRTUD ¿Parécente maravillas 115
que te pueden confundir,
las que cuentan de Simón?
¿Estos principios ¡oh Vicio!
impides?
VICIO Este es mi oficio;
venceré su inclinación. 120
VIRTUD No harás, porque quiere Dios
que desde niño sea suyo.
VICIO Ahora, Virtud, yo no arguyo
contigo; quien de los dos
pudiere más, ése sea 125
el que merezca el laurel.
VIRTUD Yo te aseguro que en él
sola mi virtud se vea.
(Vanse los dos.)
CONSTANZA Si me contaras, Gregorio,
que tu hermano era travieso 130
en algún notable exceso
que fuera a todos notorio;
si jurar, como se usa
en muchachos desta edad,
que en los bríos, la piedad 135
de los padres halla excusa,
y que Dios no ha de admitir,
sino permitir que vean,
o que en deshonras se emplean,
o en tiernos años morir; 140
si me dijeras también
que el juego le divertía,
que ya es ciencia y gallardía
que un niño lo sepa bien,
para que siendo mayor, 145
con infamia conocida,
pierda la hacienda, la vida,
y a vueltas della el honor,
confieso que me pesara,
y que yo le reprendiera, 150
y no sólo le riñera,
mas también le castigara;
pero porque desde agora
se incline a servir a Dios...
GREGORIO Bien se ve a cuál de los dos 155
te inclina el amor, señora;
que a mí de su devoción
no me pesa; mas ¿no es bien
que asista Simón también
a la escuela y la lección? 160
Un muchacho tartamudo,
¿cómo podrá desatar
la lengua sin estudiar?
¿Hase de quedar tan rudo,
que aun no sepa el abecé, 165
ni tome ejemplo de mí?
CONSTANZA Pienso que la causa fui
que siempre en la iglesia esté;
ofrecísele a la Reina
del cielo, y pienso que ya, 170
como prenda suya, está
en el trono donde reina.
¡Cómo se ven los despojos
y presentes ofrecidos!
y aunque admire tus oídos, 175
pocos dolores y enojos
me costó su parto; y tanto,
que por estas muestras creo,
Virgen, que halló mi deseo
puerta en vuestro puerto santo: 180
quiérele, Gregorio, bien;
y si él no fuere al escuela,
Dios en la oración revela
ciencias divinas también.
(SIMÓN con un libro, vestido de color, ha de hablartartamudeando.)
GREGORIO ¡Cómo tu amor solicita 185
su remedio!
CONSTANZA Ya lo he visto.
SIMÓN ¡Loado sea Jesucristo
y la su Madre bendita!
CONSTANZA La mano y la bendición.
GREGORIO Si viniera de lección, 190
no trujera más sosiego;
de que en ese libro lea,
verás lo que aprende allá.
CONSTANZA Con tal maestro, él sabrá
de Dios cuanto Dios desea; 195
leed la lección, Simón.
SIMÓN Ando en la... latín agora.
CONSTANZA Decid.
SIMÓN Oiga, se... señora,
verá qué linda lección.
(Lea.)
Ave... ve Ma... Ma... María. 200
GREGORIO ¿A quién hay que esto no asombre?
SIMÓN Es que lo, dulce del nombre
la lengua me detenía.
Ave María, gra... gra...
tia ple... plena Do... Domi... 205
nus te... tecum, benedi.
CONSTANZA No leas más; bien está,
porque el natural defeto
no es culpa en ti.
GREGORIO Con tu amor
le sufres.
CONSTANZA ¡Bravo rigor! 210
¡Que me enojas te prometo!
(Vanse los dos.)
SIMÓN Siempre a mi hermano parecen
to... todas mis cosas mal.
Tiene razón: yo soy tal, que mu... mucho más merecen.
Mas pues solo me han dejado, 215
yo me quiero entretener.
¿Qué haré? Mas ¿qué puedo hacer,
co... como ver el traslado
de quien sólo para mí
tie... tiene luz y hermosura, 220
que en un cuadro de pintura
tienen mis padres aquí?
(Corra una cortina a una tabla de la Anunciación.)
¡Vi... Virgen, limpia azucena,
a quien ta... tal hizo Dios,
que el ángel que está con vos 225
os llama de gracia llena!
Sa... sabed que me da pena
fa... faltarme lengua agora
para alabaros, Señora;
pero en esta me... me... mengua, 230
lo que no puede la lengua,