Lo fingido verdadero - Lope de Vega - E-Book

Lo fingido verdadero E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

Lo fingido verdadero es un drama teatral sacro del autor Lope de Vega. En la línea de los dramas cristianos del Siglo de Oro Español, concatena escenas relevantes en torno a la leyenda de San Ginés en la antigua roma, al tiempo que plantea una reflexión sobre la representación de la verdad.

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Seitenzahl: 94

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Lope de Vega

Lo fingido verdadero

 

Saga

Lo fingido verdaderoCopyright © 1608, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726618310

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Dedicatoria

LO FINGIDO VERDADERO

TRAGICOMEDIA FAMOSA DE LOPE DE VEGA CARPIO DEDICADA

AL R. P. PRESENTADO FR. GABRIEL TÉLLEZ

Religioso de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos Entre los estudios de las sagradas letras también ha lucido en V. P. el de las humanas, de que tenemos claros ejemplos, y para descansar el arco, tal vez el de las musas. Quorum medicina quiesque, dijo Ovidio Nulla nisi studio, Pieridumque mora. Y esto, con felicidad de la Naturaleza, por el problema a que responde Horacio: Nec studium sine divite vena. Las comedias han dado licencia en España a que muchos que ignoran consigan algún nombre, aura vulgar y desvanecimiento ridículo; pero bien saben los que saben que no saben, y que por la mayor parte se agrada el pueblo de muchas cosas que son exteriores al poeta. Este nombre doy yo al que lo es sin escribirlas, no porque al que las escribiese bien se le quitaría, aunque no hubiese probado la pluma en otras materias, que pienso es lo que sintió Ovidio: Diversum quamvis quisque sequamur iter. Que quien tiene arte y natural, podrá felicemente escribir todas, y no tener la diferencia de ingenio que piden las sales y facecias de estas fábulas. Algunas historias divinas he visto de V. P. en este género de poesía, por las cuales vine en conocimiento de su fertilísimo ingenio, pues a cualquiera cosa que le aplica, le halla dispuesto, y con la afición que de esta correspondencia nace, aunque a los envidiosos parezca imposible simpatía, quedé cuidadoso de ofrecer alguna, y por ventura, en reconocimiento de lo que a todos nos enseña, templándome en su alabanza como en la reprensión de otros, por el consejo de Séneca: Lauda parce, vitupera parcius. Dando la razón el filósofo, que como es reprensible la excesiva alabanza, así el inmoderado vituperio; porque como la una es sospechosa de adulación, la otra de malignidad y aborrecimiento. Que por el que me tienen a mí, no quiero más defensa que aquellas palabras de san Jerónimo en el Prólogo a los libros de Nehemías: Et interdum contra se, conscientia repugnante, publice lacerant, quod occulte legunt. LO FINGIDO VERDADERO, tragicomedia de la vida y martirio de san Ginés representante, doy a la estampa con el nombre de V. P, y con muchas razones para que sea suya, a pesar de los que envidian sus obras, que tantos bien intencionados califican; haciendo elección de historia divina, así por su profesión como por

haberlas escrito tan felizmente, escureciendo los que se valen de Edipos y Tiestes, que mejor dijera de los caballos y carpinteros, por quien Marcial, en su décimo libro: Quid nisi monstra legis? Capellán de V. P Lope de Vega Carpio

PERSONAS QUE HABLAN EN ELLA

MARCIO, [soldado] MAXIMIANO DIOCLECIANO AURELIO CÉSAR NUMERIANO APRO, cónsul CARINO ROSARDA GINÉS CURIO CAMILA LELIO, cónsul SEVERIO PATRICIO PINABELO OCTAVIO UN ÁNGEL UN CAPITÁN UN SOLDADO SERGESTO SALUSTIO FELISARDO LÉNTULO FABRICIO MARCELA SULPICIO UN ALCAIDE ALVINO EL GUARDARROPA MUSICO 1º MÚSICO 2º MUSICO 3º [MÚSICOS] [CRIADO] [CELIA] [FABIO], [muchacho] [RUTILIO] [DOS GUARDAS]

En el texto el nombre de Marcio alterna con el de Marcelo.

Acto I

Sale MARCIO, soldado.

[MARCIO]

¡Pese al Emperador y a siete imperios!

¡Así nos lleva por Mesopotamia

rotos, desnudos, llenos de improperios,

en vez de gloria a procurar infamia!

5

Está hecho un Nerón de vituperios,

y un sátiro en las bodas de Hipodamia,

su hijo en Roma, y vamos por diversas

mares nosotros a rendir los persas.

 

Sale CURIO, soldado.

[CURIO]

¿Cuándo escriben al César que Carino,

10

su hijo, infamia del valor romano,

vive con tanta furia y desatino,

nos lleva a la conquista del persiano?

¿Es digno de aras y de honor divino

su fuerte hermano el César Numeriano,

15

y llévale a morir por la inclemencia

de Julio, a hacer al Persa resistencia?

 

Sale MAXIMIANO, soldado.

[MAXIMIANO]

Si Numeriano menos bueno fuera,

no quedara soldado, Aurelio caro,

que tus lábaros y águilas siguiera:

20

en tanto estiman su dichoso amparo.

Cuando pensó el ejército que diera

vuelta a la patria ese tu pecho avaro,

nos llevas a los Persas rebelados,

por Julio ardiente. ¿Esto sufrías, soldados?

 

Sale DIOCLECIANO, soldado.

[DIOCLECIANO]

25

¡Por el sagrado Júpiter que adora

el monte Olimpo, que si dos hubiera

de la opinión que estoy, que desde ahora

ningún soldado, Aurelio, te siguiera;

ahora nos acercas al aurora,

30

cuando el sol en la Virgen reverbera,

y el fogoso León sus rayos siente

más que la fuerza de Hércules valiente.

¿Tienes seso por dicha? ¿Tienes alma?

Tras todo lo que hemos navegado,

35

ya con tormenta, y ya con blanda calma,

hasta las fuentes del Jordán sagrado,

¿nos llevas por entre una y otra palma

a la arena del Tigris, y al helado

Cidno, que quiso darle muerte fiera

40

al invicto Alejandro en su ribera?

¡Maximiano!

 

MAXIMIANO

¡Valiente Diocleciano!

 

DIOCLECIANO

Marcio, Curio, ¿qué es esto?

 

CURIO

Hacemos prueba

de este francés emperador romano,

que al reino de Semíramis nos lleva.

 

DIOCLECIANO

45

Bien puede agradecer a Numeriano,

porque esto más su libertad le deba,

que no se nombre César.

 

MAXIMIANO

Desatino

cuando me cuentan cosas de Carino.

Dicen que vive en Roma deshonesto,

50

forzando las mujeres más honradas,

sin que se escapen senadores de esto,

ni las monjas a Vesta reservadas;

que a mil nobles ha muerto y descompuesto,

sin respetar las canas veneradas

55

de hombres que han sido cónsules, jüeces,

pretores, y triunfando muchas veces.

 

MAXIMIANO

¿Por qué no pudo en Roma a Numeriano,

hermano de esa fiera sanguinosa,

tan docto en todas letras, tan humano,

60

y fuera su república dichosa,

volviera a ver los siglos de Trajano

la patria en tales Césares famosa?

 

DIOCLECIANO

Por no acertar en nada, y porque Roma,

con tales monstruos la soberbia doma.

65

¿Hay algo que comer?

 

CURIO

¡Que comer pides!

 

DIOCLECIANO

¿Ni dinero?

 

MAXIMIANO

¡Dinero! Si ese hubiera,

los trabajos o fábulas de Alcides,

y muchos más, sospecho que sufriera.

 

DIOCLECIANO

No fuera César yo. Tú, que presides

70

en tanta gente belicosa y fiera,

¿por qué no los gobiernas y sustentas?

Ayudadme a decir a Aurelio afrentas.

 

MAXIMIANO

¿Es un caduco?

 

CURIO

Es un borracho.

 

MARCIO

Es loco.

 

DIOCLECIANO

Es el Emperador. Habemos paso,

75

que no se ha de tener el cetro en poco,

aunque le tenga un bárbaro Circaso.

 

CURIO

¿Tú no nos provocaste?

 

DIOCLECIANO

Si os provoco

ya me arrepiento.

 

MARCIO

Ya no hace al caso.

 

DIOCLECIANO

Dígooslo así, porque ya ser podría

80

que fuese Emperador.

 

CURIO

¿Quién?

 

DIOCLECIANO

Yo algún día.

 

Entra CAMILA, labradora, con una cesta de panecillos.

CAMILA

¿Quién compra el buen pan, soldados?

Blanco y bien cocido está.

 

MAXIMIANO

¿Vivanderos andan ya?

85

No estamos mal alojados.

 

DIOCLECIANO

Murmuramos son razón

del César.

 

MARCIO

Sí, mas dinero

para comprarlo...

 

MAXIMIANO

Hoy espero

socorro.

 

DIOCLECIANO

Hablad sin pasión,

90

y volved a decir bien

del César.

 

CURIO

Cuando comiere.

 

CAMILA

¿Quién quiere el pan, quién le quiere?

 

MAXIMIANO

Yo le quiero.

 

MARCIO

Y yo también.

 

DIOCLECIANO

Dame, así te guarde el cielo,

95

pues que me conoces ya,

Camila, un pan.

 

CAMILA

¿Quién me da

dinero?

 

DIOCLECIANO

Dinero apelo;

mas yo te le pagaré

100

cuando sea emperador

de Roma.

 

CAMILA

Gracioso humor.

 

DIOCLECIANO

¿No puede ser?

 

CAMILA

¿Yo qué sé?

Pero otras veces, soldado,

105

me has dicho en tanta pobreza

que en viéndote en la grandeza

del Imperio, y laureado,

me pagarías lo que toma

tu necesidad de mí,

110

y siempre te está así.

 

DIOCLECIANO

¿Es cosa de burla Roma?

¿No hay más de llegar, y ser

su César, y emperador,

de todo el mundo señor,

115

con absoluto poder?

 

CAMILA

¿Y es cosa de burla un pan,

y tomarle sin dinero?

 

DIOCLECIANO

Pagarte, por Dios, espero,

si es que el imperio me dan.

 

CAMILA

120

Toma, que cuando matares

un jabalí, tú serás

Emperador.

 

MAXIMIANO

Si no es más.

Tómale, no hay que repares.

 

DIOCLECIANO

¿No tengo de reparar

125

si me ha dicho esta mujer

que César tengo de ser

cuando llegare a matar

un jabalí? Y he tomado

de tal manera el agüero,

130

que, aunque de burlas, lo espero,

siendo, cual veis, un soldado

de tan poca estimación.

He muerto mil jabalíes.

 

CURIO

Nunca en agüeros confíes.

 

DIOCLECIANO

135

La romana religión,

toda se funda en agüeros.

 

CURIO

Come, y deja de pensar

en lo que no ha de llegar.

 

DIOCLECIANO

Tomad el pan, compañeros,

140

que a verme to por misterio

en el Imperio algún día,

tan bien repartir sabría

como este pan el Imperio.

Toma y come, Maximiano,

145

que has de ser mi coadjutor.

Tú, amiga, por tanto amor,

si llego a César romano,

verás lo que eres por mí.

 

CAMILA

Tu ánimo me enamora.

150

¿Quieres todo el pan ahora,

y cuanto trujere aquí?

¿Quieres el dinero? Toma.

 

DIOCLECIANO

Ya te digo que ese amor,

cuando fuere emperador,

155

pienso pagártele en Roma.

 

CAMILA

Muérome, aunque humilde soy,

por hombres de pensamientos

tan altos.

 

CURIO

¡Qué furiosos vientos!

 

CAMILA

¡Llover quiere, yo me voy!

160

Pero tu nombre me di.

 

DIOCLECIANO

Yo me llamo Diocleciano.

 

CAMILA

Tú serás César romano

en matando un jabalí.

 

Vase CAMILA.

MAXIMIANO

Notablemente escurece

165

el cielo su claridad.

 

MARCIO

¡Qué terrible escuridad!

 

DIOCLECIANO

Noche espantosa parece.

Los relámpagos y truenos

parece cuando se halla

170

la furia de una batalla.

 

CURIO

Rómpanse los negros senos

de las nubes, que despiden

fuego que el aire dilata.

 

DIOCLECIANO

Parecen sierpes de plata,

175

que su elemento dividen;

aun aquí se escucha el mar

con espantosos bramidos.

 

MARCIO

Los elementos unidos

se quieren desenlazar.

 

CURIO

180

Las tiendas y pabellones,

de la tierra el viento saca.

 

DIOCLECIANO

¿Qué mucho una seca estaca

asida a cuatro cordones,

si los más antiguos robles,

185

frondosas hayas, sabinas

fuertes, robustas encinas,

palmas y laureles nobles,

saca del nativo asiento?

 

CURIO

Huyamos a aquel peñasco.

 

MARCIO

190

¡Quién estuviera en Damasco

debajo de un buen cimiento!

 

MAXIMIANO

De los rayos me desmayo.

Huye.

 

DIOCLECIANO

No tengas temor.

¿Cuándo has visto emperador

195

romano muerto de rayo?

 

Éntrense, y salga el CÉSAR AURELIO con su laurel.

AURELIO