Porfiar hasta morir - Lope de Vega - E-Book

Porfiar hasta morir E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

Porfiar hasta morir es uno de los dramas teatrales de Lope de Vega. Se articula en torno a la historia del poeta Macías, conocido como El Enamorado, y su afán por abandonar la poesía para entregarse a la vida soldadesca, en la que alcanza tantos éxitos como en su faceta literaria. Lo único que no consigue alcanzar es el amor de Clara.

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Seitenzahl: 75

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Lope de Vega

Porfiar hasta morir

 

Saga

Porfiar hasta morirCopyright © 1638, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726618730

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Personas que hablan en ella.

—fol. 96v→

MACÍAS, galán.NUÑO, gracioso.MAESTRE DE SANTIAGO. REY DON ENRIQUE. CONDESA DOÑA JUANA. Tres rufianes.UN VENTERO. CLARA, dama.LEONOR, esclava.PÁEZ. FERNANDO. TELLO DE MENDOZA. UN ALCAIDE. Músicos.

Acto I

Salen MACÍAS y NUÑO, de camino.

 

MACÍAS Para quien llegar desea,

ni largas noches ni fiestas.

¿Estas son las ventas?

NUÑO Estas

son las ventas de Alcolea.

MACÍAS ¿Y esta la famosa puente? 5

NUÑO Esta fue por quien pasaron

tantos ciegos, que dejaron

tal memoria entre la gente.

La delantera tenía

el buen viejo don Beltrán. 10

MACÍAS Ese nombre a amor le dan

porque es ciego, y ciegos guía.

NUÑO No guía amor, pues se ven

tantos yerros en quien ama.

MACÍAS De una manera se llama 15

el guïar al mal que al bien.

Luego habemos de salir,

aunque dormir te prometas.

NUÑO ¡Qué cristalino en limetas

yace el buen Guadalquivir! 20

—fol. 97r→

Aunque en estas ocasiones

mejor lo tinto me agrada.

¡Qué brava está la portada

de naranjas y limones!

Como allá en las cortes graves 25

ponen galas los roperos,

aquí estos santos venteros

a la puerta peces y aves.

Descansa, así Dios te guarde,

si el sábalo te provoca, 30

que de aquí a Córdoba hay poca

tierra, aunque parece tarde.

MACÍAS Pues ¿qué leguas ponen?

NUÑO Dos.

MACÍAS Ya refresca, Nuño, el día,

con ser en Andalucía. 35

NUÑO No siento nada, por Dios,

con solo haber arropado

de licor de Baco el pecho.

 

(Salen tresrufianes y el MAESTRE DE SANTIAGO, de caza, congabán, cubierta la cruz.)

 

RUFIÁN 1. ° ¿Qué sirve hablar sin provecho

oloroso y entonado? 40

Por el agua de la mar,

que ha de dar prenda o dinero.

MAESTRE Mirad que soy caballero.

RUFIÁN 2.° No tenemos qué mirar,

porque habemos de comer. 45

RUFIÁN 3.° ¡Cuál se estaba el cortesano

a la chimenea muy vano

dejándonos perecer!

MAESTRE Si yo comiera, no fuera

descortés; mas no he comido. 50

Solo cebada he pedido.

RUFIÁN 1.° Luego ¿cebada comiera?

MAESTRE Perdime por esta sierra

cazando, y aquí llegué.

RUFIÁN 2.° Mas ¿que ha de volverse a pie? 55

RUFIÁN 3.° Sí hará, que es llana la tierra.

MAESTRE No haré, porque si ha comido

el caballo, me iré luego.

RUFIÁN 1.° Suelte el gabán, palaciego.

MAESTRE Que os vais en buen hora os pido. 60

RUFIÁN 1.° Suelte, digo.

MAESTRE Pues rufianes,

gallinas, aquí veréis

quién soy.

MACÍAS Y al lado tenéis

dos hombres.

NUÑO Y dos Roldanes.

 

(Acuchíllanlos y sale el VENTERO cuando huyen los rufianes.)

 

VENTERO Acude, Gil, que se matan. 65

Tener, tener.

MACÍAS Los ladrones

huyen.

MAESTRE En las ocasiones

al viento mismo retratan.

VENTERO Dios os lo pague, que habéis

estos rufianes echado 70

de la venta, que me han dado

la pesadumbre que veis

con cuantos vienen aquí.

NUÑO Ladrando va el uno dellos,

que le rapé los cabellos 75

y un palmo de casco abrí.

¿Tienen mujeres?

VENTERO ¿Pues no?

Aquí están dos mujercillas.

NUÑO Pues a azotes quiero abrillas.

VENTERO Mejor sabré hacerlo yo, 80

que me han desacreditado

la venta.

NUÑO ¡Santo ventero!

 

(Vase el VENTERO.)

 

MAESTRE Daros muchas gracias quiero

de haber, como hidalgo honrado,

—fol. 97v→

ayudado a un hombre, al fin 85

hombre solo.

MACÍAS Antes sospecho,

señor, que agravio os he hecho,

que aunque tres, es gente ruin.

MAESTRE ¿Vais a Córdoba?

MACÍAS Allá voy.

MAESTRE Podría ser que os sirviese 90

en ella, si en algo fuese

de provecho.

MACÍAS Cierto estoy

de vuestra presencia noble.

¿Cómo habéis llegado aquí?

MAESTRE Cazando, el rastro perdí 95

por entre uno y otro roble,

y como vi tan cansado

el caballo, y me acordé

desta venta, en ella entré,

donde cebada le han dado. 100

Llegué al fuego, en que tenían

su comida estos rufianes,

de tales damas galanes

como veis que merecían;

y diérales cortésmente 105

dineros o prenda de oro,

mas no perdiendo el decoro

de quien soy con tal vil gente.

Lo demás que sucedió

habéis visto; yo he quedado 110

a serviros obligado.

Ya mi caballo comió

y me es forzoso partir.

Servíos deste diamante.

 

(Dale un anillo y no le toma MACÍAS.)

 

MACÍAS Que en ocasión semejante 115

os acertase a servir

debo a mi buena fortuna.

Guardadle, que podrá ser,

si allá os vengo a conocer,

que tenga por vós alguna. 120

MAESTRE Dios os guarde.

MACÍAS Guárdeos Dios.

 

(Vase el MAESTRE.)

 

NUÑO ¿No preguntaras quién era?

MACÍAS Si menos priesa tuviera,

discurriéramos los dos

de aquí a Córdoba en mis cosas, 125

que no poco me importara;

por ventura las guïara

a partes más provechosas

por la paz que por la guerra,

respeto de haber yo sido 130

estudiante.

NUÑO Haber querido

dejar tu estudio y tu tierra

no sé si ha sido acertado,

pero ya, en efeto, es hecho.

MACÍAS Tengo a las armas el pecho 135

más que al estudio inclinado,

y estas cartas que he traído

pienso que han de aprovechar

para que tenga el lugar

por la guerra pretendido. 140

O daré en ser cortesano,

que también tengo afición

a su estudio.

NUÑO Iguales son,

señor, tu ingenio y tu mano.

Para paz y guerra tienes 145

habilidad y valor.

 

(Salen TELLO DE MENDOZA, FERNANDO y PÁEZ.)

 

TELLO Buscarle más será error.

FERNANDO Y más donde agora vienes,

que esta gente que camina,

¿cómo puede saber dél? 150

—fol. 98r→

TELLO Ir a Córdoba sin él,

Fernando, me desatina.

¡Ah, hidalgos! ¿Vieron pasar

un caballero, por dicha,

con un gabán de color, 155

plumas negras y pajizas,

las espuelas plateadas,

de oro y verde la mochila,

de un alazán, cabos negros?

MACÍAS Dueño desas señas mismas 160

salió desta venta agora,

tanto, que con poca prisa

le alcanzaréis si os importa.

Pero ¿quién es, por mi vida?

TELLO El maestre de Santiago, 165

que la sangrienta cuchilla

que le honraba el fuerte pecho

con aquel gabán cubría.

MAESTRE Por Dios, que he hablado con él,

y que tengo por desdicha 170

el no haberle conocido,

que le traigo de Castilla

un pliego de cartas.

TELLO Fuera,

galán, menos cortesía

darle cartas en el campo. 175

El caballo en que camina

de nadie deja alcanzarse

cuando el maestre le pica.

Si con nosotros venís,

más acertado sería 180

darle ese pliego en su casa.

MACÍAS Es razón, como advertida

de un caballero de corte.

Iré en vuestra compañía,

si me dais licencia.

TELLO Páez. 185

PÁEZ ¿Señor?

TELLO Adelante guía.

 

(Vanse los tres.)

 

MACÍAS ¿Que no conocí al maestre?

NUÑO No tengas a poca dicha

haberle dado favor,

y con tanta valentía, 190

que le habrás aficionado,

que aun pienso que a mí me estima

por haber dado al rufián

que el dinero le pedía

cuchillada, que le pueden 195

poner un colchón por hilas.

 

(Vanse.)

 

(Sale[n] la CONDESA DOÑA JUANA y CLARA, dama suya.)

 

CONDESA Nunca tanto se ha tardado

el maestre, mi señor.

CLARA Siempre está depriesa amor,

nunca se para el cuidado. 200

CONDESA Como la guerra y la caza

son cosas tan parecidas,

amor las hace temidas

del alma a una misma traza.

Y así, cuando al monte sale, 205

mi paz y quietud destierra

como cuando va a la guerra.

CLARA Pues no es razón que se iguale

la caza, guerra fingida,

con la verdadera y cierta. 210

CONDESA La memoria que despierta

me tiene, Clara, ofendida.

 

(Sale el MAESTRE en la forma que primero.)

 

MAESTRE Por lo menos he venido

como más solo, más presto.

CONDESA ¡Solo, maestre! ¿Qué es esto? 215

MAESTRE Condesa, haberme perdido.

Y no sin peligro fue,

mas no donde me perdí,

pues que dos leguas de aquí

ciertos valientes hallé 220

—fol. 98v→

que con obras y razones

me probaron el valor.

CONDESA Si moros no os dan temor,

¿cómo os le darán ladrones?

No estaba yo temerosa 225

sin causa.

MAESTRE Un hidalgo honrado

a buen tiempo tuve al lado.

CONDESA ¿Y dísteisle alguna cosa?

MAESTRE No lo quiso, y me pesó,

que ya un diamante le daba, 230

porque en traje noble estaba

y en las obras lo mostró,

gallardo, valiente y diestro.

CONDESA ¿Que sin premio le dejastes?

¿Por qué no le porfïastes? 235

MAESTRE Porque este diamante es vuestro.

CONDESA Trujéradesle con vós,

donde yo le agradeciera

que esa vida defendiera

con que vivimos los dos. 240

Y creed que yo me holgara,

y aun quedara agradecida



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