Adonis y Venus - Lope de Vega - E-Book

Adonis y Venus E-Book

Лопе де Вега

0,0

Beschreibung

Adonis y Venus es una tragedia teatral de corte mitológico del autor Lope de Vega. Se basa en el mito griego de Adonis tal y como se retrata en la Metamorfosis de Ovidio, pasado por un filtro pastoril muy querido por Lope de Vega. -

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 64

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Lope de Vega

Adonis y Venus

Tragedia

Saga

Adonis y Venus Lope de VegaCover image: Shutterstock Copyright © 1603, 2020 SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726616224

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Dedicada al Excmo. Sr. D. Rodrigo de Silva, Duque de Pastrana

Encarecióme tanto Vuestra Excelencia, el día de aquel insigne torneo, la gallardía, destreza y gala con que se representó El premio de la Hermosura por lo mejor del mundo, que habiendo de salir a luz esta tragedia, que tuvo en otra ocasión las mismas calidades, he querido ofrecerla a su entendimiento y honrarla de su nombre, seguro de que los dueños de la traza, y que con tanta gracia y gentileza la representaron, darán por bien empleado mi pensamiento, y mi elección por justa. Reciba Vuestra Excelencia este reconocimiento humilde, en tanto que con mayores musas canto las hazañas de su Excelentísimo padre en Flandes, que tanto dejó que imitar con su heroica vida, y que sentir con su temprana muerte. Dios guarde a Vuestra Excelencia.

Lope de Vega Carpio.

PERSONAS DE LA TRAGEDIA

MENANDRO. TIMBREO. ATALANTA. CAMILA. ALBANIA. FRONDOSO. APOLO. VENUS. CUPIDO. ADONIS. HIPÓMENES. TEBANDRO. NARCISO. JACINTO. GANIMEDES. TESIFONTE. [NINFAS.] [PASTORES.] [CUPIDILLOS.] [MÚSICA.]

Acto I

Salen MENANDRO y TIMBREO, pastores.

 

[Quintillas.]

 

MENANDRO Prosigue, amigo Timbreo,

la relación de tu mal;

que ya sus desdenes creo.

TIMBREO Ver tu sentimiento igual

a mis desdichas, deseo. 5

Como digo, entró Camila

en el templo de Diana;

seguí sus rayos, y vila

como el alba, entre oro y grana,

menudo aljófar destila. 10

Huyó la noche de ausencia

luego que su luz salió.

Más con esta diferencia:

que el campo reverdeció,

y me abrasó su presencia. 15

Iba con otras, y entre ellas

excedía las más bellas

lo que excede al cuerpo el alma,

al mirto humilde la palma,

y la luna a las estrellas. 20

Las colores que tenía,

aunque al rubí y esmeralda,

la rosa y clavel vencía,

envidiaba la guirnalda

que sus cabellos ceñía. 25

Cegaba el vellos tan bellos,

que el aire formaba de ellos

ondas, como suele el mar:

pienso que para anegar

mil vidas y almas en ellos. 30

Iban los azules velos

de sus ojos, dulce guerra

de amor, vistiendo los cielos;

porque cielos en la tierra,

daban a los cielos celos. 35

El vestido pudo hacer

envidia a su compostura;

que el saberse componer

no es la menor hermosura

de una gallarda mujer. 40

Las cuatro esferas primeras,

Menandro, en Camila vieras:

la luna en el pie gentil,

de donde el florido abril

sacaba las primaveras. 45

La esfera de Venus bella

era el cuerpo, el dulce hablar

Mercurio, el sol en la estrella

del rostro.

MENANDRO Aprenda a pintar

la naturaleza, de ella. 50

si no es arte que te debe.

Pero prosigue, que es breve

el tiempo.

TIMBREO A la lumbre pura,

Menandro, de su hermosura

llegué, convertido en nieve. 55

Fuíla a hablar, pero sentí

asir la lengua al temor,

y quedé fuera de mí:

pero venciendo el amor,

de tres veces, dije así: 60

«Pastor a de ojos serenos,

aunque de mil rayos llenos,

¿cuándo vida me darás?»

MENANDRO Prosigue.

TIMBREO No dije más,

y me entendiera con menos. 65

Quedó entonces tan hermosa,

como del alba a la risa

suele salir vergonzosa,

entre su verde camisa,

bañada en sangre, la rosa. 70

Cuando quiso responder,

vi que Frondoso llegaba;

y sin hablar, sólo en ver,

vi, Menandro, que la amaba.

MENANDRO Bien se puede conocer: 75

que si a Camila tenías

por espejo, bien verías

si se miraba Frondoso

en la luz del rostro hermoso,

cuando en su cristal te vías. 80

Al templo habemos llegado

de Apolo.

TIMBREO De este cuidado

me sacará su respuesta.

MENANDRO Gente viene.

TIMBREO Ninfa es ésta

de extranjero monte y prado. 85

 

(Sale ATALANTA, ninfa, con un tocado de muchos velospendientes con plumas, y el vestido a la traza antigua, concalzadillos o coturnos encintados, y un dardo en la mano.)

 

[Canción (canzone).]

 

ATALANTA No desdice al estado

de una doncella tierna

querer saber el que tendrá su vida;

que el femenil cuidado

que nuestro ser gobierna, 90

no es bien que al varonil valor se mida.

Cuando la edad florida

a su límite llega,

es la igual compañía

lo que es el sol al día, 95

y el claro norte al que en el mar navega.

Los hombres fueron hechos

para alivio vital de nuestros pechos;

que, fuera de ser forma

de la materia nuestra, 100

y de nuestras potencias y sentidos

alma que los informa,

que los guía y adiestra,

son Argos del honor, siempre advertidos.

Amores atrevidos 105

defienden el deseo;

y aun esto no es de suerte

que con temprana muerte

no descendiese la mujer de Orfeo

al centro en que hoy suspira 110

contra la fuerza de su dulce lira.

Saber quiero de Apolo,

en su templo divino,

qué esposo quiere darme en casamiento;

que este cuidado solo 115

es solo peregrino

de mi primero y casto pensamiento.

Si miro el firmamento,

unas con otras veo

sus esferas casadas, 120

con manos argentadas.

La luna abraza al sol, cuyo himeneo

la alumbra y vivifica,

y a su humildad los rayos de oro aplica.

Si contemplo la tierra, 125

¿cuál animal no tiene

su semejante, con quien ande y viva?

Cuantas plantas encierra,

amor las entretiene;

que su generación de amor deriva. 130

Esta hiedra lasciva,

y esta vid trepadora,

fresnos y olmos enlazan;

los espinos se abrazan,

la tórtola casada gime y llora, 135

del caro esposo ausente,

su centro busca el agua de esta fuente.

Dígame, pues, Apolo,

qué esposo será el mío:

Fórmese de dos almas Androgeo. 140

Quien nace para solo

(cosa que desconfío),

o es bestia o es deidad; y así deseo

al yugo de Himeneo,

rendir el cuello, a ejemplo 145

de cuantas cosas miro.

Pero ¿por qué suspiro,

si aqueste suntuoso y rico templo

es, por lo menos, donde

Apolo por su oráculo responde? 150

 

(Salen CAMILA y ALBANIA, pastoras.)

 

[Redondillas.]

 

CAMILA [A ALBANIA.]

A buen tiempo hemos llegado,

que aún está Apolo cubierto.

ALBANIA Más me mata un bien incierto

que un daño determinado.

Pues no pienses que será 155

solo aquí nuestro deseo:

Menandro es aquél.

CAMILA Timbreo,

Albania, con él está.

ALBANIA ¿Qué querrán saber de Apolo?

CAMILA Lo que nosotras también. 160

ALBANIA ¿A cuál de ellos quieres bien?

CAMILA Sábelo Amor.

ALBANIA ¿Amor solo?

CAMILA Sí, porque no me forzara

a declararme, sin ver

que a quien me inclino a querer, 165

a quererme se inclinara.

ALBANIA ¿Que ninguno de los dos

te ha dicho amores jamás?

CAMILA Pienso que celosa estás.

ALBANIA ¿Yo celosa?

CAMILA Sí, por Dios. 170

ALBANIA ¿De quién?

CAMILA De mí.

ALBANIA Pues ¿tú sabes

lo que yo quiero?

CAMILA Imagino,

temo, sospecho, adivino.

ALBANIA Si son nuestros ojos llaves

de los secretos del alma, 175

abre con ellos el pecho.

CAMILA Ya lo contemplo, y sospecho

de su tormenta y su calma.

Que como la imán se va

tras el norte, a quien camina, 180

así amor la vista inclina

donde el pensamiento está.

TIMBREO [A MENANDRO.]

Camila, Menandro, viene

a saber algún secreto.

MENANDRO Si ella te quiere, ¿a qué efeto 185