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Ursón y Valentín, hijos del rey de Francia es una comedia teatral del autor Lope de Vega. Narra la historia de los hijos del rey de Francia y de las tropelías que comete Ursón hasta ir creciendo y adoptar un tono más humano y piadoso.-
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Seitenzahl: 96
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Lope de Vega
Saga
Ursón y Valentín, hijos del rey de FranciaCopyright © 1970, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726618846
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
UBERTO
¿Y dijo, en resolución,
que el Rey, mi señor, es vivo?
ROLANDO
Y añade con presunción:
‟Ni fe sin obras recibo,
5
ni premio sin galardón.”
Este, señor, es tu anillo.
UBERTO
¿Que no quiso recibillo?
ROLANDO
Turbome el temor de suerte,
que el pecho sintió la muerte,
10
y la garganta el cuchillo.
UBERTO
¿Puede haber rigor que sea
con el suyo comparado?
ROLANDO
Pareciome, de turbado,
con ser un ángel, muy fea.
UBERTO
15
¿Tanta mudanza ha mostrado?
ROLANDO
Atado estuve de hielo.
UBERTO
No me espanta, porque el suelo
tiembla, viéndola con ira;
túrbase el sol si la mira,
20
y estoy por decir el cielo.
ROLANDO
¿El sol? ¿Pues qué parte es ella
para podelle turbar?
UBERTO
¿No ves que el sol es estrella,
y que le puede quitar
25
la luz que recibe de ella?
Dichoso fuiste de veras,
Rolando, en que no tuvieras
tan alto conocimiento.
Yo envidio tu entendimiento.
ROLANDO
30
¿Tan necio me consideras?
Sin amorosos despojos,
conozco y veo que es alta
la que roba tus despojos.
UBERTO
También un ciego tiene ojos,
35
aunque la vista le falta.
¿Qué importa vea? Si no ciegas,
vesla, y al alma no llegas,
que si llegaras al alma,
del sol le dieras la palma
40
que torpemente le niegas.
¿Quieres ver cuán ciego estoy,
y que contra toda ley
humana y divina voy?
¿Que al cielo enemigo soy,
45
y soy traidor a mi Rey,
Rey que de mi mano ha sido
hasta agora el más servido,
que de vasallo señor,
y Rey que en obras y amor
50
me ha pagado y me ha vencido?
¡Basta! Que este amor infame,
que debe de ser demonio,
quiere que yo le disfame.
¿Qué más claro testimonio?
55
La Reina quiere que ame;
la Reina tengo de amar,
la Reina solicitar,
a un acto vil, deshonesto...
¡Aquí de Dios! ¿Qué es aquesto?
60
¿Amor? ¿En qué ha de parar?
Templa, en buena hora, el rigor,
que no es piedra la paciencia.
ROLANDO
Quéjate a tu superior.
UBERTO
¡Ah, que es un jüez amor
65
que no tiene residencia!
Vase el Rey a Ingalaterra
a su guerra, y en su tierra
me deja Gobernador,
con tanta guerra de amor,
70
que no temiera su guerra.
Acá y allá guerra suena;
guerra por entrambos pasa.
Venga el Rey, muera mi pena;
sosiegue la de su casa,
75
y deje la de la ajena.
¡Bien gobierno su ciudad,
de una flaca voluntad
gobernado sin razón,
por un freno de afición
80
que rige mi voluntad!
Si aqueste fuego encendido
su partida acelerara,
no tiempla, yo soy perdido,
hallárame consumido,
85
y la ciudad abrasada.
ROLANDO
Sosiega, señor.
UBERTO
No puedo,
que amor en mi pecho reina,
vario entre esperanza y miedo.
ROLANDO
Mira, que viene la Reina.
UBERTO
90
¿Cómo?
ROLANDO
La Reina.
UBERTO
Habla quedo.
Sale MARGARITA, reina, e ISABELA, dama de la Reina.
REINA
Desde anteayer no he tenido
nuevas del Rey mi señor.
ISABELA
No habrá por su culpa sido.
REINA
No tiene disculpa amor.
UBERTO
95
Esa palabra te pido.
Si amor no tiene disculpa,
lo que no es yerro su culpa
digna o digno de castigo.
REINA
Esta ley no habla contigo,
100
que su disculpo te culpa.
El amor del Rey, honesto,
está a la culpa dispuesto
del descuido que me ofende;
el tuyo al revés se entiende,
105
porque es amor deshonesto.
UBERTO
¿Deshonesto? Una verdad
pura de un alma sincera,
¿llamas deshonestidad?
REINA
¿Qué verdad? Si verdad fuera,
110
fuera sola voluntad.
Mas entiéndese la obra.
UBERTO
Mas es fruto de su planta.
REINA
Tanta desvergüenza sobra.
UBERTO
Por ser tu hermosura tanta.
REINA
115
Esta falta, esta otra sobra.
Salte de la sala, Uberto.
UBERTO
Estoy muy ciego, no acierto.
REINA
Tengo un secreto que hablar.
UBERTO
Segura puedes estar
120
que puedes decillo a un muerto.
REINA
¡Que hayas perdido el bueno celo
de la lealtad de tu Rey
y el que le debes al cielo!
UBERTO
Amor es amor sin ley
125
sobre las leyes del suelo.
¿Por qué, Reina, te molesta
un alma tuya, dispuesta
a tenerte eterno amor?
REINA
Sabe Dios, Gobernador,
130
las lágrimas que me cuesta,
y que tengo cada día
particular oración,
porque Dios, por su pasión,
alumbre tu fantasía
135
y amanse tu corazón;
que no temes su castigo.
UBERTO
La misma oración le digo
porque aquese tuyo ablande,
y de mí, enemigo grande,
140
se vuelve mi grande amigo.
REINA
Mira, si yo no temiera
el escándalo forzoso
y el mal ejemplo que diera
tu atrevimiento espantoso,
145
darte mil muertes hiciera.
Villano, ¿que no te vas?
UBERTO
Con eso si que me das
más muertes que tiene arenas
Libia, y creciendo mis penas,
150
vienen de menos a más.
REINA
¡Echadme de aquí ese loco!
UBERTO
Casi a pensar me provoco
que el no remediar mi pena
no lo hace el ser tú buena,
155
sino el tenerme en tan poco.
Un soldado soy nacido;
en armas capitán fui,
de allí a general subí,
de general he venido
160
a cuanto ser pretendí.
¿Piensas que sin gran valor
mereciera tanto honor?
Yo no envidio ajenas famas,
Reina; sola me desamas,
165
todos me tienen amor.
Bien veo la sinrazón
que fue tenerte afición,
pero amor no lo consiente;
yo quiero por accidente,
170
que nunca tuve elección.
Si a mi Rey ofendo en esto,
es amor ciego, no veo,
y creo que si me he puesto
en deshonesto deseo,
175
que algo tienes deshonesto,
que lo que tú no tuvieras
yo jamás lo deseara.
REINA
Su locura va de veras.
ISABELA
Yo, como en burlas tomara
180
cuanto de amor me dijeras;
y ansí, señora, te pido
que aqueste loco atrevido
se entretenga con sus males.
UBERTO
No fueran ellos mortales
185
si me dejaran sentido.
REINA
Eso pienso hacer agora,
y de este loco reírme.
UBERTO
Reíd, que mi alma llora.
ISABELA
¿Llora el alma?
UBERTO
Cuando adora
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y vive en la pena firme.
ISABELA
¿Merece de amor la palma?
¿No llora un poco?
UBERTO
Esta calma
del alma a llorar comienzo.
ISABELA
Pues mójeme aqueste lienzo
195
de lágrimas de su alma.
ROLANDO
Basta, que en esta ocasión
se burlan de él.
UBERTO
Mis pasiones
hablarán con nueva acción
porque de las almas son
200
lágrimas, vivas razones,
y ansí, hablando lloraré.
ISABELA
Diga, por su vida, a fe,
¿está muy malo de amor?
UBERTO
Ya no puedo estar peor,
205
sin remedio moriré;
mas, pues de burlas estáis,
esta ocasión que me dais
aprovecharé, sin duda.
ISABELA
Reina, el propósito muda.
UBERTO
210
Para ver si le mudáis.
¡Ea, déseme una mano
por término cortesano,
y entrambas si aquesto es poco!
REINA
De puro enfermo está loco.
UBERTO
215
Hacedme vos cuerdo y sano.
REINA
Ya no me queda paciencia,
Isabela, para ver
tanta maldad e insolencia.
UBERTO
Reina, deseo saber
220
dos cosas, con tu licencia:
es la primera, si gustas
que te sirva, o te disgustas;
la segunda, si algún día
te ablandará mi porfía.
REINA
225
De injusto, cosas injustas;
mira, imagina primero
rendirse al plomo el acero
y al mismo acero el diamante,
que ver cosa semejante.
ISABELA
230
Desespera.
UBERTO
Desespero.
REINA
Día de ordinario es;
ven, Isabela, de aquí.
UBERTO
Pues fía, ingrata, de mí
que no pase entero un mes
235
hasta vengarme de ti.
ISABELA
¡A fe, donosa amenaza!
REINA
Cualquiera enemigo es fuerte;
miedo llevo.
Vase.
UBERTO
¿De qué suerte
será bueno que dé traza
240
de dar a la Reina muerte?
Rolando, ¿qué te parece
cómo me trata la ingrata?
ROLANDO
Como mereces te trata
si miras lo que merece.
UBERTO
245
No mira, pues, que me mata,
todo mi amor atropella;
de suerte me vi con ella
viendo la burla pasada,
que a no verla tan preñada,
250
pudiera la mano en ella.
ROLANDO
¿Estás loco, o por ventura
se te olvida su grandeza?
UBERTO
¿Eso tienes a locura?
¿No se debe a mi nobleza
255
su grandeza y hermosura?
¿No soy yo Gobernador
de Francia, y aunque señor
dijera, digo verdad?
Pues ¿qué mayor cualidad?
260
¿Qué mayor punto de honor?
¿Qué causa habrá que me asombre?
Si tiene de Reina el nombre,
yo tengo nombre de Rey;
pues si es por humana ley,
265
ella es mujer, yo soy hombre,
bien me debe estar sujeta.
ROLANDO
¡Ah, señor, tú estás de suerte,
que si la Reina es discreta
ha de procurar tu muerte!
UBERTO
270
¿Mi muerte? ¿Cómo?
ROLANDO
Secreta;
y cuando más te entretenga,
será para que el Rey venga
y te la dé más cruel.
UBERTO
Haré de ella el ladrón fiel;
275
primero que aviso tenga,
yo lo sabré negociar.
Suena dentro un CORREO.
CORREO
¡Guárdense, déjenme entrar,
hablar la Reina deseo!
ROLANDO
Sin falta viene correo.
CORREO
280
¡A la Reina quiero hablar!
UBERTO
Detente. ¿Qué nueva es esta?
CORREO
Ilustre Uberton.
el Rey es venido.
UBERTO
¿Cierto?
CORREO
Cierto.
UBERTO
Para mí molesta.
285
¡Ah, Rolando, yo soy muerto!
¿Es posible que ha venido?
¿Cómo tan secreto ha sido?
CORREO
Como las treguas se han hecho.
UBERTO
No las espera en mi pecho
290
la guerra de mi sentido.
¿Viene cerca?
CORREO
Señor, sí.
UBERTO
¿Cuánto?
CORREO
Una milla; y te aguarda.
La nueva a la Reina di.
UBERTO
¡Hola, toquen a la guarda!
295
Presto, partamos de aquí.
CORREO
No pierda de ti, señor,
las albricias.
UBERTO
El temor
pierde. Un caballo ensillad.
¡Hola, a recoger tocad!
ROLANDO
300
¿No escuchas el atambor?
Éntranse, y salen dos ALABARDEROS vestidos como tudescos, con su bota de vino.
ALABARDERO 1º
Adelante, Bincenzón.
ALABARDERO 2º
Marchar, marchar, no es posible.
ALABARDERO 1º
Caminad.
ALABARDERO 2º
Nitefistón;
es la celada terrible,
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y muy pesado el jupónn.
ALABARDERO 1º
Más os pesa la cabeza.
ALABARDERO 2º
Desdichada es esa pieza.