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Sumérgete en las profundidades de la intriga y el poder con "Amar por razón de Estado", una obra maestra de Tirso de Molina que te transportará a un mundo de política, amor y decisiones desgarradoras. En esta cautivadora trama, los deseos personales y las exigencias del Estado se entrelazan en un juego tenso de lealtades y sacrificios.
Desde el primer acto, te encontrarás inmerso en un escenario donde la reina doña Juana se convierte en el centro de un conflicto que desafía tanto su corazón como su deber. Con un telón de fondo de lucha por el poder, las alianzas cambiantes y los secretos oscuros, la trama te atrapará en un torbellino de pasiones y maquinaciones.
Tirso de Molina teje una narrativa magistral que te sumerge en el dilema moral de amar por el bien del Estado. Los personajes, cada uno con sus propios deseos y objetivos, se ven obligados a tomar decisiones difíciles en medio de un laberinto político. Las consecuencias de sus elecciones, tanto personales como políticas, desencadenan un juego emocional y moral que mantiene a la audiencia en vilo.
En "Amar por razón de Estado", Tirso de Molina no solo teje una trama de intrigas palaciegas, sino que también explora los aspectos más oscuros de la naturaleza humana. Los personajes, motivados por el amor y la ambición, enfrentan dilemas éticos que revelan la complejidad de la toma de decisiones cuando se trata de poder y amor.
Prepárate para sumergirte en un mundo de pasiones y políticas en "Amar por razón de Estado". En esta obra apasionante, Tirso de Molina te desafía a cuestionar las motivaciones y las consecuencias detrás de las decisiones que afectan a individuos y naciones por igual. Experimenta el conflicto interno y las tensiones externas que moldean la trama, y descubre cómo el amor y la razón se entrelazan en un telón de fondo político turbulento.
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AMAR POR RAZÓN DE ESTADO
Tirso de Molina
PERSONAJES
Acto I
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
Escena IX
Escena X
Escena XI
Escena XII
Escena XIII
Acto II
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
Escena IX
Escena X
Escena XI
Escena XII
Escena XIII
Escena XIV
Acto III
Escena I
Escena II
Escena III
Escena IV
Escena V
Escena VI
Escena VII
Escena VIII
Escena IX
Escena X
Escena XI
Escena XII
Escena XIII
Escena XIV
Escena XV
Escena XVI
PERSONAJES
LEONORA, viuda.
CARLOS, duque de Cléves.
LUDOVICO, marqués.
ENRIQUE, caballero.
ISABELA, dama.
RICARDO, viejo.
LA DUQUESA, su esposa.
Dos criados.
La escena es en Cléves, en una quinta del DUQUE, a diez leguas de allí, y en otra inmediata.
Acto I
Una quinta del DUQUE.- Jardín con un costado del edificio.
Escena I
LEONORA y ENRIQUE, a una ventana, de la cual pende una escala.
LEONORA
Enrique, el sol nos da prisa;
con esperezos la aurora,
si celosa de mí llora,
mis pesares le dan risa.
ENRIQUE
¡Qué presurosa que pisa, 5
mi bien, el cóncavo espejo,
de sus celajes bosquejo!
¡Qué bien muestra a su pesar,
en su mucho madrugar,
que tiene el marido viejo! 10
¡Oh! ¿quién candados pusiera
a las puertas de su oriente,
porque presa eternamente,
eterna mi dicha hiciera?
¿Quién, rompiendo la vidriera 15
por donde su luz traspasa,
pusiera a sus cursos tasa,
y impidiéndola el correr,
la hiciera, pues es mujer,
que aprendiera a estarse en casa? 20
¡No estuviera yo en Noruega,
donde hay noches tan corteses
que regalan por seis meses
a quien a su clima llega!
LEONORA
Si amor en ellos sosiega, 25
¿de qué, mi bien, serviría
tan prolongada alegría,
habiéndola de lastar
llorando, con esperar
otros seis meses de día? 30
No alargues con dilaciones
recelos de nuestro daño;
mira que a dichas de un año
riesgo de un instante pones.
Baja, mi bien.
ENRIQUE
Escalones 35
de mi muerte bajaré.
(Baja el primer paso.)
¿Cuándo a verte volveré?
¿Eso pregunta quien ama,
y ausente del sol la llama,
de su fuego esfera fue? 40
Mientras está en Belpaís
el Duque, y la noche oscura
miedos del sol asegura,
¿qué preguntas?
ENRIQUE
Vos decís
que me amáis, ¡y permitís 45
que me vaya!
LEONORA
Es el temor,
ayo cruel del honor,
y el sol que a nacer empieza,
en su misma luz tropieza
por descubrir nuestro amor. 50
¿Bajaste ya?
ENRIQUE
El primer paso.
LEONORA
Adiós, pues.
ENRIQUE
Oye de aquí
quejas del alma.
LEONORA
¡Ay de mí!
Vete, Enrique, y habla paso.
ENRIQUE
Si hicieras, Leonora, caso 55
de mis penas...
LEONORA
Si te ve
el sol...
ENRIQUE
Ya, mi bien, bajé
(Baja otro.)
otro escalón; que violenta
mi fe, los pasos me cuenta,
y no la haces de mi fe. 60
LEONORA
Repara, amores, por Dios,
que no es amante discreto
quien pone a riesgo el secreto.
ENRIQUE
Reparad en mi amor vos.
LEONORA
Voyme.
ENRIQUE
(Baja otros dos.)
Ya bajé otros dos. 65
LEONORA
No ocasiones mi cuidado.
ENRIQUE
Mi bien, ¿pues qué juez no ha dado
lugar que en cada escalón
siquiera hable una razón
el más vil ajusticiado? 70
LEONORA
Mira que ya son las hojas
ojos de Argos, que nos ven
deste jardín.
ENRIQUE
¡Ay mi bien!
Yo te adoro y tú te enojas.
(Acaba de bajar.)
LEONORA
Temo.
ENRIQUE
(Acabando de bajar)
Cesen tus congojas; 75
que ya me voy. Goce el sueño.
la gloria que en ti le empeño.
LEONORA
¿Soltaré la escala?
ENRIQUE
Sí.
LEONORA
¿Vaste?
ENRIQUE
Voyme, y quedo en ti.
LEONORA
¡Ay dulce esposo!
ENRIQUE
¡Ay mi dueño! 80
(Suelta LEONORA a la escala y se retira.)
Escena II
El DUQUE, dos criados.- ENRIQUE.
DUQUE
¿A estas horas hombre aquí?
Matalde, si no se da.
ENRIQUE
(Aparte.)
Ya, Amor, descubierto está
vuestro secreto por mí.
Restaure el acero agora 85
culpas que por tardo os doy.
DUQUE
¿Quién eres?
ENRIQUE
Un hombre soy.
DUQUE
Pues ¿qué haces aquí a tal hora?
ENRIQUE
Idolatrar estas piedras,
de mi hechizo semejanza 90
y comparar mi esperanza,
a sus siempre verdes yedras.
DUQUE
¿Amas en palacio?
ENRIQUE
Adoro.
DUQUE
¿A quién?
ENRIQUE
Si fueras discreto,
no ofendieras al secreto, 95
de amor más rico tesoro.
DUQUE
¿Por dónde al parque cerrado
entraste?
ENRIQUE
Si amor es ave
que penetrar nubes sabe,
¿qué preguntas?
DUQUE
Al sagrado 100
deste lugar, es delito
entrar de noche.
ENRIQUE
Al Amor,
que es el monarca mayor,
ningún lugar le limito.
DUQUE
Di quién eres.
ENRIQUE
Todo yo 105
soy amor, y no soy más.
DUQUE
Si te encubres, morirás.
ENRIQUE
Amor esfuerzo me dio
para defenderme.
DUQUE
Muera.
ENRIQUE
Mal mi valor conocéis. 110
(Echan mano a las espadas de los cuatro, y éntranse acuchillando el DUQUE y ENRIQUE; los criados huyen al punto.)
DUQUE
(Dentro.)
¡Valiente brazo! ¿Qué hacéis?
¿De un solo hombre huís?
Escena III
El DUQUE y ENRIQUE, volviendo a salir.
DUQUE
(Retirándose de ENRIQUE.)
Espera:
advierte que el Duque soy.
ENRIQUE
Vuestra Alteza me perdone,
si mi espada se le opone; 115
y porque resuelto estoy
de morir, antes que sepa
quién la espada le ha ganado,
(venturoso desgraciado,
aunque en mi valor no quepa, 120
el justo merecimiento
que consigue mi osadía)
Vuestra Alteza honre la mía,
porque con la suya intento
dar principio a mi ventura 125
y mi sangre ennoblecer.
DUQUE