El Alcalde De Zalamea - Pedro Calderón de la Barca - E-Book

El Alcalde De Zalamea E-Book

Pedro Calderón de la Barca

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Beschreibung


La obra narra el drama vivido en la localidad extremeña de Zalamea de la Serena al pasar las tropas españolas con motivo de la Guerra de Portugal. El capitán Don Álvaro Ataide, personaje de extracción nobiliaria, es alojado en la casa del labrador rico de la localidad, Pedro Crespo, a cuya hermosa hija Isabel secuestra y ultraja. Cuando Pedro Crespo intenta remediar la situación, ofrece bienes a Don Álvaro para que se case con Isabel, a la que rechaza Don Álvaro por ser villana, es decir de clase inferior. Este desprecio afrenta definitivamente el honor de toda la familia de Pedro Crespo. En pleno trauma familiar, es elegido alcalde de Zalamea y siguiendo una querella cursada a la justicia por la ultrajada Isabel, aun sin poseer jurisdicción sobre el militar, Pedro Crespo prende, juzga y hace ajusticiar a Don Álvaro dándole garrote.

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Pedro Calderón de la Barca

Pedro Calderón de la Barca

EL ALCALDE DE ZALAMEA

Traducido por Carola Tognetti

ISBN 978-88-3295-840-9

Greenbooks editore

Edición digital

Junio 2020

www.greenbooks-editore.com

ISBN: 978-88-3295-840-9
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Indice

Personas que hablan en ella

JORNADA PRIMERA

JORNADA SEGUNDA

JORNADA TERCERA

Personas que hablan en ella

El REY, don Felipe II Don LOPE de Figueroa

Don ÁLVARO de Atayde, capitán Un SARGENTO

SOLDADOS

REBOLLEDO, soldado La CHISPA, soldadera Pedro CRESPO, labrador

JUAN, hijo de Pedro Crespo ISABEL, hija de Pedro Crespo INÉS, prima de Isabel

Don MENDO, hidalgo gracioso NUÑO, criado de don Mendo Un ESCRIBANO

VILLANOS

JORNADA PRIMERA

Salen REBOLLEDO, la CHISPA, y algunos SOLDADOS

REBOLLEDO: )Cuerpo de Cristo con quien

de esta suerte hace marchar de un lugar a otro lugar

sin dar un refresco!

TODOS: (Amén!

REBOLLEDO: )Somos gitanos aquí, 5

para andar de esta manera?

Una arrollada bandera nos ha de llevar tras sí

con una caja...

SOLDADO 1: )Ya empiezas?

REBOLLEDO: ...que este rato que calló 10

nos hizo merced de no rompernos estas cabezas?

SOLDADO 2: No muestres de eso pesar,

si ha de olvidarse, imagino,

el cansancio del camino 15

a la entrada del lugar.

REBOLLEDO: )A qué entrada, si voy muerto?

Y aunque llegue vivo allá sabe mi Dios si será

para alojar; pues es cierto 20

llegar luego al comisario los alcaldes a decir,

que si es que se pueden ir, que darán lo necesario.

Responderles lo primero 25

que es imposible, que viene la gente muerta; y, si tiene el concejo algún dinero,

decir: *Señores, soldados,

orden hay que no paremos; 30

luego al instante marchemos.+ Y nosotros, muy menguados,

a obedecer al instante orden, que es, en caso tal,

para él orden monacal, 35

y para mi mendicante.

Pues, (voto a Dios!, que si llego esta tarde a Zalamea,

y pasar de allí desea

por diligencia o por ruego, 40

que ha de ser sin mí la ida; pues no, con desembarazo será el primero tornillazo

que habré yo dado en mi vida.

SOLDADO 1: Tampoco será el primero, 45

que haya la vida costado a un miserable soldado; y más hoy, si considero,

que es el cabo de esta gente

don Lope de Figueroa, 50

que, si tiene tanta loa

de animoso y de valiente la tiene también de ser

el hombre más desalmado,

jurador y renegado 55

del mundo, y que sabe hacer

justicia del más amigo, sin fulminar el proceso.

REBOLLEDO: )Ven ustedes todo eso?

Pues yo haré lo que yo digo. 60

SOLDADO 2: )De eso un soldado blasona? REBOLLEDO: Por mí muy poco me inquieta;

sino por esa pobreta

que viene tras la persona.

CHISPA: Seor Rebolledo, por mí 65

vuecé no se aflija, no; que, como ya sabe, yo barbada el alma nací;

y ese temor me deshonra,

pues no vengo yo a servir 70

menos, que para sufrir trabajos con mucha honra;

que para estarme, en rigor, regalada, no dejara

en mi vida, cosa es clara, 75

la casa del regidor,

donde todo sobra, pues al mes mil regalos vienen;

que hay regidores, que tienen

mesa franca con el mes; 80

y pues a venir aquí a marchar y perecer con Rebolledo, sin ser postema, me resolví,

por mí )en qué duda o repara? 85

REBOLLEDO: (Viven los cielos, que eres

corona de las mujeres!

SOLDADO 2: Aquesa es verdad bien clara.

(Viva la Chispa!

REBOLLEDO: (Reviva!

Y más, si, por divertir 90

esta fatiga de ir

cuesta abajo y cuesta arriba, con su voz al aire inquieta

una jácara o canción.

CHISPA: Responda a esa petición 95

citada la castañeta.

REBOLLEDO: Y yo ayudaré también.

Sentencien los camaradas todas las partes citadas.

SOLDADO 1: (Vive Dios, que han dicho bien! 100

Cantan REBOLLEDO y la CHISPA

CHISPA: *Yo soy titiri, titiri, tina, flor de la jacarandina.

REBOLLEDO: +Yo soy titiri, titiri, taina,

flor de la jacarandaina.

CHISPA: +Vaya a la guerra el alférez, 105

y embárquese el capitán.

REBOLLEDO: CHISPA: REBOLLEDO: +Mate moros quien quisiere;

que a mí no me han hecho mal.

+Vaya y venga la tabla al horno, y a mí no me falte pan.

+Huéspeda, máteme una gallina, que el carnero me hace mal.+

110

SOLDADO 1: Aguarda; que ya me pesa Cque íbamos entretenidos en nuestros mismos oídosC,

115

caballeros, de ver esa

torre, pues es necesario que donde paremos sea.

REBOLLEDO: )Es aquélla Zalamea?

CHISPA: Dígalo su campanario. 120

No sienta tanto voacé, que cese el cántico ya; mil ocasiones habrá

en lograrle; porque

esto me divierte tanto, 125

que como de otras no ignoran, que a cada cosa lloran,

yo a casa cosica canto,

y oirá uced jácaras ciento.

REBOLLEDO: Hagamos aquí alto, pues 130

justo, hasta que venga, es con la orden el sargento,

por si hemos de entrar marchando o en tropas.

SOLDADO 2: Él sólo es quien

llega ahora. Mas también 135

el capitán esperando está.

Salen don ÁLVARO y el SARGENTO

ÁLVARO: Señores soldados, albricias puedo pedir;

de aquí no hemos de salir,

y hemos de estar alojados 140

hasta que don Lope venga con la gente, que quedó

en Llerena; que hoy llegó orden de que se prevenga

toda, y no salga de aquí 145

a Guadalupe, hasta que junto todo el tercio esté, y él vendrá luego; y así

del cansancio bien podrán

descansar algunos días. 150

REBOLLEDO: Albricias pedir podías.

TODOS: (Vítor nuestro capitán!

ÁLVARO: Ya está hecho el alojamiento.

El comisario irá dando

boletas, como llegando 155

fueren.

CHISPA: Hoy saber intento,

por qué dijo, voto a tal,

aquella jacarandina;

*Huéspeda, máteme una gallina;

que el carnero me hace mal.+ 160

Vanse todos, y quedan el CAPITÁN y el SARGENTO

ÁLVARO: Señor sargento, )ha guardado

las boletas para mí que me tocan?

SARGENTO: Señor, sí.

ÁLVARO: )Y dónde estoy alojado?

SARGENTO: En la casa de un villano, 165

que el hombre más rico es del lugar, de quien después he oído, que es el más vano

hombre del mundo, y que tiene

más pompa y más presunción, 170

que un infante de León.

ÁLVARO: Bien a un villano conviene

rico aquesa vanidad.

SARGENTO: Dicen, que ésta es la mejor

casa del lugar, señor; 175

y si va a decir verdad, yo la escogí para ti,

no tanto porque lo sea, como porque en Zalamea

no hay tan bella mujer...

ÁLVARO: Di. 180

SARGENTO: como una hija suya.

ÁLVARO: Pues,

)por muy hermosa y muy vana será más que una villana

con malas manos y pies?

SARGENTO: (Que haya en el mundo quien diga 185

eso!

ÁLVARO: )Pues no, mentecato? SARGENTO: )Hay más bien gastado rato

Ca quien Amor no le obliga, sino ociosidad no másC

que el de una villana, y ver, 190

que no acierta a responder a propósito jamás?

ÁLVARO: Cosa es que en toda mi vida, ni aun de paso, me agradó;

porque en no mirando yo 195

aseada y bien prendida una mujer, me parece

que no es mujer para mí. SARGENTO: Pues para mí, señor, sí,

cualquiera que se me ofrece. 200

Vamos allá; que por Dios, que me pienso entretener con ella.

ÁLVARO: Quieres saber

)cuál dice bien de los dos?

El que una belleza adora, 205

dijo, viendo a la que amó,

*Aquella es mi dama,+ y no,

*Aquella es mi labradora.+

Luego si dama se llama

la que se ama, claro es ya, 210

que en una villana está vendido el nombre de dama.

Mas, )qué ruido es ése?