El triunfo de la humildad y soberbia abatida - Lope de Vega - E-Book

El triunfo de la humildad y soberbia abatida E-Book

Лопе де Вега

0,0

Beschreibung

El triunfo de la humildad y la soberbia abatida es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias palatinas del Siglo de Oro Español, se articula en torno a una serie de enredos contados en tono desenfadado, en este caso resaltando además los valores más puros del pueblo llano frente a la corrupción y soberbia de las clases altas.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 94

Veröffentlichungsjahr: 2020

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Lope de Vega

El triunfo de la humildad y soberbia abatida

 

Saga

El triunfo de la humildad y soberbia abatidaCopyright © 1930, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726616873

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

HABLAN EN ELLA LAS PERSONAS SIGUIENTES

EL PRÍNCIPE TREBACIO FILIPO su hermano ARNESTO Conde REMUNDO caballero LANSPERGIO caballero FELISARDA CELIO criado ELISA criada EL REY DE MACEDONIA ISBELLA su hija EL DUQUE RODULFO POLDERIGO General LOPE lacayo [MANFREDO] [Capitán] [LISENA] [labradora] [UNA PASTORCILLA] [LIRANO] [villano] [TORINDO] [villano] [SIMUNDO] [villano] [LISEO] [villano] [SILVIO] [villano] [FENISO] [villano] [NISE] [carbonera] [PILÓN] [carbonero] [UN PAJE] [SOLDADOS]

Acto I

Sale TREBACIO, príncipe de Albania y el conde FILIPO, su hermano; TREBACIO desnuda la espada, y de por medio LANSPERGIO, y REMUNDO, y otros caballeros.

 

TREBACIO

¿Pues tú te atreves a mí?

 

FILIPO

¡Detén, hermano, la furia,

que yo jamás te ofendí!

 

TREBACIO

Basta, para ser injuria,

que yo lo piense de ti.

 

FILIPO

Harasme sacar la espada.

 

REMUNDO

Deténgase Vuestra Alteza,

porque el tenerla envainada

es respetar mi cabeza,

a que ha nacido obligada.

 

TREBACIO

¡Dejádmele dar la muerte!

 

FILIPO

Sed testigos, caballeros,

cómo tengo de esta suerte

envainados los aceros.

 

LANSPERGIO

Señor, su humildad advierte.

 

TREBACIO

¿Humildad en un traidor?

 

FILIPO

¡Eso no! ¡Y si no mirara

que eres mi hermano mayor...!

 

TREBACIO

¿Veis lo que dice en mi cara?

 

REMUNDO

¿De qué te espantas, señor,

si traidor al Conde llamas?

 

FILIPO

Tú, Príncipe, no me infamas,

que eres mi hermano, y yo soy

tu hechura.

 

TREBACIO

¡Templando estoy

del mismo infierno las llamas!

¡Que este tenga atrevimiento

de osar mirar lo que miro!

 

FILIPO

Ni la miro, ni lo intento;

antes me aparto y retiro

de ofender tu pensamiento.

Y la palabra te doy

de que no la mire más;

mira si obediente soy.

 

TREBACIO

¡Pienso que fingiendo estás!

 

FILIPO

Diciendo verdad estoy.

 

TREBACIO

A mí, Filipo, ¿qué importa?

Tu daño harás en mentir,

mientras esta espada corta.

 

FILIPO

¡Tú me lo puedes decir!

 

TREBACIO

¡La lengua, Conde, reporta,

que a bofetones, a coces,

te haré pedazos aquí!

 

LANSPERGIO

¡Detente!

 

TREBACIO

¡Mal me conoces!

 

FILIPO

Una vez te respondí,

y siempre humilde a tus voces.

Sabe Albania y sabe el mundo

que no soy cobarde, y sabe

que en tierra, que en mar profundo,

ya en el campo, ya en la nave,

he sido un César segundo.

Ejércitos he rendido;

cinco batallas vencido,

y pude por mi persona

ver a mis pies la corona

de enemigos que has tenido.

Ser tú mi hermano mayor

me obliga a respeto igual,

que bofetones, señor,

la infamia los sufre mal,

cuanto y más el noble honor.

 

TREBACIO

¡Quitalde luego la espada!

 

FILIPO

No querrán estos señores,

de quien es y ha sido honrada.

 

TREBACIO

Sí querrán, porque a traidores

es justo.

 

FILIPO

¡Oh, cuánto me agrada

verte tan gran honrador

de tu sangre! ¿Yo traidor,

Príncipe de Albania?

 

TREBACIO

Sí,

porque te atreves a mí,

que soy tu rey y señor.

Y cuando aquesto no fuera,

soy Trebacio, hombre a quien diera

entre los dioses lugar,

ara, templo, incienso, altar,

Roma, si sucesor fuera;

que el nacer cristiano ha sido

la causa porque he tenido

de solo príncipe el nombre.

 

FILIPO

¡Mira, señor, que eres hombre!

 

TREBACIO

Confieso que hombre he nacido,

mas no soy de aquella parte

de quien la Naturaleza

comúnmente los reparte,

que para hacer mi grandeza

hizo otra materia aparte.

Piedra es el rubí, el zafir,

la esmeralda, el girasol;

mas no pueden competir

con aquel hijo del Sol,

diamante eterno, en sufrir.

Metales hay, pero el oro

se debe al mayor decoro.

Aves hay, mas una sola

fénix, que el fuego acrisola.

Bestias hay, el tigre, el toro,

pero es el rey el león.

Peces hay, mas las ballenas

de mayor grandeza son.

Músculos, nervios y venas

se rinden al corazón.

Ríos hay, mas con el mar

no se pueden comparar.

Calidades más perfectas

entre los siete planetas

suelen a Júpiter dar.

Y así vengo, a ser diamante,

oro, fénix, corazón,

y ballena, y mar de Atlante,

y Júpiter, y león,

sin admitir semejante.

¡Mal hayan los inhumanos

hados, porque no nací

entre Césares romanos,

pues me adoraban allí,

aunque entre sus dioses vanos!

Vase.

 

FILIPO

¡Ay de tu loca arrogancia!

 

REMUNDO

Él ha llegado, Filipo,

donde será de importancia

tu gobierno.

 

FILIPO

Si anticipo

a su vida mi ganancia,

me quite el cielo la mía.

 

REMUNDO

Pues ¿en qué puede parar

su soberbia y tiranía?

 

FILIPO

En que me la ha de quitar

si en su sospecha porfía.

 

REMUNDO

No tengas temor, que el cielo

te ha de librar de su mano.

 

FILIPO

Hoy a su clemencia apelo.

 

LANSPERGIO

Hombre tan soberbio y vano

no puede sufrirle el suelo.

 

REMUNDO

Ya sus arrogancias son

insufribles.

 

FILIPO

Caballeros,

cese la murmuración,

que sacaré los aceros

que envainaba la razón.

No soy de los que aspiran

a estados con daño ajeno,

porque solo su bien miran;

de todo yerro y veneno

mis sentidos se retiran.

Metales tiene la tierra;

plomo soy de sus metales;

fénix el Arabia encierra,

cuyas aras inmortales

hacen a los tiempos guerra;

mas yo, pajarillo soy.

Si animales hay valientes,

cual cierva tímida soy;

y al mar, entre ríos y fuentes,

como arroyo humilde voy.

Si hay un eterno diamante,

yo soy vidrío quebradizo.

Si Júpiter arrogante

sobre el Sol estrados hizo,

yo soy la Luna menguante.

Si es mi hermano el corazón,

yo soy los humildes pies.

Si hay peces que focas son,

ya débil marisco es

mi rendido corazón.

Sin arrogancia ninguna,

soy arroyo, vidrío, Luna,

pez, pajarillo, arroyuelo,

cierva, plomo, pie y el suelo

de los pies de la Fortuna.

Y en ser cristiano, aunque coma

el pan que siembre, más fundo

mi honor que el cetro que toma

de los imperios del mundo,

de Constantinopla y Roma;

que el ser Dios de vanidad

es locura y necedad;

que el ser cristiano y salvarse,

es ser rey para sentarse

en reino de eternidad.

Vase.

 

REMUNDO

¡Prudente humildad!

 

LANSPERGIO

Y tanto,

que me ha dejado confuso.

 

REMUNDO

Bajose Filipo cuanto

Trebacio en alto se puso.

 

LANSPERGIO

Los dos me causan espanto:

el uno, en querer subir,

y el otro, en querer bajar.

 

REMUNDO

No veo que el competir

es materia de reinar,

como se suele decir.

 

LANSPERGIO

¡Bien dices!, que amores son,

y la causa viene aquí.

Sale FELISARDA, dama, con LOPE, lacayo, y ELISA, criada.

 

FELISARDA

¡Qué engaño, qué confusión!

 

LOPE

Ya te digo que lo vi,

pues todo fue sin razón.

Él tiene celos sobra,

y, en fin, es hombre arrogante,

y pondrá su muerte en obra.

 

FELISARDA

Desengaños de constante,

no celos de amante cobra.

 

LOPE

O celos o desengaños,

él le ha querido matar.

 

FELISARDA

Uno y otro son extraños.

 

LOPE

Yo no sé diferenciar

la calidad de sus daños.

Porque si un desengañado

luego viene a ser celoso,

y no es celoso engañado,

el desengaño es forzoso

que esos celos le haya dado.

Mas mira que hay gente aquí.

 

FELISARDA

Remundo y Lanspergio son.

 

LANSPERGIO

Recatado se han de mí.

 

REMUNDO

Pues quitemos la ocasión.

Vanse.

 

FELISARDA

¿Fuéronse?

 

LOPE

Señora, sí.

 

FELISARDA

¿En fin, el Príncipe, fiero,

para su hermano sacó

soberbio, el cobarde acero?

 

LOPE

¡Por Dios, que el Conde calló,

aunque le temí primero!

 

FELISARDA

Si tiene tan bien probada

su intención en tantas guerras,

y a poca tierra heredada

ha ganado tantas tierras,

bien hizo en tener la espada.

 

LOPE

No es creíble la obediencia

que a su hermano mayor tiene.

 

FELISARDA

¡Bien lo mostró su paciencia!

Sale el conde FILIPO, solo.

 

FILIPO

¡Felisarda!

 

LOPE

El Conde viene.

 

FILIPO

Yo vengo por tu licencia.

 

FELISARDA

Licencia, Conde querido,

¿para qué?

 

FILIPO

Para ausentarme,

licencia y paciencia pido:

licencia para matarme;

paciencia para tu olvido.

Yo no sabía el amor

que mi hermano te tenía;

es mayor, soy el menor,

y aunque esta es hacienda mía,

quiere heredarla el mayor.

Sobre celos ha tenido

conmigo tales enojos,

que los míos han querido

perder el bien de tus ojos

para no verme perdido.

Es el Príncipe mi hermano

tan soberbio y arrogante,

tan loco, insufrible y vano,

que parece semejante

del mundo al primer tirano.

Ni admite satisfacción,

ni le vence la humildad,

ni le obliga la razón,

ni conoce la amistad,

ni agradece la intención.

Pues para tanta fiereza,

Felisarda, no me mandes

que oponga tanta flaqueza,

que entre peligros tan grandes

le correrá mi cabeza.

Si te acordares de mí,

que Lope vendrá a saber

si vivo, señora, en ti,

con él puedes responder

lo que te sucede aquí.

Que, deseando tu bien,

con mi hermano te mejoras.

 

FELISARDA

La lengua y paso detén,

que en término de dos horas

verás la fuerza a un desdén.

Y será de tal manera,

que con hierros de tu ausencia

me daré la muerte fiera,

que creas por experiencia

que hubo mujer verdadera.

Que ser tu hermano arrogante

no me ha de espantar a mí,

que si en amor semejante

amante contigo fui

sin ti pienso ser diamante.

No me quejo de tu amor,

quéjome de valor,

pues parece cobardía

que tu hacienda, por ser mía,

des a tu hermano mayor.

Mas no está muy acabado

con el dueño, que soy yo;

que aunque tú la hayas dejado

al poder donde quedó

ningún poder va forzado.

Vase.

 

LOPE

Ella se fue.

 

ELISA

Con razón

va, mi señor, enojada.

 

FILIPO

Elisa, violencias son

de una voluntad forzada.

No culpes a mi afición.

Dile que no puedo más.

 

ELISA

Sí puedes.

 

FILIPO

Tú lo verás

en lo que pasa por mí.

 

ELISA

Vuélvela a ver.

 

FILIPO

¡Ya perdí

la esperanza que me das!

Vase FILIPO.

 

LOPE

¡Ay, Elisa! No te espantes

de que el Conde, mi señor,

en casos tan importantes

haga enano su valor

donde hay contrarios gigantes.

Sabe, amor, que desde aquí

el alma se me hace rajas.

 

ELISA

¿Vaste con él?

 

LOPE

Voy sin mí

donde a sombra de tinajas

lloraré, Elisa, por ti.

Ten lástima que una aldea

hoy mi sepultura sea.

 

ELISA

Tú vas a tu natural;

mas un hombre principal

mal en los montes se emplea.

¿Qué haréis allá?

 

LOPE

Cazaremos

y otras veces jugaremos,

de la soledad compás,

aunque pienso que lo más

en murmurar pasaremos.

 

ELISA

¿De quién?

 

LOPE

De roques y damas,

por vengar entre las ramas

lo que en Corte cortan de él.

 

ELISA

¿Que hay quien corte?

 

LOPE

Sí.