Mentes sensibles - AAVV - E-Book

Mentes sensibles E-Book

AAVV

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Beschreibung

Los museos, las escuelas y las universidades debemos trabajar en proyectos conjuntos para intentar mejorar la oferta de nuestras instituciones. Desde hace unos años se está potenciando la función educadora del museo, lo cual ha favorecido la proyección de estos temas en el ámbito internacional. Se recogen en este volumen las aportaciones de diversos grupos de investigación que plantean de manera novedosa múltiples modos de abordar cada aspecto de interés. Las investigaciones que aquí se recogen mantienen un alto grado de vinculación con cada parte implicada en el proceso: los educadores de museos, el profesorado, las empresas, los gestores, los responsables institucionales y, desde luego, los públicos. Mentes sensibles aborda un aspecto de la actualidad de los museos: la importancia de elaborar proyectos en los que se interpreten las necesidades de los nuevos públicos.

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MENTES SENSIBLES

INVESTIGAR EN EDUCACIÓN Y MUSEOS

Ricard Huerta y Romà de la Calle, eds.

UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

Este trabajo ha contado con una ayuda de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, a través del proyecto AECI A/8780/08 titulado «maestrosymuseos.com. Red iberoamericana de educación artística y museos».

Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, foto químico, electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el per miso previo de la editorial.

© De los textos: los autores, 2008

© De la fotografía de la cubierta: Ricard Huerta, 2008

© De esta edición: Universitat de València, 2008

Coordinación editorial: Maite Simón

Fotocomposición y maquetación: Textual IM

Corrección: Communico CB

Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera

ISBN: 978-84-370-7147-3

Diseño y maquetación de ePub: produccioneditorial.com

ESTRATEGIAS Y COLABORACIONES

Ricard Huerta

Romà de la Calle

Universitat de València

La investigación que se está desarrollando desde hace años en materia de educación artística y museos recoge la necesidad social de abastecer de argumentos y propuestas innovadoras tanto a los museos como a los centros educativos. Las personas que están implicadas en estos procesos, bien desde las instituciones educativas bien desde los centros de arte, han de encontrar respuestas a los nuevos retos culturales y comunicativos, para lo cual el apoyo universitario se perfila como la apuesta con mayores perspectivas de éxito. A los universitarios se nos exige el máximo rendimiento ya sea en el apartado de la docencia como en el ámbito de la investigación. Asumimos ambos compromisos, escenarios de acción que en realidad se equilibran al ponerlos en práctica. Generamos investigación porque es nuestra obligación, pero debemos exigir que se nos considere también como un elemento primordial a la hora de llevar a cabo proyectos e iniciativas. Desde la universidad se ha de favorecer un contrato de intereses que vincule a los distintos responsables profesionales, así como a las instituciones implicadas. Pensamos que éste es el mejor escenario para la investigación, el que implica a personas e instituciones, contando con el engranaje universitario como eje articulador. Esta idea es el germen del presente recopilatorio, en el que colaboran tanto investigadores universitarios, como responsables de gabinetes de museos, y por supuesto docentes de distintas etapas educativas.

El título del libro responde a un planteamiento muy cercano a lo que nosotros entendemos como educación artística, pero también a un modelo de aprendizaje que se está infravalorando desde ciertas instancias educativas, un modelo que parte del conocimiento como experiencia vivida, y que evidentemente atiende a los sentidos como leve frontera de contacto de nuestro cuerpo con la realidad. Lo sensitivo alude a la sensibilidad, y las personas que vivimos en esta sociedad compleja no debemos olvidar que tanto las tecnologías como los procesos comunicativos cuentan con los sentidos como fuente de información de nuestro cuerpo. Las ideas que gestionamos y generamos se abastecen del contacto con la realidad, y es por ello que debemos ser muy porosos al contrato de intercambio que mantenemos con el mundo a través de los sentidos. La propuesta de reforzar los aspectos sensibles de nuestra recepción ha sido planteada de nuevo por Elliot Eisner, una de las personalidades que más ha aportado a la reflexión educativa precisamente desde la educación artística. El arte es, ante todo, nuestra posición como usuarios y espectadores. Nuestra sensibilidad como personas, el compromiso que adquirimos como actantes sociales, dependerá del grado de implicación que adoptemos ante las distintas referencias. Por ello hemos de generar ideas, plantear preguntas, adoptar posicionamientos, desde la reflexión razonada, y contando con la sensibilidad necesaria. Es lo que se supone que podemos conseguir con la implicación de los centros educativos y los centros de arte.

Este libro habla de estrategias y colaboraciones. Estrategias para afrontar los cambios que rápidamente imprimen a nuestra sociedad los ritmos políticos, sociales y culturales. Colaboraciones que se han de potenciar desde las redes, entramados que podemos generar desde la universidad, siempre contando con la participación de todos los agentes implicados. La investigación en aspectos de humanidades, artes y educación no se puede hacer en laboratorios ni a partir de medidas fijas o compartimentos estancos. La investigación que necesitamos ha de ser muy porosa a los flujos de ideas que transpira la sociedad. Los cambios son constantes y complejos, y las partes implicadas generan intereses que se transforman paulatinamente. Por ello debemos estar atentos a cualquier indicio, con el fin de analizar cada elemento y poder así gestionar mucho mejor nuestras respuestas.

Hemos optado por distribuir en dos secciones los capítulos del presente volumen. No lo hacemos porque se trate de dos apartados que tengan un sesgo completamente diferenciado, sino porque detectamos cierta inclinación de las reflexiones en un sentido u otro. En el caso de los que hemos organizado como «estrategias», los textos plantean interrogantes que pueden ayudarnos a entender mejor algunos de los aspectos que vale la pena tener en cuenta al abordar iniciativas de investigación. Los capítulos que agrupamos en el apartado «colaboraciones» abordan estudios de casos en los que se evidencian las distintas aportaciones que se pueden generar al conectar universidades, centros de arte y centros educativos, de manera que todas las partes asumen su responsabilidad al ofrecer programas innovadores.

La gran novedad del libro que presentamos es que, a diferencia de anteriores iniciativas, en este caso hemos invitado a participar en él a grupos de investigación, y no a las personas concretas que los componen. Es decir, quisiéramos dejar constancia de la labor intensa que venimos realizando al crear grupos de investigadores, desde los cuales articulamos proyectos en los que se implican instituciones y empresas. Con este planteamiento intentamos ofrecer un panorama real de lo que se está generando en el área de educación artística, y lo hacemos invitando a los grupos que están destacando por sus trabajos. Este libro recoge las aportaciones de algunos de los grupos de investigación que participan como invitados en las III Jornadas de Investigación en Educación y Museos celebradas en Valencia en diciembre del 2008, dentro de las actividades del MuVIM Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat, centro que también acogió en diciembre del 2005 el Congreso Internacional Museos y Educación Artística. Ambos eventos han sido organizados por el Instituto Universitario de Creatividad e Innovaciones Educativas de la Universitat de València.

Mentes sensibles. Investigar en educación y museos parte en realidad de las experiencias anteriores, que dieron como resultado la publicación de los libros La mirada inquieta. Educación artística y museos (Huerta y de la Calle, 2005, Valencia, PUV) y Espacios estimulantes. Museos y educación artística (Huerta y de la Calle, 2007, Valencia, PUV). Ambos libros han tenido muy buena acogida, lo cual demuestra el interés de los colectivos implicados en este tipo de actividades y reflexiones. En las conferencias de las III Jornadas, participan los representantes de cada universidad, de manera que pueden estar presentes las aportaciones de los diferentes grupos de investigación que elaboran proyectos. Queremos ofrecer una perspectiva amplia de lo que se está gestando actualmente en nuestras universidades, tanto en la formación de profesionales de la educación en museos, como en las diversas líneas de contacto con instituciones museísticas y centros educativos.

Un ejemplo de las tareas de investigación que venimos desarrollando sería el proyecto «maestrosymuseos.com. Red iberoamericana de educación artística en museos», en el que estamos implicados algunos de los investigadores del grupo Arte y Educación, junto con representantes de la Universitat de Girona, la Universidade de Santiago de Compostela, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad Nacional de Colombia, el Instituto Superior de Arte (Cuba) y la Universidad de la República de Uruguay.

El proyecto pretende crear una red de apoyo iberoamericana en el ámbito de la educación artística en museos, con especial incidencia en el uso de las tecnologías. La experiencia acumulada de los últimos años y la posibilidad de contar con la participación de varios países nos animó a lanzar la propuesta. El grupo de investigación Arte y Educación viene desarrollando sus actividades en el ámbito de las identidades docentes y de las relaciones entre instituciones (especialmente la escuela y los museos), poniendo un énfasis especial en la figura del educador. Ya en 1997 organizamos el I Seminario de Investigación en Educación Artística, estableciendo vínculos interuniversitarios. En el año 2000 se organizó el Congreso Internacional los Valores del Arte en la Enseñanza, con 400 participantes. En el 2002 se celebró el II Seminario de Investigación en Educación Artística, que contó con la asistencia de 25 investigadores de 16 universidades. El reto internacional fue una de las cuestiones clave. En el 2005 el Congreso Internacional Museos y Educación Artística contó la participación de museos y entidades de prestigio tanto en el ámbito europeo como en el panorama mundial (Centre Pompidou, ICOM, Engage). Dentro de la misma línea de intereses, la diplomatura de postgrado Educación Artística y Museos lleva funcionando siete ediciones consecutivas como titulación propia de la Universitat de València, durante las cuales ha generado resultados positivos debido a su proyección laboral y a la orientación investigadora por la que han optado algunos diplomados. Además, desde el 2005 se ha implantado una nueva asignatura titulada Talleres de arte en el museo, una materia novedosa en el panorama universitario.

Hemos conseguido establecer contactos con los educadores y también con los principales museos españoles, de manera que el trabajo de campo (recogida de encuestas) y el análisis de datos se han visto favorecidos porque estos profesionales conocen nuestras investigaciones y nos apoyan. Deseamos continuar diseñando nuevas estrategias de educación en artes visuales en la misma línea multidisciplinar con la que venimos elaborando proyectos. También pretendemos incrementar los contactos indispensables con grupos internacionales de investigación para desarrollar conjuntamente nuevos proyectos. El panorama es propicio ya que la educación artística, tanto desde el punto de vista curricular como desde el de la educación no formal, es cada vez más tenida en cuenta por los responsables de las diferentes administraciones (UNESCO, recomendaciones de Lisboa). En Uruguay está muy presente en la educación en valores, mientras que en Colombia lo está en la educación para la paz. La educación artística genera espacios de interacción que superan barreras geográficas. Los educadores debemos canalizar dicho potencial para favorecer el diálogo entre diversos países que coinciden en el idioma y en numerosos aspectos culturales e históricos, reforzados por las transacciones económicas y comerciales.

Queremos poner al alcance de los docentes y de los museos una serie de herramientas, recursos y estrategias mucho más acordes con la cambiante realidad en la que estamos inmersos. Autores destacados como Kerry Freedman, Paul Duncum, Imanol Agirre, Roser Juanola, Fernando Hernández, Carla Padró, Manuel Hernández Belver, María Acaso o David Buckingham vienen alertando hace años sobre esta necesidad de actualización a la que nos referimos. Algunos de ellos participan en el presente proyecto.

La viabilidad de la propuesta maestrosymuseos.com se basa precisamente en los estudios previos que se han realizado. En el Informe sobre usos y estrategias de los maestros en las visitas a museos quedó patente el interés de los colectivos de educadores por mejorar las estrategias de comunicación con los gabinetes didácticos de museos. En el 92% de los casos se planteaba que el mecanismo dinamizador podría ser el uso de Internet, ya que facilita las tareas a los profesores, resulta cómodo y económico, y familiariza al docente con el uso de las tecnologías. Consideramos viable el proyecto precisamente por las facilidades que aporta el nuevo espacio tecnológico de información y comunicación. De hecho, se optimizan los recursos comunicativos que ofrece Internet para vehicular a colectivos de docentes de distintas nacionalidades con lengua común. También de este modo se establecen relaciones internas entre dichos colectivos, lo que permite su acceso a la oferta institucional de museos, centros de arte y actividades de índole patrimonial.

Los investigadores universitarios podemos promover, en la preparación de educadores, las posibilidades formativas que ofrecen los museos, acercando los gabinetes educativos de los museos a las necesidades reales de los colectivos de docentes. Creando una red también potenciamos la identidad de los educadores en artes, desde el nivel de la educación infantil y primaria hasta el nivel universitario, desarrollando propuestas en las que los docentes puedan manifestar sus inquietudes y adscripciones. Fomentamos identidades mediante las visitas a museos y actividades de orden no formal, planteando desde la red un escenario propicio para encuentros enriquecedores. Se interpretan las adscripciones de los docentes a través de encuestas. Dichas encuestas ya han aportado mucha información en nuestras anteriores investigaciones en el ámbito español.

A través de la herramienta maestrosymuseos.com podemos crear un entorno de comunicación propicio entre los educadores de los países iberoamericanos, reforzando el uso de las tecnologías (TIC). Pensamos que el arte y la educación pueden servir como escenario para generar dicha comunicación. Nuestro campo de acción es la educación artística, entendida tanto desde el planteamiento curricular (materia habitual en los planes de estudio), como en su vertiente transversal, desde la que se puede elaborar un discurso multidisciplinar, mucho más apto para la educación en valores o la educación para la paz. Al diseñar un espacio web con el que interactuar con los diversos escenarios, los educadores podrán establecer contactos entre ellos; pero también los museos pueden generar un diálogo en el que concretar sus propuestas didácticas. Lo que más nos interesa es promover el intercambio entre los profesionales de la educación y los gabinetes educativos de los museos e instituciones de ámbito no formal. Si somos capaces de fomentar este diálogo entre las partes también facilitaremos una mejora de la oferta educativa.

Partimos de una idea inicial: los educadores no disponen de suficientes argumentos ni de herramientas adecuadas para poder convertir sus visitas a museos en experiencias significativas. La insuficiente formación inicial en materia de cultura visual depara al colectivo docente un futuro incierto en su acercamiento al fenómeno artístico, debido precisamente a su falta de conocimiento sobre los códigos. El cambio hacia un componente digital de los medios y la cultura resulta evidente entre los jóvenes, pero todavía no ha cuajado entre los docentes de más edad. Estos factores aumentan la distancia de intereses entre los educadores, el alumnado y sus respectivas experiencias estéticas. Debido al papel determinante que desempeña el docente en la relación entre la recepción del arte y el alumnado que visita el museo, pensamos que el educador es la pieza clave de este entramado. Es por ello por lo que, partiendo de la clásica teoría del «gatekeeper» (elaborada por Lasswell), consideramos que deberá ser este «guardabarreras» (educador) el más idóneo para enlazar esta cadena de resultados entre la institución museística y el alumnado. Tanto los maestros como sus alumnos disponen de un importante bagaje mediático (cine, televisión, cómics, música) que conviene aprovechar para su futura experiencia estética. En última instancia, el valor de espectáculo que últimamente han adquirido los centros de arte (arquitectura y presentaciones o decorados realmente teatrales) añade valor expresivo a la experiencia, involucrándose directamente en la vida y los intereses de los espectadores y de los diferentes públicos.

Partiendo de estos intereses iniciales, nuestra metodología se basa en un estudio de casos a partir del cual pasamos a analizar las supuestas carencias con el fin de elaborar propuestas de mejora. Utilizamos las entrevistas a los docentes (y posteriormente a los museos). Las entrevistas han sido diseñadas con la ayuda de pedagogos, sociólogos y especialistas en estética e historia del arte. Trabajamos tras una recopilación de datos reunidos a partir de las encuestas realizadas al sector docente. Una vez analizada la información, se elabora un documento para exponer los resultados obtenidos. Seguidamente se plantea la difusión de los resultados.

Confeccionamos el dispositivo web, en el cual insertamos aquellos elementos que hayan salido reforzados según el criterio de los propios educadores consultados. También aquí, y gracias al equipo multidisciplinar con que contamos, se diseña un espacio de navegación que facilite el acceso a determinadas opciones, las cuales pueden ayudar tanto a los educadores como a los museos de cada región y país. Las distintas voces que se dan cita en este proyecto participan en la definición de la web con criterios poliédricos, lo cual siempre es enriquecedor para favorecer tanto los aspectos multiculturales como las implicaciones positivas de talante crítico (valores, identidades, relaciones de poder).

Los educadores, como fuente de cohesión cultural, han de estar muy vinculados a las iniciativas que parten de las diferentes administraciones. Por ello pensamos que ampliando las posibilidades de comunicación se favorecen contactos y conocimientos mutuos. En este sentido, las universidades podemos establecer esos puentes necesarios entre los propios educadores, canalizando sus intereses en los ámbitos artístico y cultural.

Los países del entorno iberoamericano compartimos muchos elementos identitarios que conviene analizar, e incluso reivindicar como propios. Los museos constituyen un elemento de primer orden en la vertiente patrimonial. La educación ha de favorecer el conocimiento del patrimonio cultural. Si bien nos une la lengua común, también conviene establecer otros parámetros que parten de una tradición compartida (aquí reivindicamos la cultura visual como paradigma integrador). Conocemos poco la tradición del imaginario religioso que inundó el arte común anterior al siglo XIX, y sin embargo es un elemento de gran calado cultural que todavía permanece prácticamente inexplorado desde la educación artística. Pero lo más importante son las problemáticas identitarias que nacen a partir del siglo XIX y que se perpetúan durante el siglo XX, cuestiones que configuran también el inicio de este siglo.

Se detecta un gran desconocimiento mutuo de nuestros respectivos países. Dicho desconocimiento es de orden geográfico y se extiende hacia ámbitos económicos y culturales. Están pendientes de estudio los rasgos identitarios de calado humano que nos unen. Las tecnologías nos ayudan en esta línea de actuación, desde la perspectiva educativa y con el apoyo de los museos. Prácticamente todos los países iberoamericanos hemos padecido cambios bruscos de poder (alzamientos, golpes de estado) y desde luego dictaduras que se han prolongado durante décadas. Dicho panorama se puede analizar y explicar desde la educación artística. A partir de aquí se pueden construir caminos hacia la paz que se extiendan más allá de las propias fronteras. Museos y escuelas pueden ser socios en este aspecto. En cualquier caso, las tecnologías han de estar al servicio de los educadores para superar estos retos. Las barreras geográficas se diluyen cuando se aglutinan esfuerzos en los diálogos lingüísticos, visuales y culturales. Los educadores resultan decisivos en esta aproximación.

Los capítulos del libro responden a un esquema que se planteó inicialmente: combinar la difusión de los grupos que investigan junto con algún ejemplo de proyecto realizado o que se esté llevando a cabo actualmente. También se relatan las metodologías y el tipo de inquietudes que se están planteando en cada universidad. Cada grupo ha presentado su texto en función de sus intereses particulares, lo cual creemos que enriquece el conjunto, ya que no existe ninguna regla general por la que podamos guiarnos a priori. Al investigar desde la educación artística, en realidad estamos aprendiendo a ser investigadores, ya que se trata de un área de conocimiento relativamente joven, al menos en lo referido al ámbito de la investigación. Contamos, eso sí, con destacados investigadores nacionales e internacionales que marcan pautas en las que podemos ver reflejadas nuestras aspiraciones. Una vez más hemos optado por arriesgar, y puede que esta aventurada práctica sea vista como un reto anticipativo. Estamos convencidos de que a la investigación en educación y museos le esperan años de resultados muy positivos.

Iniciamos el apartado que hemos titulado Estrategias con un artículo firmado por Olaia Fontal, Pablo Coca, Raquel Olalla y Ana Sánchez, titulado «Museos de arte y educación: miradas caleidoscópicas». En su aportación, se plantea la necesidad de ser sensibles hacia determinados contenidos –entre ellos el arte contemporáneo o el patrimonio artístico–, lo cual implica, en el ámbito educativo, que esos contenidos son significativos y tienen algún valor. Todo ello solamente será posible, tal y como afirman los autores, si ha existido previamente un proceso educativo de puesta en valor y de significación de dichos contenidos, de manera que si somos sensibles hacia el arte contemporáneo, significa que reconocemos en él ciertos valores estéticos, emotivos, sociales, etc., y que además lo comprendemos en algunas de sus dimensiones. Asimismo, no podemos reconocer valores en un contenido que no conecta con otros contenidos o intereses. Por tanto, la sensibilización ha de constituir un punto de partida para alcanzar finalidades educativas como el cuidado, la conservación, el disfrute o la transmisión del arte contemporáneo.

El segundo de los textos que integramos en el apartado Estrategias se titula «Blancanitos y las siete enanieves: sistemas de investigación actuales en educación y museos», y viene firmado por las investigadoras de la Universidad Complutense María Acaso y Noelia Antúnez. Ambas autoras vienen desarrollando importantes programas de colaboración con entidades relevantes en el panorama español (Fundación ICO, Fundación Telefónica). Aunque habíamos tenido la tentación de incorporar el texto en el segundo bloque, Colaboraciones, ya que se incorporan y combinan estos datos referidos a la participación de otras instituciones, finalmente hemos optado por incluirlo en la parcela de las estrategias, pues nos parece una propuesta alentadora (que las autoras denominan Método MUPAI), en la que se conjugan teorías posmodernas con adscripciones feministas, lo que supone un encaje innovador del que salen beneficiados los usuarios, tanto en ambientes como hospitales y museos, como en la realidad pedagógica de las aulas. En este sentido, felicitamos a Noelia Antúnez por su trabajo de tesis doctoral que recientemente ha defendido, y que consideramos una relevante aportación, desde la juventud de quien lo propone, al panorama de la investigación en educación artística y museos.

Otro investigador joven, en este caso procedente de Colombia, integrado como becario doctorando en el grupo de investigación que coordina Roser Juanola en la Universitat de Girona, nos presenta el trabajo «Empúries: educando y conociendo su historia a través de la realidad virtual». La reivindicación patrimonial es una de las puntas de lanza del grupo Patrimonio y Educación, que participa activamente con las más diversas instituciones, tanto en Cataluña como en los foros internacionales. El hecho de contar con investigadores iberoamericanos demuestra el papel relevante que están adquiriendo las adscripciones en las que se implican nuestros grupos. En el capítulo se defiende el uso de imágenes y de las realidades virtuales para acercar el patrimonio a diferentes públicos. El conocimiento de la fotografía y la imagen por parte del autor se percibe cuando estima que no sirve únicamente trasladar virtualmente las imágenes al espectador, sino que además conviene retomar su relato y transmitirlo en un ambiente adecuado, de forma que se permita al espectador sentirse en el propio museo al reconstruir su imaginario. En cuanto a la estrategia metodológica, se intentan combinar varios enfoques, a saber: la educación dialógica, la estética y las visiones de la historia del arte en lo virtual, junto a las necesidades de interpretación del patrimonio detectadas desde la exploración didáctica.

El profesor Ramón Cabrera, del Instituto Superior de Arte de la Habana, Cuba, introduce en este volumen una revisión histórica de lo que supuso para la década de 1960 la introducción de catálogos pensados para apoyar las tareas educativas en los museos cubanos. Se trata de una práctica que se desarrolló posteriormente y que se ha combinado con talleres, dejando abierta la posibilidad de interactuar en el aula como recurso de aprendizaje y juego. Ya en el siglo XXI, esta práctica sigue funcionando, ya que maestros y museos la llevan a cabo. «Los niños en el Museo Nacional de Bellas Artes, a través de sus catálogos» nos habla de una realidad en la que los museos forman parte esencial del modelo educativo. Indagar en la realidad educativa y social a partir del esfuerzo que desarrollan los docentes se convierte en una de las atractivas vías de investigación que podemos abordar.

Marián López Fernández Cao, en su texto «Algunas consideraciones sobre la capacidad de vivir en equidad. Propuestas desde la creación», refleja la intensidad con que se están viviendo desde diferentes instancias los planteamientos creativos y las posibilidades de reconstruir conceptos. Las nuevas miradas hacia el arte, algunas opciones deconstructivas, el papel del arte en nuestras vidas, son aspectos que, aunque heredados, estamos dispuestos a replantearnos y a redefinir constantemente. Desde una perspectiva feminista y de voces tradicionalmente silenciadas, alentados por el apoyo institucional que están recibiendo, el grupo de investigación «Aplicaciones del arte en la integración social: arte, terapia e inclusión» está llevando a cabo numerosos proyectos que apuestan por la equidad como vía posible y como campo de acción.

Para concluir el apartado Estrategias, hemos creído oportuno incluir el trabajo que presentan Ricardo Marín y Joaquín Roldán con el título «Imágenes de las miradas en el museo. Un fotoensayo descriptivo-interpretativo a partir de Honoré Daumier». Estos investigadores de la Universidad de Granada defien-den una mayor presencia de las imágenes en el discurso que generamos desde la investigación en educación artística. Imágenes que no únicamente apoyan el discurso verbal, sino que constituyen el eje esencial del potencial interpretativo. Se supone que somos especialistas en imágenes, ya que nuestra formación y nuestros usos profesionales están vinculados a las artes visuales y a los artefactos de la visualidad. Pero la investigación continúa anclada en el texto escrito. Una reflexión que debemos tener muy en cuenta de cara al futuro de las tesis doctorales y las publicaciones de nuestra área.

Inauguramos el apartado Colaboraciones con un texto que nos llega desde la Universidad Pública de Navarra y que viene firmado por Imanol Agirre y Amaia Arriaga. Ambos componentes del grupo Edarte, pueden considerarse un ejemplo de lo que está ocurriendo en otras tantas universidades, y que nos atrevemos a calificar como prototipo de cadena formativa. Un director de tesis y una doctoranda se interesan por el entramado de la Tate Britain de Londres para indagar sobre los procesos en los que se ven implicados públicos, museos, artistas, escuelas y educadores. Con una propuesta de carácter cualitativo, se llega a consideraciones que pueden resultar útiles en otros contextos aparentemente distantes, como el reconocimiento de la obra de arte en tanto que herramienta útil para el desarrollo de las habilidades visuales y como objetivo prioritario de la acción mediadora o formativa. En 1997, Imanol Agirre presentó en Valencia, en el marco de las I Jornadas de Investigación en Educación Artística, lo que llevaba camino de convertirse en una tesis muy citada en nuestras investigaciones. Once años después, Amaia Arriaga colabora con su director de tesis y ambos presentan este trabajo con tintes europeos por implicar a una institución británica, en la que queda reflejado, por cierto, el ámbito universal (en este museo de Londres se dedica una atención especial a todos aquellos artistas de países que en su momento pertenecieron a la Commonwealth, heredera de lo que fue el victoriano imperio británico; su inauguración en el año 2000 contaba con una muestra de la artista anglolibanesa Mona Hatoum).

Una colaboración que se da en numerosas ocasiones es la que se establece entre los investigadores universitarios y los museos que desean actualizar sus prácticas, bien sean expositivas, conceptuales o educativas. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en el Centre d’Art la Panera de Lleida, que desde sus inicios ha tenido muy en cuenta la colaboración con escuelas y maestros (cabe destacar sus trabajos con escuelas infantiles), con críticos, historiadores y artistas, y por supuesto con investigadores en educación artística. A nuestro entender, el trabajo que vienen realizando en la Panera las responsables de educación Helena Ayuso y Roser Sanjuan es uno de los más enriquecedores del panorama nacional. En este caso nos presentan su proyecto Educ...arte, germen de una serie de intersecciones muy beneficiosas entre estudiantes universitarios, educadores de museo, maestros y profesores de pedagogía.

La colaboración entre el Centro Galego de Arte Contemporánea y la Universidade de Santiago de Compostela viene de lejos. Es un camino que están escribiendo Chus Agra y Cristina Trigo a través de sus siempre acertadas iniciativas. El Grupo Paseantes nació como confluencia de intenciones, allá donde el arte y la educación pudiesen encontrarse. Intentan movilizar no solamente a los estudiantes universitarios, sino a la ciudadanía, con el fin de apropiarse de los beneficios del arte a partir de acciones en las que se acaban implicando todos los participantes y el entorno en el que se desarrolla cada intervención. Algunas de estas experiencias son contadas también y comparten autoría, esta vez, por Carmen Franco, otra paseante investigadora.

Un enclave patrimonial que participa de la tradición europea y mediterránea es la ciudad de Tarragona. Desde la Universitat Rovira i Virgili, en colaboración con el Museu d’Art Modern de Tarragona, un investigador y una educadora de museo nos plantean «Preguntas mediadoras para la comprensión del arte. Intersecciones entre museo y aula en el MAMT». Texto firmado por Albert Macaya y María Suárez, autores a quienes hemos podido escuchar en congresos recientes, en él abogan por los procesos de aprendizaje interactivos a partir de una negociación de significados. La pregunta, como material de reflexión y acercamiento, es aquí la protagonista. Al referirse a las competencias comunicativas (uno de los pilares de la nueva ley de educación), el texto nos recuerda hasta qué punto tenemos que implicarnos, como educadores, en los procesos que rigen tanto la educación formal como el ámbito no formal (que pueden beneficiarse mutuamente).

Desde Portugal, país con el que compartimos intereses y cercanías, nos llegan estos «Diálogos entre espacios culturales y escuelas: una necesidad urgente», que comparten Teresa Eça, Ricardo Reis, Susana Gomes da Silva y Sara Barriga. La reciente creación del foro virtual de educación artística, que han creado nuestros compañeros portugueses y brasileños, está propiciando un acercamiento que también era necesario. Su constante preocupación por fomentar los encuentros en congresos y reuniones nos ha permitido en los últimos años acercarnos en otros tantos sentidos.

Se cierra el apartado Colaboraciones con la propuesta de Ricard Huerta y Marc Ribera, del grupo Arte y Educación, quienes «Indagando en las actividades educativas de los museos de cerámica valencianos» vuelven a insistir en el potencial patrimonial del que somos responsables, tanto como educadores como desde la reivindicación universitaria. La participación de las instituciones y las personas (museos y escuelas, educadores de museos y docentes) vuelve a articular una propuesta de acción, que además en este caso cuenta con la complicidad de las empresas de cerámica, que no solamente han perfilado una tradición histórica, sino que también constituyen un tejido económico muy presente en algunas comarcas valencianas.

Esperamos que este libro sirva para difundir el alto grado de implicación que estamos consiguiendo entre educadores, investigadores universitarios, museos y empresas, aportando al territorio del arte un ámbito de acción mucho más acorde con el complejo tejido social y cultural del que formamos parte. Nuestra confianza está basada en la gran capacidad profesional y el talante humano que aportan cada una de las personas que forman parte del entramado. Tenemos en nuestras manos un inmenso potencial que podemos articular desde la cooperación. Prueba de ello es la participación en este libro de sus autores, del MuVIM y de su equipo, de la Secretaría Autónoma de Educación de la Consellería de Educación y Universidades de la Generalitat Valenciana, así como de otras tantas instancias que, con su vinculación a la Universitat de València lo hacen posible. A todas esas instituciones y personas nuestro más sincero agradecimiento.

ESTRATEGIAS

MUSEOS DE ARTE Y EDUCACIÓN: MIRADAS CALEIDOSCÓPICAS

Olaia Fontal, Pablo Coca,

Raquel Olalla, Ana Sánchez

Universidad de Valladolid

1. PUNTOS DE PARTIDA

Una asignatura denominada «Arte, educación e integración en museos»,1 impartida dentro del programa de doctorado «Aplicaciones del arte en la integración social: arte, terapia y educación en la diversidad»,2 fue el origen investigador de este grupo. Los diferentes DEA realizados por Ana Sánchez, Raquel Olalla y Pablo M. Coca se han ido configurando como un cuaderno de bitácora en el que poder ir decidiendo una ruta de viaje, un itinerario común. En este recorrido, hemos ido generando y participando transversalmente en diferentes proyectos educativos que nos han permitido buscar lugares de encuentro. Por eso, aquellos puntos de partida se marcaron desde la asignatura de doctorado y, una vez realizados diferentes recorridos investigadores, nos permitieron detectar y definir esos lugares de tránsito común que, sin duda, nos han proyectado hacia destinos complementarios. Desde esos destinos, ahora convertidos en nuevos puntos de partida y con las tesis doctorales en curso, comenzamos la andadura como grupo, con un objetivo claro: lograr una proyección caleidoscópica en el ámbito de la educación artística y los museos. Este artículo se organiza, por tanto, en estos cuatro apartados (puntos de partida, lugares de tránsito común, destinos complementarios y proyección caleidoscópica), y se constituye como el documento que da origen formal al grupo MACEAC (Museos de Arte Contemporáneo y Educación Artística Caleidoscópica).3

Comencemos con esos puntos de partida que se configuran como principios pedagógicos sobre los que articular los diferentes proyectos de educación artística en los que nos hemos visto inmersos, así como aquellos otros que hemos proyectado para los próximos años.

1.1 La sensibilización como objetivo «bisagra»

Ser sensibles hacia determinados contenidos –como el que nos ocupa, el arte contemporáneo o el patrimonio artístico– implica, en términos educativos, que esos contenidos son significativos y tienen algún valor. Esto sólo puede ser si ha existido, previamente, un proceso educativo de puesta en valor y de significación de ese contenido. De manera que si somos sensibles hacia el arte contemporáneo, significa que reconocemos en él ciertos valores (estéticos, emotivos, sociales, etc.) y que lo comprendemos, si no en todas sus dimensiones, sí al menos en algunas. El conocimiento y la puesta en valor van, a su vez, unidos, porque si entendemos el sentido de determinado contenido como el arte contemporáneo, tenemos argumentos para su valoración, es decir, si justificamos que tiene coherencia histórica, o que se relaciona con determinados intereses sociales de nuestra época, si determinamos que tiene que ver con acontecimientos de la biografía del artista, o si conecta con los intereses creativos de sus coetáneos, estamos aportando argumentos que dotan de coherencia interna y externa al arte actual, de modo que estamos haciendo explícitos valores de tipo histórico, emotivo, vivencial o social. Resumiendo, no podemos reconocer valores en un contenido que no conecta con otros contenidos o con otros intereses. Por todo ello, la sensibilización es el primero de nuestros puntos de partida, que, a su vez, se convierte en un punto de inflexión; modulación que es necesario superar para alcanzar otras finalidades educativas como el cuidado, la conservación, el disfrute o la transmisión hacia el arte contemporáneo. Sensibilizar es, por tanto, un punto intermedio o un «objetivo bisagra», que pasa previamente por el conocimiento, la comprensión y la puesta en valor y que, una vez superado, permite tender hacia el cuidado, la conservación, el disfrute y la propia transmisión (Fontal, 2004).

1.2 La apropiación simbólica como finalidad educativa

La finalidad última a la que pretendemos llegar es la apropiación simbólica hacia los contenidos que se estén trabajando. En lo que respecta al arte contemporáneo, habremos alcanzado un horizonte educativo cuando la persona o grupo que está adquiriendo esos conocimientos los entienda como suyos y los integre con algún referente de su «constelación» identitaria. Dicho de otro modo, cuando entendamos que ese contenido forma parte de nuestros intereses intelectuales, de nuestras preocupaciones, preferencias, motivaciones o incluso necesidades. Siguiendo con el ejemplo, cuando sintamos que el arte contemporáneo puede aportarnos nuevos conocimientos ya sean de tipo cognitivo, afectivo, social, etc.

1.3 La memoria como madeja que desentramar