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La huella de Vittorio Bodini (1914-1970) brilla con luz propia en el prestigioso panorama del hispanismo italiano del siglo XX. Hombre del Sur, intelectual inquieto y escritor, profesor universitario, poeta y narrador, fue sobre todo admirador y estudioso de España, así como de su literatura y su cultura. Su legado incluye un relevante conjunto de estudios y traducciones al italiano, centrado fundamentalmente en la poesía y el teatro contemporáneos y de los Siglos de Oro castellanos. Han alcanzado una especial repercusión sus versiones italianas del Quijote y del teatro completo de Lorca. Este volumen, que nos permite evaluar fundamentalmente su faceta de hispanista, se suma a otros que en la actualidad redescubren en Italia el valor de la obra bodiniana. Las contribuciones aquí recogidas revisan investigaciones previas y profundizan en su poesía, su prosa y, sobre todo, en su obra crítica. Así, a través de textos ya canónicos o de cuadernos bodinianos inéditos hasta la fecha, vemos reaparecer a Cervantes, Calderón, Góngora, Lorca o Alberti, en un diálogo fecundo que nos lleva, guiados por Bodini, de los clásicos a nuestros días.
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Seitenzahl: 422
Veröffentlichungsjahr: 2020
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© Del texto, los autores, 2020
© De esta edición: Publicacions de la Universitat de València, 2020
Publicacions de la Universitat de València
http://puv.uv.es
Ilustración de la cubierta:
Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera
Maquetación: Arantxa Pérez
ISBN: 978-84-9133-320-3
Edición digital
ÍNDICE
Presentación
Manuel Carrera Díaz
Cultura española y compromiso en Vittorio Bodini
Mª Consuelo de Frutos Martínez
Alle origini della «vocazione ispanofila» di Vittorio Bodini: il Diario romano e altri scritti (1944-1946)
Carolina Tundo
Corriere spagnolo (1947-1954): Vittorio Bodini intérprete de la vida española
Juan Carlos de Miguel y Canuto
Un Diario spagnolo inedito di Vittorio Bodini: il Quaderno verde
Antonio Lucio Giannone
«Nella città della nostra giovinezza». Sulle tracce di un ipotetico Bildungsroman bodiniano
Paolino Nappi
Il sodalizio Alberti-Bodini
Simone Giorgino
De las lágrimas de Góngora a la retórica de Calderón: Vittorio Bodini o la lúcida hermenéutica de un hispanista
Evangelina Rodríguez Cuadros
«Una rallentata conversazione col testo»: Bodini y Don Quijote
Eva Muñoz Raya
La fortuna critica dell’opera di Vittorio Bodini in Spagna
Pantaleo Luceri
PRESENTACIÓN
Manuel Carrera Díaz
Universidad de Sevilla
La de Vittorio Bodini (1914-1970) es una extraordinaria figura de intelectual creativo, prolífico y polifacético en el doble ámbito hispanoitaliano y en la franja central del siglo XX. Y ello fundamentalmente, aunque no solo, en su calidad de poeta, crítico e historiador literario, traductor y mediador cultural, desde su perspectiva de hispanista italiano, entre dos mundos, el de España y el de Italia. Y como todos los que tienen dos patrias (así consideraba él también, para sí mismo, a España) es merecedor de que cada una de ellas valore y reconozca en su integridad los frutos obtenidos y los méritos conseguidos tanto en un solar como en el otro. Y aunque varias facetas de su labor (sobre todo la de hispanista y la de traductor, menos la de poeta) hayan sido reconocidas y valoradas ya en vida del autor (corta, porque desafortunadamente murió a las 56 años) y posteriormente por el mundo cultural hispanoitaliano, era ya hora de que estos reconocimientos fueran colectivos y solemnes.
Así ha sido, justamente, en estos últimos años, coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Hubo un precedente ilustre, el importante congreso itinerante que se celebró en diciembre de 1980 en Roma, Bari y Lecce sobre Le terre di Carlo V. Studi su V. Bodini.1 Y ya en 2014 tuvieron lugar, a ese respecto, tres eventos notables: se celebró en la universidad de Parma una exposición biobibliográfica titulada Vittorio Bodini e la Spagna, bajo la dirección de Laura Dolfi y Antonio Minelli, al tiempo que se le dedicó una sección en el congreso L’ermetismo e Firenze, celebrado en Florencia y organizado por Anna Dolfi. Y antes de que finalizara ese año se organizó entre Lecce y Bari, bajo la dirección de Antonio Lucio Giannone, el congreso internacional titulado Vittorio Bodini fra Sud ed Europa (1914-2014). De los tres eventos se ha derivado la publicación de actas o documentación2 sobre Vittorio Bodini que se mencionan repetidamente en la páginas de este volumen.
Bodini fue, en palabras de Vincenzo Consolo, un «sommo ispanista»,3 valoración de la que no discreparía ninguno de los que conocen su obra. Pero hasta ahora, aparte de algunos interesantes trabajos sueltos –el último, un artículo con abundante y precisa información sobre Bodini del que es autor Giovanni Albertocchi publicado en el número de diciembre de 2019 de Quaderns d’Italià–4 en España, a cuya literatura, historia y forma de vida Bodini dedicó tanto trabajo y pasión, no se le había rendido ninguno de esos homenajes colectivos a los que nos venimos refiriendo. Hubo que esperar a marzo de 2018, cuando Juan Carlos de Miguel organizó en la Universitat de València una jornada de estudio dedicada a Vittorio Bodini: tra l’Italia e la Spagna.
Y precisamente de los desvelos de Juan Carlos de Miguel en torno a la rememoración y revalorización de la obra de Bodini nace este volumen de Palabras tendidas: Vittorio Bodini entre España e Italia, con nueve trabajos que, resaltando básicamente la faceta hispanista de nuestro autor, ofrecen detallados análisis y abundante información no solo sobre la obra, sino también sobre la biografía de Bodini, así como sobre el clima literario, cultural e histórico de la España e Italia de aquellos años.
El itinerario vital e intelectual de Vittorio Bodini queda detalladamente reflejado en el trabajo introductorio de Mª Consuelo de Frutos Martínez, en el que, sobre la urdimbre de la situación política, social y cultural de los dos países, se enumeran y analizan las etapas biográficas, los intereses intelectuales y el permanente compromiso cívico del autor, con particular atención a su perfil de hispanista y a sus lazos y relaciones con los poetas españoles.
España fue para Bodini un ámbito de estudio, pero también una pasión y el objeto de una admiración y curiosidad insaciables. Cuándo se produjeron y cómo se manifestaron las primeras pulsiones de esa hispanofilia es a lo que responde en su contribución Carolina Tundo, que bucea, con el apoyo de la pertinente documentación, en esa embrionaria empatía y en esa casi aún inconsciente e inexplicable atracción que ejercía sobre él el sonido fresco de palabras como yerba, estrella, noche o caracola o la verde imagen de la España de los atlas. Qué es la literatura para Bodini ha sido la pregunta más frecuente entre los estudiosos, y por tanto no es en absoluto ocioso que esta autora indague ahora qué fue para él, también, la lengua, aunque sea sobre la imagen tan lábil y primaria de esos recuerdos remotos.
«La Spagna è un paese meraviglioso, al di là delle mie stesse aspettative. Se dovessi dirti perché non saprei da dove cominciare». Eso le decía Bodini al crítico literario Enrico Falqui en una carta del 27 de noviembre de 1946, recién llegado a Madrid, donde permanecería hasta abril de 1949. Uno de los testimonios más interesantes para conocer su relación vital y no solo literaria con España es el conjunto de veinte artículos sobre España, previamente publicados en la prensa italiana entre 1947 y 1954 y reunidos y reeditados en 2013 por A. L. Giannone bajo el título de Corriere spagnolo. De ellos se ocupa en su trabajo incluido en el presente volumen Juan Carlos de Miguel, que analiza no solo sus características formales y temáticas, sino también los elementos autobiográficos o testimoniales contenidos en ellos, las conclusiones de las comparaciones culturales que entre España e Italia observa Bodini, o su visión sobre los rasgos idiosincráticos de los españoles, y todo ello sobre el cañamazo de los factores histórico-políticos y los aires postbélicos del momento.
Antonio Lucio Giannone, que por su dedicación y contribución al conocimiento y revalorización de la figura y la obra de Bodini casi ha asumido el perfil ideal de uno de sus principales albaceas intelectuales, ofrece en su trabajo dos distintas aunque complementarias perspectivas. En primer lugar recuerda la labor creativa, tanto en verso como en prosa, de Vittorio Bodini y analiza las causas por las que, pudiendo y mereciendo ocupar un puesto relevante en el ámbito de la literatura italiana del siglo XX, aparece sin embargo relegado o casi ignorado por la crítica en ese sector. En segundo lugar, y ello constituye el cuerpo central de su trabajo, analiza el contenido del Diario romano (o Quaderno verde), un manuscrito aún inédito de Vittorio Bodini donde este, a modo de diario de los dos primeros meses de su estancia en Madrid, da detallada relación y cuenta de cómo va conociendo y de qué va hablando con los grandes escritores españoles de ese momento, según los va tratando en las tertulias o cafés literarios donde se reúnen.
A esa parte creativa, en el ámbito de la prosa italiana, se refiere el trabajo de Paolino Nappi, que estudia una novela incompleta que Bodini escribió en los años cuarenta del pasado siglo titulada Il fiore dell’amicizia, situándola en el marco de su narrativa. Un Bildungsroman, como lo define en este trabajo, donde se explora el momento de llegada a la vida adulta del casi aún adolescente Vittorio, en conflictiva relación con su ciudad y el mundo externo, un poliédrico panorama que enlaza con el de otros escritos en prosa como el del posterior relato también incompleto titulado Il duello del contino Danilo.
De entre los muchos poetas y escritores españoles de su tiempo que Bodini conoció y trató fue quizás Rafael Alberti aquel con el que tuvo una más intenso y amistoso –casi familiar, como señala Laura Dolfi– entendimiento. Simone Giorgino da detallada cuenta en su trabajo de las circunstancias y características de esa relación literaria (Bodini fue el traductor casi oficial de la obra de Alberti al italiano) y personal, que duró desde que se conocieron en 1961 hasta la temprana muerte de Bodini en 1970. Una relación en la que se evidencia un gran aprecio mutuo, como se deduce de los juicios elogiosos de Alberti («un traductor genial, un hombre genial, un poeta genial», dijo de su amigo) y de la admiración que Bodini siempre profesó hacia el poeta español.
El estudio de la labor de crítico literario y estudioso de la literatura española realizada por Bodini está en este volumen a cargo de Evangelina Rodríguez Cuadros, quien resalta la novedad que supuso en su momento, al comienzo de los años setenta, la presencia en España de la perspectiva estructural en el análisis literario, que en Italia se veía afirmando con fuerza (como recordaría, casi con un sentimiento de nostalgia, el título del volumen editado en 1999 por Gian Luigi Beccaria, Quando eravamo strutturalisti). Las reflexiones de la profesora Rodríguez Cuadros sobre el siglo de Oro y los hispanistas italianos o sobre la interpretación del teatro calderoniano por parte de Bodini, en su relación también con la crítica literaria europea y española, configuran y ofrecen un extraordinariamente interesante cuadro de los estudios literarios en España e Italia durante las décadas del trabajo crítico de Bodini e incluso de más adelante.
Una de las facetas en las que más activa y duraderamente destacó Vittorio Bodini fue en la de traductor al italiano de grandes obras de la literatura española, desde El Lazarillo de Tormes a la poesía de Rafael Alberti, pasando por el teatro de García Lorca o los poemas de Pedro Salinas, o desde los sonetos de Quevedo a las obras de Vicente Aleixandre o Juan Larrea. Pero la traducción a la que definitivamente ha quedado ligado su nombre es a la del Don Quijote. Teniendo en cuenta sus preferencias literarias, algunos estudiosos han echado de menos una igualmente poderosa traducción de Góngora, que efectivamente Bodini nunca llevó a cabo. A este respecto, quizás pueda encontrarse una explicación, al menos parcial, en una anécdota que cuenta Vicenzo Consolo: «Anni orsono, in un incontro a Milano con Rafael Alberti, María Teresa León, Leonardo Sciascia e Vittorio Bodini, quest’ultimo, sommo ispanista, ci diceva dell’impossibilità di tradurre Góngora, che mai egli si sarebbe azzardato a farlo. Sì, Góngora, eccelso e irraggiungibile».5 Cautela que no deja de ser llamativa en quien ha sido capaz de realizar una de las más ejemplares traducciones de la gran obra cervantina.
A este respecto, en nuestro volumen se incluye un detallado y preciso estudio de Eva Muñoz Raya sobre la traducción del aparato paratextual del Don Quijote, precedido de unas oportunas consideraciones sobre la concepción de la operación de traducir de Bodini, que en este caso la autora no considera totalmente neutra, sino en cierta medida condicionada por las exigencias editoriales de obtención de un texto más fácilmente legible.
Al importante aspecto de la recepción de la obra de Bodini está dedicado el trabajo de Pantaleo Luceri, que ofrece datos muy precisos sobre el conocimiento, la difusión y el influjo de las obras de nuestro autor en España. Como era de esperar, apenas es conocida la faceta de poeta, prosista y escritor en italiano, aunque algunos de sus poemas se han publicado en España. Pero sí que tuvieron notable relevancia, entre otras, obras como I poeti surrealisti italiani, muy citada y objeto en su momento de distintas controversias, así como, sobre todo entre los estudiosos españoles del Siglo de Oro, su en aquel entonces novedoso Estudio estructural de la literatura clásica española, al que se refiere también en su trabajo Evangelina Rodríguez, o su análisis sobre la calderoniana La vida es sueño. Sus traducciones de grandes obras españolas al italiano han sido objeto también de numerosas referencias y recensiones, desde la edición italiana de la Versión celeste de Juan Larrea al teatro de Lorca o, sobre todo, a su versión de Don Quijote.
Las Palabras tendidas de este volumen son, pues, gracias a la apropiada y justa iniciativa de Juan Carlos de Miguel y a la generosa y sabia colaboración de los ocho autores que lo acompañan, como los puentes o las manos tendidas que unen, como Vittorio Bodini unió en sí y para los demás, literaria y afectivamente, a dos grandes países como Italia y España.
Sevilla, 10 de diciembre de 2019
1 Oreste Macrì-Ennio Bonea-Donato Valli (eds.), Le terre di Carlo V. Studi su V. Bodini. Atti del convegno di Roma (1, 2, 3 dic.1980), Bari (9 dic. 1980), Lecce (10, 11, 12 dic. 1980), Galati-na-Lecce, Congedo Editore, 1984.
2 Laura Dolfi (ed.), Vittorio Bodini e la Spagna. Itinerario bio-bibliografico, Parma, Università di Parma (UniPR Co-lab), 2015 (e-book descargable en dspace-unipr.cineca.it); Anna Dolfi (ed.), L’ermetismo e Firenze. Atti del convegno internazionale di studi, Florencia, University Press, 2016; Antonio Lucio Giannone (ed.), Vittorio Bodini fra Sud ed Europa (1914-2014). Atti del Convegno Internazionale di Studi, Lecce, Edizioni Besa, 2017, 2 vols.
3 Vincenzo Consolo, «Frammenti d’amore», en M. A. Cuevas, 47 frammenti, Caltagirone, Altavoz, 2005, p. 7.
4 Giovanni Albertocchi, «Vittorio Bodini, ‘Un traductor genial, un hombre genial, un poeta genial’», Quaderns d’Italià, 24, 2019, pp. 161-174.
5 Vincenzo Consolo, ibidem.
CULTURA ESPAÑOLA Y COMPROMISO EN VITTORIO BODINI
Mª Consuelo de Frutos Martínez
Universidade de Santiago de Compostela
Nombrar a Vittorio Bodini (Bari 1914-Roma 1970) significa hablar de un intelectual de prestigio de la segunda mitad del siglo XX: poeta, narrador, periodista, docente universitario, hispanista (en su doble faceta de traductor y de crítico literario); todo ello aderezado con un fuerte compromiso cívico-social, tal y como tendremos ocasión de demostrar a lo largo de este trabajo, en el que nos centraremos principalmente en su faceta de hispanista, es decir, de mediador cultural entre España e Italia, dando a conocer en versión italiana un gran número de primeras espadas de las letras hispanas (con su correspondiente comentario crítico) pero sin descuidar también la denuncia ante el mundo cultural e intelectual italiano de las circunstancias políticas y de censura por la que atravesaba su país de acogida.
VITTORIO BODINI Y SU VINCULACIÓN CON LA CULTURA ESPAÑOLA
Años de formación
Nuestro autor, con 23 años, llega a Florencia en 1937 para completar sus estudios universitarios. Florencia es en esos momentos una ciudad cosmopolita, abierta a Europa y a la literatura europea y en ella residen Montale, Vittorini, Pratolini, Romano Bilenchi, etc. La relación de Vittorio Bodini con la cultura y las letras hispanas no es temprana, pues en un primer momento muestra más admiración por otras literaturas europeas. De hecho existe una narración autobiográfica titulada precisamente Firenze y no hay la más mínima alusión a la cultura y literaturas españolas, aunque sin duda en Florencia habrá oído comentarios sobre la guerra civil española, sobre el asesinato de García Lorca y, posteriormente, de la muerte de Antonio Machado (Bodini, 1980).
Conviene tener presente la situación española dentro del contexto internacional en esa época. Hasta los años treinta España ocupaba un puesto de segunda fila en el panorama europeo, pues estaba fuera del circuito de los países importantes; no había participado en la Primera Guerra Mundial, económica y socialmente estaba muy atrasada y desde un enfoque cultural era (aparentemente) poco interesante. Es cierto que había casos aislados de amantes de la literatura española contemporánea, pero se trataba más de hispanófilos que de verdaderos hispanistas.
Todos los críticos, entre ellos Carlo Bo y Vittorini, señalan un hecho fundamental para que esta situación de desinterés por la cultura española cambiase, y es el estallido de la guerra civil española (Sartore, 2015: 60-68). La guerra fratricida entre españoles iniciada en julio del 1936 y la muerte de García Lorca provocan un mayor interés en Europa y en el mundo por la cultura contemporánea española. Como consecuencia de todo ello la situación de España entra de lleno en los debates y es en esos momentos cuando los intelectuales toscanos descubren la literatura española contemporánea y en especial a la Generación del 27. Carlo Bo traduce y lee en público el poema Lamento per Ignazio Sánchez Mejías (Letteratura, 6 abril 1938) y dos años después publica Poesie di Lorca (Guanda, 1940). Vittorini por su parte traduce el Llanto en 1942. Montale, a su vez, era uno de lo pocos abonados en Italia a la Revista de Occidente y disponía de la antología de Gerardo Diego de 1932.1
Bodini en Lecce
Con la declaración de guerra por parte de Mussolini (10 de junio de 1940) Bodini, recién licenciado, ha de regresar a su tierra pues no es fácil encontrar trabajo como docente en esas circunstancias. En esta época estrecha relación con su paisano Oreste Macrì que también había estudiado en Florencia y asistido a las reuniones en el café Giubbe Rosse (lo conocerá en diciembre de 1940 en Maglie donde Macrì enseñaba) y gracias a este encuentro, que marcará el inicio de una larga amistad con algunos altibajos (Bodini / Macrì, 2016), el futuro poeta se abre a la cultura hispánica. Poco a poco Bodini, junto con Macrì, se sumergirá en el mundo de la traducción al italiano y de la crítica de textos hispanos (L. Dolfi, 2016b). Ambos amigos coordinarán la tercera página del semanal Vedetta Mediterranea,2 en cuyas páginas el joven aspirante a hispanista publicará dos poesías de Juan Ramón Jiménez y de Juan Larrea, ambos poetas exiliados por su posicionamiento a favor de la República (Giannone, 2018: 87).
En febrero de 1941 empieza a tomar forma el proyecto de elaboración conjunta de una antología de poesía española contemporánea con sus correspondientes versiones en italiano.
Del 1941 al 1944 se dedica a la política, militando primero en el Partito d’Azione y después en el Partito Democratico del Lavoro. Pero en Lecce el estudioso y poeta no se encuentra a gusto, se siente demasiado lejos de la Europa literaria.
Años romanos (1944-1946)
En estos años Bodini trabajará en Roma como Secretario particular de Meuccio Ruini, por aquel entonces político importante del Partito Democratico del Lavoro. En este período el salentino ahonda en su interés hacia la literatura española, a la vez que intensifica su actividad de traductor, publicando dichas versiones y comentarios críticos en diversas revistas y periódicos de la capital. Entre las traducciones más importantes podemos citar un cuento de Gustavo Adolfo Bécquer, Miserere, Il teatrino di don Cristobal, de Lorca y también textos de López de Rueda, Gabriela Mistral, Rafael Alberti y algunos sonetos de Dionisio Ridruejo.3
El 23 de marzo de 1945 en la sección «Corriere Spagnuolo» de Domenica, nuestro autor recoge noticias relativas al mundo cultural español. Además de mencionar la última novela de Azorín y los textos teatrales de Benavente y los hermanos Álvarez Quintero, entre otros, se pone claramente del lado de la cultura antifranquista al denunciar el enorme número de exiliados como consecuencia de la situación política española:
Il 15 novembro di quest’anno scadranno i termini di due importanti concorsi letterari banditi a suo tempo attraverso il Bollettino ufficiale dello Stato: uno intitolato a Francisco Franco per un romanzo sulla vita degli spagnoli all’estero. L’altro consacrato al nome di Primo de Rivera, per un saggio politico. Per quanto non siano stati inclusi nella giuria, chissà che fino a tale data non abbiano modo di far sentire anche la loro opinione i 254.000 fuoriusciti spagnoli. Sarebbe interessantissimo soprattutto riguardo al romanzo. Se si pensi che sono fra loro Ortega y Gasset, Alberti, Juan Ramón, Ramón Gómez (L. Dolfi, 2014: 84).
El uno de abril del mismo año, siempre en Domenica, publica una reseña de la primera novela de Camilo José Cela, La familia de Pascual Duarte, en versión italiana de Salvatore Battaglia.
En sus años romanos Vittorio Bodini conoce, a principios de 1946, a Juan Ramón Masoliver, que desde 1944 dirigía la revista Entregas de poesía. Rápidamente escribe a Macrì para contarle de su nueva amistad, dado que podría ser de gran ayuda para su antología a cuatro manos, trabajo para el que ya habían seleccionado los poetas que entrarían en ella, caso de Villalón y Cernuda:
sarebbe un Falqui spagnolo: direttore della rivista «Poesía», ch’è molto bella […], parla dei poeti come un organizzatore di corride parlerebbe di toreros e di espadas […] ha disapprovato la presenza di Villalón e, senza sapere che lo avevamo incluso, ha sparlato di Cernuda. Vero è che è un settario (L. Dolfi, 2014:29)
Dicha relación con Masoliver,4 con repetidos encuentros posteriores en Italia y en España, será decisiva para contactar personalmente con otros poetas contemporáneos, como es el caso de Ridruejo, además de permitir a Bodini y a diversos poetas italianos darse a conocer en nuestro país.
Por otro lado, en julio de 1946 en la revista romana Poesia. Quaderni internazionali, dirigida por Enrico Falqui, se publica una antología de poesía española contemporánea con traducciones a cargo de O. Macrì, L. Panarese, V. Bodini, C. Vian y F. Tentori. Los poetas españoles presentes en dicha antología son: A. Machado, J.R. Jiménez, J. Moreno Villa, P. Salinas, J. Guillén, D. Alonso, G. Diego, F. G. Lorca, R. Alberti, F. Villalón, V. Aleixandre, M. Altolaguirre, D. Ridruejo, R. Morales, J.M. Alfano (Sartore, 2015: 55). Muchos de estos poetas era la primera vez que se presentaban ante el público italiano. Los autores traducidos por Bodini son Gerardo Diego, F. García Lorca, R. Alberti, José Moreno Villa, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Dionisio Ridruejo (Giannone, 2018: 87).
Bodini unos meses más tarde, durante su estancia madrileña, le comentará a Falqui en una misiva que dicha selección antológica, por otra parte su tarjeta de presentación en los círculos literarios de la capital, había sido causa de cierto resquemor por parte de algunos intelectuales madrileños, especialmente por la no presencia de poetas jóvenes que sí consideraban importantes (Bodini, 2013: 32).
Antes de su viaje a España había traducido, además de las obras ya mencionadas, el Lazarillo de Tormes (entregado a Einaudi en 1946), versión que se publicará póstuma. Ya era más o menos el traductor oficial de la casa Einaudi para la literatura española.
BODINI EN ESPAÑA
La permanencia española del crítico salentino será fundamental para su labor de hispanista, pero también repercutirá en muchas otras facetas de su actividad intelectual, especialmente en su poesía. En principio consigue una beca de seis meses concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores para preparar la tantas veces anhelada antología de poesía española contemporánea, algo que al gobierno franquista le interesaba sobremanera para mostrar su deseo de apertura dentro del contexto europeo. La permanencia del crítico salentino en nuestro país se prolongará más allá de los seis meses de la beca, hasta abril de 1949, con un breve paréntesis de vuelta a Roma en el verano de 1947. Para mantenerse tendrá que trabajar en oficios tan dispares como el de anticuario o el de contrabandista (Giannone, 2018: 89).
Cuando Bodini llega a España, a finales de 1946, apenas han transcurrido siete años desde el fin de la guerra civil (L. Dolfi, 2016a). El país se encuentra aislado internacionalmente, hay represión, censura en todos los medios, hambre, racionamiento, estraperlo, nacionalcatolicismo, bombas, maquis. Sin embargo, a pesar de todo lo señalado, nuestro autor se muestra entusiasta con la España de posguerra que se abre antes sus ojos, la considera un paese meraviglioso (Bodini, 2013: 31, 34).
Es cierto que cuando Bodini se establece en España, las cosas han mejorado ligeramente, pues tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y la derrota de sus antiguos aliados, Franco se muestra algo más tolerante de cara al exterior. Así por ejemplo, desde 1945 ya no existe la censura para los corresponsales extranjeros y las obras de García Lorca en teoría ya pueden circular.
En Madrid desarrolla una actividad frenética: visita museos, asiste a las tertulias en cafés y librerías, pasea por sus calles y en poco tiempo consigue introducirse en los ambientes literarios madrileños. Así en apenas unos días que está en España escribe a Enrico Falqui: «Fra vecchi e giovani ho già conosciuto diversa gente» (Bodini, 2013: 31). En la capital española conoce a Aleixandre, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, a J.L. Cano pero también contacta con literatos más o menos afectos al régimen: García Nieto, Ridruejo, Panero, Rosales, etc., pues los poetas y escritores del 98 y del 27, con la salvedad de Gerardo Diego y Baroja, o estaban muertos (Lorca, Machado), o exiliados (Alberti, Salinas, Cernuda, Guillén, Larrea) o vivían en el exilio interior (Aleixandre). Existe un diario inédito de Bodini, al que denominó Diario verde, escrito en sus primeros meses de permanencia en Madrid, en el que recoge y comenta todo lo que ve y los encuentros realizados en esas fechas (Giannone, 2018: 88). Es indudable que su publicación sería de gran interés tanto para los estudiosos de la poesía española de ese período como para el mundo del hispanismo italiano.
También tuvo ocasión de conocer a Camilo José Cela que en aquel tiempo residía en la calle de Alcalá y había publicado obras como La familia de Pascual Duarte (1942, reseñada desde Italia por Bodini en 1945), Pabellón de reposo (1943) y Nuevas andanzas y desventuras del Lazarillo de Tormes (1944), aunque también probaba suerte en el mundo de la pintura. Probablemente Bodini acudió en diciembre de 1947 a la presentación de una de sus exposiciones en la madrileña Librería y Sala de Exposiciones Clan, local que cita en uno de sus artículos de contenido español, concretamente el titulado «Amici e nemici del poeta andaluso» (Giannone, 2013: 79-82). En otra ocasión, en compañía de Cela, al que denomina el Moravia español, se acerca a saludar a Pío Baroja con motivo de su cumpleaños, argumento que tratará en su crónica «Don Pío Baroja», publicada el 30 de enero de 1947 en La Fiera letteraria y finalmente recogida en su obra póstuma Corriere Spagnolo (Bodini, 2013: 46-48). Oreste Macrì señala que durante su periplo español también entró en contacto con antifranquistas como Tierno Galván (Luceri, 2017:47).
Las primeras crónicas periodísticas enviadas desde Madrid por parte del becario italiano son de carácter político, muy técnicas y para nada complacientes con la realidad política española (Bodini, 1984: 167-186). Pero Mario Pannunzio, director del periódico Risorgimento Liberale le recomienda que le mande reportajes de contenido más cotidiano, en las que se hable de la vida en España, de sus comidas y costumbres, etc. (Giannone, 2013: 11).
En dichas crónicas españolas de carácter más costumbrista el crítico italiano se muestra más interesado por lo que él considera, con ojos lorquianos, la España auténtica, profunda, por lo que prefiere retratar las figuras de gitanos, cantaores y toreros, intentando de este modo entrar «nell’inconscio popolare e collettivo della Spagna» (Pagliara, 2013: 79). Bodini llegó a España con dos lentes deformantes: Lorca y Lecce. Va a focalizar su interés en lo que ya interpretó Lorca y en todo aquello que sea más próximo a la cultura de su región de origen.
Cuando apenas llevaba unos meses residiendo en la capital es testigo de un funeral de Estado, evento que dará ocasión a una de sus crónicas, «A Madrid è morto un poeta» (Risorgimento liberale, 2 febrero 1947). El poeta fallecido es Manuel, el hermano de Antonio Machado. Mientras que los periódicos del régimen le dedican encendidos elogios y a sus exequias acuden el ministro de Educación y diversas autoridades por su condición de académico de la lengua, el joven investigador en su crónica no muestra especial simpatía hacia el escritor tanto por motivos estéticos como ideológicos.
Al día siguiente se publica una entrevista a Vittorio Bodini en el periódico Pueblo5 (lunes 3 de febrero de 1947). Con una prosa retórica y un título muy alambicado «El culto de las letras españolas en la Italia de hoy» se quiere dejar claro que la literatura española despierta gran interés en Italia. Creemos que se trata de una colaboración censurada, o por lo menos con una información sesgada y recortada. El artículo es toda una declaración de intenciones. En un momento de aislamiento internacional, se presenta a Bodini como un gran admirador y propagador de las letras hispanas. Al mismo tiempo se destaca su vocación de traductor de autores como Larra y Lope de Vega y se resalta que en la actualidad prepara una antología sobre la poesía española del siglo presente comenzando por Unamuno y acompañada de un largo estudio crítico. «De esa antología he publicado ya una larga selección en la revista Poesias, de Milán. La obra hay mucho deseo de conocerla en Italia» (L. Dolfi, 2014: 83). Como podemos observar, el anónimo periodista habla de una antología de poetas españoles contemporáneos pero únicamente cita a Unamuno, ni Lorca ni Alberti ni Larrea aparecen mencionados.
En otro momento de la entrevista Bodini se declara sin ambages un italiano meridional y, por lo tanto, su interés por la literatura española es un paso completamente natural, dadas las semejanzas entre su lugar de nacimiento y la cultura española. Además, subraya el salentino, el suyo no se trata de un caso aislado, de ahí el título de la entrevista, sino que en Italia hay mucho interés por las letras españolas. Menciona en calidad de hispanistas a Carlo Bo, Oreste Macrì, Elio Vittorini y por supuesto a él mismo. Desconocemos si el periodista era conocedor de que Bo y Vittorini eran dos fervientes detractores de la España de Franco y de su régimen.
Ese mismo año en la revista dirigida por su amigo Masoliver Entregas de poesía (1947, IV, 24) se publicarán poemas de Caproni, Sereni, Bodini y Bassani, aunque solamente en versión italiana. En calidad de amigo de Masoliver, Bodini tendrá mayor protagonismo tanto en lo que respecta al espacio asignado para su autobiografía como al mayor número de poesías presentadas. Veamos cómo se autopresenta:
BODINI, VITTORIO: Bari (6-I-1914). Como el anterior [Giorgio Bassani], pertenece a la generación poética de la guerra. Ha residido largamente en Florencia, formando parte del grupo montaliano (Luzi, Bigongiari, Zampa, etc.), que se reúne en el café «Giubbe Rosse». En Roma ha estado con los de Aretusa, Poesia y La Fiera Letteraria. Ha traducido a poetas españoles contemporáneos, singularmente a Ridruejo. En la actualidad es lector de italiano en Madrid; trabaja en una antología de poetas italianos modernos que publicará Adonais, y manda artículos al romano Risorgimento Liberale (Instituto Italiano de Cultura. Ríos Rosas, 37).
Obra poética: además de las poesías publicadas en Letteratura, Poesia, La Fiera Letteraria, Mercurio, etc., se anuncia ahora un libro suyo, Notte d’Europa. Para Guanda, de Modena, prepara también, en colaboración con el hispanista Oreste Macrì, una Antologia della nuova poesia spagnola, con traducciones en verso. Nueve poemas suyos, tres de los cuales, inéditos, se recogen en la presente entrega. (Luceri, 2017: 320-321)
No es ninguna casualidad que de todos los poetas españoles traducidos por Bodini hasta el momento, ahora únicamente cite a Dionisio Ridruejo (amigo personal de Masoliver). De nuevo vuelve a mencionar la antología de la poesía española contemporánea en colaboración con Macrì.
Al mismo tiempo, su estancia española, tan decisiva en todos los ámbitos de su actividad intelectual, también servirá para divulgar la poesía italiana contemporánea en versión española. Así en Cuadernos de literatura (1947) traducirá, ayudado por el poeta José Luis Cano, seis poemas de Ungaretti, entre otros muchos proyectos que no llegaron a materializarse.
Mientras tanto desde España continúa redactando y publicando en Italia sus crónicas periodísticas. En algún momento parece ser que alguien le recuerda que en sus reportajes apenas hay alusiones a la situación política española y por eso, posiblemente, escribe un nuevo comentario en Il Risorgimento liberale del 26 de junio de 1947 en el que explica claramente que él no ha venido a España para hablar mal de Franco, pues para hacer eso no le hacía falta desplazarse:
articoli contro Franco si possono scrivere tranquillamente senza muoversi di casa e non senza ragioni e argomenti, perché il regime franchista non cessa d’essere un regime dittatoriale che ricorre alla violenza contro l’opposizione e tiene ancora oggi il paese diviso fra vincitori e vinti (Bodini, 1984: 185)
A Bodini en esos momentos tal vez no le interesa en modo particular comentar la situación política española y, sin problemas, se relaciona con poetas y escritores españoles con independencia de su filiación política. De acuerdo con el historiador Fabio Grassi es necesario destacar «La prevalenza degli interessi culturali nel Bodini spagnolo su quelli politici» (Grassi, 1984: 755).
El estudioso y poeta italiano será mucho más crítico cuando regrese a su país y especialmente en los años sesenta cuando la editorial Einaudi, junto con Seix Barral, intenten dar voz a la represión española.
DE VUELTA A ITALIA
Con el regreso de Bodini a Lecce, hacia finales de los años cuarenta, los dos amigos hispanistas retoman el proyecto de la ansiada antología de poesía española contemporánea, llegando incluso a repartirse los poetas que les correspondería traducir y comentar a cada uno. Oreste Macrì le escribe a Bodini:
ti ricordo che i tuoi autori sono: M. Machado, Salinas, Diego, Prados, Aleixandre, Alberti, Cernuda, Altolaguirre, Hernández, Ridruejo, Alfaro, Champurcín, García Nieto. I miei: Darío, Jiménez, A. Machado, Valle-Inclán, Unamuno, Vilanova, Guillén, D. Alonso, Villalón, L. Panero, León Felipe, Rafael Morales, Lorca in comune (Pintacuda, 2017: 477).
De acuerdo con el plan de trabajo establecido, en mayo de 1950 (Pintacuda, 2017: 478) Bodini inicia la traducción de composiciones de Manuel Machado, a pesar de que años antes lo había tratado en modo bastante despectivo en un artículo ya citado. Por otro lado, y relacionado con lo anterior, a pesar de que hasta 1951 contemplaron su puesta a punto, la tantas veces mencionada y pluriproyectada antología con Oreste Macrì nunca se materializará en un libro (L. Dolfi, 2011).
Desde Italia el salentino mantendrá contacto con los amigos y poetas en España6 y con los exiliados españoles residentes en Italia o de paso por motivos varios (L. Dolfi, 2014: 17-31). Al mismo tiempo continuará escribiendo artículos de contenido español, que confluirán en el Corriere Spagnolo, y en los que, a diferencia de los publicados durante su estancia en nuestro país, predominará en mayor medida el elemento narrativo (Giannone, 2013: 15).
Desde su país Bodini se mostrará mucho más crítico con la situación política española. Como ejemplo tenemos su artículo «Lazarillo de Tormes», publicado en La Gazzetta del Mezzogiorno el 20 de octubre de 1951 (p.3).
A mano a mano che si penetra nell’intimo della Spagna d’oggi si ha sempre più insistente la sensazione di stare sfiorando dei confini infetti o comunque pericolosi ed illeciti –degli out of bounds– segnati su ogni vicolo, su ogni crocicchio da un esercito occupante. E la Spagna nera, nome con cui il diritto del vincitore designa con curiosa inversione la parte più vitale, più ricca d’intimo colore di questa nazione. È la Spagna nera tutto ciò che è popolare, cioè spagnolo, nelle sue manifestazioni più caratteristiche […] Spagna nera è insomma il popolo più istintivamente profondo e fantastico, pieno di slancio e capace delle cose più terribili o più delicate, e chi lo chiama in tal modo è la più scolorita borghesia d’Europa, priva di peso fuorché quelle briciole che gliene accordano le due forze che comandano veramente il paese: esercito e clero, fusi in tal maniera da capovolgere la massima: preti in chiesa e militari in caserma, vedendosi qui l’esercito accompagnare armato le processioni, e i suoi capi avere immancabilmente nel loro bagaglio un crocifisso, mentre poi i preti hanno tutti un’aria guerresca e brandiscono il crocifisso come una spada.
A partir de 1952 imparte docencia de literatura española en la Facoltà di Lingue e Letterature Straniere en la universidad de Bari y posteriormente en la de Pescara.7 Como traductor oficial de la casa Einaudi8 publica en ese mismo año el teatro lorquiano completo y en 1954 la editorial le encarga la traducción del Quijote, versión que se publicará en 1957 con gran éxito y que consagrará a Bodini como gran hispanista.
A pesar de que la tantas veces proyectada antología no se publicó nunca los textos ya traducidos para ese fin aparecerán incluidos en otras obras, por ejemplo, en Poeti stranieri del ‘900, edición al cuidado de R. Rebora (Scheiwiller, 1956), en la que el poeta traductor publicará versiones de Salinas, Aleixandre y Cernuda, tres de los poetas que le habían sido asignados precedentemente en la compilación diseñada con Macrì. Dos años después será el turno de las poesías de Pedro Salinas (Poesie, Lerici, 1958) y en su introducción recordará a Manuel Machado entre los poetas del 98. De 1962 es la versión bodiniana de Picasso9 de Vicente Aleixandre (Scheiwiller).
BODINI, EINAUDI Y LA SITUACIÓN CULTURAL ESPAÑOLA
Es de gran importancia destacar que en 1959 se intensifican las relaciones que ya existían entre las editoriales Seix Barral y Einaudi. Por dicho motivo se publican en italiano novelas que daban buena cuenta de la situación de miseria material y moral en la que vivía la España franquista. Todo ello, a pesar que en ese momento en Italia el realismo de corte social que triunfaba en España, era algo superado.
En marzo de 1959, en el Notiziario Einaudi (dirigido por Italo Calvino), Vittorio Bodini titula su aportación «In Spagna, dopo la generazione dei poeti si fa largo la generazione dei romanzieri» (Dolfi, 2014: 75). En dicho artículo traza un sintético cuadro de la literatura española contemporánea, empezando en la Generación del 98 y concluyendo con la nueva generación de los novelistas, entre los que está presente Juan Goytisolo, del que ha traducido uno de sus libros, Fiestas (Einaudi, 1959). La novela de Goytisolo había sufrido en España los vaivenes de la censura y había sido sometida a diversas tachaduras. En el informe de la censura previa los comentarios son claros y explícitos:
No se explica uno, literariamente digo, como estos autores, estos dos hermanos, tienen tanta aceptacion en el extrangero […] Hay que desenmascararlos en el extrangero. No hacerle el juego. No darles pies darles pies a heroísmos y martirios. Olvidarlos, que se pudriran solos. No tienen consistencia literaria alguna, solo politica por supuestas represiones. Condenemosle a la libertad, libertad vigilada. Es la sanción mayor que se les puede dar (Verdù, 2010).10
En mayo de 1959, tras el éxito de su traducción del Quijote y en consonancia con la política cultural einaudiana hacia la cultura española censurada (De Benedetto, 2016), la editorial italiana encarga al estudioso salentino una antología de la poesía española del siglo XX en donde, en principio, se recogerían sus versiones de poetas españoles contemporáneos más logradas:
È possibile che le versioni di Manuel Machado dovessero confluire nel progetto intrapreso da Bodini nel 1959 di pubblicare per Einaudi le traduzioni meglio riuscite dei poeti contemporeanei, in quello che definì un «quaderno d’un poeta che traduce per proprio esercizio e passione»; poi però, di fronte ai dubbi di riprodurre una sorta di doppione dell’antologia di Macrì, la raccolta assunse un taglio differente, orientandosi verso il surrealismo (Pintacuda, 2017: 478, n. 21).
También en ese mismo año tiene lugar en Formentor (Mallorca) el Primer Coloquio Internacional sobre novela, que contó con la presencia en la isla de Italo Calvino, en esos momentos hombre fuerte de Einaudi (Luti, 2014). Al año siguiente, en mayo de 1960, se celebra el Segundo coloquio, durante el cual nacen el Prix Formentor y el Prix International de Littérature. En la primavera de 1962 estarán en la isla balear para el coloquio Luigi Einaudi y Elio Vittorini.11 Poco después la dictadura declarará a Einaudi persona non grata por haber publicado en 1962 Canti della nuova Resistenza spagnola (1939-1961). Dicho libro originó diversas polémicas en Italia y en España. Manuel Fraga Iribarne, entonces ministro español de Información y Turismo, lo calificó como «repugnante libelo» (ABC, 9 de enero de 1963) y, entre otras cosas, se llegó a pedir la retirada de todos los ejemplares al Gobierno italiano y se le negó la entrada en territorio nacional al editor y a sus autores.
A partir de los años sesenta, Italia desde las filas de la cultura de izquierdas, se convertirá en una firme opositora, con tantas iniciativas (conferencias, debates, etc.) en favor de la libertad del pueblo español, con mayor énfasis que en otros países europeos. Además, se publicarán en dicho país (en edición bilingüe) obras que habían sido prohibidas en España, entre ellas Pongo la mano sobre España (trad. A. Repetto, Rapporti Europei, 1961) y Delitos contra la esperanza (trad. I. Delogu, Guanda, 1970), textos, ambos, de Jesús López Pacheco.12
En consonancia con lo anteriormente mencionado también Bodini será ahora muy crítico con el régimen de Franco. En diversas colaboraciones periodísticas, pero especialmente en la revista de Mario Pannunzio Il Mondo, comentará diferentes aspectos de la represión en España, con particular interés por la triste y difícil situación de los prisioneros políticos en las cárceles franquistas («Un poeta in carcere»,13Il Mondo, XII, 26 enero 1960).
Dal 1960 al 1966 l’ispanista poeta e prosatore, ormai trasferitosi stabilmente a Roma, firmò una serie di interessanti e lunghi articoli dal forte impianto civile oltre che letterario […] I temi ricorrenti negli articoli di quegli anno sono molteplici e toccano, in un gioco di specchi tra Italia e Spagna, le persecuzioni degli oppositori politici anche dopo la fine della guerra civile, il peso dell’esilio, il ruolo civile oltre che letterario della «generazione del ‘27», la «resistenza» delle nuove leve poetiche in Spagna tra gli anni Cinquanta e Sessanta, le responsabilità dell’Italia per la vittoria del franchismo (Denitto, 2016: 276-277).
Sin embargo, a pesar de reconocer el acierto en la utilización política de la literatura por parte de los jóvenes novelistas españoles también será muy severo cuando se trata de considerar la validez literaria de dichas novelas encuadradas dentro del realismo social y varias de ellas traducidas en Italia. Del mismo modo se mostrará muy riguroso con la calidad de dichas versiones, considerándolas en ocasiones apresuradas y superficiales («Romanzi come bandiere»,14Il Mondo, XIV, 22 maggio 1962).
En la misma línea ideológica está el artículo «Il poeta del Mediterraneo» dedicado a Rafael Alberti y publicado en el periódico Avanti del 25 de octubre de 1966 con motivo de la presentación de la versión italiana de Sobre los ángeles (Degli angeli, Einaudi 1966; trad. V. Bodini).15 De nuevo el crítico salentino destaca los méritos del poeta andaluz exiliado denominándolo «il primo poeta della Resistenza europea»:16
Ci parrebbe di mutilare l’immagine di Alberti staccando la sua poesia da quel profondo impegno umano e civile, che, prima ancora che scoppiasse la guerra di Spagna, lo aveva indotto a schierarsi a fianco degli umili e degli oppressi, contro ogni sopraffazione. Nel mondo non vi sono soltanto fiori ma anche spade, e il poeta non può occuparsi solo dei primi: tutta la vita, nella sua totalità, ha diritto al suo canto, ed egli respinge ogni conclusione di comodo, ogni graduatoria fra tema e tema, per tener fede all’integrità della sua missione. Rafael Alberti, per il triste privilegio che ha avuto la Spagna di doverla sperimentare in anticipo, è Stato il primo poeta della Resistenza europea.
La antología anteriormente mencionada de Bodini del año 1963, I poeti surrealisti spagnoli, además de su indudable e innovadora orientación crítica, formará parte de esta operación político-cultural que desde Italia pretendía dar a conocer las circunstancias de la dictadura franquista (Grasso, 2015).
RECONOCIMIENTO A LA LABOR DE BODINI POR PARTE DE LOS POETAS ESPAÑOLES: ALBERTI, LARREA Y VIVANCO
Bodini y Alberti
El compromiso de Bodini con la poesía española contemporánea también se refleja en su estrecha amistad con algunos de los poetas cuyas poesías tradujo. En el caso de Rafael Alberti la amistad llegó incluso a alcanzar el ámbito familiar (Giorgino, 2018). El primer encuentro personal entre Alberti y Bodini tendrá lugar el 24 de noviembre de 1961 en un hotel de Milán (Alberti entonces vivía su exilio en Argentina) en un acto en honor del poeta gaditano organizado por Alberto Mondadori, cuya editorial tenía los derechos en exclusiva de los textos albertianos en Italia. Este encuentro se plasmará en un artículo sumamente interesante «Incontro con Rafael Alberti» publicado en Il Mondo, el dos de enero de 1962 (p. 10). Entre 1963 y 1977 los Alberti vivirán en Roma y Bodini se convertirá en el principal intérprete y estudioso de los textos albertianos. Por su parte el poeta de la luz nunca olvidará a su amigo salentino. En un congreso celebrado en 1980 en homenaje al poeta y traductor fallecido, Rafael Alberti volvió a recordar la amistad y camaradería que los unió durante varios años, resaltando la importancia de su participación en el hispanismo italiano en momentos en los que algunos poetas carecían de voz por motivaciones políticas: «Nosotros, los poetas españoles –y sobre todo yo– debemos nuestro gran homenaje a Vittorio Bodini por su demostrado entusiasmo y amor a nuestra poesía, iniciados en aquellos años difíciles y censurados del franquismo» (Alberti, 1984: 614-615).
En un artículo publicado unos años después en El País (18 de agosto de 1985), de nuevo Alberti se referirá a Bodini como «gran poeta, hispanista y mi extraordinario traductor».
Bodini y Larrea
Otro poeta que mantuvo una interesante relación (epistolar) con Bodini fue Juan Larrea. El crítico nacido en Bari había traducido en 1941 dos poesías de Larrea en la revista Vedetta Mediterranea. Con motivo de la elaboración de su antología sobre el surrealismo español Bodini en 1960 le escribió a Larrea pidiéndole más composiciones publicadas e inéditas para su trabajo en ciernes (además de las presentes en la antología de Gerardo Diego), algo que el poeta desde su exilio argentino le negó en modo tajante. Sin embargo Bodini años más tarde volverá a ponerse en contacto con el poeta exiliado para pedirle permiso para la publicación de una carta y ante una serie de circunstancias concomitantes con su petición, Larrea cedió y permitió que su libro Versión celeste fuese publicado en Italia. Tal y como señala el propio Larrea en una misiva a Vivanco:
En cuanto a Bodini, es cierto que en 1960 rehusé facilitarle ningún poema nuevo para su antología. Pero años después, en julio del 66, volvió Bodini a pedirme autorización para publicar una carta que le había escrito al recibir su libro, y para recoger en volumen los poemas publicados por Gerardo, más los que él había encontrado en publicaciones ultraístas (presumo, Videla) y los inéditos si quisiera enviarle alguno. Como sólo un mes antes me había llegado de Berlín una petición de mi obra poética para su publicación en alemán y, pareciéndome chistoso y ya oportuno, les había ofrecido «Versión Celeste», según se lo dije a Bodini, no podía hacerle a éste de menos, razón por la que le ofrecí los mismos materiales. Lo curioso es que los germanos, después de varias cartas, de recibir mi original con euforia y de referirse a su próxima edición, desaparecieron de pronto sin dejar rastro. Misterios del siglo en que vivimos, pero que dio por resultado la edición italiana que de otro modo temo que nunca se hubiera producido (Yagüe, 1998: 215).
En 1969, por iniciativa de Vittorio Bodini y gracias al permiso concedido por Larrea desde Córdoba (Argentina), Versione Celeste ve la luz en la editorial italiana Einaudi.
Bodini y Vivanco
Para comprender la importancia de Vittorio Bodini en la difusión de la poesía española en Italia, especialmente de poetas con escasa visibilidad en su propio país por motivos políticos, consideramos de sumo interés incluir en este apartado algunos comentarios de la correspondencia (inédita hasta 1998) entre Juan Larrea y Luis Felipe Vivanco relativa a la publicación española de Versión celeste. Dado que dicho poemario, gracias a Bodini, se había publicado antes en versión italiana (1969) que en su edición original, con poesías en francés y castellano (Dolfi, 1995 y 1997, Yagüe, 1998 y 1999), es comprensible que se cite continuamente la versión bodiniana en la correspondencia relativa a su inminente publicación en España. En líneas generales se critican diversos aspectos de la versión italiana, muchas incorrecciones y errores de traducción, aunque también se le reconoce el mérito de haber sido su primer admirador y traductor (Yague, 1998 /L. Dolfi, 1995). Ello explica que Juan Larrea ante la noticia de la muerte inesperada de su traductor italiano en Roma el 19 de diciembre de 1970, información recibida por medio de la prensa argentina, le comente a Luis Felipe Vivanco su desazón ante la temprana desaparición del hispanista italiano: «Acabo de enterarme por La Nación de que anteayer murió Vittorio Bodini. Desconsuelo!» (21 diciembre 70) (Yagüe, 1998: 48).17
Por su parte la respuesta de Luis Felipe Vivanco, que solo había conocido en persona a Bodini en junio de 1969, es mucho más explícita y de mayor calado, pues demuestra haber reconocido la importancia de hispanistas como Bodini en la difusión de una cultura hispana que iba más allá de la imagen que el hispanismo del régimen ofrecía. Desde Madrid, el 31 de diciembre de 1970 Vivanco, que estaba padeciendo en su propia familia los zarpazos del tardofranquismo, le responde con unas palabras que demuestran la gran admiración que profesaba por intelectuales como Bodini:
La noticia de la muerte de Bodini me sorprende y apena, pues era hombre joven todavía y valioso conocedor y propagador de la España auténtica. La otra, la España sucedánea y francovitalicia –como yo la llamo anda desatinada estos días, volviendo al Cara al sol y el brazo en alto. Con todo cinismo se ha preparado la nueva apoteosis del Jefe y no sé cómo seguimos viviendo por aquí. Nosotros hemos tenido a nuestro único hijo –20 años, estudiante de ciencias biológicas– detenido tres días en celda de castigo y después multado… En fin, le deseo el mejor año posible. La mayor satisfacción íntima que he tenido en el 70, aparte la libertad a tiempo del chico,18 ha sido el ver traducidos –es decir, recuperados– y publicados los poemas de Versión celeste. (Yagüe, 1998: 49)
CONCLUSIONES
En este viaje a través de la vinculación y el compromiso con la cultura y las letras españolas de Vittorio Bodini hemos intentado destacar su posicionamiento del lado de una cultura hispana con un fuerte compromiso civil, siempre desde un enfoque de militancia cultural. Hemos presentado a un escritor e intelectual europeo que fue uno de los grandes protagonistas (entre otras múltiples facetas) del hispanismo italiano a partir de la segunda posguerra y cuyo amor y dedicación a la literatura española y a su cultura han sido una constante en su vida. Hemos seguido su trayectoria como hispanista desde sus inicios y hemos intentado demostrar que fue uno de los mayores conocedores de la poesía española del siglo XX. Es preciso resaltar, de modo especial, su gran interés por la poesía contemporánea del exilio. Con sus versiones y sus introducciones críticas, amén de sus innumerables artículos periodísticos, creó espacios de libertad para las letras hispanas en tierras italianas, ayudando a tener presente la situación de censura y represión padecidas por la sociedad y la cultura españolas en los duros tiempos de la dictadura franquista y colocando a la poesía contemporánea hispana en el puesto que le correspondía dentro del contexto europeo. Al mismo tiempo, sus trabajos abrieron innovadoras y originales vías de investigación dentro del ámbito de la hispanística.
A modo de conclusión nos gustaría destacar que Vittorio Bodini está todavía muy presente en las aulas y bibliotecas universitarias; su antología sobre el surrealismo español figura en la mayor parte de los programas que contemplan el análisis de la poesía española del siglo XX. Menos conocida es su faceta de estudioso y traductor de la literatura del siglo de Oro, si bien conviene resaltar que su versión del Quijote marcó un hito en la historia de la traducción de Cervantes en Italia.
BIBLIOGRAFIA
ALBERTI