Azores - Carnet de viaje - VVAA - E-Book

Azores - Carnet de viaje E-Book

VVAA

0,0

Beschreibung

Situado en pleno océano Atlántico, casi a medio camino entre América del Norte y Europa, el archipiélago de las Azores está formado por nueve islas. Por todas partes, el océano, decorado con la espuma de sus olas, ofrece una mirada al infinito. Auténtico paraíso ecológico, las Azores son un remanso de paz cuyos colores fascinan a los viajeros. Las múltiples tonalidades verdes de las islas se ven realzadas aquí y allá por el azul perenne de las hortensias que flanquean las carreteras y los caminos. Todos los colores se amplifican cuando el sol se abre paso entre las nubes. El origen volcánico del archipiélago ofrece paisajes espectaculares, desde la caldera de Sete Cidades hasta el Pico, de 2351 metros, la cumbre más alta de Portugal. Las escarpadas costas de basalto y los lagos esmeralda que centellean en el corazón de los volcanes harán las delicias de los excursionistas en busca de una naturaleza salvaje y virgen. Déjese sorprender por una gastronomía tradicional compuesta por excelentes productos regionales: del queso de São Jorge a las dulces plantaciones de piña, sin olvidar el cozido de ternera en los vapores sulfurosos de Furnas. Entre el mar y la tierra, ¡despierte sus sueños de aventura! Venga a contemplar a los cetáceos que reinan en el océano y surfee sus olas, a menudo suntuosas, sumérjase en las aguas azules y sorpréndase con la riqueza de los fondos marinos. En tierra, descubra la exuberante vegetación que trepa por las laderas de los cráteres dormidos que se lanzará a conquistar; desde lo alto de los vertiginosos acantilados y los numerosos miradores descubrirá paisajes inmensos. ¡Una experiencia mágica!

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 237

Veröffentlichungsjahr: 2025

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Índice

¡Bienvenido a las Azores!

DESCUBRE

Lo más destacado de las Azores

Ficha técnica

Las Azores en 10 palabras

Pinceladas sobre las Azores

Historia

Población

Arte y cultura

Fiestas

Cocina local

Deportes y ocio

Personajes ilustres

AZORES ORIENTALES

São Miguel

Santa Maria

AZORES CENTRALES

Terceira

Graciosa

Faial

Pico

São Jorge

AZORES OCCIDENTALES

Flores

Corvo

INFO PRÁCTICA

Info práctica

Galería de fotos

Galería de mapas

¡Bienvenido a las Azores!

¡Bienvenido a las Azores! - Turista en la isla de São Miguel.

© alexandrumagurean – iStockphoto.com

Situado en pleno océano Atlántico, casi a medio camino entre América del Norte y Europa, el archipiélago de las Azores está formado por nueve islas. Por todas partes, el océano, decorado con la espuma de sus olas, ofrece una mirada al infinito. Auténtico paraíso ecológico, las Azores son un remanso de paz cuyos colores fascinan a los viajeros. Las múltiples tonalidades verdes de las islas se ven realzadas aquí y allá por el azul perenne de las hortensias que flanquean las carreteras y los caminos. Todos los colores se amplifican cuando el sol se abre paso entre las nubes. El origen volcánico del archipiélago ofrece paisajes espectaculares, desde la caldera de Sete Cidades hasta el Pico, de 2351 metros, la cumbre más alta de Portugal. Las escarpadas costas de basalto y los lagos esmeralda que centellean en el corazón de los volcanes harán las delicias de los excursionistas en busca de una naturaleza salvaje y virgen. Déjese sorprender por una gastronomía tradicional compuesta por excelentes productos regionales: del queso de São Jorge a las dulces plantaciones de piña, sin olvidar el cozido de ternera en los vapores sulfurosos de Furnas. Entre el mar y la tierra, ¡despierte sus sueños de aventura! Venga a contemplar a los cetáceos que reinan en el océano y surfee sus olas, a menudo suntuosas, sumérjase en las aguas azules y sorpréndase con la riqueza de los fondos marinos. En tierra, descubra la exuberante vegetación que trepa por las laderas de los cráteres dormidos que se lanzará a conquistar; desde lo alto de los vertiginosos acantilados y los numerosos miradores descubrirá paisajes inmensos. ¡Una experiencia mágica!

LAS AZORES.

© Petit Futé

DESCUBRE

DESCUBRE - Mirador de la Boca do Inferno, en São Miguel.

© Petr Pohudka – shutterstock.com

Lo más destacado de las Azores
Un mundo oceánico

Un mundo oceánico - Buceo con tiburones.

© Vpommeyrol – iStockphoto.com

Por supuesto, el mar es aquí omnipresente. Se mire hacia donde se mire, el azul celeste se ve acunado por el blanco de la espuma. Esta presencia ineludible fascina: la impresión de infinito es estimulante. A un lado, la Europa continental; al otro, América. Y en medio, ballenas y delfines que se pueden admirar durante casi todo el año: momentos de emoción inolvidables. Se puede volar sobre las olas, coger un barco, bucear o nadar, degustar pescados y mariscos... ¡el Atlántico está en todas partes!

Paisajes verdes y sorprendentes

La flora de las Azores es el punto culminante del espectáculo. Caminar por un sendero bordeado de centelleantes hortensias azules, mientras aquí y allá grupos de azaleas y agapantos dormitan al pie de altos plátanos, respirando el aire fresco del mar, es un placer incomparable. Casi todo el año, las Azores van ofreciendo nuevas sinfonías de colores y aromas embriagadores. Los volcanes extintos forman un relieve abigarrado que exhibe una gran variedad de paisajes. El entrelazamiento del mar y la tierra, la costa dentada de basalto, la arena negra y las piscinas naturales, los lagos volcánicos, las extrañas fumarolas volcánicas que emergen de las profundidades de la tierra: las Azores son un espectáculo natural delicioso y fácil de disfrutar. Cascadas que se precipitan en gargantas bañadas por el sol, exuberantes colinas verdes que se elevan junto a volcanes extintos, densos bosques que dan paso a apacibles lagos y riberas llenas de sutiles fragancias que se abren a una misteriosa colada de lava convertida en roca basáltica. Llanuras fértiles y montañas lejanas, volcanes brumosos y ciudades despejadas: nuestros sentidos se despiertan a cada instante.

Los volcanes y sus lagos

Los volcanes y sus lagos - Terceira, tierra de volcanes.

© FCG – Shutterstock.com

En las Azores la actividad tectónica se observa por todas partes. El vulcanismo ha dejado aquí huellas fascinantes: Ponta do Pico, el punto más alto de Portugal, con 2351 metros, supone una gran ascensión, y en un día despejado las vistas desde la cumbre son impresionantes; en São Miguel, las fumarolas del lago Furnas y los lagos de cráter de Fogo y Sete Cidades son verdaderas maravillas. En Faial podrá ver el volcán Capelinhos, que nació... ¡en 1958! Casi setenta años después sigue siendo una especie de desierto de cenizas en proceso de sedimentación. En Flores y Corvo, los lagos de cráter recuerdan un paisaje de Auvernia o Escocia, ¡pero con hortensias y el mar a sus pies! Senderos señalizados, proximidad de ciudades y pueblos: estos volcanes y sus lagos son perfectos para el senderismo y el excursionismo.

Un destino aún a salvo del turismo de masas

Un destino aún a salvo del turismo de masas - Vista de Capelinhos desde Cabeço do Canto.

© Chloé OBARA

Pero, ¿por cuánto tiempo? Aunque la ausencia de grandes playas repletas de cocoteros ha mantenido al archipiélago al margen de la afluencia turística masiva de Madeira o Canarias, es probable que la llegada de los vuelos de bajo coste cambie algo las cosas. De momento, un viaje a las Azores sigue sorprendiendo por la autenticidad: fuera de la temporada estival hay muy pocos turistas, y abundan los espacios abiertos vírgenes, las rutas de senderismo solitarias, las carreteras rurales tranquilas, los pueblos apacibles, las pequeñas ciudades a escala humana y una cálida acogida digna de las islas. ¡Un verdadero pequeño paraíso!

Un rico patrimonio

Un rico patrimonio - ANGRA DO HEROÍSMO

© ABB Photo – shutterstock.com

Se habla mucho de la belleza natural del archipiélago, pero también hay que destacar que la gente ha sabido integrarse perfectamente en esta geografía. La arquitectura colonial portuguesa es sencilla y luminosa: pueblos blancos con bellos balcones y magníficos jardines, y pequeñas ciudades de arquitectura barroca y de los siglos XVIII y XIX. Merece la pena visitar las principales ciudades de las islas: Angra do Heroísmo, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, está repleta de tesoros; Horta, la escala marítima internacional, luce un puerto histórico muy bonito y un casco antiguo encantador; Ponta Delgada también tiene su encanto característico del viejo mundo. Sin olvidar los atractivos paisajes rurales de bocage, con sus vacas y sus setos de hortensias: las Azores son un regalo de la naturaleza que el hombre ha sabido hacer suyo con equilibrio y respeto.

Ficha técnica
La bandera de las Azores

La bandera de las Azores - Bandera de las Azores.

Región autónoma desde 1976, Azores ha conservado del continente los colores originales de su bandera —el azul y el blanco—. Y también ha mantenido la misma construcción de la bandera de Portugal: un fondo dividido en dos partes que ocupan un tercio y dos tercios del espacio respectivamente, con el escudo de Portugal inscrito en un extremo. El azor, el pájaro dorado de alas desplegadas que domina orgulloso el primer plano de la bandera, es una especie bien conocida en las Azores, aunque nunca se ha registrado ningún ejemplar allí. Pero « azor » se traduce como açor en portugués.

País

País - PARQUE NATURAL DA RIBEIRA DOS CALDEIRÕES

© Cicero Castro – shutterstock.com

País: Portugal.

Nombre oficial del territorio: Región Autónoma de las Azores.

Superficie: 2335 km² repartidos en nueve islas.

Población

Población: 241733 habitantes (en 2022).

Densidad: 103,5 habitantes/km².

Economía

Moneda: euro.

PIB: 4261 millones de dólares (2021).

PIB por habitante: 17500 euros.

PIB por sectores: sector terciario (servicios administrativos públicos, turismo): 77,7 %; sector secundario (construcción, industria de transformación): 15,5 %; sector primario (agricultura, ganadería): 6,8 %.

Tasa de crecimiento: +2,7 %.

Tasa de desempleo: 8,2 %.

Huso horario

Las Azores se encuentran en el huso horario GMT -1. Durante todo el año, cuando es mediodía en Madrid, son las diez de la mañana en las Azores. De acuerdo con las leyes de la Unión Europea, el reloj se adelanta una hora el último domingo de marzo y se atrasa una hora el último domingo de octubre.

Clima

Clima - Bloque meteorológico de las Azores.

Templado. Las temperaturas oscilan entre los 14 °C en invierno y los 23 °C en verano. La temperatura del agua varía entre los 16 y los 23 °C. Pero hay microclimas distintos en las islas e incluso dentro de una misma isla.

Las Azores en 10 palabras
Anticiclón

El anticiclón de las Azores, cuyo suave nombre se menciona a menudo en los partes meteorológicos, se disipa a veces como la bruma matinal. De hecho, cuando está instalado justo sobre el archipiélago no es garantía de buen tiempo; es mejor que se aleje un poco. Fueron meteorólogos franceses quienes descubrieron la ubicación del fenómeno en el siglo pasado, y este descubrimiento fue en parte responsable de la creación de la estación de investigación en la isla de Flores. Los azorianos, siempre optimistas y un poco fatalistas, dicen que en las Azores no es raro vivir las cuatro estaciones en un solo día.

Arquitectura

Las Azores forman parte de Portugal y su arquitectura recuerda mucho a la del continente, en particular a la del Alentejo, región de la que procedía la mayoría de los primeros colonos. Pero la abundancia de roca volcánica ha tenido una influencia primordial, ya que allí donde se ve piedra son las entrañas de la Tierra las que aparecen, negras o de un marrón oscuro, en las esquinas de los muros, en los dinteles de las puertas o en los arcos de carga. La isla con una arquitectura más notable es sin duda Terceira, con sus mansiones construidas por ricos armadores y sus coloridas iglesias e impérios (capillas).

Artesanía

Artesanía - Scrimshaw.

© Chloé OBARA

Cerámica y cestería en todas las islas, scrimshaw (esculturas hechas con huesos y dientes de cachalote, cuyo comercio está muy regulado) en las islas balleneras de Pico y Faial, esculturas diáfanas hechas con médula de higuera, bordados, cerámica, guitarras locales, colchas, alfombras... En las tiendas más turísticas también se pueden encontrar esculturas realizadas con piedras volcánicas. Sin embargo, la artesanía no es realmente la especialidad local.

Autonomía

Alejado de Lisboa, el archipiélago siempre ha gozado de una relativa autonomía, que es oficial desde la Constitución de 1976: las Azores están administradas por un gobierno regional y una asamblea legislativa local. Aunque apenas se reclama la independencia, ningún azoriano aceptaría la injerencia del gobierno central en los asuntos locales. Además, los azorianos aplican su propia sensibilidad política, distinta de la portuguesa y adaptada a su particular entorno. Más prósperos económicamente que el continente, más respetuosos con el medio ambiente y más liberados de problemas sociales, harían muy mal en renunciar a la autonomía política que han adquirido tras largas negociaciones.

Ballenas

El animal mítico de las Azores, la ballena —o más exactamente el cachalote—, seguía cazándose hasta 1987, sobre todo en las islas del grupo central. Pero no a la manera de los buques factoría japoneses o noruegos, con sus cañones y su elevada productividad: hasta el final, se cazaba con remos y arpones. La leyenda de la ballena Moby Dick sigue viva en las Azores, sobre todo en Lajes do Pico, Capelas (isla de São Miguel) y Flores. Y los viejos balleneros están lejos de ser viejos. Cuando hace buen tiempo, se puede salir al mar para avistar la gran ballena, en excursiones que se organizan desde la mayoría de las islas, con un coste de entre 50 y 100 euros por persona. Horta es el mejor lugar para esta actividad, ya que el corredor marino del archipiélago central es la zona más rica en cachalotes. A veces estos animales pueden verse incluso desde el ferri interinsular, o también desde la costa.

Colores

Cada isla está asociada a un color, que corresponde a la vegetación, la tierra o el imaginario. São Miguel es conocida como « la isla verde », Faial es azul, Graciosa se viste de blanco, Santa Maria ve la vida en rosa, Flores es amarilla, São Jorge marrón, Terceira lila, Corvo gris y Pico es negro basalto.

Hortensias

Originaria de Asia e introducida en las islas por los portugueses, este magnífico arbusto de flores rosas, lilas y violetas se ha convertido en una auténtica mascota del archipiélago. Utilizada por los agricultores para delimitar los setos de sus cercados, pero también para decorar los márgenes de los caminos, esta planta ha proliferado por todo el archipiélago y también se ha instalado en lugares salvajes (las laderas y los cráteres de los volcanes). Confiere un carácter insólito, romántico y original a los paisajes de la isla. Favorecidas por el clima subtropical, las hortensias de las Azores tienen un tamaño colosal. Florecen desde finales de mayo hasta finales de agosto, siendo junio y julio los mejores meses para disfrutar de su floración, que ilumina todo el archipiélago.

Espíritu Santo

Desempeña un papel fundamental en la vida de los azorianos, especialmente durante las ocho semanas de la fiesta del Espíritu Santo, que se celebra cada año en las nueve islas entre el Domingo de Resurrección y el Domingo de la Trinidad. Introducidas en Portugal en el siglo XIV, estas celebraciones han conservado su vitalidad en el archipiélago. Hoy en día, cada isla tiene su propio ritual específico para las fiestas, pero en todas partes siguen siendo un acontecimiento importante que los lugareños preparan a veces con varios años de antelación.

Té - Té de São Miguel.

© HeadSpinPhoto – shutterstock.com

Por sorprendente que parezca, las Azores son el único lugar de Europa donde se cultiva té. Las primeras plantaciones se establecieron en São Miguel, en 1870, como alternativa sensata al cultivo del naranjo, en grave crisis durante la segunda mitad del siglo XIX. Ocho años más tarde, la llegada a la isla de dos chinos procedentes de Macao propició la primera cosecha y la preparación de las hojas. Dieciocho kilos de té se exportaron entonces a las capitales británica, francesa y portuguesa: se iniciaba la cultura del té en las islas. Hoy existen dos fábricas de té en la costa norte: una en Porto Formoso y otra en Maia. Puede visitarlas y degustar su producto y, por supuesto, llevarse un poco a casa en el equipaje.

Vacas

¡Otra mascota de las Azores! Las vacas forman parte del paisaje de soto tan típico de las islas. Encontrará principalmente vacas blancas y negras de la raza frisona, originaria de los Países Bajos, ¡otro testimonio más del legado de los neerlandeses en el archipiélago! Han sido seleccionadas por su gran capacidad como vacas lecheras.

La ramo grande, importada por los portugueses del continente, ha forjado su propia identidad azoriana. Resultado de un posible cruce entre una raza inglesa y otra portuguesa, debe su nombre a la llanura de Ramo Grande, en la isla de Terceira. De pelaje rubio a marrón rojizo, cada vez adquiere más prestigio por la calidad de su carne. Por último, en las Azores hay más vacas que azorianos. No es raro cruzarse en la carretera con un rebaño conducido por su ganadero. Así que ármese de paciencia y admire el paisaje y los traseros de las animales...

Pinceladas sobre las Azores
Geografía

Geografía - Monte Pico, estratovolcán, Azores.

© Mlenny – iStockphoto.com

El archipiélago de las Azores está formado por nueve islas principales situadas entre los 36° 55' y los 39° 43' de latitud norte (Santa Maria y Corvo) y entre los 24° 46' y los 31° 16' de longitud oeste (Formigas y el islote de Monchique, cerca de Flores). Forma parte de la Macaronesia, un grupo de islas que comprende las Azores, las Canarias, Cabo Verde y Madeira. Se extiende a lo largo de casi 600 kilómetros, a unas 760 millas náuticas al oeste de Lisboa y unas 2110 millas náuticas al este de Estados Unidos. El archipiélago se divide generalmente en tres grupos principales de islas: el grupo oriental (São Miguel y Santa Maria), el grupo central (Terceira, Graciosa, São Jorge, Pico y Faial) y el grupo occidental (Flores y Corvo). Tiene una superficie total de 2335 kilómetros cuadrados.

Azores orientales. El más oriental de los tres grupos de islas del archipiélago dista unos 1500 km de la costa portuguesa, 2000 km de la costa marroquí y 150 km de las Azores centrales. Incluye la isla mayor, São Miguel, con la capital del archipiélago, Ponta Delgada, y la isla de Santa Maria, especialmente popular por sus playas.

Azores centrales. Las Azores centrales son el mayor de los tres grupos de islas del archipiélago. También es el grupo con las islas más próximas entre sí. Terceira, São Jorge, Pico, Faial y Graciosa están más interrelacionadas que el resto de las islas. Aquí encontrará más contrastes, ya que cada isla tiene su propio carácter. Dependiendo de la temporada, también podrá viajar en barco de isla a isla, mientras que para conectar los tres grupos de islas tendrá que tomar un avión. Si cruza por mar, es muy posible que pueda avistar bancos de delfines... o incluso cachalotes.

Si quiere ver la mayor diversidad posible en las Azores y solo tiene tiempo para visitar un grupo de islas, este es el que debe elegir. Entre el volcán de Pico, el puerto de Horta, los paisajes rurales de São Jorge y Graciosa y la bella arquitectura de Angra do Heroísmo, en Terceira, las posibilidades son numerosas, y es claramente aquí donde el patrimonio humano es más interesante. Las Azores centrales se hallan a unos 150 km de las Azores occidentales y a 250 km de las Azores orientales.

Azores occidentales. En el extremo occidental del archipiélago, Flores y Corvo están separadas de las Azores centrales por unos 150 km de agua, y de las Azores orientales por unos 500 km. Son el último bastión de Europa. Sus habitantes tienen la mirada clavada hacia el otro lado, hacia América, que está a solo dos tercios de trayecto cuando uno viene de Europa. De hecho, hacia allí emigran de forma natural los habitantes de esta curiosa tierra perdida en medio del mar. 450 habitantes en Corvo, 4000 en Flores... que solo tiene 141,4 km², mientras que Corvo tiene... ¡17! Un mundo muy pequeño pero con una belleza natural majestuosa. Y por todos lados, el océano.

Clima

En invierno, el archipiélago no es un destino de playas y cocoteros pero, aunque llueva mucho, las temperaturas son bastante suaves; en verano el tiempo puede cambiar rápidamente, pero las temperaturas son muy agradables. Sin embargo, cada isla tiene su propio clima y microclimas, sobre todo en las fajãs o en las zonas altas. No es raro, por ejemplo, que Ponta do Pico esté envuelta en nubes mientras en la costa el tiempo es radiante. Las temperaturas oscilan entre los 14 °C en invierno y los 23 °C en verano, pero a veces pueden descender hasta los 5 °C, sobre todo a mayor altitud. Por el contrario, en los días calurosos de verano las temperaturas pueden alcanzar casi los 30 °C en la costa. De octubre a abril las lluvias son frecuentes, pero suelen ir seguidas de magníficos claros, y el tiempo suele ser suave. La niebla puede ser persistente en las zonas altas y el viento muy fuerte, llegando a impedir el despegue de los aviones o la salida de los barcos. De mayo a septiembre, el clima es más estable, el calor nunca es sofocante y la temperatura del agua es muy agradable, pero no se deje engañar: las cumbres pueden ser igual de brumosas y el viento fuerte.

El famoso anticiclón

Para los no iniciados, a menudo las Azores solo son conocidas por los partes meteorológicos que mencionan la presencia de un determinado anticiclón. Se trata de uno de los fenómenos meteorológicos más conocidos porque influye directamente en el clima europeo.

Se trata en realidad del anticiclón del Atlántico norte, que se divide en anticiclón de las Bermudas y anticiclón de las Azores. Un anticiclón es una zona atmosférica de altas presiones. En el hemisferio norte, los vientos fluyen en el sentido de las agujas del reloj. Este fenómeno genera buen tiempo, ya que el aire que se calienta es relativamente seco.

El sistema anticiclónico Bermudas-Azores se desplaza con las estaciones: se centra en el triángulo de las Bermudas en verano y otoño, y en las Azores en invierno y primavera. Este fenómeno es en gran parte responsable del clima cálido o templado de América del Norte y Europa occidental, ya que transporta aire caliente desde las Antillas. De ahí los veranos abrasadores de América del Norte y los inviernos suaves de Europa occidental y las Azores, protegidos de las corrientes de aire frío procedentes del Atlántico norte y del Ártico.

Medioambiente

Los azorianos aman su archipiélago, las flores y la tranquilidad. Sin duda, son más concienzudos que sus compatriotas del continente, que no dudan en arrojar papeles, cajas y otros envoltorios por las ventanillas de los coches, ensuciando el suelo y dejando algunos lugares con una auténtica alfombra de basura.

El archipiélago está, pues, lejos de ser un vertedero. Los miradores, que a menudo son también áreas de pícnic, están muy cuidados, y la atención que se presta a los setos de flores que alegran el paisaje azoriano es realmente admirable. Está claro que a la gente le gusta adornar su isla con las mejores galas, como para seducir al paseante, y la disposición de los pequeños campos rodeados de muros bajos de basalto es un verdadero regalo para la vista.

Sin embargo, esto no ha impedido la deforestación intensiva. No olvidemos que las islas estaban totalmente cubiertas de bosques en la época de los descubrimientos. Contemplar la vegetación primitiva del archipiélago es ahora un lujo. De hecho, ha surgido un nuevo problema: la importación de numerosas especies vegetales ha alterado profundamente el paisaje, cuando la intención original era hacerlo más atractivo. La Cryptomeria japonica, introducida hace unos cien años, crea un paisaje pintoresco, pero su proliferación perjudica el desarrollo de la vegetación autóctona; aún más problemático es el caso del Pittosporum, tan extendido que está impidiendo el crecimiento de las hayas, especie endémica del archipiélago (Faia significa « haya » en portugués), muy exigentes con la luz y emparentadas con el Pittosporum.

Por último, la conteira (Hedychium gardnerianum) o jengibre blanco, con sus brillantes ramilletes de flores de color amarillo dorado, se importó para embellecer los caminos, pero se ha revelado como una verdadera molestia, introduciéndose por doquier como una indeseable: sus rizomas forman una masa compacta en el suelo que impide el crecimiento de otras plantas. En realidad, se trata de una cannácea silvestre (Hedychium gardnerianum) originaria del Himalaya oriental (Nepal y Sikkim), prima del jengibre, que algunos consideran el Hedychium más bello. Esta planta alcanza los dos metros de altura y sus flores desprenden una fragancia embriagadora. Todo hace temer que la flora de las Azores se empobrezca si no se hace algo para contrarrestar su desarrollo. Afortunadamente, muchos parques garantizan hoy la supervivencia de ciertas especies endémicas y animan a los visitantes a implicarse más en la protección de la naturaleza. Por el momento, el desarrollo turístico se centra en el lado auténtico y salvaje del archipiélago, atrayendo a un tipo de viajero amante de los grandes espacios y respetuoso con el medio ambiente. Sin embargo, la explosión turística que podría producirse en los próximos años podría poner en peligro este frágil equilibrio.

Flora y fauna

Flora y fauna - Delfines en las Azores.

© percds – iStockphoto.com

Fauna

Cuando los primeros colonos portugueses llegaron a las Azores, el archipiélago carecía por completo de especies endémicas de mamíferos y aves. Sin embargo, desde entonces se han introducido muchos especímenes, lo que confiere a la fauna local un grado de diversidad similar al de la Europa continental.

Flora

En las Azores se han registrado unas 850 plantas; sesenta son endémicas, mientras que el resto ha sido importada por el hombre. Las especies endémicas más notables son el laurel, el brezo, el cedro y el enebro (Juniperus brevifolia). La elevada humedad también favorece los suelos musgosos. ¡Hay más de cuatrocientas especies diferentes en el archipiélago! Una de las especies introducidas más interesantes es el drago (Dracaena draco), importado del archipiélago de Cabo Verde.

Un viento cargado de sal oceánica, el « mata vacas », causa daños a la vegetación y a los rebaños. También dificulta parcialmente el desarrollo del bosque natural, que tiende a confinarse en barrancos, grietas y cumbres inaccesibles. Por último, el Pittosporum, muy extendido y que está cambiando el paisaje de las Azores de forma bastante radical, se introdujo hace mucho tiempo para proteger los naranjos.

São Miguel (hacia el Pico da Vara), Pico (ruta transversal hacia el interior) o Terceira (hacia la Serra da Santa Bárbara) son las mejores alternativas para admirar la flora endémica.

Historia

Los grandes descubrimientos y el Imperio portugués

Prudentes, los historiadores creen actualmente que las islas fueron descubiertas por los portugueses a su regreso de Madeira. Sin embargo, antiguos mapas italianos, como el Atlas Medicis de 1351, mencionan un grupo de siete islas que bien podrían ser nuestro archipiélago, y que responden a los apacibles nombres de Cabreras, en el este, Insule de Brazi, Colombi Ventura y San Zorzo en el centro, y al norte Corvi Morini (cuervos del mar). Además, algunos rastros en la isla de Corvo sugieren que los vikingos se detuvieron allí alrededor del siglo X.

Dada la confusión en torno a las fechas exactas del descubrimiento del archipiélago, algunos han sugerido que la existencia de las islas se mantuvo en secreto por temor a la piratería hispana o italiana. Una confusión similar rodea el nombre de su descubridor. La tesis más popular habla de Gonçalo Velho Cabral, un monje que había forjado su carácter ejecutando a algunos infieles durante las Cruzadas. Enviado por Enrique el Navegante para tomar posesión de la isla en nombre de Portugal el 15 de agosto de 1432, la llamó Santa Maria.

La « invención » de las Azores portuguesas

Por orden, los navegantes portugueses descubrieron posteriormente São Miguel, Terceira, Graciosa, Pico, Faial, São Jorge y, finalmente, Flores y Corvo. En cuanto al nombre genérico de las Azores, procede de los numerosos pájaros que los primeros navegantes vieron sovrebolando sus embarcaciones, y que tomaron por buitres (azores en portugués). Los buitres solo eran milanos, pero el nombre se quedó. Otra explicación es que el topónimo es el resultado de un error de pronunciación. « Azul » se llama también azul en portugués, pero los marineros españoles lo habrían pronunciado mal, fonéticamente [azor]. Azores provendría pues de « las islas azules ». Podemos suponer que sus primeros habitantes se guiaron por el interés de establecer una base naval en la ruta hacia las Indias. En cualquier caso, y esta vez según fuentes contrastadas, Gonçalo Velho fue el gran instigador del poblamiento de las islas, dejando primero que proliferaran las ovejas, los cerdos, los caballos y otro ganado para ver si todos eran capaces de sobrevivir y reproducirse. Si ellos podían, los hombres también. Y así fue.

Una escala marítima en la edad de oro de la navegación: mercaderes y piratas

Escala en la ruta hacia las Indias, abrigo en medio de un océano a menudo violento, las Azores sirvieron de refugio a muchos barcos cargados de riquezas que despertaron el apetito de los piratas y la codicia de las potencias rivales de Portugal. Terceira se convirtió en un verdadero centro del comercio transatlántico. Los barcos procedentes de Brasil o de Centroamérica descargaban sus mercancías (oro, especias, marfil, maderas preciosas) en la isla y otros las llevaban a Europa. De este modo, los armadores conseguían un ahorro considerable y el riesgo de naufragio era mucho menor. Había no menos de diez nacionalidades de mercaderes estacionados permanentemente en la isla: holandeses, ingleses, españoles, franceses... Una verdadera Venecia en medio del Atlántico. Un número aún desconocido de galeones yace sumergido en las claras aguas que rodean las nueve islas de las Azores. Fueron atacados por piratas o corsarios, hundidos por tormentas, y con sus tripulaciones y sus tesoros se fue el recuerdo de sus viajes y sus naufragios. A lo largo de la costa de la isla de Terceira se encuentran veloces carabelas, fragatas con cañones de bronce o esos voluminosos barcos que unían las costas africanas con Portugal a través de las Azores. Memoria de una época llena de furia y mitos, esta isla es un verdadero museo hundido que espera ser desenterrado.

Dominio español

Sin embargo, la historia de las Azores no se limita a una batalla perpetua con los piratas. Dramáticos acontecimientos no tardaron en redibujar el mapa del mundo ibérico y dejaron su huella en la vida del archipiélago. A pesar de la opinión de una parte de su corte, el rey de Portugal, Dom Sebastião, partió hacia África para doblegar a algunos infieles al frente de una armada de unas 800 velas. Fue una catástrofe: el 4 de agosto de 1578 fue aplastado en Alcazarquibir (actual Marruecos) con todas sus tropas, y él mismo perdió la vida. Mucha gente no creía en su desaparición y esperaba su regreso, pero en la práctica no había herederos (ya que el rey fallecido no tenía hijos). Dos contendientes reclamaban el trono: Felipe II de España, su primo (al que Dom Sebastião había pedido ayuda en vano poco antes de su trágica e inútil cruzada), dueño de uno de los ejércitos más poderosos del mundo; y Dom António, padre superior de Crato, su primo hermano. Dom António fue inicialmente proclamado rey en Santarém en 1580, pero el rey de España lo derrotó poco después en la batalla de Alcántara. Todo el país cayó bajo el yugo hispano. ¿Todo? No, una isla siguió resistiendo al invasor: Terceira, en las Azores. Allí, el corregedor