Cerdeña - Carnet de viaje - VVAA - E-Book

Cerdeña - Carnet de viaje E-Book

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Beschreibung

Cerdeña es un mundo aparte: se trata de una de esas islas mediterráneas con un carácter marcado que reserva innumerables maravillas a sus visitantes. Muy apreciada por los italianos por sus playas, prácticamente todo su litoral es impresionante, con sus cabos, islas y calas de aguas turquesas. De aguas cálidas y cristalinas, su variada costa esconde acantilados, cuevas submarinas y una infinidad de playas de arena fina. Desde la costa Esmeralda, punto de encuentro de la élite internacional, hasta los rincones más recónditos del golfo de Orosei, hay algo para todos los gustos: naturaleza salvaje, destinos de playa elegantes o populares, ciudades costeras, pequeños puertos... El interior de la isla es aún más sorprendente: ofrece paisajes de una diversidad inesperada, en su mayoría de media montaña. Están las mesetas rocosas de la Gallura con sus matorrales de alcornoques, los bosques de encinas de la Barbagia, los viñedos de la región de Sácer, las vastas tierras de pastoreo... El relieve, salvo la llanura de la Campidano, es casi siempre accidentado, con diferentes tipos de montañas, vegetación y cultivos. Una idea de viaje magnífica.

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Veröffentlichungsjahr: 2025

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Índice

Benvenuti in Sardegna!

DESCUBRIR

Lo mejor de Cerdeña

Ficha técnica

Cerdeña en 10 palabras

Una mirada sobre Cerdeña

Historia

Población

Arte y cultura

Fiestas

Cocina local

Deportes y ocio

Personajes ilustres

VISITAR

Región de Cagliari

Barbagia y la costa oriental

Gallura y Costa Esmeralda

Noroeste

Suroeste

INFO PRÁCTICA

Info práctica

Galería de fotos

Galería de mapas

Benvenuti in Sardegna!

Benvenuti in Sardegna! - Cerdeña

© Petit Futé

CAGLIARI - Cagliari.

© SeanPavonePhoto

Cerdeña es un mundo aparte: se trata de una de esas islas mediterráneas con un carácter marcado que reserva innumerables maravillas a sus visitantes. Muy apreciada por los italianos debido a sus playas, prácticamente todo su litoral es impresionante, con sus cabos, islas y calas de aguas turquesas. De aguas cálidas y cristalinas, su variada costa esconde acantilados, cuevas submarinas y una infinidad de playas de arena fina. Desde la costa Esmeralda, punto de encuentro de la jet set internacional, hasta los rincones más recónditos del golfo de Orosei, hay algo para todos los gustos: naturaleza salvaje, destinos de playa elegantes o populares, ciudades costeras, pequeños puertos...

El interior de la isla es aún más sorprendente: ofrece paisajes de una diversidad inesperada, en su mayoría de media montaña. Están las mesetas rocosas de la Gallura con sus matorrales de alcornoques, los bosques de encinas de la Barbagia, los viñedos de la región de Sassari, las vastas tierras de pastoreo... El relieve, salvo la llanura de la Campidano, es casi siempre accidentado, con diferentes tipos de montañas, vegetación y cultivos. Una idea de viaje magnífica.

DESCUBRIR
Lo mejor de Cerdeña
Naturaleza intacta

El entorno de la isla es encantador: costas escarpadas, rocas de granito, agua azul turquesa, así como inmensas dunas, playas magníficas y peñas salvajes esculpidas por el viento. Como habrá podido comprobar, Cerdeña conserva un paisaje variado y sobrecogedor, donde la naturaleza se impone a cada paso. El resultado es un entorno salvaje que los lugareños siempre han preservado contra viento y marea.

Tierra dedicada al ocio

Cerdeña parece haber sido diseñada para que todo el mundo pueda disfrutar al máximo de sus actividades al aire libre. De hecho, este parque de atracciones natural combina todo lo que se puede soñar en una isla a escala humana que ofrece mucho espacio: es ideal para practicar windsurf, escalada, senderismo, bicicleta de montaña o equitación... Tierra de ensueño para el ocio, Cerdeña es, sobre todo, una isla de aventuras para grandes y pequeños.

Playas excepcionales

Una vez que haya visto las playas de Cerdeña, le costará ir a cualquier otro lugar. Son bonitas, bonitas y bonitas, ¿Qué más se puede decir? Que los sardos siempre las han amado, por supuesto. Van allí a tomar el sol, a jugar a la pelota y a darse un chapuzón a decenas de metros de la costa. A lo largo de las playas, pequeñas o grandes y a menudo de arena blanca, se ven pequeños grupos charlando en el mar, con el agua hasta las pantorrillas, porque hay que decir que los sardos no son especialmente aficionados a nadar y muchos de ellos no saben hacerlo.

Gastronomía única

Cerdeña cuenta con un patrimonio culinario milenario. Prueba de ello son las numerosas recetas transmitidas de generación en generación que hacen las delicias de locales y visitantes: quesos, embutidos, dulces o pan carasau (también conocido como « papel de música ») son solo algunos de los pilares de la gastronomía sarda. Pocas islas ofrecen tanta diversidad de productos típicamente locales.

Un museo insular

El aislamiento de Cerdeña y su falta de verdaderas fortificaciones defensivas, la han convertido en escenario de sucesivas invasiones que han ido dejado su huella. Cartagineses, romanos, vándalos, bizantinos, pisanos, genoveses, españoles, austriacos, piamonteses... han pasado por este codiciado territorio

Hoy en día, estos diferentes episodios de la historia de Cerdeña pueden apreciarse en los restos (fortificaciones prehistóricas, tumbas antiguas, cascos históricos conservados, etc.) y en los numerosos museos repartidos por toda la isla. Le espera una tierra con un rico pasado histórico y cultural, como un museo al aire libre.

Ficha técnica
Bandera de Cerdeña

Bandera de Cerdeña - Bandera de Cerdeña.

Una cruz roja que divide en cuatro partes el fondo blanco, cada parte representa la cabeza de un hombre negro con una cinta blanca: esta es la bandera sarda. En Cerdeña, este símbolo está asociado al orgullo del pueblo sardo y se puede ver por todas partes. La región de Cerdeña eligió este emblema en 1952 como bandera oficial. En aquel momento, los cuatro moros estaban representados con una cinta en los ojos, pero a partir de 1999 la ley decidió que la cinta debía dibujarse sobre la frente. Parece que el emblema formado por los cuatro moros tiene su origen en España.

La bandera italiana

La bandera italiana - Bandera italiana

Compuesta de tres franjas verticales iguales (verde, blanco y rojo), la bandera italiana es la de la República Cisalpina (1798-1805), entonces bajo ocupación francesa. Se inspiró en la forma de la bandera francesa y en el uniforme verde, blanco y rojo de los lombardos, que se habían unido a Napoleón. Según otras fuentes, los colores eran de origen religioso.

País

País: Italia.

Región: Cerdeña es una región italiana dividida en ocho provincias (Cagliari, Nuoro, Oristano, Sassari, Olbia-Tempio, Medio Campidano, Carbonia-Iglesias y Ogliastra).

Capital: Cagliari.

Superficie: 24090 km². Cerdeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo, después de Sicilia.

Lenguas: el italiano es la lengua oficial, pero los sardos hablan también la lengua sarda (de origen latino), que varía mucho dependiendo de la zona geográfica.

Población

Población - Traje tradicional sardo.

© D.serra1 - Shutterstock.com

Número de habitantes: 1,655 millones de habitantes.

Densidad: 68,7 habitantes/km² (la media nacional de Italia es de 200 habitantes/km²).

Tasa de natalidad (Italia): 8,5‰.

Tasa de mortalidad (Italia): 10,5‰

Esperanza de vida (Italia): 82,4 años.

Religión (Italia): cristianos (80%, principalmente católicos), musulmanes (1,5%), ateos y agnósticos (<20%).

Economía

Moneda: euro.

PIB: 32000 millones de euros (el de Italia es de 1851 millones de euros)

PIB per cápita: 19305 euros.

Principales recursos: agricultura y turismo.

Tasa de crecimiento (Italia): 1,5%.

Tasa de desempleo (Italia): 11,3%.

Tasa de inflación (Italia): 1,3%.

Huso horario

Italia pertenece al mismo huso horario que España y cambia de hora en verano.

Clima

Clima - Bloque Meteoro Cerdeña

El clima mediterráneo es agradable y soleado durante tres cuartas partes del año. Los veranos son calurosos y los inviernos gratos. Lluvias frecuentes en invierno y sobre todo en otoño.

Cerdeña en 10 palabras
3 M

La sociedad sarda está dominada por tres M: Madonna, Mamma, Mangiare. Esto es obviamente una exageración, pero como todas las exageraciones, tiene algo de verdad.

Madonna. El pueblo sardo es profundamente religioso: el número y esplendor de sus iglesias así lo atestiguan. Incluso los pueblos más pequeños pueden tener varias, y los domingos por la mañana grupos y familias acuden a misa.

Mamma. Cuando se pregunta a un italiano qué es lo más importante para él, puede apostar a que responderá: la familia. Desde este punto de vista, los sardos son italianos puros. Los niños son el centro del núcleo familiar. Las madres desempeñan un papel fundamental, ya que son ellas quienes se ocupan de ellos la mayor parte del tiempo.

Mangiare o « comer », una actividad muy importante para los sardos, tanto si hablamos de la comida en sí misma, como en todo lo que esta implica. La cocina sarda es la de un pueblo de pastores y pescadores, muy sencilla y llena de sabores.

Pastor

El pastor es el símbolo de Cerdeña. Tiene fama de testarudo y celoso. Hay un famoso proverbio sardo: Furat chi benit dae mare (« El que viene del otro lado del mar es un ladrón »). También es el guardián del otro emblema de la identidad sarda: la oveja. Hay que tener en cuenta que hay tres millones de ovejas para 1,65 millones de habitantes, ¡el doble de ovejas que de personas!

Limba

Los sardos están muy orgullosos de su dialecto. A diferencia del italiano, tiene variantes muy específicas según la zona geográfica. Actualmente se enseña como idioma en algunas escuelas. En las ciudades, a los jóvenes que no están en contacto con ella desde pequeños, les cuesta aprenderla.

Malloreddus

Malloreddus - Los malloreddus son una pasta típica de Cerdeña.

© OcsanaDen – iStockphoto.com

En italiano, se llaman gnocchi sardi. Se necesita mucha paciencia para hacer esta pasta de harina de sémola, muy pequeña, pero muy sabrosa. La receta tradicional es con salsa de tomate y salchichas, pero también hay versiones con marisco.

Mirto

Nunca rechace una invitación a tomar una copa: es la primera regla que se aprende al conocer la isla y sus gentes. Ofrecer vino o licor a voluntad es una parte importante de la hospitalidad sarda. El licor de mirto es uno de los productos más típicos, y nadie se va de aquí sin comprar al menos una botella.

Passeggiata

A partir de las 16 h, o algo más tarde, dependiendo de la época del año, es la hora de la passeggiata, o paseo, ya sea por el corso, la piazza, o el campo, en cualquier caso, por las zonas más concurridas. Se pasea en una dirección, luego en otra, y si el paseo es demasiado corto, se vuelve a empezar. La passeggiata es el espacio social por excelencia: deteniéndose a charlar con alguien conocido o con el grupo de amigos, sentados en un banco, en un patinete, en la terraza de un café o simplemente de pie, se habla durante horas.

Pecorino

Es el señor de los quesos sardos. Este delicioso queso de leche de oveja es el típico de la isla. Existen unas quince variedades, la más famosa es el Fiore Sardo.

Playas

Los sardos están muy orgullosos de sus maravillosas playas. Las protegen y tratan de preservarlas de la privatización. El bronceado permanente de la mayoría de los sardos es una señal de su pasión por la playa. Las playas sardas están muy limpias. No admiten perros en la mayoría de ellas, y prestan especial atención a recoger la basura que pueda quedar. También sancionan con fuertes multas robar arena, costumbre muy extendida entre los turistas.

Siesta

En toda Cerdeña, y especialmente en verano, la hora de la siesta es sagrada. Las tiendas y museos suelen permanecer abiertos hasta las 13 h. Después, no hay quien abra los ojos ni las puertas antes de las 16.30 h o incluso las 18 h. Es una oportunidad para pasear por la ciudad y disfrutar de este momento casi mágico de calma, a menos, claro está, que se deje tentar por la somnolencia reinante. Después de esta hora feliz todo se anima, la vida vuelve a la normalidad y pueblos enteros se despiertan para llenar las plazas, terrazas y cafés...

Tenores

Una de las tradiciones musicales más antiguas de Cerdeña es el canto polifónico de los pastores, en particular el canto a tenore. Este tipo de canto, similar al gregoriano, se caracteriza por su dureza y por una especie de persistencia. Probablemente los pastores han estado cantando estas melodías durante miles de años para combatir su soledad, sin duda muy viva en estas montañas.

Una mirada sobre Cerdeña
Geografía

Cerdeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo. Situada a 11 km de Córcega y a 180 de la costa italiana, la isla se extiende sobre una superficie de 24089 km², en pleno centro del Mediterráneo.

Cerdeña posee 1849 km de costas variadas y espléndidas. A menudo son bastante altas y terminan en promontorios escarpados que dominan grandes bahías de aguas turquesas. El único lago natural de la isla es el de Baratz. Entre los lagos artificiales hay que citar al de Gavoi y al de Gusana. Muchos de ellos situados a lo largo de los ríos Tirso, Coghinas y Flumendosa. El punto más alto de Cerdeña es Punta La Marmora, a 1834 metros de altitud.

Clima

El clima de la isla es generalmente suave. Casi siempre con sol, calor y cielos azules. La isla está influenciada por masas de aire procedentes de África, el Atlántico y el Ártico. Hace buen tiempo durante más de tres cuartas partes del año. El resto, en invierno y otoño, llueve con frecuencia.

En verano son raros los chubascos, pero puede haberlos ocasionalmente en primavera. La isla es muy ventosa debido al mistral, sobre todo en la costa oeste, al sur de Oristano. Durante el verano hace mucho calor, sobre todo en julio y agosto, pero al ser una isla, nunca resulta abrasador.

Medioambiente

El territorio, con sus costas, sus vastos espacios interiores, sus bosques milenarios y sus rocas de granito esculpidas por el agua y el viento, constituyen el principal recurso de Cerdeña, de ahí el esfuerzo constante de sus habitantes por preservar y valorar este excepcional patrimonio. Una de las medidas puestas en marcha es la creación de parques nacionales para proteger la flora y la fauna, así como las tierras codiciadas por promotores inmobiliarios demasiado ambiciosos. Los parques se dividen en tres categorías: nacionales, regionales y áreas marinas protegidas. Cerdeña cuenta con tres parques nacionales:

El archipiélago de La Maddalena, creado en 1994, tiene una superficie de 14 hectáreas y 180 kilómetros de costa. Incluye todas las islas del archipiélago y las extensiones de mar que las separan, ya que es un parque geomarino. Rico en historia, conserva huellas del paso de hombres ilustres como Napoleón Bonaparte, Horatio Nelson o Giuseppe Garibaldi. Pero, sobre todo, es la naturaleza virgen la que domina en este parque, en el que se mezclan tierra, mar, granito, arena y matorral mediterráneo. El patrimonio botánico del archipiélago de La Maddalena incluye 750 especies, lo que representa un tercio de la flora total de Cerdeña. Las escarpadas costas graníticas o arenosas albergan a menudo acantilados o rías, con playas pequeñas pero a menudo magníficas, como Spiaggia Rosa, una playa de arena rosa (color debido a la descomposición de microorganismos marinos), en la isla de Budelli.

Asinara, al noroeste de Cerdeña, frente a Stintino, es la segunda isla más grande de Cerdeña, después de Sant'Antioco. Habitada desde el Neolítico, albergó campos de cuarentena, posteriormente, durante la Primera Guerra Mundial, un campo de prisioneros y, por último, un centro penitenciario en los años 1970, cuando el terrorismo azotaba Italia. Esta isla, con su vegetación de matorral mediterráneo, es una zona de reproducción para unas cien especies de fauna silvestre de Cerdeña: especies marinas, reptiles (once especies), aves marinas (incluyendo la gaviota corsa). Entre los mamíferos se encuentran el muflón (unos quinientos ejemplares), el jabalí, el caballo y, por supuesto, el asno albino de Asinara, característico de la isla. Gennargentu y el golfo de Orosei fueron declarados parque nacional en 1998, pero esta decisión aún no se ha hecho efectiva. Esta zona posee un notable patrimonio natural e histórico. El valle de Lanaittu, en particular, conserva vestigios prehistóricos de presencia humana, con el yacimiento de Tiscali.

La región de Gennargentu siempre ha sido un refugio para los sardos cuando se sentían amenazados por los invasores. También se pueden encontrar grabados rupestres en la cueva del Bue Marino (golfo de Orosei), algunos de los cuales parecen representar figuras humanas. El parque comprende tres zonas muy diferentes: por un lado, el macizo del Gennargentu, coronado por el pico de La Marmora; por otro, una zona dominada por los paisajes salvajes y lunares del Supramonte, y por último, el magnífico golfo de Orosei, donde los blancos acantilados calcáreos caen en picado hasta las aguas transparentes, mientras que pequeñas calas sirven como refugios naturales para los visitantes. En las zonas salvajes del Gennargentu y el Supramonte abundan los muflones. Aves poco comunes, como el halcón de Eleonora, del que solo quedan unos cien ejemplares, han adoptado los acantilados del golfo de Orosei como lugar de anidación.

Flora y fauna

Fauna

Un santuario para los ornitólogos. Cerdeña alberga cientos de especies diferentes de aves, la mayoría en las costas: estas extensas lagunas y marismas son el hogar de una impresionante población de aves acuáticas. Se pueden observar, en particular, hermosos flamencos rosados en los estanques del sur y el oeste de la isla, así como malvasías cabeciblancas (pequeños patos), fochas, patos silvestres, somormujos, charranes, porrones europeos, rascón europeo, garcetas y otras garzas. En el corazón de la isla, en las montañas del centro, de difícil acceso y poco pobladas, a veces se pueden avistar majestuosas aves rapaces en el cielo, como el buitre leonado, un ave con una envergadura de hasta 2,80 metros y un peso de 8 a 10 kilos. Dos especies de águilas habitan en la isla: el águila real y el águila de Bonelli. Lamentablemente, estas aves son cada vez más raras, y las colonias apenas cuentan con unos pocos cientos de ejemplares. Menos amenazadas de extinción están las numerosas colonias de gaviotas reales y, más raramente, algunos ejemplares de gaviotas de Audouin, que viven a lo largo de las costas. También se encuentran dos especies de cormoranes: el famoso cormorán moñudo y el cormorán común.

Los principales mamíferos. Una especie tradicionalmente asociada a la fauna marina de Cerdeña es la foca monje, que aún habitaba en todas las costas de la isla a finales del siglo pasado. Lamentablemente, hoy en día ha desaparecido casi por completo, aunque algunos mantienen el mito y afirman haberla visto. Otro mamífero emblemático de la isla es el ciervo sardo, del cual sobreviven solo unos cientos en los bosques de la provincia de Cagliari. Otros habitantes de los bosques están amenazados por la reducción de su hábitat natural, es el caso de pequeños mamíferos como la comadreja, el zorro, la liebre y el lirón. El jabalí salvaje de Cerdeña, en cambio, no parece estar en peligro, aunque es el blanco favorito de los cazadores. En realidad, la isla se asemeja a un pequeño continente: varias especies comunes en el resto de Italia no existen en Cerdeña, y viceversa. Por ejemplo, no se encuentran víboras, tejones ni ardillas, pero sí el muflón, el ciervo sardo y la foca monje. En Cerdeña, los tamaños de los asnos, caballos, jabalíes, cerdos y conejos son más pequeños que los de las especies continentales, como lo demuestran los pequeños caballos salvajes que viven en el altiplano de la Giara di Gesturi.

Flora

Aquí está presente la flora típica del Mediterráneo: el matorral mediterráneo o maquia. Característico de las costas de Cerdeña, en su forma pura está compuesto de algarrobos y olivos. Otras especies de arbustos se entrelazan con esta maquia original, como la jara rosa, el mirto blanco inmaculado, la retama dorada, la lavanda y la euforbia. El enebro, también presente entre la vegetación dispersa de la maquia sarda, es el símbolo de la isla y sigue siendo muy abundante a pesar de las graves alteraciones y talas. El roble, en sus tres principales especies, es el árbol más común. El Parque del Gennargentu alberga numerosas explotaciones forestales de castaños. También hay pinares a lo largo de la costa, algunos todavía naturales en el suroeste, pero en su mayoría provenientes de la silvicultura (en las costas oriental y septentrional). Otro espécimen típico de la isla es la palmera enana, también llamada palmera de San Pietro (muy representada en esta isla del suroeste de Cerdeña). Sus hojas secas, cortadas en tiras finas, se utilizan para la cestería, especialmente por los artesanos de Castelsardo.

Oro rojo

El coral tiene una historia muy antigua que se remonta a los inicios de la prehistoria. Hace 30000 años, se descubrieron fragmentos de coral utilizados como amuletos en tumbas neolíticas. Desde siempre, este ha fascinado tanto a los grandes personajes de la humanidad como a la gente común. Para los romanos, el coral fue « el mejor fruto del mar » … durante siglos, pues se consideró una planta o un mineral hasta que, en el siglo XVII, Filippo Finella y Andrea Peyssonnel afirmaron que se trataba de un animal. En los mares existen aproximadamente una treintena de especies de corales, pero es en el Mediterráneo, y en particular en Cerdeña, donde nace el coral rojo (Corallium rubrum), uno de los más valorados. En Cerdeña, a lo largo de las barreras coralinas de Alguer, el golfo del Asinara y Santa Teresa di Gallura, el coral rojo es recolectado por buceadores profesionales que se sumergen a más de cien metros de profundidad. En las cercanías de Alguer, la licencia para recolectar este oro rojo se concede solo a una decena de buceadores al año. Sin alterar el ecosistema, estos buceadores logran extraer aproximadamente entre 700 y 800 kilogramos de coral.

Historia

La Cerdeña prenurágica: en los tiempos de los primeros sardos

Las primeras huellas humanas en Cerdeña datan del Paleolítico Inferior (120000 a. C.), cuando la isla aún formaba un único territorio junto con Córcega. Los primeros habitantes descubrieron un entorno natural hospitalario: llanuras fértiles, bosques y aguas ricos en recursos para la caza y la pesca. Sin embargo, no fue hasta el Neolítico Temprano (6000 a. C.) que aparecieron los primeros signos de civilización. Dos civilizaciones se sucedieron: la civilización de Bonu Ighinu (4000-3500 a. C.) y la civilización de Ozieri (3500-2700 a.C.). Estos pueblos se agrupaban en aldeas de cabañas y vivían de la agricultura y la ganadería. Estas civilizaciones se caracterizaban por su arte de las cerámicas y estatuillas —a menudo vinculadas al culto a la divinidad—, pero sobre todo por su culto a los muertos y las vastas cámaras funerarias que nos han legado. Estas necrópolis se conocen como domus de janas, « casas de hadas o brujas ».

La civilización nurágica: base de la cultura sarda

Este periodo, que se extiende desde el final de la Edad del Bronce temprana (1800 a. C.) hasta el final de la Edad del Hierro (500 a. C.), marca los primeros pasos de la civilización sarda. Debe su nombre a unas construcciones específicas de Cerdeña y únicas en el mundo: los nuragas. Estos grandiosos monumentos, formados por grandes bloques de piedra ensamblados en torres cónicas, salpicaban toda la superficie del territorio. Aunque muchos han desaparecido, aún se conservan cerca de siete mil nuragas en toda la isla, aproximadamente uno cada dos kilómetros. Esta civilización, pacífica y sedentaria, destacó por la producción de objetos de metal (principalmente bronce) y por sus avanzadas técnicas arquitectónicas. La época nurágica fue uno de los raros períodos de independencia de Cerdeña. Terminó con la llegada de los fenicios en el año 1000 a. C.

Entre Cartago y Roma

La llegada de los mercaderes fenicios supuso la transición de una población tribal a una sociedad organizada. Durante los siglo IX y VIII a. C., fundaron las primeras ciudades costeras: Karalis (Cagliari), Bitia, Nora, Tharros y Sulcis. Conscientes de la amenaza de esclavitud, los pueblos nurágicos se rebelaron contra los fenicios, quienes pidieron ayuda a Cartago. En el 540 a. C., el ejército cartaginés desembarcó por primera vez en Cerdeña, pero se encontró con una dura resistencia sarda. En el segundo asalto, Cartago se impuso y sometió a la población sarda a su autoridad. La isla adquirió un estatus privilegiado y forjó estrechos vínculos con Cartago, que convirtió la isla en una base estratégica y militar en el Mediterráneo. Conscientes de la importancia de Cerdeña para Cartago, los romanos aprovecharon la derrota cartaginesa en la Primera Guerra Púnica (238 a. C.) para apoderarse de la isla. A pesar de sus incansables esfuerzos por eliminar los vestigios de la cultura de sus predecesores, los romanos nunca consiguieron someter todo el territorio. La resistencia sarda se organizó en el interior, dando lugar a continuas revueltas.

Dominación árabe y Cerdeña medieval: un periodo turbulento

Cerdeña comenzó pronto a atraer el interés de los árabes, que ya habían establecido algunos cuarteles en Sicilia, España y el norte de África. En el 711, las tropas de Musa ibn Nusair invadieron la isla. La resistencia sarda se organizó. En 807, destruyó toda la flota sarracena. Sin embargo, no pudo poner fin a las sucesivas invasiones. Al aliarse con Cerdeña, Génova y Pisa impidieron que los árabes conquistaran una base militar estratégica. Hacia el año 1000, Cerdeña consiguió liberarse de la dominación sarracena y creó cuatro reinos autónomos. Durante este periodo de relativa calma y de crecimiento económico y cultural, los genoveses y los pisanos se hicieron poco a poco con el control de la isla que, finalmente, se dividió en dos territorios: Lugodoro y Campidano se adscribieron a Génova, y Gallura a Pisa. A principios del siglo XIV, el papa Bonifacio VIII, interviniendo en las disputas que volvían a agitar el país, cedió el reino de Cerdeña a los aragoneses, que reinaron en el territorio durante dos siglos, hasta que la isla se incorporó al Reino de España, nacido de la alianza entre las coronas castellana y aragonesa.

La dominación española

En 1469, la unión de Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla consolidó la unidad del reino de España. El Regnum Sardinae pasó entonces a depender de la corona española. Al mismo tiempo, España, en un momento de plena expansión territorial, descuidó Cerdeña durante muchos años. El reino de España ocupó Cerdeña hasta 1720, impregnando a su pueblo de su cultura y tradiciones. Los sardos, despojados de todas sus riquezas, tanto territoriales como culturales, comenzaron a organizar movimientos de revuelta y bandolerismo. En 1708, el reino de Cerdeña quedó bajo control austriaco como consecuencia de la Guerra de los Treinta Años. En 1717, el cardenal Alberoni, ministro de Felipe V, recuperó Cerdeña. En 1718, el Tratado de Londres devolvió la isla al reino de Saboya.

Cerdeña bajo el control de la casa de Saboya

El gobierno trajo campesinos del Piamonte para controlar a los pastores sardos y combatir el bandolerismo, aunque estos esfuerzos resultaron infructuosos. En 1793, el ejército francés, inspirado por los ideales de la Revolución, invadió fácilmente la isla de San Pietro. Sin embargo, los sardos, liderados por la nobleza y el clero, repelieron la invasión. En 1794, los sardos se rebelaron contra los piamonteses, quienes se negaban a otorgarles mayor autonomía. Tras las guerras napoleónicas en Italia, los duques de Saboya abandonaron Turín en 1799 y se refugiaron en Cagliari durante quince años. A pesar de esto, el gobierno piamontés no logró mejorar la precaria situación de la agricultura. Finalmente, en 1847, el parlamento sardo se fusionó con el del Piamonte, al igual que el gobierno y el poder judicial.

La época del Risorgimento

A partir de 1848, el reino de Piamonte-Cerdeña estuvo inmerso en las guerras por la unificación de Italia. En aquel momento, Italia estaba en proceso de unificación bajo el liderazgo de Cavour, Presidente del Consejo, y del soldado Garibaldi, pero Cerdeña seguía siendo, a ojos del Piamonte, un territorio secundario cuya opinión carecía de importancia. Tuvo que estallar la crisis política de 1860, provocada por el rumor de que Cavour estaba a punto de ceder Cerdeña a Francia, para que se escucharan las demandas del pueblo sardo. Giuseppe Garibaldi desmintió este rumor y fijó su residencia en la isla de Caprera, en el archipiélago de La Maddalena. Permanecería muy unido a la isla, a pesar de sus numerosas actividades políticas en Italia, y pasaría el resto de su vida en Cerdeña, donde murió en 1882. Después de que la isla pasara a formar parte de Italia en 1862, la situación económica mejoraría lentamente.

El despertar autonomista a principios del siglo XX

Durante la Primera Guerra Mundial, Cerdeña encontró la fuerza y la voluntad necesarias para reclamar su independencia. Se movilizaron cerca de 100000 hombres, una proporción superior a la media nacional italiana. La Brigata Sassari se convirtió en el orgullo del país y su valor fue reconocido por los italianos. Los sardos, fortalecidos por este nuevo reconocimiento, fundaron en 1921 el Partido de Acción Sardo (Partito Sardo d’Azione) en un congreso en Oristano, con el objetivo de establecer una democracia más justa y racional en la isla. Sin embargo, en las elecciones de 1924, el Partido Fascista se hizo con una buena parte del electorado, en detrimento del Partido Comunista de Gramsci y al PSA. Mussolini tomó el control de la isla, al igual que había hecho en toda Italia. Aunque sus políticas permitieron una mejor explotación de las minas y el desarrollo de los centros urbanos, solo sirvieron para explotar aún más el territorio de Cerdeña y no mejoró en nada la suerte de los campesinos.

La posguerra

En 1947, Italia acordó un estatus especial para Cerdeña, reconociendo sus particularidades históricas y culturales. A partir de 1948, la nueva « Región Autónoma de Cerdeña » debía enfrentarse al doble desafío de la reconstrucción económica y social de la isla. En 1962, se creó un « plan de reactivación » que preveía una fuerte inversión estatal en diversos sectores de la economía sarda, y en particular en la industria, que debía actuar como motor de la economía en su conjunto. Ese mismo año, un consorcio liderado por el millonario Karim Aga Khan inició el desarrollo de la Costa Esmeralda, que marcó el comienzo del turismo en la isla.

Desde 1970 hasta nuestros días

Los contrastes sociales se hicieron particularmente evidentes en la década de 1970, cuando Italia atravesaba los « años de plomo », marcados por huelgas, manifestaciones y disturbios. En Cerdeña, a este malestar social se sumaron otras causas específicas: la expansión descontrolada de las zonas urbanas, la degradación del medio ambiente, la crisis minera y el abandono progresivo de este sector, y, en general, la debilidad de la estructura y la economía sarda. La protesta social provocó una oleada de emigración y el recrudecimiento de los secuestros. Fue la época de mayor notoriedad de los bandidos de Orgosolo, popularizados por Vittorio de Seta en su película premiada en el Festival de Venecia de 1961.

Hacia 1985, gracias al impulso económico, se restableció el orden en la isla. La construcción de la Unión Europea también desempeñó un papel importante en los avances económicos y sociales de Cerdeña. Italia participó desde el principio en todas las etapas de la edificación europea: la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1947, el Tratado de Roma que estableció la CEE en 1957, y el Tratado de Maastricht en 1992, que sentó las bases para la adopción del euro. Sin embargo, la integración europea no significó olvidar las particularidades sardas, y en 1999, el consejo regional de Cerdeña aprobó una ley para defender y promover la lengua y la cultura de la isla. En 2004, el número de provincias sardas aumentó de cuatro (Cagliari, Nuoro, Oristano y Sácer) a ocho, con la creación de nuevas provincias: Ogliastra, Carbonia Iglesias, Olbia Tempio y Medio Campidano. Cerdeña fue elegida como sede de la cumbre internacional del G8 en 2009, planeada en el archipiélago protegido de La Maddalena, en el norte de la isla, aunque finalmente el evento se celebró en L’Aquila. Ese mismo año, la región pasó de un gobierno de izquierdas a uno de derechas tras las elecciones regionales, lo que puso fin a las esperanzas de crecimiento impulsadas por el expresidente Renato Soru, quien no logró convencer tras su primer mandato. Ugo Cappellacci, del PDL (Pueblo de la Libertad), fue elegido presidente de la región.

Los sardos siguen esperando la creación de nuevas infraestructuras y la mejora de las ya existentes. Compartiendo el contexto de crisis en Europa, muchos sardos se manifestaron en 2010, paralizando calles, el transporte público e incluso el aeropuerto de la capital. A pesar de estas movilizaciones, cinco años después, la situación no había mejorado. Por el contrario, tras el cierre de muchas multinacionales (como el grupo estadounidense Alcoa) y el casi completo abandono de la actividad minera, la situación socioeconómica de los trabajadores sardos seguía siendo difícil. Cada vez más jóvenes abandonaban la isla para emigrar hacia el norte de Italia en busca de trabajo y estabilidad económica.

Posteriormente, un consorcio financiero de Catar compró la Costa Esmeralda y adquirió el hospital Mater Olbia con el propósito de transformarlo en uno de los mejores de la isla. En octubre de 2017, Qatar Airways invirtió además el 49 % del capital de AQA Holding, la empresa matriz de la aerolínea italiana Meridiana. Aunque estas inversiones cataríes son criticadas porque, de alguna manera, despojan a los sardos de su control sobre la isla, son las únicas que realmente han revitalizado la economía local. Políticamente, las elecciones regionales de febrero de 2019 marcaron la victoria de la coalición de centro-derecha (47,81 %) frente a la de centro-izquierda (32,93 %). Más allá del triunfo de la alianza entre el partido Forza Italia de Silvio Berlusconi y la Liga de extrema derecha, estas elecciones también destacaron por el colapso del Movimiento 5 Estrellas (M5S).

Las últimas elecciones regionales, celebradas en febrero de 2024, dieron la victoria al partido de centroizquierda liderado por Alessandra Todde, que se convirtió en la primera presidenta de la región. Tras varios años de gobierno de la centroderecha, se esperan importantes cambios en los objetivos políticos y sociales de la Región Autónoma de Cerdeña.

Población

Población - Trajes tradicionales sardos.

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Demografía

Hoy en día, Cerdeña tiene más de 1,65 millones de habitantes; una cuarta parte de los cuales se concentra en Cagliari. La densidad es de 68,7 habitantes/km². Las condiciones de vida están mejorando y, en consecuencia, la esperanza de vida aumenta considerablemente. De hecho, en la isla hay una concentración anormalmente