Del mal lo menos - Lope de Vega - E-Book

Del mal lo menos E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

Del mal, lo menos, es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias del Siglo de Oro Español, narra un malentendido amoroso que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo.

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Seitenzahl: 95

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Lope de Vega

Del mal lo menos

 

Saga

Del mal lo menosCover image: Shutterstock Copyright © 1998, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726616422

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

HABLAN EN ELLA LAS PERSONAS SIGUIENTES

DON JUAN DE MENDOZA MONZÓN, lacayo EL REY DE NÁPOLES CASANDRA, prima del Rey SILVIA, dama CONDE FABRICIO EL MARQUÉS OCTAVIO FABIO UN JARDINERO EL CONDESTABLE DE DINAMARCA EL REY DE DINAMARCA DOS PAJES [SERVIO] [JACOBO] [MANUEL] [CALIFA] [PILOTO] BEATRIZ, reina

Acto I

Salen don Juan de Mendoza y Monzón, lacayo, de camino

DON JUAN

Hoy hablo al Rey.

 

MONZÓN

Bien harás,

que ya se acaba el dinero.

 

DON JUAN

Presto las letras espero.

 

MONZÓN

Tarde letrado serás.

 

DON JUAN

5

El día que yo salí

Monzón, de España, me dieron

esta palabra.

 

MONZÓN

Sí hicieron,

y de ella testigo fui.

Mas ¿qué palabra se dio

10

en materia de dinero

que se cumpliese?

 

DON JUAN

Hoy le espero.

 

MONZÓN

¿Hoy le esperas?

 

DON JUAN

Sí.

 

MONZÓN

Yo no.

 

DON JUAN

¿Por qué?

 

MONZÓN

Porque no hay amigo,

en las desdichas, leal,

15

y porque no viene mal

sin ser de otro mal testigo;

pues es verdad que tendremos

orden de volver a España.

 

DON JUAN

En fortuna tan extraña

20

probé, Monzón, los extremos.

Ya, en efeto, me ausenté

y a Nápoles he llegado.

Don Tello quedó afrentado;

su necio mentís vengué.

25

Consejo fue el ausentarme

de quien no me quiere mal,

porque de peligro tal

era imposible guardarme.

El tiempo lo hará mejor,

30

que es el que lo cura todo.

 

MONZÓN

Si no lo pone de lodo,

que es lo más cierto, señor.

 

DON JUAN

¿Era mejor que aguardara

a una prisión o que diera

35

lugar que lavar pudiera

Tello su ofendida cara

con mi sangre?

 

MONZÓN

No lo apruebo;

bien en Nápoles estás,

que antes el no volver más

40

a España en los ojos llevo.

¡Qué terribles leyes son

las del mundo! Por un tris

ha de haber luego un mentís,

y al mentís un bofetón.

 

DON JUAN

45

El bofetón es afrenta

terrible, y determinada

a un mentís, bien ordenada

al decir que un hombre mienta,

porque es la infamia mayor,

50

y la mayor calidad

de un noble tratar verdad.

 

MONZÓN

Loco está el mundo, señor,

porque si el mentir afrenta,

¿cómo tantos hombres mienten?

 

DON JUAN

55

Porque está en que los afrenten

que un hombre la afrenta sienta.

 

MONZÓN

De suerte que el daño obliga,

para que se satisfaga,

no que la infamia se haga,

60

sino en que el otro lo diga.

Miente el que trata la dama

del amigo y la mujer;

miente el que le viene a ver

y a sus espaldas le infama;

65

miente el que dice que sabe

una cosa que no entiende;

miente el que calla y ofende

lo que era razón que alabe;

miente el que humilde nació

70

y blasona de ser noble;

miente el que algún trato doble,

por interés, cometió;

miente el que promete dar

y no da lo que promete;

75

miente el que juega, si mete

ayudas para ganar;

miente el que sustenta coche

sin renta ni señoría;

y el hipócrita de día

80

que quita capas de noche;

miente el que el pleito sustenta

donde no tiene justicia;

miente el que por la milicia,

sin servicios, pide renta;

85

miente el que siendo una dueña

raja, derriba y deshace,

y miente aquel que no hace

lo que a los otros enseña;

miente una dama que engaña

90

al que le da su dinero;

miente el papel lisonjero

con que a tantos enmaraña;

miente la que es roja y blanca

a puro afeite y color,

95

y miente fingiendo honor

cuando de su gusto es franca;

miente si, tratando a dos,

uno los hijos sustenta,

y la que en años cincuenta

100

jura que son treinta y dos,

y yo miento, como ves,

a costa de tu caudal,

pues de lo que cuesta un real

te pongo en tu cuenta tres.

 

DON JUAN

105

No pensé que hoy acabaras,

que en materia de mentir

mucho se puede decir.

 

MONZÓN

Píntanle al mundo dos caras;

y si está tan recebido

110

el mentir como decía,

¿Por qué es afrenta el mentir?

 

DON JUAN

Porque anda el mundo fungido

y solo el decirlo obliga

al que lo quiere encubrir,

115

que todos quieren mentir

y que nadie se lo diga.

 

MONZÓN

El Rey.

 

DON JUAN

Allí te desvía,

que es esta buena ocasión.

 

MONZÓN

¿Y las cartas?

 

DON JUAN

Estas son.

 

MONZÓN

120

No te turbes.

 

DON JUAN

No querría.

 

Salen el rey de Nápoles, la reina Beatriz, Casandra, prima del Rey, y Silvia, dama; el marqués Octavio y el conde Fabricio

REY

Por vos quiero dejar esta jornada.

 

REINA

Oblígame en extremo vuestra alteza.

 

MONZÓN

(Llega, ¿de qué te turbas?

 

DON JUAN

Bien pareces

hombre ignorante, que los reyes turban

125

con la gran majestad que representan.

 

MONZÓN

Imagínale un hombre.

 

DON JUAN

Fuera un bárbaro,

que se ha de imaginar que representa

una imagen de Dios, y con respeto

poner los ojos en sus pies. Yo llego.)

130

Dame a besar, señor, tus reales manos.

 

REY

¿Quién eres, español?

 

DON JUAN

Un caballero,

no de los inferiores de Castilla,

que con deseo de servirte vengo

desde su corte.

 

REY

¿Pasas adelante?

 

DON JUAN

135

No, gran señor, que vengo, como digo,

solo a servirte, y creo que estas cartas

dirán la causa y el intento mío.

 

Lea el Rey

[REY]

‟Don Juan de Mendoza, mi sobrino, ha hecho elección de servir a vuestra alteza entre los muchos príncipes que se le ofrecían, en Italia, Alemania y Francia, en tanto que se componen sus pleitos en España. Suplico a vuestra alteza le ampare y favorezca su deseo, que, fuera de los méritos de su persona, doy en la suya la mía a vuestra alteza. –El Almirante de Castilla.”

 

DON JUAN

A vuestra alteza escribe la Duquesa.

 

REINA

Leeré despacio lo que aquí me escribe.

140

¿Quedaba con salud?

 

DON JUAN

Para serviros,

recién parida de un hermoso niño.

 

REINA

Dios se le guarde. ¿Dónde queda ahora?

 

DON JUAN

Queda en Valladolid, mas de partida

para Medina de Ruiseco.

 

REY

Tengo

145

obligación de hacer por vos…

 

DON JUAN

Merece

la Duquesa el favor de vuestra alteza.

 

REY

¿Don Juan?

 

DON JUAN

¿Señor?

 

REY

¿Qué pleitos son aquestos?

¿Importará que yo a mi primo escriba?

 

DON JUAN

Señor, no por agora, que es muy presto,

150

porque es cierto disgusto que tuvimos

un caballero y yo.

 

REY

¿Quedó afrentado?

 

DON JUAN

Era descolorido y algo libre,

y púsele colores en la cara.

 

CASANDRA

(No es necio el español.

 

SILVIA

Ni de mal talle.)

 

REY

155

No tengas pena, que en mi casa tienes

patria, señor y amigo.

 

DON JUAN

Dios te guarde.

 

REINA

En ella quedas ya, y en nuestro amparo.

 

DON JUAN

¿Qué puedo yo temer, favorecido

de vuestras manos?

 

CASANDRA

(¡Qué españoles bríos!)

 

Éntrense los reyes y los demás, y don Juan detenga cortésmente a Casandra

DON JUAN

160

Suplico a vuestra excelencia

que me escuche.

 

CASANDRA

¿Decís a mí?

 

DON JUAN

Sí, señora.

 

CASANDRA

Hablad.

 

DON JUAN

Aquí

me turba vuestra presencia,

que os confieso no haber visto

165

mayor belleza.

 

CASANDRA

Ya sé

vuestras lisonjas.

 

DON JUAN

¿Podré,

si a tanta luz me resisto,

daros algunos recados

de deudos que allá tenéis?

170

Mas en sus cartas veréis

mis deseos y cuidados;

digo los que allá tenían

de vuestra salud.

 

CASANDRA

Creed

que os haré toda merced.

 

DON JUAN

175

Lo mismo de vos confían.

Y lea vuestra excelencia

la de la Duquesa sola.

 

CASANDRA

(¿La libertad española

se turba de mi presencia?

180

Pues no parece encogido

el español. He pensado

que es gala hacerse turbado

y que es respeto fingido.)

 

Abra la carta y lea entre sí

DON JUAN

(¡Con qué gracia rompe el pliego!

185

Y no la tiene menor

en abrir puerta al Amor.

¡Con qué nieve enciende fuego!

Por cierto que allá en España

fue la fama desigual,

190

de que es prenda celestial

con la vista desengaña.

Si prima del Rey no fuera

y tan alto casamiento,

pienso que a mi atrevimiento

195

licencia de amarla diera.

¡Oh, cuánto el alma se goza

de aqueste dulce cuidado!)

 

CASANDRA

Yo he leído.

 

DON JUAN

Habéisme honrado.

 

CASANDRA

¿Sois vos don Juan de Mendoza,

200

el que llaman en Castilla

el alanceador?

 

DON JUAN

Yo soy

el que de veros lo estoy.

 

CASANDRA

¿Que vos sois la maravilla

de las damas españolas?

 

DON JUAN

205

No crea vuestra excelencia

más de lo que ve en presencia,

y en ella dos cosas solas:

que son un alto deseo,

y un conocimiento igual.

 

CASANDRA

210

No es, Mendoza, desigual

a la opinión lo que veo.

Id con Dios, que yo hablaré

a la reina, mi señora,

por vos.

 

DON JUAN

Y yo, desde agora,

215

hechura vuestra seré.

Guárdeos mil años el cielo.

 

Al entrarse, con grandes reverencias, se venga enderezando el lacayo hacia Casandra

MONZÓN

Conozca en esta ocasión

vuestra excelencia a Monzón.

Quedo, de que es él recelo.

 

CASANDRA

220

¿Quién sois?

 

MONZÓN

Un quien de aquel quien

por quien anda en quien yo ensillo.

 

CASANDRA

Ya os conozco.

 

MONZÓN

Y monacillo

de sus responsos también.

Soy un terrestre animal

225

que voy abriendo camino

al hombre más peregrino

que vio el curso celestial.

Soy de su taberna el ramo,

la tabla de su mesón,

230

de su tablero peón

y el lucero de mi amo,

porque como él va delante

siempre que amanece el sol,

yo, de este sol español,

235

soy precursor caminante.

 

CASANDRA

Ya os conozco, y me agradáis

por hombre de buen humor.

Mas quién es vuestro señor

os ruego que me digáis.

 

MONZÓN

240

Este es hijo natural,

si verdad, señora, os digo,

del famoso don Rodrigo

Enríquez, y al padre igual

en cuantas gracias le dio

245

el cielo; el padre es hermano

del Almirante.

 

CASANDRA

La mano

Naturaleza templó

en la celeste armonía

formando a vuestro señor;

250

tal es su fama y valor,

su virtud y valentía,

y que sea natural

no pienso que es gran defeto.

 

MONZÓN

Guardara, a serlo, secreto,

255

como criado leal;

mas no es cosa que desdora

la calidad de Don Juan,

porque por madre le dan

una principal señora.

260

Fuera de que allá en Castilla,

ya lo sabéis, esto basta.

 

CASANDRA

Mucho su virtud contrasta.

 

MONZÓN

Es espanto, es maravilla

de los moros granadinos,

265

es el jardín de las damas,

es árbol de cuyas ramas

se esperan frutos divinos.

El día que mi señor

salía con lanza al coso,

270