Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
El Alcázar de Sevilla es uno de los palacios reales más antiguos y venerados de Europa y una de las mayores joyas arquitectónicas de Sevilla. La escritora Cecilia Böhl de Faber quedó impresionada por la belleza y la historia de este monumento y le dedicó, bajo el seudónimo de Fernán Caballero, un artículo a modo de presentación. Se impuso el difícil objetivo de describir el alcázar, pero no desde una perspectiva histórica o artística, sino de retratarlo a modo de homenaje, como una oda en prosa.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 23
Veröffentlichungsjahr: 2021
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Cecilia Böhl de Faber
Saga
El Alcázar de Sevilla
Copyright © 1863, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726875539
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
www.sagaegmont.com
Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com
Magnífico es el Alcázar
Con que se ilustra Sevilla;
Deliciosos sus jardines,
Su excelsa portada, rica.
Duque de Rivas.
Difícil y aun ardua tarea es la que nos proponemos al intentar describir el Alcázar de Sevilla, porque no hay cosa más indescriptible. Difícil tarea es, repetimos, aun para nuestra paciente pluma, que, bien que mal, se complace en describir lo que la impresiona o interesa. Como no somos historiadores ni artistas, no describiremos bajo el punto de vista histórico ni bajo el artístico este venerable decano de los edificios del país, joya de patrimonio de nuestros Reyes: harémoslo sencillamente de la manera gráfica y minuciosa con que reproduce el daguerrotipo los objetos, esto es, retratándolos sin otras impresiones que las que ellos mismos causan.
El Alcázar, castillo fuerte y residencia de los Reyes Moros, fue mucho mayor de lo que lo es en el día. Hasta la Torre del Oro, cercana al río, se extendían sus fuertes muros, hoy en parte arruinados, en parte fuera del recinto del actual Alcázar, y escondidos y oprimidos entre casas, sobre las cuales se alza de trecho en trecho una de sus torres, como un roble entre las zarzas que lo oprimen, para respirar en ancha atmósfera y no ahogarse mezquinamente. En el día su recinto es más reducido, y carece de los cuarteles, cuadras y plazas de armas que probablemente ocuparían antes el terreno cercado. Como las construcciones del pueblo reconcentrado a que debe su origen, carece el Alcázar de fachada exterior; y sólo tres puertas pequeñas, sencillas y rivales; y un postigo, dan separada entrada a tres de sus cuatro patios, alrededor de los cuales se alinean construcciones de diferentes gustos y edades, recuerdo de distintas épocas y diversos monarcas, que se tocan, si no en la mayor armonía, en la más perfecta paz y concordia, y son todas viejas y pobres esclavas de la mansión Regia, hermosa sultana de eterna juventud.