El amante agradecido - Lope de Vega - E-Book

El amante agradecido E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

Amigo hasta la muerte es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, se articula en torno a una serie de enredos amorosos y malentendidos contados en tono jocoso.

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Seitenzahl: 102

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Lope de Vega

El amante agradecido

 

Saga

El amante agradecidoCover image: Shutterstock Copyright © 1917, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726616538

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Elenco

DON JUAN, caballero GUZMANILLO, criado DORISTEO CLENARDO RISELO DON LUIS LUCINDA, dama LEONARDA CLARIDANO, viejo TEODORA, mesonera Un ALGUACIL FABRICIO, criado BELISA, vieja JULIA, su hija CARPIO, escudero LISEO GERARDO, caballero LEONARDO, caballero MÚSICOS ENRIQUE, pajecillo GENTE que trata de flota

Acto I

Salen Don Juan, y Guzmanillo, lacayo, de camino.

JUAN

¡Bella ciudad!

 

GUZMÁN

¡En extremo!

 

JUAN

No la hay mejor en Italia,

ni en la baja ni en la alta Galia;

perdonen Rómulo y Remo.

 

GUZMÁN

5

Como ellos fueren servidos.

 

JUAN

Cesaraugusta la llama.

Estrabón.

 

GUZMÁN

Nombre de fama.

¡Qué bien suena a los oídos!

 

JUAN

Allá, Pomponio también

10

le da la difinición.

 

GUZMÁN

De Pomponio ni Estrabón

se me da un prisco.

 

JUAN

Está bien.

Tú eres bestia, y para ti

los libros no es buen manjar.

 

GUZMÁN

15

¿Qué luego me has de encajar

un latín de aquí o de allí?

Pues ¡por Dios! que muchos hombres

que han leído no han sabido

muchas cosas, ni aún tenido

20

la noticia de sus nombres.

 

JUAN

Para decir que esta es

Zaragoza, es cosa justa

llamarla Cesaraugusta

y dar la causa después.

25

Y esto ¿quién hay que alborote?

 

GUZMÁN

Yo sé que eso es testimonio,

aunque le pese a Pomponio,

a ese Estrabón o Estrambote.

 

JUAN

¿Cómo testimonio?

 

GUZMÁN

Sí,

30

que Zaragoza se llama,

del nombre de cierta dama

que tuvo el rey moro aquí.

 

JUAN

¿Qué dices?

 

GUZMÁN

Esto que digo;

que estando el moro acostado

35

le vino a ver un privado,

y, hablando con otro amigo,

le dijo que no podía

entrar, ni hablarle, ni aun ver,

porque de cierta mujer

40

gozaba el rey aquel día.

Él dijo: ‟Yo lo apostara;

pero Amete, ¿de quién goza?”

Él respondió: ‟A Zara goza”,

que ella se llamaba Zara.

45

Oyolo ella, y al rey

pidió por mercé que fuese

aquel su nombre, y valiese

por premática y por ley.

¿Ves cómo esta es la verdad

50

y esotro es borrachería?

 

JUAN

¡Qué ignorancia!

 

GUZMÁN

¿Tuya o mía?

 

JUAN

Ahora bien, esta ciudad

es bellísima, Guzmán,

de antigüedad y edificios.

 

GUZMÁN

55

No son pequeños indicios

los nobles que en ella están.

 

JUAN

¡Hermosa caballería

hemos visto!

 

GUZMÁN

Singular;

mas yo quisiera estar…

 

JUAN

60

¿Adónde?

 

GUZMÁN

En la pajería.

El diablo te mandó a ti

dejar tu estudio y querer

ver a Italia.

 

JUAN

Antes fue hacer

mejor lo que pretendí.

65

Los que quieren heredar,

y más si no tienen madres,

den pesadumbre a sus padres,

que esto es saber negociar.

 

GUZMÁN

También hay padre tan llano

70

en materia de placer,

que da en comer y en beber

y en acostarse temprano.

Y juega, cuando se ofrece,

a la polla un real de plata,

75

y de Pascua a Pascua trata

una muchacha de a trece.

Y con regimiento sano,

que no le hiciera más bien,

Galeno a Matusalén

80

suele ganar por la mano.

 

JUAN

Aún bien que acá [no] tenemos

que temer, pues ya murió,

como a Italia me escribió,

mi tío.

 

GUZMÁN

Gracias le demos

85

al que le curó.

 

JUAN

Es engaño.

Así habemos de ir los dos.

 

GUZMÁN

Él era padre ¡por Dios!

de un grandísimo tacaño.

Pero vamos a Sevilla;

90

pues heredaste, don Juan,

ponte en extremo galán,

y en la dorada vajilla,

mesa limpia y regalada,

come de aquel avariento

95

lo que has comido de viento

en toda aquesta jornada.

Y con la carroza sal

con pajes que crujan seda,

una tarde a la Alameda

100

y otra tarde en el Arenal.

Hagámonos de los godos,

y haya pescadas también,

que salir de un mal a un bien

es el mayor bien de todos.

 

JUAN

105

Eso, Guzmán, de Sevilla

no nos está bien agora;

dejar llorar a quien llora,

y vámonos a Castilla.

Andemos algunos días,

110

mientras que dura el dinero,

por toda España, que quiero

extender las alas mías.

Veré a Valencia, que es bella,

y desde allí iré a Madrid;

115

pasaré a Valladolid,

que está la Corte en ella.

En Salamanca veremos

amigos con quien oí

la Gramática, y de allí

120

a Toledo volveremos.

Veré la iglesia mayor,

de Juanelo el artificio.

 

GUZMÁN

Paso, paso, ¿tienes juicio?

 

JUAN

¿Cuándo le tuve mayor?

 

GUZMÁN

125

¡Qué de tierras encarrilas!

¿De qué orden ¡pesa tal!

te soñabas Provincial?

¿Bebiste anoche y destilas

por alambique el tintillo

130

del huésped?

 

JUAN

Luego ¿no iremos?

 

GUZMÁN

Pues ¿qué dinero tenemos?

 

JUAN

¿Ya es malo aquel dinerillo

que en Génova nos dio Mario

por la cédula de Alberto?

 

GUZMÁN

135

No; pero es malo el concierto

de andar camino tan vario.

Y si a ver te persuades

ciudades, vete a Sevilla,

que en ella, por maravilla,

140

verás todas las ciudades.

Y aun otro mundo está en ella,

y esto no es cuento ni engaño,

que dos veces en un año

se entran las Indias por ella.

145

¿Qué Salamanca ni corte

como aquel famoso río?

Ver la galera, el navío

del mar del sur o del norte.

Ver aquella variedad

150

que es imposible dehesilla,

porque el río de Sevilla

tiene otra tanta ciudad.

 

JUAN

Paso, bestia, que se acerca

una dama de buen talle..

 

GUZMÁN

155

Ya la hablaste en otra calle,

si no me engaño, a esta puerca.

Ella sabe que has venido

de Italia, y habrá pensado,

don Juan, que vienes cargado

160

(como te ve bien vestido)

de jubones de Milán,

de medias napolitanas,

de raso, de oro.

 

Salen Lucinda y Leonarda con mantos.

LUCINDA

¿Ce?

 

GUZMÁN

Hermanas,

¿llaman al señor don Juan?

 

LUCINDA

165

Al mismo.

 

GUZMÁN

Pues no está en casa.

 

JUAN

Necio, ¿esta merced no acetas?

 

GUZMÁN

Señoras, si son discretas,

echen de ver lo que pasa

por la bolsa del señor

170

en ver el talle al criado.

 

LUCINDA

El del señor me ha obligado,

que es muy bueno.

 

JUAN

¡Gran favor!

Este talle no es de aquellos

que de lindos pasan a plaza.

175

Hízome Dios a esta traza,

negro de ojos y cabellos.

 

LUCINDA

No sois negro, sois morenos.

 

JUAN

Es más llano que la palma;

pero soy negro con alma,

180

y para esclavo muy bueno.

 

LUCINDA

¿De dónde sois?

 

JUAN

¿No se ve?

Soy, señora, sevillano.

 

GUZMÁN

¿Qué la digo?

 

LEONARDA

Quedo hermano;

sin tocar, y escucharé;

185

no me pique ni me guinche.

 

GUZMÁN

¿Guinche? Pues has de saber

que yo he menester mujer

que la albarde y que la cinche.

 

JUAN

De Italia vengo con nuevas

190

que mi padre murió.

 

LUCINDA

¿Heredaste algo?

 

JUAN

No.

 

GUZMÁN

Ya andamos en estas pruebas

a la segunda palabra.-

Y ella ¿no me dice a mí

195

quién se me ha muerto?

 

LEONARDA

¿Yo?

 

GUZMÁN

Sí.

 

LEONARDA

¡Bueno!

 

GUZMÁN

Estate queda, cabra.

 

LEONARDA

Óigase el señor cabrito.

 

GUZMÁN

Mire que de Italia vengo,

y que sé de duelo, y aún tengo

200

más que cabellos me quito.

 

JUAN

Hijo soy de un padre indiano;

digo, fui, que esta color

me dio para ese favor,

que en tan rico dueño gano.

205

Que esclavo soy y seré

de quien dice que la agrado.

Decidme qué habéis comprado

y al mercader pagaré.-

¡Hola! Daca ese dinero.

 

GUZMÁN

210

En la nave ese quedó

con la ropa; pero yo

tengo un real, no sé si entero;

pero habrá para avellanas,

o lo que es agua y anís.

 

JUAN

215

¡Qué buen humor! ¿No le oís?

 

LUCINDA

Sí, que somos cortesanas.

 

GUZMÁN

Déjense imaginar

que burlo, y si llevan algo,

dénselo a este pobre hidalgo,

220

que sale en cueros del mar,

que a fe que es obre piadosa.

 

LUCINDA

Bien puedo darle, si quiero,

joyas, crédito y dinero.

 

GUZMÁN

¡Oh, mujer la más hermosa

225

que ha criado el Potosí!

Daca esos pies reverendos.

 

LUCINDA

¡Haced allá esos remiendos!

 

GUZMÁN

Luego ¿hay remiendos aquí?

Debajo pensaba yo

230

que era el trabajo y el lacre.

(Esta mujer es un sacre.

Cogerte quiere.

 

JUAN

Eso no,

que la he visto enamorada.

 

GUZMÁN

Mal conoces las garduñas.

235

Tiene encogidas las uñas

para darte guiñarada.

Tente en buenas, que estas tretas

yo las sé.)

 

LUCINDA

¿Qué le decís?

 

GUZMÁN

Que no hay más de agua y anís,

240

porque somos…

 

LUCINDA

¿Qué?

 

GUZMÁN

Poetas.

Lo que tocaré a un soneto,

en buen hora; más dinare,

si vuesancé lo tocare,

en público ni en secreto,

245

téngame por moscatel.

 

LEONARDA

Antes parece moscón.

 

LUCINDA

Él es lindo socarrón.

 

LEONARDA

(Déjame un rato con él.

 

LUCINDA

Entretenle, que en mi vida

250

tal cosa me sucedió.

 

LEONARDA

¿Haste enamorado?

 

LUCINDA

No.

 

LEONARDA

Pues ¿qué ha sido?

 

LUCINDA

Estoy perdida.)

Andaluz, indiano o quien

quiso el poder celestial

255

que viniese por mi mal

a parecerme tan bien,

¿dónde vives?, ¿dónde posas?,

que estoy por decir que en mí.

 

JUAN

¿Que tan venturoso fui?

260

Beso esas manos hermosas.

¿Queréis algo?

 

LUCINDA

A ti te quiero.

Vete con Dios. ¡Qué locura!

 

JUAN

Así Dios me dé ventura

en lo que de vos espero,

265

que os pago bastantemente

para amor recién nacido.

Decidme algo.

 

LUCINDA

Ya te pido…

 

JUAN

¿Qué?

 

LUCINDA

Que me quieras. Detente,

que viene aquí no sé quién.

 

Salen Doroteo y Riselo, caballeros.

DOROTEON

270

Con él habla, ¿qué dudáis?

 

RISELO

Pues ¿por qué no lo estorbáis?

 

DOROTEO

Porque no me quiere bien.

Mi celoso pensamiento

de ese parecer ha sido;

275

pero en hombre aborrecido

no querrá el atrevimiento.

Ayer vi este forastero

de tal talle, que temí

que le viese por aquí

280

esta fiera por quien muero,

y tengo tan buena suerte,

que no solo le ha mirado,

pero hablado y aún tratado.

 

JUAN

(En aquesta gente advierte.

 

GUZMÁN

285

Deben ser los rufianes

de esta hermana pecatriz.

Pues si saco la de Ortiz,

más que corren los Guzmanes.

 

JUAN

No alborotes.)

 

DOROTEO

Dime, esquiva,

290

¿qué es esto?

 

LUCINDA

Vete con Dios,

Doroteo.

 

Vanse Lucinda y Leonarda.

RISELO

Ya las dos

se van por el coso arriba,

y aun él ¡por Dios!, con razón,

pues les dices muy compuesto:

295

‟Dime, esquiva, ¿qué es aquesto?”,

más maduro que un melón.

¡Cuerpo de Dios!, enojado

le pudiérades decir

que se reporte en salir,

300

pues está casi trazado

este negro casamiento,

y que no hable en la calle.

 

DOROTEO

Celos me da aquel buen talle

y aquel desdén suficiente.

305

Voy tras ella.

 

RISELO

Y esta gente,

¿hase de quedar ansí?

 

DOROTEO

Pues ¿qué importa?

 

GUZMÁN

(¿Vanse?

 

JUAN

Sí.

 

GUZMÁN

¡Pensar de quien tal consiente!

 

JUAN

¿Qué quieres hacer?

 

GUZMÁN

Quitalles

310

la mujer.

 

JUAN

Si yo supiera

quien era…

 

GUZMÁN

Ya voy.

 

JUAN

Espera,

que tienen gallardos talles,

y aseguran el valor

de esta señora.

 

GUZMÁN

¡Señora!

 

JUAN

315

Pues, luego ¿no?

 

GUZMÁN

Calla agora;

será una mujer de amor,

de las que nunca le tienen.

 

JUAN

Sin duda que es principal,

pues que no la hablaron mal

320

éstos que en su busca vienen.

 

GUZMÁN

Ya estarás como un albur,

asido de las agallas.

 

JUAN

No hay mejor hombre, si callas,

Guzmán, desde el norte al sur.

325

Quedo, que vuelve otra vez.)

 

Salen Lucinda y Leonarda.

LUCINDA

Hacedme placer, hidalgo,

si os tengo obligado en algo,

que donde no hay juez