El amor desatinado - Lope de Vega - E-Book

El amor desatinado E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

El amor desatinado es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias del Siglo de Oro Español, narra un malentendido amoroso que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo.

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Seitenzahl: 98

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Lope de Vega

El amor desatinado

 

Saga

El amor desatinadoCover image: Shutterstock Copyright © 1993, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726616545

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Elenco

ROSA, dama ROBERTO, rey de Inglaterra TEODORO, camarero FILIBERTO, viejo, padre de ROSA ENRICO, su hijo ARSINDO, duque ISABEL, reina CAMILA, criada ENRIQUE, rey de Francia TIBALDO, duque de Orliens LIBERIO, barón de Fox LEARDO, conde de Aste MARCELINO, criado de TISALDO Cuatro o cinco PAJES ALABARDEROS, no hablan ESFORZA DELFÍN CELIO FERRANTE Un BARQUERO [CAJA]

Acto I

ROSA, dama, y TEODORO.

 

TEODORO

A la puerta queda solo.

 

ROSA

¿Pues qué aguarda?

 

TEODORO

Tu licencia

desde que en el otro polo

5

cubrió su luz y presencia

la hermosa cara de Apolo.

 

ROSA

¿Un rey, en mi puerta?

 

TEODORO

Sí,

que mereces verle así,

si el mismo Alejandro fuera

10

y todo el mundo trayera

para ofrecértele a ti.

 

ROSA

¿Que yo tengo ese valor?

 

TEODORO

Pregúntalo al resplandor

de ese rostro que da en él,

15

pues la luz que sale de él

me abrasa en su mismo amor.

Como el cristal vuelve el fuego

del sol que le toca luego,

así en él tus rayos son,

20

que su reverberación

me tiene del todo ciego.

Eres, Rosa, tan hermosa

que no en balde fuiste digna

de tener nombre de Rosa,

25

aunque en nacer de una espina,

de coger dificultosa.

Y así mis deseos embargas

y al Rey de despojos cargas,

y él te alcanza de este modo,

30

que los reyes para todo

tienen las manos muy largas.

 

ROSA

¿Y si yo mi honor adoro

no son tus recelos vanos,

si, rosa, entre espinas moro?

 

TEODORO

35

No se picará las manos,

que las tienen armadas de oro.

 

ROSA

¿Mucho puede un rey?

 

TEODORO

Aquello

que puede comprehendello

su misma imaginación,

40

porque cualquiera ocasión

le está ofreciendo el cabello.

 

ROSA

¿Podrame vencer a mí?

 

TEODORO

Tú sabes el no o el sí.

 

ROSA

No sospecho que podrá.

 

TEODORO

45

¡Mira que a la puerta está!

 

ROSA

Bien dices, ya lo entendí.

No creo que ha de bastar

quererme yo pertrechar

de mi honor, que es cosa cierta

50

que si es rey, y está a la puerta,

habrá por fuerza de entrar;

que poseen, en efecto:

Dios, el alma; el cuerpo, el rey.

Pero tiene un gran defecto.

 

TEODORO

55

¿Qué defecto, si no hay ley

de que un rey no quede excepto?

¿Querrá decir que es casado?

 

ROSA

¿Y es poco?

 

TEODORO

¡Qué habrá importado!

¿Hase de casar contigo?

 

ROSA

60

Por otra cosa lo digo.

 

TEODORO

¿Pues qué defecto?

 

ROSA

Un criado.

 

TEODORO

¿Criado puede estorbar,

o privado o bien nacido,

que el Rey te pueda gozar?

65

Cuando fuera tu marido,

¿hay más de hacerle matar?

No pongas inconvenientes,

que hoy levantas tu linaje

y ennobleces tus parientes,

70

que amor de un rey no es ultraje,

pues libre de honor te sientes.

 

ROSA

¿Qué llamas libre de honor?

 

TEODORO

No ser casada, que obliga

a más respeto y temor,

75

que aquel yugo el alma liga

para que no alcance error.

 

ROSA

¿Y mi padre, no es honrado,

y por haberme engendrado

merece ese buen respeto?

80

¿Ni un hombre noble y discreto

que por hermano me ha dado?

 

TEODORO

No les toca el desagravio,

aunque agravio suele ser,

a un hermano y padre sabio;

85

del que goza la mujer

es solamente el agravio.

Hermano o padre en rigor,

si la mujer hace error,

es en la sangre ofendido,

90

pero el hombre, que es marido,

en la lealtad y el honor.

 

ROSA

¿Y si yo tengo un intento

que es de casarme, por dicha,

no ofendo mi pensamiento?

 

TEODORO

95

No es agravio, que es desdicha,

si es antes del casamiento.

 

ROSA

Eso es quien no lo sabe,

porque en siendo sabedor

en su misma afrenta cabe.

 

TEODORO

100

No disputemos de honor,

que es materia aguda y grave.

Es meterme hasta los codos

querer entender sus modos.

No me meto en lo que fue,

105

porque el honor y la fe

no es disputa para todos.

La pasión de Rey es cierta;

no sé quién yerra o acierta.

Manda abrir, señora mía,

110

que es mucha descortesía

tener un rey a la puerta.

 

ROSA

Espera, así Dios te guarde.

¿No es falta para un marido

que antes su honor no le guarde?

 

TEODORO

115

Falta en la mujer ha sido,

que es bien que al hombre acobarde,

porque puede, como ves,

presumir, aunque era ajena

y no le toca interés,

120

que si antes no fue buena,

no será buena después.

Pero con un rey que es fuerza,

toda disculpa se esfuerza,

que no es igual el error,

125

pues con un rey es menor,

y rey que con serlo fuerza.

 

ROSA

¿De esa suerte bien podré

casarme?

 

TEODORO

Y lo firmaré

de mi nombre.

 

ROSA

Pues, Teodoro,

130

como a marido te adoro:

¿quieres que entre el Rey?

 

TEODORO

No sé.

Pon por un instante pausa

al efecto, que se causa

de la que a mí me condena,

135

que pensé que era ajena

y he sentenciado mi causa.

¿Que tú me quieres a mí?

 

ROSA

Y tan bien me has parecido

que al Rey dejaré por ti,

140

y si no ofende al marido,

también le querré.

 

TEODORO

¡Eso sí!

¡Cárgame bien, por tu vida!

 

ROSA

Pues ¿cómo me has de querer?

 

TEODORO

No con mi honra ofendida,

145

que mal serás mi mujer

del Rey gozada o querida.

 

ROSA

¿Pues no decía que sí,

y que antes no importaba?

¿No me aconsejaste así?

 

TEODORO

150

Era cuando te engañaba.

 

ROSA

¿Y ahora?

 

TEODORO

Engáñome a mí.

¡Es posible que me quieres,

luz del alma!, ¿qué te he dado?

 

ROSA

¡Teodoro, mi vida eres!

 

TEODORO

155

¿Qué locura ye ha engañado

que a un rey, un paje prefieres?

 

ROSA

¡Es amor poca locura?

 

TEODORO

Dame aquesa nieve pura

de esa mano, para helar

160

este deseo.

 

ROSA

¿Ha de entrar

este Rey que entrar procura?

 

TEODORO

¡Tantito, por Dios, espera!

 

ROSA

¿Tú quieres ser mi marido?

 

TEODORO

¿No bastará que te quiera?

165

Rosa, el Rey está perdido,

lo que ha de hacer considera.

Cuéntame muerto si acierta

a ver lo que se concierta.

 

ROSA

Pues entre.

 

TEODORO

¡Aguarda, luz mía!

 

ROSA

170

¿No ves que es “descortesía

tener un rey a la puerta”?

 

TEODORO

Ahora bien, voyle a llamar,

porque vanamente intentas,

que si el rey deje de entrar.

 

ROSA

175

¡Mira bien! ¡No te arrepientas!

 

TEODORO

¿Qué haré? Morir y callar.

Vase.

 

ROSA

Defensa tiene, de una espada, el filo

y la punta cruel de una alabarda,

la bala de una horrísona bombarda

180

y el delito mayor sagrado asilo.

Defensa tiene el mar, defensa el Nilo

y el salteador que el camino aguada;

el tigre fiero, la leona parda,

y, del traidor, el engañoso estilo.

185

Al agua, al fuego, al viento, al tiempo, a un toro

se puede hallar un hombre que los venza;

hasta con fama se venció el olvido.

Todo tiene defensa, pero el oro,

después que sujetó la honra y la vergüenza,

190

no puede ser de nadie defendido.

 

El REY, muy galán, de noche, y TEODORO.

 

REY

¿Podreme desembozar?

 

TEODORO

Muy bien puede Vuestra Alteza.

 

ROSA

¡Jesús! Señor, ¿tal grandeza

se pudo tanto humillar?

195

A vuestro valor decidle

que es esta mucha humildad

 

REY

A vuestra rara beldad

es toda grandeza humilde.

Bien podréis darme una mano.

 

ROSA

200

Es muy indigna de vos.

 

REY

Bien la defendéis, por Dios,

que ese engaño está muy llano.

Para besarla quería

que vuestro honor me la diera,

205

pero no porque excediera

del respeto y cortesía.

 

ROSA

Yo las diera a toda ley

si estuvieran avisadas;

porque han de estar muy lavadas

210

para la boca de una rey.

Vuestra Alteza me perdone.

 

REY

Así hicieran bien su oficio

que a mí, cualquier artificio,

o me cansa o descompone.

215

Sin él esa mano bella

será perfecta y hermosa,

que la mano de una rosa

siempre estará como ella.

Rosa gentil que los cielos

220

hicieron por mi martirio,

aunque rosa, como a lirio

vistiéndola de sus celos.

Rosa que en toda la tierra

fragancia de azahar derrama.

225

Rosa, gloria, honor y fama

del jardín de Inglaterra.

Rosa angélica y divina,

Rosa que Venus formó

de la sangre que sacó

230

de entre sus plantas la espina.

¡Muestra tu blandura, Rosa!

¡Haz, Rosa, tu efecto en mí

y no seas para mí

como adelfa venenosa!

235

Que en fe de lo que pudiera

ofrecer a tu persona,

es poco cetro y corona;

hacerte inmortal quisiera.

Cuando no fuera casado,

240

no puedes duda poner

en que fueras mi mujer,

más que en haberte mirado.

Esta enojosa francesa

que mi libre cuello oprime,

245

no creas que yo la estime,

pues de que viva me pesa.

De repudiarla me alegro,

si un Rey de Francia no fuera

quien su agravio me pidiera,

250

que es su padre y es mi suegro.

Y que la matara advierte

para gozarnos los dos,

si también no hubiera Dios

que me impidiera su muerte.

255

Pero, pues, no ha de estorbar

mi gusto, viva o no viva,

pues no es más de una cautiva

que tú la puedes mandar...

 

ROSA

A tan alto ofrecimiento

260

y de un rey, cual vos, señor,

no hay en mi humildad valor

para darle acogimiento.

No quiero que de imposibles

me haga merced Vuestra Alteza,

265

pues que son a su grandeza

todas las cosas posibles.

 

REY

Si tú lo eres para mí,

creeré lo que puede un rey.

[...]

270

[...]

Cumplirás con la lealtad

que tiene obligación,

porque es cometer traición

negarme la voluntad.

275

Y pues el reino, en mi jura,

por ti obediencia juró,

cumple lo que él prometió,

so pena de ser perjura.

Que en él serás, si obedeces,

280

mi gusto, tan estimada,

que vendrás por envidiada

a saber lo que mereces.

 

ROSA

Con tu licencia, señor,

hablar a Teodoro quiero.

 

REY

285

¡Teodoro!

 

TEODORO

¡Señor!

 

REY

Espero

que ha de ablandar su rigor.

¿Qué te querrá?

 

TEODORO

Por ventura,

debe de estar vergonzosa.

 

REY

¿Pues pedirá alguna cosa?

 

TEODORO

290

¿Eso dudas que procura?

 

REY

Háblala y dale mi estado,

mis reinos, tesoros, vida;

no tenga vergüenza, pida,

pida este mundo cifrado;

295

porque en este ardor profundo

adonde soy salamandra,

yo tengo un alma Alejandra

que puede ofrecerle el mundo.

 

TEODORO

(¿Qué es, señora, lo que quieres?

 

ROSA

300

Teodoro, resolución,

pues sabes la condición

que tenemos las mujeres.

¿Quiéreste casar conmigo

o hago el gusto del Rey?

 

TEODORO

305

¡Ah, lealtad! ¡Tirana ley

y de los hombres castigo!

¿Cómo le podré quitar,

Rosa mía, al Rey su gusto?

Y si le hago este disgusto,

310

¿no ves que me ha de matar?

 

ROSA

¿Por qué, si a entender le das

que estás casado conmigo?...