El castigo del penseque - Tirso de Molina - E-Book

El castigo del penseque E-Book

Tirso de Molina

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Beschreibung

El castigo del penseque es una de las comedias de capa y espada de Tirso de Molina, también llamadas comedias palatinas. Se basa en una historia de amor galante entreverada con aventuras, articulada en torno a una trama de comedia de enredo.-

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Tirso de Molina

El castigo del penseque

 

Saga

El castigo del pensequeCover image: Shutterstock Copyright © 1620, 2020 Tirso de Molina and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726549140

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

[Nota preliminar: presentamos una edición fonética de El castigo del penseque de Fray

Gabriel Téllez (Tirso de Molina), Valencia, en casa de Pedro Patricio Mey, 1631, basándonos

en la edición de Juan Eugenio de Hartzenbusch (Tirso de Molina, Comedias escogidas de

Fray Gabriel Téllez (el Maestro Tirso de Molina), Madrid, Atlas, Biblioteca de Autores

Españoles, 1944, pp. 70-89).]

PERSONAS

DON RODRIGO GIRÓN. DIANA, condesa.CASIMIRO, conde.CHINCHILLA, lacayo.LIBERIO, viejo.CLAVELA, dama.LUCRECIA, criada.ROBERTO. PINABEL, caballero.FLORO, caballero.LEONELO, caballero.Acompañamiento.Soldados.

La escena es en una ciudad de Flandes, inmediata al mar.

Acto I

Campo con vista exterior de una ciudad; a un lado la casa de LIBERIO, extramuros.

Escena I

DON RODRIGO, CHINCHILLA.

 

CHINCHILLA ¡Gracias a Dios, señor mío,

que ha permitido que pises

tierra en flamencos países!

DON RODRIGO Mala bestia es un navío.

CHINCHILLA Más que mula de alquiler 5

si furiosa se desboca.

Pero, en fin, anda con toca.

Lo que tiene de mujer,

le deshonra.

DON RODRIGO Por la vela,

la llamas mujer tocada. 10

CHINCHILLA Y porque, cuando le agrada,

le sirve el viento de espuela.

Da al diablo tal caminar;

que si una vez tira coces,

no servirá el darle voces, 15

ni te podrás apear

mientras le dura el enojo;

sino que a la primera suerte,

con ser tan seca la muerte,

has de morir en remojo. 20

No hayas miedo, aunque lo mandes,

que me mezca la fortuna

segunda vez en su cuna.

DON RODRIGO Ya estamos cerca de Flandes.

Términos parte con él 25

y con la antigua Alemaña

esta apacible montaña.

CHINCHILLA Flandes todo es un vergel.

DON RODRIGO ¿Cómo lo sabes?

CHINCHILLA Así

se nos vende en nuestra tierra 30

en lienzos. Allí una sierra;

un ameno valle aquí,

y en él dos gamos corriendo

(que también corren en Flandes

gamos pequeños y grandes); 35

vanle tres galgos siguiendo,

y al trasponer de una cuesta,

le atajan dos caballeros,

mostrando en él sus aceros.

Luego, con música y fiesta, 40

dos damas de cardenillo,

oyendo el amor sutil

de un galán de perejil

con un coleto amarillo,

que asentado en una puente 45

(a falta de silla o poyo)

por donde corre un arroyo

del orinal de una fuente,

en servillas se desvela.

Luego en un jardín están 50

tres damas con un galán

(que tocando una vihuela

las entretiene despacio),

porque el sol no las ofenda,

mientras sacan la merienda 55

de un almagrado palacio

con su puente levadiza,

seis torres y cien ventanas.

Acullá danzan pavanas,

que un flamenco soleniza... 60

Por cualquier parte que andes,

todo es fuente y frescura.

Esto es Flandes en pintura,

y por esto no hay más Flandes.

DON RODRIGO No sabes tú lo que va 65

de lo vivo a lo pintado.

CHINCHILLA A Flandes hemos llegado:

no nos llores duelos ya.

DON RODRIGO Si en él no nos va más bien

que en Madrid, ¡buena venida 70

hemos hecho, por mi vida!

CHINCHILLA Calla, y esperanza ten,

que si eres hijo menor,

y, como tal, maltratado

de un mayorazgo felpado, 75

rico por ser el mayor,

le heriste, con la licencia

que da un hablar descortés;

de hermanos segundos es

Flandes valerosa herencia. 80

¿No traes cartas de favor

para el Archiduque?

DON RODRIGO Sí;

mas basta ser para mí...

CHINCHILLA ¿Pues de qué tienes temor?

DON RODRIGO No está el Archiduque en Flandes. 85

CHINCHILLA ¡Muy buen despacho, por Dios,

para no tener los dos

un cuatrín!

DON RODRIGO Desdichas grandes

me persiguen estos días.

No hay remedio. ¿Qué he de hacer? 90

CHINCHILLA Si pudiéramos comer

desdichas tuyas y mías,

no echáramos el dinero

menos; porque con mandar

a la huéspeda guisar 95

cuatro desdichas, primero

que aquellas se digirieran

(si hay para ellas digestión),

porque hubiera provisión,

otras tantas acudieran, 100

y comiéramos los dos

desde hoy más nuestras desdichas.

DON RODRIGO ¿Tantas tengo?

CHINCHILLA A ser salchichas,

a vernos viniera Dios.

DON RODRIGO No he de ser en todas partes 105

desdichado.

CHINCHILLA Ni hay lugar

donde no sepa llegar

con sus agüeros un martes.

Si caminaran a pie

las desgracias, imagino 110

que por huir las de un camino,

no nos siguieran.

DON RODRIGO No sé,

aunque a Momblán he llegado,

dónde me pueda hospedar.

CHINCHILLA Si no tienes que gastar, 115

vamos al mesón del Prado.

DON RODRIGO ¿Es tiempo de burlas este?

CHINCHILLA ¿Pues de qué quieres que sea?

DON RODRIGO Cuando algún noble me vea

podrá ser que dé o que preste. 120

CHINCHILLA ¿«Preste» aquí? ¡Vocablo extraño!

Los negros lo entenderán,

que sirven al Preste Juan.

Un «preste» hace tanto daño

como tiña o pestilencia. 125

De «peste» a «preste» verás

que hay una letra no más.

En tan poca diferencia,

nadie se querrá apestar

por prestar.

Escena II

ROBERTO. -DON RODRIGO, CHINCHILLA.

 

ROBERTO (Para sí, en el fondo del teatro.)

Tarde he venido; 130

el tiempo me ha detenido,

él me puede disculpar.

Pero ¡cielos!, ¿no es Otón

este que a los ojos tengo?

A famoso tiempo vengo. 135

Llego a hablalle, que es razón.

Pero no; a su padre quiero

pedille de su venida

las albricias.

(Vase.)

Escena III

DON RODRIGO, CHINCHILLA.

 

CHINCHILLA Por mi vida,

que para estar sin dinero, 140

es nuestra flema muy buena.

Busquemos una hostería,

pues si en ella el patrón fía

sobre prendas cama y cena,

hombre eres de muchas prendas, 145

pues que tu nombre y blasón

es don Rodrigo Girón.

Sobre ellas, pues no hay que vendas,

cenarás.

DON RODRIGO Ya que he venido

a Flandes desde mi tierra, 150

serviré al rey en la guerra;

que el noble que es bien nacido,

sólo por sus hechos medra,

y con fama celebrada

saca fruto de la espada 155

como Moisés de la piedra.

Escena IV

LIBERIO, CLAVELA, LUCRECIA, ROBERTO. -DON RODRIGO, CHINCHILLA.

 

LIBERIO (Hablando con ROBERTO al salir.)

¿Otón?

ROBERTO Otón digo que es.

LIBERIO Si él fuera, ya hubiera entrado.

Mas él es. ¡Ay hijo amado!

(Llegándose a DON RODRIGO.)

Dame los brazos. Ea pues, 160

deja a la naturaleza

hacer su oficio de amor.

DON RODRIGO ¿Habláis conmigo, señor?

LIBERIO ¿Pues con quién? ¡Buena simpleza!

¿Qué dudas? Dame los brazos. 165

DON RODRIGO Darelos por cortesía.

(Abrázale.)

LIBERIO ¡Hijo mío! ¡Prenda mía!

Vuelve y dame más abrazos.

Clavela, abraza a tu hermano.

CHINCHILLA (Aparte.)

Hecho me quedo un baulón. 170

CLAVELA Llegad y abrazadme, Otón.

DON RODRIGO Yo soy quien en eso gano.

Pero...

CHINCHILLA (Aparte a su amo.)

Llega, majadero,

y deja peros ahora.

DON RODRIGO Alto: abrazadme, señora. 175

(Abrázala.)

CHINCHILLA (Aparte a su amo.)

Ese sí que es lindo pero.

LIBERIO (A LUCRECIA.)

Prevéngase su aposento

y cena.

 

(Vase LUCRECIA.)

CHINCHILLA Si hay que comer,

vamos.

(Aparte.)

Dios nos vino a ver.

LIBERIO Loco me tiene el contento. 180

DON RODRIGO ¿Qué es esto, señora mía?

Señor, ¿qué es lo que decís?

CHINCHILLA (Aparte a su amo.)

Calla.

CLAVELA ¿Que aún os encubrís?

DON RODRIGO (Aparte.

¿Hay más extraña porfía?)

Yo llego en esta ocasión 185

desde Castilla...

LIBERIO No quiero

sabella. Entremos primero;

que en buena conversación,

después de alzada la mesa

nos diréis ese suceso. 190

DON RODRIGO Señores...

CHINCHILLA (Aparte a su amo.)

¿Estás sin seso?

¿De esta ventura te pesa?

Hallas aquí padre y madre,

qué comer y qué cenar,

cuando acabas de llegar 195

sin blanca; llámase padre

tuyo un viejo, que en cajones

para que vivas triunfando,

le deben de estar maullando

gatos llenos de doblones, 200

¿y excúsaste, mentecato?

Di que eres Otón, Enrico,

Baldovinos, mono, mico,

Herodes y Mauregato.

LIBERIO Si el temor de la desgracia 205

que de aquí te hizo huir,

hijo, te obliga a fingir,

no temas.

DON RODRIGO (Aparte.)

¿No es linda gracia

aquesta?

LIBERIO Porque Roberto

está delante de ti, 210

¡te disimulas así!

CHINCHILLA Sí, por eso se ha encubierto.

LIBERIO Ya no tienes que temer.

Cortó el cielo en años breves

la vida al duque de Clèves; 215

viuda queda su mujer,

moza, rica, y por su dote,

condesa de Oberisel.

CHINCHILLA (Hablando aparte a un lado con DON RODRIGO.)

Señor, acota con él,

o no cenarás gigote. 220

DON RODRIGO ¿Pues qué he de hacer?

CHINCHILLA Consentir,

comer, conversar, contar,

y a veces disimular,

porque te importa vivir.

Llegó una noche a una venta 225

un licenciado sin cuarto,

ni blanca; estaba de parto

la ventera, y no había cuenta

de dalle por ningún precio

un bocado de cenar, 230

ni cama en que se acostar,

porque era el parto muy recio,

y traía alborotada

la venta. Llegose y dijo

el estudiante: «De un hijo 235

la ventera está preñada.

Si quieren que luego para,

tráiganme tinta y papel,

y un ensalmo pondré en él

de virtud notable y rara». 240

Escribió solos dos versos;

cosiolo en un tafetán;

sacáronle vino y pan

y otros manjares diversos;

diéronle paja y cebada 245

a la bestia; parió luego

la ventera; mas no a ruego

de la oración celebrada.

Partiose, sin guardar cosa,

el estudiante, estimado 250

de todos y regalado;

la huéspeda, codiciosa

de ver lo que contenía

la tal nómina o papel

tan dichoso que con él, 255

cualquier preñada paría,

abriolo, y vio en él escrito:

«Cene mi mula, y cene yo,

siquiera para, siquiera no»:

y riyeron infinito. 260

Si padre y madre has hallado

cene mi amo y cene yo,

siquiera sea, siquiera no,

tu padre, agüelo o cuñado.

LIBERIO Ea, hijo, ¿qué dudáis? 265

CLAVELA Hermano, ¿qué os detenéis?

DON RODRIGO Con la salva que me hacéis,

pues todos me aseguráis,

no es bien que mi fingimiento

dure más. Vuestro hijo soy. 270

 

(Sale LUCRECIA.)

 

LIBERIO Otras mil veces te doy

los brazos. -¿El aposento

(A LUCRECIA.)

está prevenido?

LUCRECIA Está,

y la cena que se enfría.

DON RODRIGO Vamos, pues, hermana mía. 275

CHINCHILLA (Aparte.)

Hermana carnal será.

LIBERIO Lucrecia, ten tú cuidado

con este... ¿Cómo os llamáis?

CHINCHILLA Chinchilla, porque os sirváis

de mí.

DON RODRIGO Es muy leal criado. 280

LIBERIO ¿No llevaste, di, ninguno

desta ciudad?

DON RODRIGO Señor, no.

CHINCHILLA En Madrid me recibió

un viernes, día de ayuno,

que ha que dura un año entero. 285

¡Mire qué extraño rigor!

Mas no hay ayuno peor

que el ayuno del dinero.

LIBERIO Entrad, hijo, y descansad.

CHINCHILLA (Aparte a su amo.)

¡Ah, don Rodrigo! ¡Chitón! 290

LIBERIO Hija, a vuestro hermano Otón

le dad la mano, y entrad.

 

(Vanse DON RODRIGO, CLAVELA, LIBERIO y ROBERTO; y al entrarse LUCRECIA, la detiene CHINCHILLA.)