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El castigo sin venganza es una obra teatral compuesta por Lope de Vega al final de su vida. Enmarcada en el género de la tragedia, narra los amoríos entre el conde Federico y Cassandra, la joven esposa de su padre, el duque de Ferrara. Cuando el duque descubra la traición impondrá un grave castigo a los amantes.
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Seitenzahl: 92
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Lope de Vega
Tragedia
Saga
El castigo sin venganzaCover image: Shutterstock Copyright © 1631, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617047
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
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SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Al Excelentísimo Señor Duque de Sessa, mi Señor1 .
Desigual atrevimiento parece dedicar a Vuestra Excelencia esta Tragedia, cuando fuera más justo poemas heroicos, de quien fueran argumento las gloriosas hazañas de sus progenitores invictísimos, que dieron a la Corona de España tantos Reinos, a las plumas tantas historias, a la fama tantos triunfos y a las ramas insignes de su apellido tantas banderas, de que son fieles testigos reyes infieles y alguno que, preso, ocupa con honra suya un cuartel de ellas entre los Córdobas, Cardonas y Aragones, ilustrísimos por inmortal memoria en tantos siglos, y por sangre generosa en tantos reinos. Mas como suele el que cultiva flores enviar al dueño del jardín algunas, como en reconocimiento de que son suyas las que quedan, así, yo me atrevo a enviar a Vuestra Excelencia las de este asunto; indicio de que reconocen las demás que de todas es Señor, como del que las cultiva. En los amigos, los presentes son amor, en los amantes, cuidado, en los pretendientes, cohecho, en los obligados, agradecimiento, en los señores, favor, en los criados, servicio. Éste no va a solicitar mercedes, sino a reconocer obligaciones, de tantas como he recebido de sus liberales manos en tantos años que ha que vivo escrito en el número de los criados de su casa. Guarde Nuestro Señor a Vuestra Excelencia como deseo.
Frey Lope Félix de Vega Carpio.
Señor lector, esta Tragedia se hizo en la Corte sólo un día por causas que a Vuestra Merced le importan poco. Dejó entonces tantos deseosos de verla, que les he querido satisfacer con imprimirla. Su historia estuvo escrita en lengua latina, francesa, alemana, toscana y castellana: esto fue prosa; ahora sale en verso. Vuestra Merced la lea por mía -porque no es impresa en Sevilla, cuyos libreros, atendiendo a la ganancia, barajan los nombres de los poetas, y a unos dan sietes y a otros sotas; que hay hombres que por dinero, no reparan en el honor ajeno, que a vueltas de sus mal impresos libros venden y compran- advirtiendo que está escrita al estilo español, no por la antigüedad griega y severidad latina, huyendo de las sombras, nuncios, y coros, porque el gusto puede mudar los preceptos, como el uso los trajes y el tiempo las costumbres.
Tragedia
En Madrid a primero de agosto de 1631
[Rúbrica de Lope de Vega]
PERSONAS DEL PRIMERO ACTO
El DUQUE DE FERRARA, de noche3, FEBO y RICARDO, criados.
RICARDO ¡Linda burla!
FEBO ¡Por estremo!4
Pero, ¿quién imaginara
que era el duque de Ferrara...?
DUQUE Que no me conozcan temo5 .
RICARDO Debajo de ser disfraz 5
hay licencia para todo6 ,
que aun el cielo en algún modo
es de disfraces capaz.
¿Qué piensas tú que es el velo
con que la noche le tapa? 10
Una guarnecida capa
con que se disfraza el cielo
y para dar luz alguna
las estrellas que dilata
son pasamanos7 de plata 15
y una encomienda la luna8 .
DUQUE ¡Ya comienzas desatinos!
FEBO ¿No lo ha pensado poeta
déstos9 de la nueva seta
que se imaginan divinos?10 20
RICARDO Si a sus licencias apelo11
no me darás culpa alguna,
que yo sé quien a la luna
llamó requesón del cielo.
DUQUE Pues no te parezca error 25
que la poesía ha llegado
a tan miserable estado
que es ya como jugador
de aquellos transformadores12
-muchas manos, ciencia poca13 - 30
que echan cintas por la boca,
de diferentes colores.
Pero... dejando a otro fin
esta materia cansada14 ,
¡no es mala15 aquella casada! 35
RICARDO ¡¿Cómo mala?! ¡Un serafín!16
Pero tiene un bravo azar17
que es imposible sufrillo18 .
DUQUE ¿Cómo?
RICARDO Un cierto maridillo
que toma y no da lugar19 . 40
FEBO ¡Guarda la cara!20
DUQUE Ése ha sido
siempre el más crüel linaje21
de gente deste paraje.
FEBO El que la gala, el vestido
y el oro deja traer, 45
tenga, pues él no lo ha dado,
lástima al que lo ha comprado,
pues, si muere su mujer,
ha de gozar la mitad
como bienes gananciales22 . 50
RICARDO Cierto que personas tales
poca tienen caridad,
hablando cultidiablesco
por no juntar las dicciones23 .
DUQUE Tienen esos socarrones 55
con el diablo parentesco,
que obligando a consentir,
después estorba el obrar24 .
RICARDO Aquí pudiera llamar,
pero hay mucho que decir. 60
DUQUE ¿Cómo?
RICARDO Una madre beata
que reza y riñe a dos niñas
entre majuelos y viñas,
una perlas y otra plata25 .
DUQUE Nunca de esteriores fío. 65
RICARDO No lejos vive una dama
como azúcar de retama26 ,
dulce y morena.
DUQUE ¿Qué brío?
RICARDO El que pide la color27 ;
mas el que con ella habita 70
es de cualquiera visita
cabizbajo rumiador28 .
FEBO Rumiar siempre fue de bueyes29 .
RICARDO Cerca he visto una mujer
que diera buen parecer30 75
si hubiera estudiado leyes.
DUQUE ¡Vamos allá!
RICARDO No querrá
abrir a estas horas.
DUQUE ¿No?
¿Y si digo quién soy yo?
RICARDO Si lo dices, claro está. 80
DUQUE Llama pues.
RICARDO Algo esperaba,
que a dos patadas salió31 .
(CINTIA en alto.)
CINTIA ¿Quién es?
RICARDO Yo soy.
CINTIA ¿Quién es yo?
RICARDO ¡Amigos, Cintia! ¡Abre, acaba32 ,
que viene el Duque conmigo! 85
¡Tanto mi alabanza pudo!33
CINTIA ¡¿El Duque…?!
RICARDO ¿Eso dudas?
CINTIA Dudo,
no digo el venir contigo,
mas el visitarme a mí
tan gran señor y a tal hora. 90
RICARDO Por hacerte gran señora
viene disfrazado ansí.
CINTIA Ricardo, si el mes pasado,
lo que agora, me dijeras
del Duque, me persuadieras 95
que a mis puertas ha llegado34 ,
pues toda su mocedad
ha vivido indignamente,
fábula35 siendo a la gente
su viciosa libertad, 100
y como no se ha casado
por vivir más a su gusto
sin mirar que fuera injusto
ser de un bastardo heredado
-aunque es mozo de valor 105
Federico-, yo creyera
que el Duque a verme viniera;
mas, ya que como señor
se ha venido a recoger
y de casar concertado 110
su hijo a Mantua ha enviado
por Casandra, su mujer,
no es posible que ande haciendo
locuras de noche ya
cuando esperándola está 115
y su entrada previniendo36 ,
que si en Federico fuera
libertad, ¿qué fuera en él?
Y si tú fueras fïel,
aunque él ocasión te diera, 120
no anduvieras atrevido
deslustrando su valor,
que ya el Duque tu señor
está acostado y dormido
y, así, cierro la ventana 125
que ya sé que fue invención37
para hallar conversación.
¡Adiós, y vuelve mañana!
DUQUE ¡A buena casa de gusto38
me has traído!
RICARDO ¿Yo, señor? 130
¿Qué culpa tengo?
DUQUE Fue error
fïarle tanto disgusto
para la noche que viene39 .
FEBO Si quieres, yo romperé
la puerta.
DUQUE ¡Que esto escuché! 135
FEBO Ricardo la culpa tiene.
Pero, señor, quien gobierna
si quiere saber su estado
cómo es temido o amado40
deje la lisonja tierna 140
del crïado adulador41
y disfrazado de noche
en traje humilde o en coche
salga a saber su valor,
que algunos emperadores 145
se valieron deste engaño42 .
DUQUE Quien escucha oye su daño
y fueron, aunque los dores43 ,
filósofos majaderos,
porque el vulgo no es censor 150
de la verdad44 , y es error
de entendimientos groseros45
fïar la buena opinión
de quien, inconstante y vario,
todo lo juzga al contrario 155
de la ley de la razón.
Un quejoso, un descontento
echa por vengar su ira,
en el vulgo, una mentira,
a la novedad atento, 160
y como por su bajeza
no la puede averiguar
ni en los palacios entrar,
murmura de la grandeza46 .
Yo confieso que he vivido 165
libremente y sin casarme,
por no querer sujetarme47 ,
y que también parte ha sido48
pensar que me heredaría
Federico, aunque bastardo; 170
mas ya que a Casandra aguardo,
que Mantua con él me envía,
todo lo pondré en olvido.
FEBO Será remedio casarte.
RICARDO Si quieres desenfadarte, 175
pon a esta puerta el oído.
DUQUE ¿Cantan?
RICARDO ¿No lo ves?
DUQUE Pues ¿quién
vive aquí?
RICARDO Vive un autor de comedias49 .
FEBO Y el mejor
de Italia.
DUQUE Ellos cantan bien. 180
¿Tiénelas buenas?50
RICARDO Están
entre amigos y enemigos:
buenas las hacen amigos
con los aplausos que dan,
y los enemigos, malas51 . 185
FEBO No pueden ser buenas todas.
DUQUE Febo, para nuestras bodas
prevén las mejores salas
y las comedias mejores52 ,
que no quiero que repares53 190
en las que fueren vulgares.
FEBO Las que ingenios y señores
aprobaren llevaremos54 .
DUQUE Ensayan.
RICARDO Y habla una dama55 .
DUQUE Si es Andrelina, es de fama56 . 195
¡Qué acción! ¡Qué afectos! ¡Qué estremos!57
(Dentro.)
[ACTRIZ] Déjame, pensamiento;
no más, no más, memoria,
que mi pasada gloria
conviertes en tormento, 200
y deste sentimiento
ya no quiero memoria sino olvido,
que son de un bien perdido,
aunque presumes que mi mal mejoras,
discursos tristes para alegres horas58 . 205
DUQUE ¡Valiente acción!
FEBO ¡Estremada!59
DUQUE Más oyera, pero estoy
sin gusto. Acostarme voy60 .
RICARDO ¿A las diez?
DUQUE Todo me enfada.
RICARDO Mira que es esta mujer 210
única.
DUQUE Temo que hable
alguna cosa notable.
RICARDO ¿De ti? ¿Cómo puede ser?
DUQUE ¿Agora sabes, Ricardo,
que es la comedia un espejo61 215
en que el necio, el sabio, el viejo,
el mozo, el fuerte, el gallardo,
el rey, el gobernador,
la doncella, la casada,
siendo al ejemplo escuchada 220
de la vida y del honor,
retrata nuestras costumbres,
o livianas o severas,
mezclando burlas y veras,
donaires y pesadumbres?62 225
Basta, que oí del papel
de aquella primera dama
el estado de mi fama:
bien claro me hablaba en él63 .
¿Que escuche, me persüades, 230
la segunda? Pues no ignores
que no quieren los señores
oír tan claras verdades64 .
(Vanse.)
(FEDERICO de camino muy galán y BATÍN criado65.)
BATÍN Desconozco el estilo de tu gusto66 .
¿Agora en cuatro sauces te detienes, 235
cuando a negocio, Federico, vienes
de tan grande importancia?67
FEDERICO Mi disgusto
no me permite, como fuera justo,
más prisa y más cuidado;
antes la gente dejo, fatigado68 240
de varios pensamientos,
y al dosel destos árboles que, atentos69
a las dormidas ondas deste río,
en su puro cristal sonoro y frío