El gran duque de Moscovia - Lope de Vega - E-Book

El gran duque de Moscovia E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

El gran duque de Moscovia es un drama teatral con trasfondo histórico del autor Lope de Vega, en este caso articulado en torno al reinado de Boris Gudonov, primer zar no perteneciente a la dinastía Riúrik.-

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Lope de Vega

El gran duque de Moscovia

y emperador perseguido

Saga

El gran duque de MoscoviaCopyright © 1606, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617092

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Hablan en ella las personas siguientes:

-fol. 75r-

EL PRÍNCIPE TEODORO. BASILIO, duque.ISABELA.1 DEMETRIO, niño de 12 años.CONRADO, caballero.AUGUSTO, caballero.CRISTINA, princesa.LAMBERTO, caballero.RODULFO, caballero.BORIS, caballero.EL DUQUE ARNIES2 . UN CAPITÁN. UN ASTRÓLOGO. UN VEEDOR. JUAN, [maestresala] cocinero.3CÉSAR, niño de 12 años.TIBALDA, dama.OROFRISA4 , dama.RUFINO, criado.[UN PRIOR Y UN MAESTRO DE NOVICIOS], frailes.5BELARDO, villano.FEBO, villano.LUCINDA, villana.PALATINO, conde.MARGARITA, su hija.UN SASTRE. DOS PAJES. EL REY DE POLONIA. UN CAMARERO. LISENA, dama.ELIANO6 . FINEA. [JUAN, hijo del duque Basilio.] [TIANO.] [SEBERIO.] [Soldados.][Músicos.][Guardas.][Capitanes.][Villanos.][Criados.][Alabarderos.][Segadores.][Caballeros.][Acompañamiento.]

Acto I

Salen el PRÍNCIPE TEODORO, mentecato, y BASILIO, duque de Moscovia, y DEMETRIO, niño de doce años, y CONRADO, caballero.

 

-fol. 75v-

BASILIO ¡Monstruo de naturaleza,

hijo en mal punto engendrado,

indigno de la grandeza

de mi generoso estado,

vil, fabulosa cabeza 5

a la que miraba igual

aquel astuto animal

que, de verla, se espantaba

viendo que sin seso estaba

la belleza natural! 10

¡Hombre falto y ignorante,

rudo y villano, grosero,

a una estatua semejante,

más que los bárbaros fiero

que están en el mar Adlante! 15

TEODORO Señor...

BASILIO ¡Esa boca tapa,

infame, medio mujer!

¡Tan vil razón se te escapa!

¿Ansí se ha de responder

a un embajador del Papa? 20

TEODORO Pues, ¿sé yo quién es?

BASILIO ¿No sabes

que es el que tiene las llaves

de Pedro, y Pedro de Cristo?

TEODORO Cuando yo le hubiera visto...

BASILIO Pero, ¿quién en cosas graves 25

mete a un hombre sin razón

y discurso natural?

TEODORO Señor, tú tienes pasión.

Todo te parece mal.

Celos de mi hermano son. 30

Pues cierto que soy discreto

y que dicen por ahí

que sé más que tú.

BASILIO En efeto,

yo te engendré.

TEODORO ¿Y yo salí

de ti con tan mal concepto? 35

BASILIO ¿Qué sierpe de libio7 monte,

¡cielo!, qué asirio elefante,

cuál indio rinoceronte

o qué monstruo semejante

a los que abrasó Faetonte 40

vi pintado en mi aposento

la noche que te engendré?

TEODORO Calla, que hablas a tïento,

que ningún monstruo se ve

mayor que el mismo contento. 45

Tú has sembrado en tu ducado,

por lo que quieres, a Juan,

que soy yo tonto8 .

BASILIO Admirado

los sentidos que le dan

me dejan, ¡por Dios!, Conrado. 50

Mira lo que digo; advierte

si sentencia puede haber

tan alta.

CONRADO Es razón muy fuerte,

que es gozar una mujer

monstruo que el alma divierte. 55

No le apremies, pues que sabes

que estos intervalos tiene.

TEODORO Si no hablo palabras graves

como a un príncipe conviene...

Tú tienes urcas y naves; 60

envíame a Roma luego:

pediré al Papa perdón.

DEMETRIO Señor, humilde te ruego

que no le des ocasión

a mayor desasosiego. 65

Acepta, si he merecido

tu gracia por ser tu nieto.

BASILIO Si por ti no hubiera sido,

Demetrio, que tan discreto

has de una bestia nacido, 70

sospecho que le encerrara

donde ninguno le viera.

DEMETRIO Abuelo y señor, repara

en que la celeste esfera

nunca el movimiento para. 75

Ella en las causas segundas

infunde este bien o mal.

BASILIO Muy bien su disculpa fundas.

DEMETRIO ¿Y qué más clara señal

para que tu error confundas 80

que ver que de ti, en efeto,

padre tan sabio y discreto,

-fol. 76r-

naciese un hijo ignorante,

y de un hijo semejante

venga a nacer este nieto? 85

BASILIO Deso entiendo que los Cielos

dan, Demetrio, a los abuelos

parte en la generación

de los nietos.

DEMETRIO Ramas son

de sus troncos.

TEODORO Todo es celos. 90

Todo es querer dar a Juan,

tu hijo, aqueste ducado.

Pues tus ojos no verán

ese tu Juan coronado

en quien tan puestos están, 95

que yo pediré favor

al Papa, al Emperador

y a los príncipes cristianos.

BASILIO Si no pongo en ti las manos

es por ver...

DEMETRIO ¡Señor...!

CONRADO ¡Señor...! 100

TEODORO ¿Tú qué me puedes hacer?

Dame, padre, a mi mujer:

seremos frailes los dos,

que quiero servir a Dios,

que es rey de mayor poder. 105

BASILIO ¿Tu mujer fraile contigo,

animal?

TEODORO Pues, ¿por qué no?

BASILIO Yo me voy, Conrado amigo,

que hijo el Cielo me dio

para mi afrenta y castigo. 110

Según la cólera mía,

temo que aqueste bastón

le ha de dar la muerte un día.

 

(Este bastón traen los DUQUES DE MOSCOVIA por cetro.)

 

CONRADO Nunca, señor, la razón

con la ignorancia porfía. 115

Juan se queda, aunque menor,

para que herede tu estado

y a quien tienes tanto amor.

BASILIO Ese consuelo me ha dado

remedio en tanto dolor. 120

 

(Vase el DUQUE.)

 

CONRADO No tienes razón, Teodoro,

de hablar a tu padre ansí.

TEODORO ¿En qué le pierdo el decoro?

¿Tiranizó para mí

sus reinos y su tesoro? 125

Si para tal monarquía

no tengo capacidad,

no ha sido la culpa mía.

DEMETRIO La virtud en esta edad

es corta sabiduría. 130

TEODORO ¡Vive Dios que si me hace

que me vaya por el mundo...!

DEMETRIO Dios da el ser. Si Dios nos hace,

o el instrumento segundo,

no tiene culpa el que nace. 135

Padre mío y mi señor,

dejad agora el furor.

TEODORO Hijo, ¿qué quieres que quiera?

¡Ah, nunca yo te pariera

para ver tanto dolor! 140

DEMETRIO Engendrado fui de ti,

que no has de decir parido.

TEODORO ¿Engendrado?

DEMETRIO Señor, sí.

TEODORO Ved el mundo a que ha venido

y ved quién me enseña a mí. 145

¿Entre parir y engendrar

hay alguna diferencia?

 

(Sale AUGUSTO,caballerizo.)

 

AUGUSTO ¿Qué caballo han de sacar?

TEODORO ¡Qué graciosa impertinencia!

¡Qué enfadoso preguntar! 150

Cualquiera me lleva bien;

saca cualquiera.

DEMETRIO Señor,

di que el castaño te den,

que hay gustos en la color

y bueno y malo también. 155

TEODORO Si la elección muestra el gusto,

el gusto el entendimiento,

saca el castaño, que gusto

del castaño.

AUGUSTO Mucho siento

-fol. 76v-

que esté enfermo.

TEODORO ¿Cómo, Augusto? 160

AUGUSTO Que ese caballo, señor,

está enfermo.

TEODORO Pues, ¿qué esperas,

que no llamas un doctor?

AUGUSTO ¿Doctor?

TEODORO Pues, ¿de qué te alteras?

Dios, que es soberano autor 165

de la noche, el Sol y el día,

¿no cría al hombre?

AUGUSTO Sí cría.

TEODORO Pues también cría al caballo,

y ansí es menester curallo.

CONRADO ¡Notable filosofía! 170

DEMETRIO ¿Tú no ves que la excelencia

del hombre es por diferencia

del ánima racional?

TEODORO Darle ración será igual

en racional preeminencia. 175

 

(Hacen dentro ruido de perros.)

 

¿Qué es eso?

CONRADO Los perros son

que ladran.

TEODORO ¿Por qué razón?

CONRADO A quien los cura maldicen.

TEODORO Id vós a ver lo que dicen.

CONRADO ¿Yo?

TEODORO Vós.

CONRADO Pedirán ración. 180

(Vase.)

TEODORO Sois en lisonja primeros,

¿y no coméis? Eso es más

que no el correr tan ligeros,

porque en palacio jamás

han faltado lisonjeros. 185

AUGUSTO Cosas dice que me admira.

 

(Salen CONRADO y el SASTRE.)

 

CONRADO Aquí está el sastre.

TEODORO ¡Oh, maestro!

Siéntate aquí.

CONRADO Señor, mira...

TEODORO ¡Callad! Todo el trato nuestro

es arrogancia y mentira. 190

¿Quién viste a un toro del cuero,

de escama al pez, pluma al ave,

para su curso ligero?

SASTRE Naturaleza, que sabe,

y ella fue el sastre primero. 195

TEODORO Pues si tiene tanto nombre

quien viste con tal primor

un animal, no os asombre

que le merezca mejor

el sastre que viste al hombre. 200

Siéntate.

SASTRE Señor, yo estoy

como debo estar.

TEODORO Querría,

pues harta seda te doy,

vestir por la traza mía

esto que en el mundo soy. 205

SASTRE ¿Qué traza tienes pensada?

TEODORO Una vestidura holgada

que ni me ciña ni apriete

ni a nueva ley me sujete,

pues fue la antigua estremada. 210

Cuantos habemos nacido

del cuerpo esclavos, nos llaman

con la comida o vestido.

Unos más que otros le aman,

pero todos le han seguido. 215

Y pues yo le he de seguir

y desnudar y vestir,

no me hagas calza o jubón

que me apriete el corazón

y no me deje vivir. 220

Hazme, si me has entendido,

una ropa de una pieza

que, sin paje ni ruido,

se me entre por la cabeza

y quede todo vestido. 225

Basta el dormir y el comer,

sin que el vestir venga a ser

el que también se nos lleve

la mitad del tiempo breve

que pasa y no ha de volver. 230

CONRADO Mucho que decir dará;

nunca tal error dijiste.

TEODORO Conrado, engañado estás,

que, como el señor se viste,

se vestirán los demás. 235

-fol. 77r-

Ven, sastre amigo, que quiero

darte la traza a mi gusto.

 

(Vanse TEODORO y el SASTRE.)

 

DEMETRIO Mientras que más considero

a mi padre, amigo Augusto,

menos su remedio espero. 240

Peor está cada día.

AUGUSTO Esto es cosa sin remedio.

CONRADO Tu madre viene.

 

(Sale CRISTINA, princesa, y LAMBERTO.)

 

LAMBERTO Sería

un justo y honesto medio,

pues tanto el Duque porfía; 245

mas no sé yo si seré

tal que le enseñe y dotrine.

CRISTINA Justa mi esperanza fue,

porque a la virtud se incline

que en tus costumbres se ve. 250

LAMBERTO Aquí está Demetrio.

CRISTINA Quiero

hablarle a solas.

LAMBERTO Y es justo,

porque si tu fuego fiero

lo sabe, en mayor disgusto

te ha de poner que el primero. 255

CRISTINA ¡Conrado! ¡Augusto!

CONRADO ¿Señora...?

CRISTINA Despejad la sala.

AUGUSTO ¡El Cielo

te guarde!

 

(Vanse LAMBERTO y AUGUSTO [y CONRADO].)

 

CRISTINA Demetrio, agora

conocerás de mi celo

lo que una madre te adora. 260

A lo que te digo advierte,

que en guardarte y advertirte

están tu vida o tu muerte.

DEMETRIO Tu esclavo seré en servirte,

tu hijo en obedecerte. 265

CRISTINA Juan Basilio, duque ilustre

de Moscovia, mi Demetrio,

tuvo dos hijos, Teodoro

y Juan, gallardos y bellos.

Mas como Teodoro fuese 270

el mayor y de su ingenio

se esperase gran bondad,

virtud, justicia y gobierno,

invidiosos y privados

de Juan, segundo heredero, 275

dieron yerbas a Teodoro

para que perdiese el seso.

Quedó incapaz de reinar,

con tanto aborrecimiento

del padre y de sus vasallos 280

como has visto en él y en ellos,

no porque furioso intente

su daño ni su provecho,

mas porque muchos discursos

le falta el entendimiento. 285

Los lúcidos intervalos,