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El mayor desengaño es una de las comedias religiosas de Tirso de Molina, un género en el que alcanzó gran altura, con trama de trasfondo religioso pero con protagonistas que se alejan de la alegoría y la abstracción y abrazan la humanidad, con motivaciones más cercanas a los sentimientos y no tanto a los prodigios religiosos.
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Seitenzahl: 83
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Tirso de Molina
COMEDIA FAMOSA DEL MAESTRO TIRSO DE MOLINA REPRESENTOLA ORTIZ
Saga
El mayor desengañoCover image: Shutterstock Copyright © 1620, 2020 Tirso de Molina and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726549102
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
(Salen Bruno, de galán y Marción, de capigorrón; Evandra, dama, y Laureta, su criada, con mantos.)
BRUNO Extraña estás.
EVANDRA No te espantes.
BRUNO ¿Cómo es posible me tengas
amor, si cruel te vengas
con desdenes semejantes
de males que nunca te hice? 5
EVANDRA ¡Qué terribles sois los hombres!
BRUNO Si me abraso, no te asombres.
MARCIÓN [Aparte.] ¡Qué a lo alajú que lo dice!
BRUNO O me quieres bien o no.
EVANDRA Quiérote con amor casto. 10
BRUNO ¡Que a persuadirte no basto
a darme una mano...!
LAURETA ¡Jo!
MARCIÓN Como allá se manosean
de lenguas, yo soy amigo
de obrar callando.
LAURETA ¡Jo, digo! 15
MARCIÓN De jo tus requiebros sean,
jo digas cuando te cases,
cuando el sí vayas a dar
digas jo, cuando a fregar
ollas y platos repases 20
por tiple o por contrabajo
cantes jo, pues lloro yo,
que al fregar no es malo el jo
si en jo acaba el estropajo.
Jo te llame tu señora, 25
jo seas en toda parte,
jo digas al acostarte,
jo cuando salga el aurora,
jo sea tu sí y tu no,
jo en plazas, tiendas, calles, 30
y, en fin, un marido halles
con la paciencia de un jo.
BRUNO Evandra, si cuando dejo
tantos aumentos por ti,
letras a quien años di, 35
respetos de un padre viejo,
grados de universidades,
leyes por la de tu amor,
cargos que ofrece el favor,
honras que dan dignidades, 40
¿qué estado habrá que me cuadre,
pues maltratas mi deseo,
cuando despreciado veo
por ti mi estado y mi padre?
¿El darme una mano bella 45
fuera mucho galardón?
EVANDRA Sí, Bruno, que la opinión
tengo de mi honor en ella.
Vive el recato entre miedos
de menosprecios villanos. 50
Den otras el gusto a manos,
que yo dudo darlo a dedos.
Si lo que por mí has dejado
en mi amor cobrando vas,
juzga tú cuál vale más: 55
lo perdido o lo ganado.
Un alma ganas que animas
con las llamas de tu amor,
un escrupuloso honor
que por recatado estimas; 60
pierdes letras y opinión
de estudios en que amor calma.
Por libros te doy el alma
y por grados mi afición.
Si esta es más, deja que llegue 65
su tiempo, que yo sé, Bruno,
que me pides importuno
lo que gustas que te niegue.
MARCIÓN ¿Que no hay darme una manopla
a quien mis versos dedique? 70
¿Siquiera un dedo meñique,
una uña…?
LAURETA ¡Jo, digo!
MARCIÓN ¡Sopla!
¿Jo y bofetón, presa y pinta?
La mano te pido yo,
pero en los carrillos no, 75
que es firma sin pluma y tinta.
BRUNO Seis años ha que te adoro.
EVANDRA Otros tantos ha que en ti
nuevo dueño al alma di.
BRUNO Todas las joyas y el oro, 80
que de mi madre heredé
y en ti mejoran de dueño,
te traigo. Don es pequeño,
mas quilates de mi fe
les darán nuevo valor. 85
Recibe mi voluntad
y verás su calidad.
EVANDRA A poder, Bruno, mi amor
ofenderse, me avergüenzo
de ver que tan mal le apoyas. 90
De afrentadas esas joyas
se esconden en ese lienzo,
y aunque con prendas tan bajas
me ofendes, de tu oro advierto
que en fe de que viene muerto, 95
para mi amor le amortajas.
¿Seis años de voluntad
se pueden satisfacer
con oro? ¿Soy mercader
que vendo mi libertad? 100
¿Qué ignorancia hacerte pudo
intentar tan vil quimera?
Si amor vestirse quisiera
no se pintara desnudo;
pero tú, para que torne 105
a agraviar en él la vista,
lienzo le das que se vista
y joyas con que se adorne.
Déjame y vete.
BRUNO Oye, escucha,
no te alteres, no te enojes. 110
MARCIÓN Hoy somos todos relojes,
también yo tengo mi hucha.
(Saca un pañuelo muy sucio y roto.)
Cuatro cuartos bien contados
en ese pañuelo van,
que si escudos amos dan, 115
damos cuartos los criados,
porque aunque hay relojes hartos,
hay unos que -así te goce-
no paran hasta dar doce
y otros que dan cuatro cuartos. 120
No alcanzan a más mis bríos.
Recibe el escaso don,
que si cuatro cuartos son,
serán ocho con los míos.
Toma, ¿qué te melindrizas? 125
Tu padre es este, señor.
A no venir ciego amor,
por Dios que me descuartizas.
(Sale el viejo padre de Bruno.)
PADRE Buenos logros de tu estudio
das a mis prolijos años, 130
a la opinión de tu ingenio
y al sudor de tus trabajos.
Buen empleo hizo la hacienda
que tanto tiempo he gastado
contigo en París, Bolonia, 135
Lovaina y Praga: letrado
en las leyes de tu amor,
ya que no en sus desengaños,
la cátedra lees de prima
amante, ya que no sabio. 140
¿Honras así la nobleza
que de tus antepasados
es espejo de Colonia?
¿Este es merecido pago
de un padre que deposita 145
su ser en ti, y te ha entregado
por ser único en mi casa
su valor y sus cuidados?
¿Tú te casas sin mi gusto?
¿Tú, a mis consejos contrario, 150
el honesto traje truecas
de escuelas que ilustra a tantos
por las galas licenciosas,
y para volar más alto
mudas plumas, torpe y ciego, 155
al sombrero, de la mano?
¡Plegue a Dios!
BRUNO ¡Padre y señor! (De rodillas.)
Después de poner los labios
donde tú pones los pies,
tus canas reverenciando, 160
respondo humilde a tus quejas
que, aunque cuerdo he procurado
seis años ha obedecerte
inclinaciones forzando,
ni ausencias, madres de olvidos, 165
ni estudios, siempre contrarios
de la ociosidad dañosa, (Levántase.)
ni entretenimientos castos,
pudieron ser de provecho
a borrar de mis cuidados 170
el amor que a Evandra tengo,
de su hermosura el retrato.
Si supieras diligencias
que en tu obediencia buscaron
remedios contra mi amor, 175
desvelos que me han costado
yerbas, palabras, conjuros,
compañía de hombres sabios,
juegos, entretenimientos
ya en la ciudad, ya en el campo, 180
lástima en vez de rigor
me tuvieras. Mas son falsos
los remedios que dio Ovidio
contra este ciego tirano.
¿Qué importa que padre seas 185
y que los preceptos santos
de mi ley a obedecerte
me obliguen, si me inclinaron
las estrellas superiores
que estando en lugar más alto 190
la jurisdición te usurpan,
de quien me confieso esclavo?
Por la mujer dijo Dios
que dejaría olvidado
el hombre su padre y madre, 195
ni te olvido, ni he dejado.
¿Pero qué tengo de hacer,
si las estrellas, los astros,
mi inclinación, mis deseos
la libertad me usurparon? 200
Tú eres solo, muchos ellos,
amor dios fuerte, yo flaco,
bella Evandra: ¿cómo puedo
hacer resistencia a tantos?
Sangre ilustre, padre, tienes, 205
y el copioso mayorazgo
que me dejas en herencia
basta a darme noble estado.
Estudien hijos segundos
que en las letras han cifrado 210
la dicha de sus aumentos,
vinculada en sus trabajos,
que los únicos cual yo,
cuando al ocio y al regalo
den generosos desvelos, 215
ni es menosprecio, ni agravio.
Evandra, si no tan rica,
porque los cielos cifraron
tesoros en su hermosura,
discreción, honra y recato, 220
es tan noble como yo.
No permitas, si eres sabio,
que me case con el oro,
ocasión de tantos daños.
Dotes que maridos compran 225
los obligan como a esclavos
a indignidades de honor
por ser maridos comprados.
Así, padre, siglos cuentes,
que permitas mi descanso, 230
y antes que deje estos pies
pueda a Evandra dar la mano.
PADRE Antes que mis canas vean
mi afrenta, tu desacato
y deshonra de tu sangre, 235
plegue al cielo…
MARCIÓN Ya plegamos.
PADRE …Que la noche de tus bodas
trueques gustos en agravios
y el tálamo que deseas
manchen adúlteros brazos. 240
Jamás te mire amorosa,
desdenes sean sus regalos,
menosprecios sus favores
y sus promesas engaños.
No fertilice con hijos 245
tu desobediente estado
y, si los tienes, pobreza
mezcle su amor con trabajos.
Tus más amigos te vendan,
tengan poder tus contrarios 250
en tu deshonra… Mas no,
hágate Dios un gran santo.
Pero ¿cómo se enternece
un corazón injuriado
de un hijo que tanto quiso 255
a un padre, a quien debe tanto?
Plegue al cielo, si en mi ofensa
dieres la atrevida mano
a esa mujer, pobre al fin,
que es la afrenta de más caso, 260
que todos te menosprecien,
no te acompañen hidalgos,
de desleales te sirvas,
pidas limosna a villanos;
si jurares, no te crean, 265
en cuanto pusieres mano,
desdichas te agüen aumentos;
cuanto estés más confiado
de la lealtad de un amigo,
te usurpe lo más preciado 270
de tu gusto... Pero no,
hágate Dios un gran santo.
EVANDRA Si no tuviera respeto
a tus venerables años
y al amor que tengo a Bruno, 275
de tu nobleza traslado,
pudiera ser respondiera
a medida del agravio
que en mi calidad injurias,
si no descortés, osado. 280
Mi sangre no desmerece
darte nietos, pues honraron
mis progenitores nobles
augustos triunfos y lauros,
si a falta del oro vil 285
que califica villanos,
supliendo sangres ilustres,
dorando quilates bajos.