El mayor imposible - Lope de Vega - E-Book

El mayor imposible E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

El mayor imposible es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, narra un malentendido amoroso que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo, en este caso articulada en torno al amor verdadero que florece en un caballero a quien la reina Antonia de Nápoles ha mandado seducir a una dama.

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Seitenzahl: 89

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Lope de Vega

El mayor imposible

 

Saga

El mayor imposibleCopyright © 1647, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617221

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Hablan en ella las personas siguientes

-133-

LA REINA ANTONIA. DIANA, dama.CELIA, criada.ALBANO, caballero.FENISO. ROBERTO. LISARDO. RAMÓN, lacayo.FULGENCIO, viejo.Músicos.EL REY DE ARAGÓN.

Jornada I

Salen ALBANO, de camino, y FENISO.

FENISO Pasa, orillas de la mar,

en estos jardines bellos,

que el arte se acaba en ellos,

y que los puede envidiar

el hermoso campo hibleo, 5

y al muro de Babilonia,

la divina reina Antonia,

de amor único trofeo,

los días que una cuartana,

melancólica, enojosa, 10

su belleza milagrosa

libra de opresión tirana.

ALBANO ¿Que aún dura la enfermedad,

Feniso, con que la vi,

cuando a Alejandría partí? 15

FENISO Y con más reguridad,

pues ni por medios declina,

ni se templa por cautelas.

ALBANO En Bolonia, en las escuelas

donde se lee medicina, 20

sujetas le están pintadas

todas las enfermedades

de las presentes edades

y las edades pasadas.

-134-

Y entre todas, solamente 25

libres la gota y cuartana,

a donde la ciencia humana,

por más remedios que intente,

que el mejor es alegrarse,

procurando entretenerse, 30

porque intentar defenderse

es ocasión de aumentarse.

FENISO Eso su Alteza procura

los días que libres son,

en cuya honesta ocasión, 35

el más grave se aventura

a descomponerse más,

donde la música prueba,

con los ecos desta cueva

que lleva al mar el compás. 40

Aquí verás la poesía,

que muchos necios pretenden

y muchos sabios no entienden,

en su mayor monarquía,

los bailes y las comedias, 45

con notable perfeción,

y porque al fin tristes son,

desterradas las tragedias.

Una academia [dir]ás

que es este campo, un liceo1 .

50

ALBANO Que viene su Alteza, creo.

FENISO No supo Minerva más.

(Salen la REINA ANTONIA, en una silla de manos,y MÚSICOS cantando, y gente que acompaña, ROBERTO, caballero,y LISARDO.)

[MÚSICOS] (Cantan.)

No son de cristal las fuentes,

ni se ríen, ques mentira,

ni las flores esmeraldas, 55

ni testigos de su risa;

pero es verdad que se hallan en Jacinta

soles en los ojos

y perlas en la risa.

REINA ¿Eres tú el dueño, Lisardo, 60

deste romance?

LISARDO Yo soy,

que sol a unos ojos doy,

adonde me abraso y ardo,

por eso, si hay objeción,

propóngala Vuestra Alteza. 65

REINA De encarecer su belleza

hallaste nueva invención.

ROBERTO Pretende contradecir

el nuevo estilo de agora.

REINA Proseguid.

LISARDO Querrás, señora, 70

mis ignorancias reír.

[MÚSICOS] (Cantan.)

No son, como dicen, muchas

las rosas alejandrinas,

al tiempo que se abren, nácar,

coral, cuando se marchitan, 75

pero es verdad, etcétera.

REINA Está con lindo artificio

encarecida esa dama.

ROBERTO Tiene Lisardo gran fama.

LISARDO Más es de mi amor indicio 80

que inclinación natural

que me deba la poesía.

REINA ¿Qué hay, Feniso?

FENISO Que este día

irá fugitivo el mal

con tal entretenimiento. 85

REINA ¿Quién está contigo?

FENISO Albano.

REINA Bien seas venido.

ROBERTO Y no en vano,

con tan raro entendimiento.

ALBANO Dame, señora, los pies.

REINA ¿Vienes bueno?

ALBANO A tu servicio, 90

contento deste ejercicio,

mas no de que enferma estés.

REINA No me dejan estos fríos.

ALBANO Querrán vengarse del fuego,

-135-

donde amor se abrasa, y luego 95

sus ojos convierte en ríos.

REINA Di, Roberto, alguna cosa.

ROBERTO Diga Feniso primero.

FENISO Decir un soneto quiero.

REINA ¿Qué sujeto?

FENISO Laura hermosa. 100

REINA ¿Es la española que ayer

iba en el coche a la mar?

FENISO Licencia me dio de amar,

Pero no de aborrecer.

Laura gentil, que coronar pudieras 105

al mismo sol, que en cuyos rayos bellos

más luz dieran tus ojos, que sin ellos

tienen los ojos de las ocho esferas.

Si el fuego vivo en que abrasar pudieras

mi rudo ingenio, ardiera en mis cabellos 110

ceñidos de tu Laura, porque en ellos

premio inmortal a mis conceptos fueras.

Aunque, como el gigante sobre el risco,

pagara atado la atrevida hazaña,

tú fueras de mis ojos basilisco, 115

y en fe desta verdad, al mundo estraña,

callara Italia, su inmortal Francisco,

y de otra Laura se alabara España.

REINA Aprovechaste muy bien

al Petrarca y Laura bella. 120

FENISO Esta es sol, si aquella estrella,

lauro de Laura, desdén,

y si como es más hermosa

fuera yo mejor poeta

que el Petrarca, más perfeta 125

fuera Laura, y más dichosa.

REINA ¿Sabes algo que decir

Albano?

ALBANO Un enigma tengo,

que de a donde agora vengo,

no me han dejado escribir. 130

REINA Bien dices, porque las Musas

calzan coturnos, no espuelas.

ALBANO Que ha de ser mala, recelas;

pues tú, señora, me escusas,

es pintura de este enigma, 135

un corazón con su flecha,

en unos grillos.

REINA Bien hecha.

ALBANO La glosa, señora, estima

adonde viene encerrada,

que es algo dificultosa, 140

para que estimes la glosa,

si el enigma no te agrada.

Quien en mi pecho sospecha

que tengo tantas marañas,

llegue y mire mis entrañas, 145

tan abiertas desta flecha.

Preso estoy, que no me huyo,

firmeza tengo y lealtad.

Señores, adevinad,

esclavo soy, ¿pero cúyo? 150

Todo de mí se confía:

armas, piedras, plata y oro.

Alcaide soy del tesoro,

y del honor algún día.

Diré mi nombre, si osó; 155

mas, ¿qué temor me acobarda?

Yo me llamo, al fin..., mas, ¡guarda!,

eso no lo diré yo.

-136-

Si tengo el costado abierto,

por donde, de mis abiertas 160

entrañas, se ven las puertas,

¿para qué estoy encubierto?

¿Nadie en el blanco me dio?

¿Nadie me acierta en efecto?

Pues yo guardaré el secreto 165

que cuyo soy me mandó.

Nadie los grillos me quite,

que le podrán castigar.

Guardas, no le deis lugar,

pues hurtar no se permite. 170

Mucho en hablar me destruyo,

porque no habrá quien me mire,

como esta flecha me tire,

que no diga que soy suyo.

REINA Notable, ¿quién te parece,

Lisardo? 175

LISARDO Pienso que amor.

ALBANO No es amor.

ROBERTO Mucho mejor,

para los celos se ofrece.

ALBANO No son celos.

ROBERTO ¿No, pues quién?

ALBANO ¿Danse todos por rendidos? 180

LISARDO Y de tu enigma vencidos.

REINA Tente, diré yo también.

ALBANO Temo a Vuestra Majestad. Diga, a ver.

REINA El corazón,

con flechas puesto en prisión, 185

es el candado.

ALBANO Es verdad.

REINA Los grillos son las armellas,

y la flecha significa

la llave.

ROBERTO Harto bien se aplica

el candado preso en ellas. 190

REINA Lo demás queda entendido,

pues guarda cualquier tesoro,

y de honor el decoro.

ALBANO Vuestra Majestad ha sido

otro Edipo desta esfinge. 195

REINA Di, Lisardo.

LISARDO Un desengaño

me dio, una glosa y un daño,

que ser mi provecho finge.

La letra vino de España,

porque hasta los versos son 200

tus vasallos de Aragón.

ROBERTO No es daño el que desengaña.

LISARDO Dulces engaños de amor.

Sabed que es vano cuidado

volverme al pasado error, 205

porque amor desengañado

es el engaño mayor.

Tratadme ya como a estraño,

que pasada la ocasión

darme esperanza es engaño 210

si ha tomado posesión

en mi alma el desengaño,

pues de los escarmentados

se hacen los prevenidos.

No más gustos engañados, 215

que yo no os quiero venidos,

si os he de llorar pasados.

Ya me buscáis sin provecho,

porque no habéis de volver

eternamente a mi pecho, 220

que el pesar de aquel placer,

tan grande escarmiento ha hecho.

Antes de desengañarme,

pudo amor entretenerme,

pero en llegando a avisarme, 225

es imposible ofenderme,

pues me ha enseñado a guardarme.

Hoy se ha de ver en mi pecho,

si desengaños obligan

a quien engaños ha hecho, 230

tanto mal, porque no digan

que huyo de mi provecho.

Bien quisiera yo pasar

-137-

con mi engaño descuidado,

pero es llegar a engañar 235

su engaño el más bajo estado

a que pudo amor llegar.

Hoy se ha de ver en mi pecho

si desengaños obligan,

a quien engaños ha hecho, 240

tanto mal, porque no digan

que huyo de mi provecho.

REINA Tú lo glosaste muy bien,

pero esos versos no son

tan vasallos de Aragón 245

como muestra tu desdén,

porque a bien y mal tratar

son los de Aragón.

LISARDO Señora,

quien desengaños adora

más sabe amar que engañar. 250

REINA Di, Roberto.

ROBERTO Yo diré

tres décimas a una dama

que vós conocéis por fama,

y que siempre ingrata fue.

Queredme bien, si queréis 255

que no os canse con quereros,

que no pienso aborreceros,

mientras vós me aborrecéis.

Si de que os quiera tenéis

tanto disgusto, señora, 260

probad a quererme un hora,

y veréis como os olvido,

si puede olvidar querido,

quien aborrecido adora.

Ver que mi amor os ofende, 265

tanto esfuerza mi porfía,

que lo que a vós os enfría

es lo mismo que me enciende.

Si vuestro desdén pretende

que deje mi pretensión, 270

inútiles medios son,

señora, los desengaños,

que quien estima sus daños,

no ha de estimar la razón.

Dejaros yo de querer, 275

mientras tan hermosa estáis,

señora, no lo creáis,

o daos prisa a no querer;

mas, ni vós queréis perder

esa hermosura apacible, 280

ni este mi amor invencible,

dejar pasión tan dichosa,

como vós de ser hermosa,

que es el mayor imposible.2

REINA Buenas, por mi vida, son; 285

mas, ¿cómo dices, Roberto,

que dejar de ser hermosa

es imposible, pues vemos

que la edad tan presto acaba

la hermosura con el tiempo, 290

ya consumiendo la luz

de los ojos, ya cubriendo

la púrpura de los labios,

ya dando plata al cabello?

ROBERTO Que ella quiera, digo yo, 295

señora, dejar de sello,

y aun dejar de habello sido,

no era yerro.

REINA Niego.

ROBERTO Pruebo.

REINA ¿Cómo, si te has engañado,

pues donde dicen tus versos: 300

«Dejaréis de ser hermosa»,

decir debiera, Roberto:

«Dejaréis de habello sido»,

y hablar del pasado tiempo?

ROBERTO Si agora es hermosa, ¿cómo 305

hablar de el pasado puedo?

REINA ¿No ves que fuera agraviarla,

y que es más fácil un yerro

en los versos, que en su cara?

LISARDO Dejando el yerro en los versos, 310

no es el mayor imposible

-138-

que dejen de ser tan bellos

los ojos de esa señora,

si no es encarecimiento.

ROBERTO ¿Pues hay mayor imposible 315

que dejar de ser aquello

que fue?