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El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón es un texto teatral del autor Lope de Vega. Enmarcado en las llamadas "comedias de honor", escenifica el episodio histórico del Descubrimiento de América, si bien desde un punto crítico con respecto a la legitimidad de la llamada Conquista.-
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Lope de Vega
Saga
El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal ColónCopyright © 1964, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726616798
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
CRISTÓBAL COLÓN, BARTOLOMÉ COLÓN, su hermano, con unos papeles.
COLÓN
Desde aquí, hermano, podrás
a Ingalaterra partir,
y al rey Enrico hablarás.
BARTOLOMÉ
Pienso que te ha de admitir
5
este en cuyo reino estás,
porque al fin noticia tiene
que es lo que más te conviene
del nuevo mundo que enseñas.
COLÓN
La novedad de las señas
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mis pensamientos detiene.
¿A quién le dirán, hermano,
que otro mundo, jamás visto,
prometo darle en la mano,
que no diga que conquisto
15
la esfera del viento vano?
Mil veces atrás me vuelvo,
y otras tantas me resuelvo
en estas temeridades;
en fábulas y verdades
20
mil pensamientos revuelvo.
Una secreta deidad
a que lo intente me impele,
diciéndome que es verdad,
que, en fin, que duerma o que vele,
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persigue mi voluntad.
¿Qué es esto que ha entrado en mí?
¿Quién me lleva o mueve así?
¿Dónde voy? ¿Dónde camino?
¿Qué derrota, qué destino
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sigo o me conduce aquí?
¡Un hombre pobre, y aun roto,
que así lo puedo decir,
y que vive de piloto,
quiere a este mundo añadir
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otro mundo tan remoto!
Pero mi buen nacimiento,
de su humildad descontento
y de mi patria famosa,
Génova, insigne y dichosa,
40
el triangular fundamento
alientan el pecho hidalgo
a exceder al griego Euclides,
que si con mi intento salgo,
venzo la fama de Alcides
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y más que sus hechos valgo.
BARTOLOMÉ
Espera, hermano, en el cielo,
que no sin causa ha movido
tus pensamientos y celo,
puesto que Dédalo has sido
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en el arte y en el vuelo,
que no hayas miedo que el sol
tus altas alas derrita,
aunque toques su arrebol.
El REY DE PORTUGAL y el DUQUE DE ALENCASTRE, y CRIADOS.
REY
Grande empresa solicita.
55
¿Es por ventura español?
DUQUE
Aquí está, infórmate de él.
REY
¿Cuál es de los dos?
DUQUE
Aquel.
REY
¿Eres tú aquel nuevo Tales
que de aqueste mundo sales
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para buscar otro en él?
COLÓN
Yo soy Cristóbal Colón,
alto rey de Lusitania.
Nací en Nervi, pobre aldea
de Génova, flor de Italia.
65
Ahora vivo en la isla
que de la Madera llaman,
adonde aportó un piloto,
huésped de mi humilde casa.
Este, de la mar perdido,
70
enfermo vino a tomarla
por hospital y por muerte,
por sepultura y posada.
Llegado al tránsito, pues,
de dar a su dueño el alma,
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moviendo los dientes fríos,
la voz ya trémula y baja,
‟No tengo, Colón” me dijo,
‟Otro premio ni otra paga
de tu rica voluntad
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y tu pobre mesa y cama,
si no son estos papeles,
que de marear son cartas,
en que van mis testamentos,
mis codicilos y mandas.
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Estos son mis muebles todos;
raíces no hay que buscallas,
que todos son bienes muebles
cuantos de la mar se sacan.
Por el océano, pues,
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de poniente caminaba,
cuando una tormenta fiera
mi seso y nave arrebata.
Sin norte, aguja ni tiento
por sus anchuras me pasa,
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donde vi con propios ojos
nuevo cielo y tierras varias,
tales, que nunca los hombres
pensaron imaginarlas,
cuanto más que fueran vistas
100
y de nuestros pies tocadas.
La misma tormenta fiera
que allí me llevó sin alas,
casi por el mismo curso
dio conmigo vuelta a España.
105
No se vengó solamente
en los árboles y jarcias,
sino en mi vida, de suerte
que ya, como ves, se acaba.
Toma esas cartas y mira
110
si a tales empresas bastas,
que si Dios te da ventura,
segura tienes la fama.”
Dijo, y apretando el cuello,
de donde entonces colgaba
115
el alma, que ya salía,
cortó el hilo a las palabras.
Yo, que aunque pobre nací,
tengo para cosas altas
entendimiento y valor
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–que aquí no es vil la alabanza–,
quiero, si me das favor,
de esta empresa temeraria,
de esta tierra nunca vista
ser el primero argonauta.
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Iré a darte un nuevo mundo
que a Portugal rinda parias,
para tu gloria y aumento:
piedras, perlas, oro, plata.
Dame algunos portugueses,
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naves, carabelas, zabras,
que yo romperé con ellos
las nunca tocadas aguas.
Serás señor del camino
que el sol más ardiente abrasa,
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y la gente que le habita
haré que bese tus plantas.
REY
No sé cómo te he escuchado,
Colón, sin haber reído,
hasta el fin lo que has hablado;
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el hombre más loco has sido
que el cielo ha visto y criado.
¡Un muerto con frenesí
te pudo mover así
con dos borrados papeles!
145
Si de engañar vivir sueles,
¿cómo te atreves a mí?
Los cosmógrafos famosos
en tres partes dividieron
la tierra, siempre estudiosos:
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África, Asia, Europa fueron
sus nombres claros y hermosos.
Europa, la más pequeña,
de quien es cabeza Roma,
Francia, España, Italia enseña,
155
a Noruega y Creta doma,
y de Germania a Cerdeña.
África, de más decoro,
digo en grandeza y distrito,
dio a Cartago triunfo y lloro,
160
tiene a Libia, Etiopia, Egipto,
y desde el numidio al moro.
Asia, que a Troya solía
obedecer, a Albanía,
Persia y Media señorea,
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a Palestina y Judea,
Citia, Arabia y Gedrosía.
Pero que tras estas partes,
halles más, yo no lo creo,
si no es que sus partes partes,
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o de aquel gran Tolomeo
quieras exceder las artes.
Vete en buen hora. Procura
cura para tu locura;
no seas como alquimista,
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lo que está visto conquista,
a lo que fue tu aventura.
No busques en lo imposible
–que perderás el juïcio–,
remedio cierto y posible,
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ni por un corto resquicio
mires un mundo increíble.
Que con la luz de un farol
mal hallarás señas de él
en mapa ni estanterol,
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que la raya de un papel
no es el camino del sol.
Ignorantes, de esa suerte
van a procurar su muerte,
y a los reyes inquietud.
DUQUE
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No carece de virtud
ánimo tan alto y fuerte.
REY
Calla, Duque, ni aun oílla
es cosa a quien soy decente.
Vete, Colón, y en Castilla
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–que se creen fácilmente–,
les cuenta esa maravilla,
que en Portugal no has de hallar
más crédito ni lugar.
El REY y el DUQUE se vayan.
COLÓN
Guarden los cielos tu vida.
200
Ya mi esperanza perdida,
del mar sale y vuelve al mar.
¿Qué haremos, Bartolomé?
BARTOLOMÉ
Luego al punto a Ingalaterra,
si gustas, me partiré.
COLÓN
205
Yo a Castilla, porque es tierra
a quien más amor cobré.
En Sanlúcar o en el Puerto
me hallarás entretenido,
si el Rey no acepta el concierto.
BARTOLOMÉ
210
Enrico Séptimo ha sido
siempre cosmógrafo experto,
y creo que ha de aceptar
esta empresa en su provecho.
COLÓN
Quisiera al de España hablar,
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mas tiene que hacer, sospecho,
más en tierra que en la mar,
que la guerra de Granada
le trae bien ocupada
la persona, hacienda y gente,
220
y a la propia es más decente
que a la tierra imaginada.
Los dos duques de Medina,
Sidonia y Celi he de hablar.
BARTOLOMÉ
A embarcar te determina.
COLÓN
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Ya, hermano, me tiembla el mar;
alguna cosa adivina.
Vanse. Salgan MAHOMED, REY CHICO de Granada, y DALIFA, y dos MÚSICOS, y MOROS de acompañamiento.
MAHOMED
Aquí gozarás mejor,
Dalifa, del fresco viento.
DALIFA
No importa poco al tormento
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de tanto fuego de amor.
Aunque el viento que aquí corre,
como al alma ha de llegar,
si no es para descansar
de suspirar se socorre.
MAHOMED
235
Si aquí me tienes presente,
¿qué importa suspiros y aire?
¿O díceslo por donaire
del fuego que el alma siente?
Todo junto su elemento
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no me puede refrescar,
que hasta el mismo suspirar
sale del fuego que siento.
DALIFA
El cuidado de la guerra
para amar te desocupa,
245
si de cristianos te ocupa
el rey Fernando la tierra.
MAHOMED
Bien dices, que para amarte,
Marte llaman su furor,
y para amarte es mejor
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después que trato con Marte.
Cuanto más que bien sabrás
que en Chipre ese dios tan fuerte
le pudo rendir de suerte
Venus, que no lo fue más.
255
Confieso que el Rey cristiano
de mi Granada se antoja,
mas no por eso me enoja
su famosa espada y mano.
Y dame tú que mi tío
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el Alhambra no tuviera,
y que aquesta ciudad fuera
de un dueño y de un señorío,
que yo la guardara de él,
que si alguna mengua ha habido
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por ser reino dividido
ha llegado a verse en él.
Tengo solo el Albaicín,
y con tan pocos amigos,
que ya solo son testigos
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de mi acelerado fin.
Bien que hasta ahora no llega
ni a vencellos ni a cansallos,
porque cinco mil caballos
andan corriendo la vega,
275
de los cuales cada día
recibe infinitos daños.
DALIFA
Guarde Alá tus pocos años,
y aumente tu monarquía,
que él se cansará este invierno
280
del cerco y de la esperanza,
pues que la mayor que alcanza
le ha dado el término eterno.
Aquí me quiero sentar,
aunque perdonen las flores.
MAHOMED
285
Mientras callan atambores,
bien podréis los dos cantar.
Que Alejandro así lo hacía
para entrar en la batalla.
DALIFA
La guerra y el viento calla
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y suena esta fuente fría.
Canten, suene dentro un atambor, y salga ZELÍN, alcaide.
ZELÍN
¡Oh, valeroso Rey Chico,
para tus desdichas grande!
¿Ahora es tiempo de amiga,
que el enemigo combate?
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