El perro del hortelano - Lope de Vega - E-Book

El perro del hortelano E-Book

Лопе де Вега

0,0
0,59 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Lope de Vega fue uno de los autores más prolíficos del siglo XVII, el Siglo de Oro español. Consiguió revolucionar el sector del teatro gracias a la publicación de su " Arte nuevo de hacer comedias", un texto en el que reunía las nuevas reglas para escribir obras de teatro y que estaban más adaptas a los tiempos modernos. Una de las obras más conocidas del autor fue "El perro del hortelano", una pieza que hoy en día sigue teniendo un gran dinamismo y una fuerte actualidad. 

"El perro del hortelano" es una comedia palatina que se publicó en el año 1618. El origen de esta obra proviene de la expresión castellana en la que se indica "Ser como el perro del hortelano, que no come ni deja de comer". Esta es la base de esta obra de Lope cuyo argumento versará sobre la condesa Diana, una mujer que no quiere a Teodoro pero al que tampoco deja estar con otras personas.

Se trata de una de las comedias más populares de este dramaturgo español y que hemos podido ver representadas múltiples veces en escenarios de teatro y, también, en el mundo del cine.

Diana, condesa de Belflor, descubre los amores entre su dama Marcela y su secretario Teodoro. Nada más consentir el compromiso, se siente atraída por Teodoro, y como no puede casarse con él, al ser de clase inferior, tampoco quiere que se case con Marcela. Teodoro aspira a convertirse en conde casándose con Diana, y es su criado Tristán quien le resuelve el problema, haciéndolo pasar por el hijo secuestrado del conde Ludovico. Así, las clases sociales se igualan y el matrimonio puede efectuarse.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB

Veröffentlichungsjahr: 2024

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Tabla de contenidos

EL PERRO DEL HORTELANO

DRAMATIS PERSONÆ

Acto I

Acto II

Acto III

EL PERRO DEL HORTELANO

Lope de Vega

DRAMATIS PERSONÆ

Comedia Famosa El Perro del Hortelano.

Hablan en ella las personas siguientes.

DIANA, condesa de Belflor.

LEONIDO, criado.

EL CONDE FEDERICO.

ANTONELO, lacayo.

TEODORO, su secretario.

MARCELA, de su cámara.

DOROTEA, de su cámara.

ANARDA, de su cámara.

OTAVIO, su mayordomo.

FABIO, su gentilhombre.

EL CONDE LUDOVICO.

FURIO.

LIRANO.

TRISTÁN, lacayo.

RICARDO, marqués.

CELIO, criado.

CAMILO.

Acto I

Salen TEODORO, con una capa guarnecida de noche, y TRISTÁN, criado. Vienen huyendo.

TEODORO

Huye, Tristán, por aquí.

TRISTÁN

Notable desdicha ha sido.

TEODORO

¿Si nos habrá conocido?

TRISTÁN

No sé; presumo que sí.

(Váyanse y entre tras ellos DIANA, condesa de Belflor.)

DIANA

¡Ah, gentilhombre! ¡Esperad! 5

¡Teneos! ¡Oíd! ¿Qué digo?

¿Esto se ha de usar conmigo?

Volved, mirad, escuchad.

¡Hola! ¿No hay aquí un crïado?

¡Hola! ¿No hay un hombre aquí? 10

Pues no es sombra lo que vi,

ni sueño que me ha burlado.

¡Hola! ¿Todos duermen ya?

(Sale FABIO, criado.)

FABIO

¿Llama vuestra señoría?

DIANA

Para la cólera mía 15

gusto esa flema me da.

Corred, necio, enhoramala,

pues merecéis este nombre,

y mirad quién es un hombre

que salió de aquesta sala. 20

FABIO

¿Desta sala?

DIANA

Caminad,

y responded con los pies.

FABIO

Voy tras él.

DIANA

Sabed quién es.

¿Hay tal traición, tal maldad?

(Sale OTAVIO.)

OTAVIO

Aunque su voz escuchaba, 25

a tal hora no creía

que era vuestra señoría

quien tan aprisa llamaba.

DIANA

¡Muy lindo santelmo hacéis!

¡Bien temprano os acostáis! 30

¡Con la flema que llegáis!

¡Qué despacio que os movéis!

Andan hombres en mi casa

a tal hora, y aun los siento

casi en mi propio aposento 35

(que no sé yo dónde pasa

tan grande insolencia, Otavio),

y vós, muy a lo escudero,

cuando yo me desespero,

¿ansí remediáis mi agravio? 40

OTAVIO

Aunque su voz escuchaba

a tal hora, no creía

que era vuestra señoría

quien tan aprisa llamaba.

DIANA

Volveos, que no soy yo; 45

acostaos, que os hará mal.

(Sale FABIO.)

OTAVIO

Señora…

FABIO

No he visto tal;

como un gavilán partió.

DIANA

¿Viste las señas?

FABIO

¿Qué señas?

DIANA

¿Una capa no llevaba 50

con oro?

FABIO

Cuando bajaba

la escalera…

DIANA

¡Hermosas dueñas

sois los hombres de mi casa!

FABIO

… a la lámpara tiró

el sombrero y la mató; 55

con esto, los patios pasa,

y en lo escuro del portal

saca la espada y camina.

DIANA

Vós sois muy lindo gallina.

FABIO

¿Qué querías?

DIANA

¡Pesia tal! 60

Cerrar con él y matalle.

OTAVIO

Si era hombre de valor,

¿fuera bien echar tu honor

desde el portal a la calle?

DIANA

De valor aquí, ¿por qué? 65

OTAVIO

¿Nadie en Nápoles te quiere

que, mientras casarse espere,

por donde puede te vee?

¿No hay mil señores que están,

para casarse contigo, 70

ciegos de amor? Pues bien digo

si tú le viste galán

y Fabio tirar, bajando,

a la lámpara el sombrero.

DIANA

Sin duda fue caballero 75

que, amando y solicitando,

vencerá con interés

mis crïados. ¡Qué crïados

tengo, Otavio, tan honrados!

Pero yo sabré quién es: 80

plumas llevaba el sombrero

y en la escalera ha de estar.

Ve por él.

FABIO

¿Si le he de hallar?

DIANA

¡Pues claro está, majadero!

Que no había de bajarse 85

por él cuando huyendo fue.

FABIO

Luz, señora, llevaré.

DIANA

Si ello viene a averiguarse,

no me ha de quedar culpado

en casa.

OTAVIO

Muy bien harás, 90

pues, cuando segura estás,

te han puesto en este cuidado,

pero aunque es bachillería,

y más estando enojada,

hablarte en lo que te enfada, 95

esta tu injusta porfía

de no te querer casar

causa tantos desatinos,

solicitando caminos

que te obligasen a amar. 100

DIANA

¿Sabéis vós alguna cosa?

OTAVIO

Yo, señora, no sé más

de que en opinión estás

de incasable, cuanto hermosa.

El condado de Belflor 105

pone a muchos en cuidado.

(Sale FABIO.)

FABIO

Con el sombrero he topado,

mas no puede ser peor.

DIANA

Muestra. ¿Qué es esto?

FABIO

No sé.

Este aquel galán tiró. 110

DIANA

¿Este?

OTAVIO

No le he visto yo

más sucio.

FABIO

Pues este fue.

DIANA

¿Este hallaste?

FABIO

¿Pues yo había

de engañarte?

OTAVIO

Buenas son

las plumas.

FABIO

Él es ladrón. 115

OTAVIO

Sin duda a robar venía.

DIANA

Hareisme perder el seso.

FABIO

Este sombrero tiró.

DIANA

Pues las plumas que vi yo,

y tantas que aun era exceso, 120

¿en esto se resolvieron?

FABIO

Como en la lámpara dio,

sin duda se las quemó

y como estopas ardieron.

¿Ícaro al sol no subía 125

que, abrasándose las plumas,

cayó en las blancas espumas

del mar? Pues esto sería.

El sol la lámpara fue,

Ícaro el sombrero, y luego 130

las plumas deshizo el fuego

y en la escalera le hallé.

DIANA

No estoy para burlas, Fabio;

hay aquí mucho que hacer.

OTAVIO

Tiempo habrá para saber 135

la verdad.

DIANA

¿Qué tiempo, Otavio?

OTAVIO

Duerme agora, que mañana

lo puedes averiguar.

DIANA

No me tengo de acostar,

no, ¡por vida de Dïana!, 140

hasta saber lo que ha sido.

Llama esas mujeres todas.

OTAVIO

Muy bien la noche acomodas.

DIANA

Del sueño, Otavio, me olvido

con el cuidado de ver 145

un hombre dentro en mi casa.

OTAVIO

Saber después lo que pasa

fuera discreción, y hacer

secreta averiguación.

DIANA

Sois, Otavio, muy discreto, 150

que dormir sobre un secreto

es notable discreción.

(Sale[n] FABIO, DOROTEA, MARCELA, ANARDA.)

FABIO

Las que importan he traído,

que las damas no sabrán

lo que deseas, y están 155

rindiendo al sueño el sentido.

Las de tu cámara solas

estaban por acostar.

ANARDA

De noche se altera el mar

y se enfurecen las olas. 160

FABIO

¿Quieres quedar sola?

DIANA

Sí,

salíos los dos allá.

FABIO

¡Bravo examen!

OTAVIO

Loca está.

FABIO

Y sospechosa de mí.

[Vanse.]

DIANA

Llégate aquí, Dorotea. 165

DOROTEA

¿Qué manda vuseñoría?

DIANA

Que me dijeses querría

quién esta calle pasea.

DOROTEA

Señora, el marqués Ricardo,

y algunas veces el conde 170

Paris.

DIANA

La verdad responde

de lo que decirte aguardo

si quieres tener remedio.

DOROTEA

¿Qué te puedo yo negar?

DIANA

¿Con quién los has visto hablar? 175

DOROTEA

Si me pusieses en medio

de mil llamas, no podré

decir que, fuera de ti,

hablar con nadie los vi

que en aquesta casa esté. 180

DIANA

¿No te han dado algún papel?

¿Ningún paje ha entrado aquí?

DOROTEA

Jamás.

DIANA

Apártate allí.

MARCELA

¡Brava inquisición!

ANARDA

Crüel.

DIANA

Oye, Anarda.

ANARDA

¿Qué me mandas? 185

DIANA

¿Qué hombre es este que salió?

ANARDA

¿Hombre?

DIANA

Desta sala, y yo

sé los pasos en que andas.

¿Quién le trajo a que me viese?

¿Con quién habla de vosotras? 190

ANARDA

No creas tú que en nosotras

tal atrevimiento hubiese.

¿Hombre, para verte a ti,

había de osar traer

crïada tuya, ni hacer 195

esa traición contra ti?

No, señora, no lo entiendes.

DIANA

Espera, apártate más,

porque a sospechar me das,

si engañarme no pretendes, 200

que por alguna crïada

este hombre ha entrado aquí.

ANARDA

El verte, señora, ansí,

y justamente enojada,

dejada toda cautela 205

me obliga a decir verdad,

aunque contra el amistad

que profeso con Marcela.

Ella tiene a un hombre amor

y él se le tiene también, 210

mas nunca he sabido quién.

DIANA

Negarlo, Anarda, es error.

Ya que confiesas lo más,

¿para qué [m]e niegas lo menos?

ANARDA

Para secretos ajenos 215

mucho tormento me das

sabiendo que soy mujer,

mas basta que hayas sabido

que por Marcela ha venido.

Bien te puedes recoger, 220

que es solo conversación

y ha poco que se comienza.

DIANA

¿Hay tan crüel desvergüenza?

¡Buena andará la opinión

de una mujer por casar! 225

¡Por el siglo, infame gente,

del Conde mi señor…!

ANARDA

Tente,

y déjame disculpar,

que no es de fuera de casa

el hombre que habla con ella, 230

ni para venir a vella

por esos peligros pasa.

DIANA

En efeto ¿es mi crïado?

ANARDA

Sí, señora.

DIANA

¿Quién?

ANARDA

Teodoro.

DIANA

¿El secretario?

ANARDA

Yo ignoro 235

lo demás; sé que han hablado.

DIANA

Retírate, Anarda, allí.

ANARDA

Muestra aquí tu entendimiento.

DIANA