Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
La batalla del honor es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, narra un malentendido amoroso a causa de celos que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 96
Veröffentlichungsjahr: 2020
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Lope de Vega
Saga
La batalla del honorCopyright © 1735, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617702
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Sale el rey de Francia y Enrique, privado suyo y dos músicos.
REY
Al paso de esta desdicha,
mi vida se ha de acabar.
ENRIQUE
No tiene el amor pesar
para contrastar tu dicha.
REY
5
¿Yo soy dichoso?
ENRIQUE
Eres rey,
recién heredado y mozo.
REY
El pagar pensión del gozo
fue siempre del mundo ley,
desde que el hombre primero
10
nos puso en tal sujeción,
pues cuantos mortales son
pasan por rigor tan fiero.
No vive el rey con seguro
de que el mal no se le atreva.
ENRIQUE
15
Sí, pero es cosa muy nueva
que su incontrastable muro
entre cualquier acidente,
pues ya por naturaleza
se les da la fortaleza
20
como atributo excelente.
Yo no hallo otra razón
para que a un rey se le den
de león.
REY
Dices muy bien,
porque yo imito al león.
ENRIQUE
25
Magnánimo, fuerte, grave
piadoso y noble ha de ser.
REY
Y querer a una mujer,
¿entre esas cosas no cabe?
ENRIQUE
No, señor, pues es ajena
30
y de hombre tan principal,
cuya virtud natural
tu indómito cuello enfrena.
REY
Necio, con mayor razón
soy león de esa manera,
35
pues es la cuartana fiera
que el cielo ha dado al león.
No fue sin gran providencia
templar tan fuerte animal,
ni en mi condición real
40
es de menos excelencia
esta cuartana de amor.
ENRIQUE
Sí; pero entonces lo fuera
que vuestra alteza quisiera
a quien le hiciera favor;
45
mas querer un imposible
de una mujer tan honrada,
de no más de imaginada
le parece inaccesible.
No se ha de llamar ansí,
50
otro nombre le conviene.
REY
¿Dirás que es locura?
ENRIQUE
Tiene
algo de locura en sí.
REY
Enrique, de la manera
que, dando a un hombre ocasión,
55
la ira, como pasión
natural, su sangre altera,
ansí también el amor,
como pasión natural,
viendo un rostro celestial
60
mueve la sangre mejor.
ENRIQUE
Pues ¿para qué es el discurso
de la razón?
REY
Para ver
que lo hermoso es de querer.
ENRIQUE
Más para atajar el curso
65
del natural apetito,
siendo ajeno.
REY
¡Extraño estás!
¿Y quieres a Estela más
que yo a Blanca solicito?
ENRIQUE
Señor, Estela es doncella;
70
no es casada como Blanca.
REY
Blanca, a quien la mano franca
de naturaleza bella
tan liberal se ha mostrado,
yo os amo con tal pasión,
75
que el discurso de razón
habéis al alma quitado.
Ya no vive el albedrío
con leyes de embajador,
que después que os tengo amor
80
vive más vuestro que mío.
Porfiad a aborrecer,
que yo sabré porfiar
a amar, porque tanto amar,
¿qué piedra no ha de vencer?
85
Esta noche a vuestra puerta
me ha de hallar la aurora blanca,
para ver si el sol de Blanca
a mis suspiros despierta.
Y esta y muchas ha de ser,
90
que, pues no os velo de día,
de noche a un ciego podría
vuestro sol amanecer.
ENRIQUE
¿Aquí te quieres estar
lo que de la noche falta?
REY
95
Ya Venus sube tan alta,
que al sol comienza a llamar.
Llamad vosotros el mío
con esas voces un poco.
MÚSICO
¿Qué diremos?
REY
Que estoy loco,
100
pues adoro un mármol frío.
Salen embozados el almirante, Leonelo y Dionís, criados.
ALMIRANTE
Aquí podéis retiraros.
LEONELO
Habla con todo seguro.
ALMIRANTE
¡Cielos! ¿qué es lo que procuro
viendo mis celos tan claros?
105
No por la parte que toca
a Blanca, mi esposa amada,
porque estará, conquistada,
como en la mar firme roca;
mas por la parte del rey,
110
mancebo, aunque honesto y sabio,
dispuesto a mi injusto agravio,
porque amor es rey sin ley.
¿Cómo le echaré de aquí
con el debido decoro
115
y dando a entender que ignoro
que no me lo guarda a mí?
Ahora bien, industria sea,
pues fuerza no ha de valer.
REY
(¿Sientes gente?
ENRIQUE
Puede ser
120
cierto galán que pasea
a Estela, de Blanca hermana.
REY
¿Quieres que de aquí le echemos?
Por dicha ocasión daremos
a que salga a la ventana.
ENRIQUE
125
No, señor, que ser podría
despertar al almirante.
REY
¿Y será poco importante,
Enrique, a la pena mía?
Despierte ¡cuerpo de tal!
130
del lado de la que adoro,
mientras envidioso lloro
yo su bien en tanto mal.
ENRIQUE
Mayor disparate harás,
porque despertar quien ama
135
gallarda y hermosa dama,
es dar ocasión…
REY
¡No más!
Pero advierte que es malicia
del hombre en llegarse acá.)
ALMIRANTE
¿Quién va, señores?
REY
¿Quién va?
ALMIRANTE
140
¿Quién va?
REY
¿Quién sois?
ALMIRANTE
La justicia.
REY
(¿Enrique?
ENRIQUE
¿Señor?
REY
¡Por Dios,
que es el almirante!
ENRIQUE
¿Quién?
REY
Su esposo mismo.
ENRIQUE
¡Qué bien!
REY
Que para echar a los dos
145
de su puerta se ha fingido
justicia.
ENRIQUE
Los celos son
todos industria.
REY
Invención
de celoso cuerdo ha sido.
¿Qué haré?
ENRIQUE
¿Qué puedes hacer?)
ALMIRANTE
150
¿Quién son? ¡Acaben!
REY
Mirad
que a gente de calidad
no se ha de reconocer.
ALMIRANTE
Los que la tienen no encubren
sus nombres a la justicia.
REY
155
Los que lo son de malicia,
los descubiertos descubren.
ALMIRANTE
Pues, ¿quién es el descubierto?
REY
El que en hábito, cual yo,
muestra que es noble y llegó,
160
en fe de serlo, encubierto.
ALMIRANTE
Aquí vive el almirante
de Francia, y cuando su hacienda
noble ladrón la pretenda,
será vuestro semejante.
165
Id en buen hora, y mirad
que os hago merced en esto.
REY
¡Soberbio sois!
ALMIRANTE
Vayan presto.
REY
Aguardad.
ALMIRANTE
No hay aguardad.
REY
Justicia, sois arrogante.
ALMIRANTE
170
Esto al mismo rey dijera,
mientras no le conociera,
a puertas del almirante.
REY
¿No puedo ser algún hombre
que pretenda casamiento
175
con su hermana?
ALMIRANTE
¡Extraño cuento!
Si sois tal, decid el nombre;
todos los conozco yo.
REY
Basta que aquesto sepáis,
y partíos, que estorbáis
180
a quien nunca os ofendió
y que os puede hacer merced.
ALMIRANTE
La mayor será partiros,
o tengo de descubriros.
REY
Si en eso os ponéis, creed
185
que me ponga también yo
en que luego me mostréis
si sois justicia o lo hacéis
de celos.
ALMIRANTE
¿Yo?
REY
¿Por qué no?
¿No hemos visto mil celosos
190
hacer industrias como estas?
ALMIRANTE
En demandas y respuestas
hay términos enfadosos.
Váyanse luego acostar,
que entre nobles esto es ley,
195
que si digo ‟¡Aquí del rey!”,
me han de salir a ayudar
de casa del almirante,
y aun él mismo.
REY
Podrá ser,
si no está con su mujer
200
en ocasión semejante.
Idos vos y estad seguro
que a Estela sirvo y adoro,
y que la guardo el decoro
que al almirante procuro.
205
Pues que trato de casarme,
que dar música no es cosa
de importancia.
ALMIRANTE
¿Y es honrosa
para quien puede culparme,
si sabe que aquí llegué,
210
de que no os reconocí,
los instrumentos rompí
y las armas os quité?
REY
Alguacil libre y cansado,
preguntador insufrible,
215
honrado, pero terrible
y curioso como honrado,
yo soy el mismo almirante
que acostarme vengo aquí.
¿Qué queréis?
ALMIRANTE
¿Vos?
REY
Yo.
ALMIRANTE
¿Vos?
REY
Sí.
ALMIRANTE
220
(¿Hay invención semejante?
El rey dice que soy yo
por poder disimular.
Ya no hay más que preguntar;
mi engaño el suyo venció.)
225
Suplico a vuestra excelencia
perdone mi demasía.
REY
No ha sido descortesía,
sino justa diligencia.
Yo haré que su alteza os haga
230
merced. El nombre decid,
y a la mañana venid
donde también satisfaga
la parte que me ha tocado
de guardar mi casa.
ALMIRANTE
El cielo
235
os guarde, que solo es celo,
solicitud y cuidado
de este oficio y de esta casa,
que en ser vuestra, el mismo rey
guardará su honor, y es ley,
240
que aun entre bárbaros pasa,
que las casas de los nobles
tienen más obligación
de guardarlas de traición,
de agravios y tratos dobles.
REY
245
Casas de tanto valor
guardadas están por sí.
ALMIRANTE
Créolo, como si aquí
lo oyera el rey, mi señor.-
¿Criados?
DIONÍS
¿Señor?
ALMIRANTE
No es gente
250
de sospecha.
DIONÍS
En esta calle
no es justo.
ALMIRANTE
(¿Quién hay que calle?
¿Quién hay que morir no intente?
¡Ah, poder, en pocos años
Dios alumbre tus sentidos,
255
que vasallos ofendidos
despéñanse a muchos daños!)
Vase el almirante.
ENRIQUE
El almirante, señor,
conociendo a vuestra alteza,
hizo esta loca fineza
260
para remediar su honor;
y a un obstinado amante
es de consejos capaz,
que no ha de ser pertinaz,
siendo a quien es importante,
265
dos cosas le están muy bien.
REY
¿Cuáles, Enrique?
ENRIQUE
Seguir
lo que acaba de decir:
que a mi dama quiere bien.
Dé a entender que sirve a Estela,
270
como al almirante dijo.
REY
¿La otra?
ENRIQUE
No ser prolijo
con quien ya su amor recela,
sino partirse de aquí,
que este no se ha de acostar
275
por ver en qué ha de parar.
REY
Bien dice, hablaste en mí.
No será mala invención
decir que sirvo a su hermana,
porque con eso se allana
280
el fin de mi pretensión
y se aseguran sus celos.
Tú de mí ¿no los tendrás?
ENRIQUE
De ti, ¿por qué, cuando estás
por Blanca en tantos desvelos?
285
Echa por aquí, señor,
porque no encuentres con él.
REY
Vamos. ¡Ay, Blanca cruel,
pues no te vence mi amor!
Pero presume también,
290
por más que tu honor lo impida,
que se ha de acabar mi vida
o he de vencer tu desdén.
Vanse. Salen doña Blanca y Estela.
ESTELA
¿Eres la mujer primera
que sientes con tanto exceso
295
ser amada?
BLANCA
Yo confieso
que si como el tuyo fuera
mi estado, Estela, me holgara
que el rey me tuviera amor,
y no el supremo señor
300
que al mismo sol se compara;
pero el más humilde y vil,
el más pobre y más villano,
que amor es un aire vano
que entra en las almas sutil.
305
De ser amada no hables,
que a nadie puede pesar,
pues dar ocasión de amar
es tener partes amables;
y si las que amables son
310
valor, gracia y hermosura,
honestidad, compostura,
limpieza, edad, discreción,
¿a qué mujer pesará
de ser hermosa, discreta,
315
graciosa, moza y perfeta
si en esto el amor está?