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La discreta enamorada es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, narra un malentendido amoroso a causa de celos que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo en torno a un doble emparejamiento entre vecinos que ocultan su amor verdadero y se esfuerzan por guardar las apariencias.
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Seitenzahl: 63
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Lope de Vega
Versión de Francisco Romero
Saga
La discreta enamoradaCopyright © 1606, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617825
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Calle.
Salen BELISA y FENISA, tapadas.
BELISA Baja los ojos al suelo,
porque sólo has de mirar
la tierra que has de pisar.
FENISA ¡Qué! ¿No he de mirar al cielo?
BELISA No repliques bachillera. 5
FENISA Pues ¿no quieres que me asombre?
Crió Dios derecho al hombre
porque el cielo ver pudiera.
BELISA Mirar al cielo podrás
con sólo el entendimiento; 10
que un honesto pensamiento
mira la tierra no más.
Cuando quieras contemplar
en el cielo, en tu aposento
con mucho recogimiento, 15
tendrás, Fenisa, lugar.
Desde allí contemplarás
de su grandeza el proceso.
FENISA No soy monja, ni profeso
las lecciones que me das. 20
BELISA Y no recibas enojo;
que doncellas y hermosuras
son como las criaturas,
que suelen morirse de ojo.
Hay mancebete en Madrid, 25
que si te mira al soslayo,
hará el efecto del rayo.
FENISA El efecto a mí, decid.
BELISA Decía tu abuela honrada
que una doncella altanera 30
era en la calle una fiera
de cazadores cercada.
FENISA Pues ¿cuándo se ha de casar
una mujer nunca vista?
BELISA Eso no ha de ser conquista; 35
que es imposible acertar.
FENISA Pues ¿qué ha de ser?
BELISA Buena fama
de virtud y de nobleza.
FENISA Donde falta la riqueza
mucho la hermosura llama; 40
que ya no quieren los hombres
sola virtud.
BELISA Pues ¿qué?
FENISA Hacienda.
(Salen LUCINDO, GERARDA y HERNANDO. A un lado.)
GERARDA ¿Que soy tu querida prenda?
LUCINDO Así es razón que te nombres.
GERARDA Galán de palabras vienes. 45
LUCINDO Ando al uso.
FENISA(Aparte.) Éste es Lucindo.
GERARDA Luego ¿préciaste de lindo?
LUCINDO ¿De lindo? Donaire tienes.
Préciome de hombre.
FENISA (¡Ay de mí!
Locamente imaginé 50
poner en hombre la fe,
que con el alma le di,
no habiendo nacido de él
la pretensión de mi amor.)
GERARDA Para un amante hablador 55
soy en las tretas cruel.
Todas esas niñerías
de cuentas y de espejuelos
para bobas son anzuelos;
no conmigo argenterías. 60
Oro macizo de amor
me han de dar, no plomo, a mí.
FENISA (¿Que a quien no sabe de mí
amase con tal rigor?
Cómo quema esta pasión.)
GERARDA ¿Ve aquel mancebo que viene? 70
LUCINDO Sí veo.
GERARDA Pues aquél tiene
de mis veras posesión.
Cuánto te dije es fingido;
cuánto te quise es burlando.
Voyme; que me está aguardando. 75
(Sale DORISTEO y se pasa GERARDA con él.)
LUCINDO ¿Qué haré?
HERNANDO Bajonazo ha sido.
LUCINDO ¿Quitarele la mujer?
¿Acuchillarele, Hernando?
HERNANDO ¿Quiéresla?
LUCINDO Estoyme abrasando.
HERNANDO Agua será menester. 80
DORISTEO Como acompañarte vi
este galán majadero,
preciado de caballero,
notable enojo sentí;
mas en ver que le has dejado, 85
brazos y gracias te doy.
[¡Qué me mandas hacer hoy?]
GERARDA Ven conmigo.
DORISTEO ¿Adónde?
GERARDA Al Prado.
(Se van GERARDA y DORISTEO.)
LUCINDO ¿Fuéronse?
HERNANDO Con mucha prisa.
No te aflijas, que es martelo. 90
LUCINDO ¿Quién es aquélla?
HERNANDO Recelo
que es la vecina Fenisa.
FENISA (¡A un hombre que no me ha visto,
ni se acuerda si nací,
quiero bien!)
LUCINDO Nunca la vi. 95
FENISA (¡Qué mal mi inquietud resisto!)
HERNANDO Si vieses esta doncella,
te doy palabra, señor,
que olvides tu loco amor,
porque es sabia, honesta y bella. 100
Aunque no sé qué he pensado
de tu padre...
LUCINDO ¿De mi padre?
HERNANDO Pero quizá con su madre
casarse tiene pensado,
y aun es más puesto en razón. 105
LUCINDO ¿Casarse mi padre agora?
HERNANDO Habla y mira a esta señora,
que es de rara perfección.
LUCINDO Llevome el alma Gerarda,
celos me tienen sin mí. 110
¿Qué quieres que mire aquí?
HERNANDO Esta hermosura gallarda.
LUCINDO No hay vista en hombre celoso;
todo le parece mal.
FENISA (Ya he pensado traza igual 115
a mi designio amoroso.)
BELISA Vámonos, hija: que es hora
de recogernos a casa.
HERNANDO Ya junto a nosotros pasa;
mira su belleza agora. 120
(Pasan BELISA y FENISA y ésta deja caer el lienzo.)
LUCINDO Un ángel me ha parecido.
HERNANDO El lienzo se le cayó.
LUCINDO ¡Quedo! Darésele yo.
Que volváis el rostro os pido.
FENISA ¿Qué es, señor, lo que mandáis? 125
LUCINDO El lienzo se os cayó.
FENISA ¿A mí? Sospecho que no.
Pero esperad.
(Desenfáldase toda y se descubre.)
LUCINDO ¿Qué buscáis?
FENISA Si tengo en la manga el mío.
BELISA ¿Qué es eso?
FENISA En ésta no está. 130
BELISA ¿Qué es eso?
FENISA El lienzo me da.
BELISA Pues ¿es tuyo?
LUCINDO (Gentil brío.)
FENISA Eso es lo que ando mirando.
En ésta no está tampoco.
HERNANDO (Volver puede un hombre loco 135
aquél mirar suave y blando.)
FENISA Miraré las faldriqueras.
BELISA ¡Acaba!
FENISA Ya me doy prisa.
No está aquí.
BELISA Vamos, Fenisa.
FENISA Ni en estotra está.
BELISA ¿Qué esperas? 140
FENISA ¿Tiene unas randas?
LUCINDO Sí, tiene.
FENISA ¿Y encaje?
LUCINDO ¿No lo miráis?
BELISA Despacio en la calle estáis,
donde todo el mundo viene.
FENISA Pues ¿quiere vuesamerced 145
que lleve lo que no es mío?
LUCINDO Señora, de vos le fío.
FENISA Haceisme mucha merced.
BELISA Señor, dejadnos pasar.
Poned el lienzo en la pila 150
del agua bendita.
FENISA (Afila
Amor, tu flecha al tirar.)
BELISA Vamos.
FENISA Ya voy.
HERNANDO ¿No es hermosa?
LUCINDO Celos, ¿por qué me cegáis?
FENISA ¡Ah, señor!
LUCINDO ¿Qué me mandáis? 155
FENISA Advertiros de una cosa.
Si de aqueste lienzo acaso
parece más cierto dueño;
que mi palabra os empeño
(Iba a decir que me abraso.) 160
que no sé cierto si es mío;
diréis que vivo en la calle
de los Jardines...
HERNANDO (¡Qué talle!
¡Qué gracia! ¡Qué rico brío!)
FENISA ... enfrente del capitán 165
Bernardo Lucindo.
LUCINDO El mismo
es mi padre.
FENISA (¡Ay dulce abismo
donde abrasándome están!)
BELISA ¿Estás loca?
FENISA Ya me voy;
que aqueste hidalgo decía 170
que es mi vecino.
BELISA ¡Porfía!
Vamos.
FENISA (¡Qué perdida estoy!)
(Vanse las dos.)
HERNANDO ¿Qué te parece?
LUCINDO Que es bella,
cortés, discreta y gallarda;
mas quiero bien a Gerarda, 175
y vase el alma tras ella.
Celos es suelo traidor,
resbaladizo, de suerte
que hará caer al más fuerte
en los lodos del amor. 180
Aunque mi amor fuera poco,
que poco debe de ser,
ver tan libre una mujer
bastaba a volverme loco.
HERNANDO Ya te ha visto en los anzuelos; 185
y aunque no puede sacarte,
alarga cuerda, con darte
celos, celos y más celos.
LUCINDO ¿Qué he de hacer?
HERNANDO Buscar, señor,
una bella contracifra. 190
LUCINDO ¿Luego el amor se descifra?
HERNANDO Sí.
LUCINDO ¿Con qué?
HERNANDO Con otro amor.
LUCINDO No tratemos de eso agora;
vamos a ver en qué para.
HERNANDO ¿Ves como es cosa muy clara 195
que con celos te enamora?
Son como telas de araña,
pescan moscas, débil gente;