La fianza satisfecha - Lope de Vega - E-Book

La fianza satisfecha E-Book

Лопе де Вега

0,0

Beschreibung

La fianza satisfecha es una comedia teatral de corte religioso del autor Lope de Vega. Narra las desventuras de un malvado bribón que renuncia a Dios y se hace musulmán, para luego encontrar a Cristo bajo la forma de un pastor de ovejas, encuentro que despertará su fé y acabará por hacerlo santo.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 79

Veröffentlichungsjahr: 2020

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Lope de Vega

La fianza satisfecha

 

Saga

La fianza satisfechaCopyright © 1773, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617863

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAS

LEONIDO, galán.TIZÓN, gracioso.DIONISIO, caballero.GERARDO, viejo.REY MORO. MARCELA, dama.ZULEMA, moro.ZARRABULLÍ, moro.LIDORA, moro.CRISTO, pastor.

Jornada I

Salen LEONIDO y TIZÓN.

 

TIZÓN Yo no sigo tu vïaje.

LEONIDO La puerta me has de guardar;

y la tengo de gozar

por afrentar mi linaje.

TIZÓN ¡Considera que es tu hermana! 5

LEONIDO Acaba, llama, Tizón;

porque esa misma razón

hace su infamia más llana:

Eso me da mayor brío

para poderla gozar. 10

¿No gozó Amón a Thamar,

siendo hermanos?

TIZÓN Desvarío

el tuyo es. ¿No sabes, pues,

cuán bien lo, pagó?

LEONIDO Es así.

¡Que lo pague Dios por mí, 15

y pídamelo después!

Dios ha de ser mi fiador,

porque si en verdad me fundo,

ni le ha habido, ni en el mundo

no, le puede haber mejor; 20

y si es la paga en dinero,

ninguno más rico hallo.

TIZÓN Sin freno está este caballo:

él dará en despeñadero.

LEONIDO ¿No llamas?

TIZÓN No, que esperaba 25

por ver si el divertimiento

te mudaba el pensamiento.

LEONIDO No te canses, llama, acaba:

llama, o quítate de ahí;

que este furor me desvela. 30

TIZÓN En el patio está Marcela.

LEONIDO Pues entro: quédate aquí:

y porque mi inclinación

sepas, te quiero avisar

que no la quiero gozar 35

porque la tengo afición;

que ni su amor me maltrata,

ni su talle me aficiona,

ni me agrada su persona,

ni su aire me arrebata; 40

ni su gracia me contenta,

ni de su lengua yo gusto:

sí sólo porque es mi gusto

dar a mi sangre esta afrenta:

espérame, volveré. 45

TIZÓN Y ¿sabes si volverás?

LEONIDO ¡Gracioso, Tizón, estás!

Pues claro está que lo sé;

que a mi soberbio querer

ninguno le pone rienda; 50

aunque el infierno pretenda

estorbarlo, he de volver;

que no temo el embarazo

de todo el infierno junto,

porque a su infernal trasunto 55

sabrá rendir este brazo;

y si el cielo pretendiere

lo mismo, tampoco temo.

TIZÓN ¡Dios ten convierta, blasfemo!

LEONIDO El haga lo que quisiere; 60

y a quien mi acción atrevida

en honra o hacienda estrague,

pida a Dios que se lo pague

y que después me lo pida;

que hombre soy yo que sabré 65

satisfacer cualquier mengua.

TIZÓN ¡Maldiga Dios tan vil lengua!

Entra, que yo esperaré,

rogando al cielo le ampare

de tal afrenta y ultraje. 70

LEONIDO ¡Voto a Dios, que mi linaje

abrase si lo estorbare!

(Vase.)

TIZÓN El entra ya sin gobierno.

¡Ah, desdichado Tizón!

Si sigues tu inclinación, 75

serás tizón del infierno.

No hay pecado en todos siete

que él no haya ejecutado,

ni hubo ocasión de pecado

sin asirla del copete. 80

Sin mostrar rastro de pena

viendo ultrajada su fama,

esta mañana a una dama

quitó una rica cadena;

y porque con lengua honrada 85

tan gran maldad reprendió,

a un sacerdote le dió

una cruel bofetada.

Yo no sé en qué ha de parar;

que tan enorme vivir, 90

o en un palo ha de morir,

o el diablo lo ha de llevar,

porque no he visto furor

semejante; y el infiel,

luego dice que por él 95

pague el Divino Hacedor.

La fianza buena es,

y puede pagarlo bien;

mas es cierto que también

querrá cobrarlo después. 100

 

(Dentro MARCELA.)

 

MARCELA ¡Cielo santo! ¿No hay justicia?

TIZÓN ¡Qué es aquesto! ¿En eso estamos?

Declarada es su malicia.

MARCELA ¡Mi Dios, venirme a ayudar!

TIZÓN El oiga tu gran gemido, 105

porque yo temo a Leonido,

y allá no me atrevo a entrar.

 

(Dentro DIONISIO.)

 

DIONISIO ¡Traidor! ¿Esto imaginaste?

¡Matadle!

 

(Dentro LEONIDO.)

 

LEONIDO ¡Menos rigor!

TIZÓN Este es Leonido. ¡Ah. Señor, 110

y qué presto te arrojaste!

Hoy darás tu vida amarga

en manos de tu cuñado;

que ya el diablo se ha cansado

de llevar tan grande carga. 115

 

(Sale LEONIDO con la espada sangrienta en la mano.)

 

LEONIDO Esto es hecho.

TIZÓN Y no bien hecho.

LEONIDO Bien o mal, ya lo intenté,

y a quien gusto no le dé,

pídalo a mi fiero pecho.

TIZÓN (Aparte.

Algún puto desalmado 120

que te lo llegue a pedir.)

Y ahora, ¿dónde hemos de ir?

LEONIDO A pasear al Mercado.

TIZÓN ¡Cuerpo de Dios! Con tu flema

hasle quitado a tu hermana 125

la honra, y ¿con esa gana

verás la plaza de Elema?

Vas de suerte, que imagino

que eres ministro de Herodes

¿y es posible que acomodes; 130

a seguir ese camino?

Yo, señor, no voy contigo;

que en delitos tan atroces,

la culpa está dando voces

para que llegue el castigo. 135

Pues si le cogen, a fe

que el pueblo busque su traza

para que des en la plaza

la bendición con el pie.

LEONIDO Deja, gallina, el temor. 140

TIZÓN Déjolo, y te desamparo;

que pretendo mear claro,

y diez higas al doctor.

Que has muerto a tu hermana avisa

la fiera espada sangrienta, 145

y, ¿no quieres que lo sienta?

LEONIDO Calle, que es cosa de risa.

Tizón, ¿en eso reparas?

luego ¿piensas que murió?

TIZÓN Pues ¿no la mataste?

LEONIDO No. 150

TIZÓN Pues ¿qué la hiciste?

LEONIDO Dos caras.

TIZÓN Agradézcanle ¡por Dios!

la merced, que es oportuna;

que Dios no le dio más que una,

y él dice que la hizo dos. 155

Señor, yo me quedo acá;

que mañana tu rigor,

por hacerme gran favor,

con dos caras me honrará.

Tú escápate por los pies, 160

pues has de pagarlo.

LEONIDO ¿Así?

Que lo pague Dios por mí,

y me lo pida después.

TIZÓN Eso sí, páguelo Dios,

que lo puede bien pagar, 165

pero a fe que ha de llegar

tiempo que lo paguéis vos.

 

(Vanse.)

 

(Córrese una cortina, y aparece GERARDO, viejo, en una silla,durmiendo, y al lado una caña.)

 

GERARDO ¡Detente, detente! ¡Aguarda,

espera, mozo atrevido!

(Despierta.)

¡Jesús, qué pesado sueño! 170

¿Qué es esto, cielo divino?

 

(Sale DIONISIO alborotado.)

 

DIONISIO ¡Despierta del sueño torpe

que te tiene los sentidos,

noble Gerardo, ocupados,

y escucha de un afligido 175

las lastimosas razones!

¡Escucha los fieros silbos

de una serpiente pisada,

y de un fiero basilisco,

y un toro herido en el coso! 180

¡Oye, señor, los bramidos

y voces de una leona

que le han robado sus hijos!

¡ Oye de un hombre afrentado

las quejas; que Dios no quiso 185

dar lugar a la venganza,

como se la dio al delito!

Tu hijo, noble Gerardo,

ese que de su principio

es en maldades Nerón, 190

y Heliogábalo en los vicios;

ese a quien jamás la rienda

del corazón ha rendido,

antes, cual fiero caballo,

corre tras de su apetito; 195

ese Luzbel en soberbia,

ese hidrópico, de vicios,

pues no, le sacian pecados

aunque cometa infinitos;

ese, pues, entró en mi casa. 200

(Mas ¡cielos! ¿cómo lo digo?

que no es bien diga su afrenta

quien vengarla no ha podido.)

Pero aunque a ti te lo cuento,

se queda en mi pecho mismo, 205

porque siendo uno los dos,

es decirlo yo a mí mismo.

Entró, señor, en mi casa

con pensamientos lascivos,

siendo mi mujer su hermana, 210

y entrambos a dos tus hijos,

imaginé que segura

gestaba de sus designios

mi honra; pero engañéme,

como sus obras lo han dicho. 215

Tú, señor, tienes la culpa,

porque si en otros delitos

su soberbia no ampararas,

ni tanto hubieras sufrido;

si cuando de ricas joyas 220

tus más secretos archivos,

para los juegos dejaba,

por darte pesar, vacíos,

hubieras, señor, dejado

que ejecutara su oficio 225

la justicia, y no ampararas

al que de un palo era digno,

ahora no hubiera dado

causa a tan justos suspiros,

ni en mi cara, como ves, 230

su maldad hubiera escrito.

Al fin, señor, de Marcela,

tu hijo, el tálamo limpio

quiso manchar, y quitarle

la honra que tanto estimo. 235

Mas ella, que tiene sangre

tuya y mía, con los bríos

que recibe de los dos,

dio a su defensa principio,

y no teniendo otras armas, 240

los dedos navajas hizo,

con que defendió animosa,

sin manchar tu honor, el mío,

cuando el traidor, indignado

como fiero basilisco, 245

sacando su infame espada,

la dio, en su rostro dos filos.

Ella, que herida se siente,

a voces defender quiso

lo que, por faltalle fuerzas, 250

tuvo ya por ofendido.

Apenas sus tristes voces

tocaron en mis oídos,

cuando, por librar mi oveja,

corrí tras de sus balidos. 255

Llego, y al entrar encuentro

al lobo, que, convencido

de las voces, se salía,

mostrando fingido riso;

sacó la espada, y sin darme 260

lugar a defensa, hizo

en mi rostro lo que ves,

y de la ciudad se ha ido.

Nada le turba ni altera,

porque hasta el mismo delito, 265

que a otros sirve de freno,

a él de espuelas ha servido.

Quise seguirle...

 

(Sale LEONIDO.)

 

LEONIDO Detente;

que no has menester seguirme,

porque no he querido irme 270

hasta ver si eras valiente.

Yo, padre, yo mismo he sido

el que pretendió, atrevido,

quitar la honra a mi hermana,