La Francesilla - Lope de Vega - E-Book

La Francesilla E-Book

Лопе де Вега

0,0

Beschreibung

La Francesilla es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, narra un malentendido amoroso a causa de celos que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo. Se la considera pionera en el arquetipo narrativo del Gracioso o Donaire, personaje siempre servil y dado al humor, en este caso personificado por el lacayo Tristán.-

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 91

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Lope de Vega

La Francesilla

 

Saga

La FrancesillaCopyright © 1916, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617580

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Elenco

ALBERTO FELICIANO CLAVELA TEODORO OCTAVIO FILIBERTO LEONARDO DORISTA TRISTÁN LISENO ROSARDO ELISA ALGUACIL 1.º ALGUACIL 2.º ESCRIBANO LEONIDA POSTILLÓN HOSTELERO PAJE JUANA JULIA

Acto I

(Salen primero ALBERTO, viejo, padre de FELICIANO, y LISENO, su amigo.)

 

ALBERTO

¿Eso ha hecho?

 

LISENO

Como amigo

de Feliciano y de vos,

os cuento el caso.

 

ALBERTO

Por Dios,

que es digno de gran castigo.

5

¡Oh, padres, todo es cuidado

de tener hijos que amar

y después todo es pesar

de habellos imaginado!

 

LISENO

Caro Alberto, no te espante;

10

que, comoquiera que sea,

Naturaleza desea

engendrar su semejante.

 

ALBERTO

¡Pluguiera a Dios no supiera

filosofía tan clara!

15

Si semejante engendrara,

en algo me pareciera

y no en darme pesadumbre.

 

LISENO

También cuando mozo fuiste

de esas locuras hiciste,

20

y fue tu antigua costumbre.

 

ALBERTO

Pues qué, ¿fui yo jugador?

¿Fui desvanecido amante?

 

LISENO

Eso, Alberto, no te espante,

que antes habilita Amor.

25

Es mozo, y su inclinación

es juego y amor.

 

ALBERTO

No nombres

inclinación en los hombres

su deshonra y perdición.

 

LISENO

Pues ¿qué ha de hacer un mancebo

30

discreto, galán y en corte?

 

ALBERTO

Seguir de su padre el norte

por la estrella que le llevo.

 

LISENO

No es mucho que sea liviano

y gaste en amor y juego.

 

ALBERTO

35

De tales consejos ciego,

¿qué no ha de hacer Feliciano?

¿Ganástele tú el dinero

por ventura?

 

LISENO

¡Bueno! ¿Yo?

A los trucos lo perdió.

 

ALBERTO

40

¿Y no los juegas?

 

LISENO

Ni quiero.

Que de estar allí me pesa

todo el día sin memoria,

hecho un jumento de noria

alrededor de una mesa.

45

Y más ahora en Madrid

puesto está en razón jugar,

que no es tiempo de buscar

los infanzones de Cid.

 

ALBERTO

Pues ¿no hay muchos virtuosos

50

que traten de honra y papeles?

 

LISENO

Esto es, por que te consueles

de algunos que son viciosos;

y de éstos el más perdido

pasa y vive bien aquí.

 

ALBERTO

55

Ese perdido, ¡ay de mí!,

sólo Feliciano ha sido.

Pero no lo será más;

que hoy ha de ser de importancia

partir a la guerra a Francia.

 

LISENO

60

¿Que en esa locura das?

 

ALBERTO

¿Locura? Cordura ha sido;

que un hombre que no ha dejado

su patria, aunque viva honrado,

en efecto es en su nido.

65

Vaya mi hijo a la guerra,

deje la infame acogida,

que no es hombre el que en su vida

no ha salido de su tierra.

¿Qué hace un mozo en esta madre

70

de vicios, Circe que encanta,

que a las doce se levanta

a la mesa de su padre?

Si es fiesta, a la una a misa

de iglesia en iglesia va,

75

y si la halla en ella está

parlando con mucha risa.

Y murmura sin provecho

en corros de marquesotes,

engomados los bigotes

80

y la daga sobre el pecho.

¿Qué sirve que le anochezca

armándose a lo cruel

y que traiga en el broquel

pasteles cuando amanezca?

85

¿Que juegue dos mil reales,

como Feliciano a mí,

que no los juegan ansí

muchos hombres principales?

¿Que escriba a aquella señora

90

y dé papeles discretos,

que esgrima y eche más retos

que Ordóñez sobre Zamora?

¿Y que cuando está delante

de gente que a honor se inclina

95

diga que hay guerra en la China,

Bruselas, Mastrique y Gante?

¡Qué bien dicho de éstos fue,

ya que se precian de fieros,

que son como los corderos,

100

que no dicen más de “be”!

Vaya mi hijo a la guerra;

hable entre hombres que lo son.

 

LISENO

Digo que tenéis razón;

no es hombre el que está en su tierra.

105

Mas él es quien viene aquí.

(Entren FELICIANO, con una carta, y TRISTÁN.)

 

TRISTÁN

Su criada me le dio.

 

FELICIANO

A buen tiempo le escribió.

¿Y preguntóte por mí?

 

TRISTÁN

¡Con qué melindre le tomas,

110

y el sombrero muy de tema!

Abre más quedo la nema,

si no es que el papel te comas.

(Trae TRISTÁN otra carta en el sombrero, de su moza, y todo lo escucha el padre de FELICIANO y LISENO.)

 

FELICIANO

Hiciéralo a ser veneno.

 

TRISTÁN

Esperad albricias de él.

 

LISENO

115

(Leyendo viene un papel.)

 

FELICIANO

“Señor de mi vida…” ¡Bueno!

 

TRISTÁN

¿Dice con tilde “señor”?

 

FELICIANO

¿Por qué lo dices ahora?

 

TRISTÁN

Porque ya cualquier señora

120

no escribe sino “senor”.

 

FELICIANO

Ya este borracho comienza.

 

TRISTÁN

Dicen que tilde en sazón

es perniabrir la razón,

y se tiene a desvergüenza.

(Lea:)

 

FELICIANO

125

“Hoy, cuando a beber pediste,

mandé un búcaro bajar…”

 

TRISTÁN

No sabe esa dueña hablar.

 

FELICIANO

Y tú, ¿dónde lo aprendiste?

 

TRISTÁN

Si mujer de punto fuera,

130

“bícaro” escribir tenía.

 

FELICIANO

Y pícaro, en cortesía,

si a vos el papel viniera.

(Lea:)

“Y la que el agua llevaba

este recado traía…”

 

TRISTÁN

135

¿Que no era mujer?

 

FELICIANO

Porfía.

 

TRISTÁN

No sabe escribir.

 

FELICIANO

Acaba.

(Señala al sombrero, que tiene un papel allí.)

 

TRISTÁN

¿Ves el que traigo en la banda

del sombrero? Pues a fe

que es de alguna que…

 

FELICIANO

Oye.

 

TRISTÁN

¿Qué

140

quieres?

 

FELICIANO

Vete de aquí, anda.

(Va leyendo.)

“Son mis padres tan sutiles,

que siempre traigo conmigo

espías.”

(Lee también TRISTÁN su billete.)

 

TRISTÁN

“Tristán amigo,

flor de amantes lacaíles…”

 

FELICIANO

145

Lee quedo, bestia.

 

TRISTÁN

“Hoy,

después de barrer la sala…”

 

FELICIANO

Lee quedo, enhoramala.

(Lea TRISTÁN.)

 

TRISTÁN

“Para ti labrando estoy

un bravo cuello y camisa…”

 

FELICIANO

150

¿Caballeriza no hubiera

donde ese papel leyera?

(Va leyendo.)

 

TRISTÁN

“Y con él irás a misa.”

 

FELICIANO

Quiero leer. “Y si esperas

a la ocasión y se escapa…”

(Lea TRISTÁN.)

 

TRISTÁN

155

“¡Ah, quién fuera tu gualdrapa,

por que a limpiarme vinieras!”

 

FELICIANO

Lleve el diablo tu linaje.

¿Hete de esperar yo a ti?

(Va leyendo.)

 

TRISTÁN

“No tengas celos de mí,

160

que hoy se ha despedido el paje.”

¡Bravo favor! ¡Brava cosa!

¡Oh, bien escrito papel!

 

ALBERTO

(¿No llegaremos a él?)

 

FELICIANO

(¡Es mi padre!)

 

TRISTÁN

(Ay, Juana hermosa!)

 

FELICIANO

165

Dame, mi señor, la mano.

 

ALBERTO

Alzate luego del suelo.

Ya cubres tarde el anzuelo

de tu soberbia, villano.

 

FELICIANO

¿Qué es esto?

 

ALBERTO

La justa paga,

170

necio, de tu loco error.

(De rodillas.)

 

FELICIANO

Dame la mano, señor.

 

ALBERTO

¿La mano? Con una daga.

No me preguntes por qué.

Las cartas están aquí.

 

ALBERTO

175

Hoy a Francia has de partir.

 

FELICIANO

Pues di,

¿qué he hecho?

 

ALBERTO

¿Qué?

 

FELICIANO

No lo sé.

 

ALBERTO

Hoy a Francia has de partir.

Quítate calza y coleto.

 

FELICIANO

Señor, la partida aceto.

 

ALBERTO

180

Dalde luego de vestir.

 

FELICIANO

¿Hoy? Pues ¿cómo?

 

ALBERTO

Por la posta.

 

FELICIANO

¿Con qué galas de soldado?

¿He de llevar, cual letrado,

calza larga y cuera angosta?

185

De aquí a un mes me podré ir.

 

ALBERTO

¿De aquí a un mes? Hoy, luego.

 

FELICIANO

¿Cómo?

 

ALBERTO

Eso a mi cargo lo tomo.

 

FELICIANO

¿No me han de hacer de vestir?

 

ALBERTO

¿Con qué de noche salías?

 

FELICIANO

190

De noche son galas locas.

 

ALBERTO

Si son locas, no son pocas.

Allá las harás.

 

FELICIANO

¿Porfías?

 

ALBERTO

Llama, Tristán, a su hermana,

y tráele luego a la puerta

195

dos postas.

 

TRISTÁN

(Jornada es cierta.)

 

FELICIANO

¡Señor!

 

ALBERTO

Tu plegaria es vana;

que es de revista sentencia

donde no hay suplicación.

(Vase TRISTÁN.)

 

FELICIANO

Eres juez con pasión.

200

(Liseno, ¿es cierta mi ausencia?

¿Es de veras?

 

LISENO

Es, sin duda.

 

FELICIANO

¿Sobre qué fue?

 

LISENO

Sobre el juego.)

 

FELICIANO

Señor, que me escuches ruego.

 

ALBERTO

Ruegas a una estatua muda.

 

FELICIANO

205

Cuando ese nombre te cuadre,

como en efecto es verdad,

usa conmigo piedad

y harante estatua de padre.

(¿Quién, Liseno, lo contó?

210

¿Quién se lo ha dicho, Jesú?)

 

ALBERTO

¿Dos mil reales juegas tú?

¿Ansí los ganaba yo?

(Entre LEONIDA, su hermana.)

 

LEONIDA

¿Qué es, señor, lo que me mandas?

 

ALBERTO

Toma esta llave, Leonida.

 

LEONIDA

215

La color tienes perdida.—

Hermano, ¿en qué pasos andas?

 

FELICIANO

(A Francia me envía.

 

LEONIDA

¿Qué dices?

 

FELICIANO

Ruégale que…)

 

ALBERTO

Toma ya;

del escritorio que está

220

entre aquellos dos tapices,

saca un pequeño talego.

 

LEONIDA

¿Para qué?

 

ALBERTO

Parte.

 

LEONIDA

Ya voy.

 

ALBERTO

Abrevia.

 

FELICIANO

(Temblando estoy.)

 

ALBERTO

Entra y desnúdate luego.

 

FELICIANO

225

Tiempo habrá, o iréme ansí;

solas botas me pondré.

 

ALBERTO

¿Tienes espuelas?

 

FELICIANO

No sé;

basta las que llevo en ti.

(Entra TRISTÁN, lacayo.)

 

TRISTÁN

Ya las postas se ensillaban.

230

Pero ¿para qué son dos?

 

ALBERTO

Porque habéis de ir con él vos.

¿Cómo tardan? ¿En qué estaban?

 

TRISTÁN

Yo boca abajo las vi.

No sé, por Dios, en qué están.

235

Pero ¿qué te ha hecho Tristán

que le destierras ansí?

¿Yo a Francia? ¿Tengo yo acaso

lamparones o otro mal?

 

ALBERTO

Vaya el igual con su igual.

 

TRISTÁN

240

¿Yo su igual?

 

ALBERTO

Espera.

 

TRISTÁN

Paso.

 

ALBERTO

Déjame leer el papel

del sombrero.

 

TRISTÁN

¿A qué intención?

 

ALBERTO

Cédula de confesión

debe de ser.

 

FELICIANO

(¡Ah, cruel!—

245

Guarda este papel, Liseno,

no le halle acaso en mí.)

 

ALBERTO

Y él diga qué trae aquí;

a ver, descúbrase el seno.

 

FELICIANO

Señor, que no traigo nada.

(Vale sacando.)

 

ALBERTO

250

Cordón de cabellos, bien;

cinticas también…

 

LISENO

También

es tu cólera extremada.

 

ALBERTO

Tu retrato.

 

FELICIANO

(Mil desmayos

me cubren.)

 

ALBERTO

Vive sin ley.

255

Ved qué gentil Agnusdei

para tempestad de rayos.

No, no; vos iréis adonde

el peto fuerte os le cubra,

para que el valor descubra

260

que a vuestra sangre responde.

(Entra LEONIDA con un talego.)

 

LEONIDA

El dinero traigo aquí,

y unas postas han llegado.

 

ALBERTO

Mil escudos he juntado

hoy en oro para ti.

265

Toma, pródigo, que impetras

la porción de tu substancia.

Parte a Francia, que allá, a Francia,

te enviaré cartas y letras.