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La mayor hazaña de Alejandro Magno es una comedia teatral de corte histórico del autor Lope de Vega. Narrada en tono desenfadado y de comedia, narra el proceso para elegir al nuevo Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico entre los siguientes candidatos: el conde Rodulfo; el rey de Bohemia, Otón; y Alfonso X, el Sabio. La elección de Rodulfo supondrá graves enfrentamientos con Otón.
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Seitenzahl: 80
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Lope de Vega
Saga
La imperial de OtónCopyright © 1617, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617948
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Salen EL CONDE PALATINO; FEDERICO, inglés; ALBERTO, bohemio.
PALATINO Traednos sillas aquí,
aunque negociar sentado
en tiempo tan ocupado
es digno de culpa en mí;
que anda nuestra autoridad 5
con ser arbitrio del Papa
de suerte que no se escapa
de la común libertad.
¡Bueno es que los electores
-fol. 180r-
del Imperio no podamos 10
vivir si no es que le damos
a todos los pretensores!
Alguno se ha de perder
y alguno se ha de ganar.
FEDERICO Ya os podéis, Conde, sentar, 15
que nadie os viene a ofender.
PALATINO Sentareme satisfecho,
que sois discretos los dos.
(Siéntanse los tres.)
ALBERTO Los imperios son de Dios:
él sabe el mejor derecho. 20
PALATINO ¡Pluguiera a Dios que elegido
en Constantinopla fuera!
FEDERICO Injusto enojo te altera.
PALATINO Justo, Federico, ha sido.
FEDERICO Si por estar ya de paso 25
para entrar en la elección
te habemos dado ocasión
de haberte enojado acaso:
pide caballo, que aquí
ya no venimos a hablarte 30
sino solo a acompañarte.
PALATINO Hácenme merced ansí.
FEDERICO Las partes del grande hermano
del rey inglés, mi señor,
son la justicia mayor 35
para el Imperio Romano,
aunque Alberto se confía
en las del bohemio Otón.
ALBERTO Y pienso que en mi razón
está vuestra señoría. 40
(Sale UN PAJE.)
PAJE El español está aquí.
PALATINO ¿Quién es?
PAJE Don Juan de Toledo.
PALATINO Ya vendrá a causarnos miedo.
FEDERICO ¿Quién puede dártele a ti?
(Sale DON JUAN DE TOLEDO.)
TOLEDO Beso a vuestras señorías 45
las manos.
PALATINO Bien seáis venido.
TOLEDO A lo menos lo habré sido
más tarde que hoy otros días,
siendo hoy el último en quien
se ha de ver nuestro deseo, 50
aunque por sin duda creo
que España lo pase bien.
Que el haber sido elegido
don Alonso en Franconfordia
a la presente discordia 55
pone silencio y olvido.
PALATINO No hubiera dificultad
que el rey español lo fuera
si a coronarse6 viniera
a la sagrada ciudad, 60
pero, como se ha tardado,
está el negocio indeciso.
TOLEDO Confieso que fue remiso
pero que no fue culpado:
que las guerras de los moros 65
de Murcia y Andalucía
le estorbaron cada día.
ALBERTO Más su codicia y tesoros.
TOLEDO ¡Qué mayor que el del Imperio
si el Rey, mi señor, pudiera! 70
PALATINO Quien tuvo ocasión y espera,
tarde llora.
TOLEDO Algún misterio
encierran esas razones:
mira, conde Palatino,
que el rey español es digno 75
de que su frente corones.
PALATINO ¿Tengo yo solo el poder?
Otón, conmigo otros cinco.
TOLEDO Como a España estés propinco,
a España puedes vencer. 80
Mira las partes que tiene,
don Alonso, mi señor.
PALATINO Conozco su gran valor
y de los reyes que viene.
TOLEDO Mira a su padre, Fernando, 85
-fol. 180v-
conquistador de Sevilla.
PALATINO Fue7 del mundo maravilla,
terror del morismo bando.
TOLEDO Cuando en las letras confinas
parte de ese buen deseo, 90
no ha igualado Tolomeo
a las tablas alfonsinas.
Y este Alfonso que esculpidas
tiene las mismas hazañas,
también honra las Españas 95
con las célebres Partidas.
Pues por armas, ¿qué no ha hecho,
cercando el muro y adarve
de las villas del Algarbe
hasta dejarle deshecho? 100
En Huelva y Gibraleón,
Faro, Lechuel, Alcambín,
Tabila y Castromarín
ha sido español león.
Pues por bien emparentado 105
el santo rey Luis de Francia,
ya tiene honrosa ganancia
haberle sus prendas dado.
Doña Blanca, hermosa y cuerda,
es del príncipe mujer 110
que rey de España ha de ser:
don Fernando de la Cerda.
Mira qué deudos se hallaron
en Burgos al regocijo
del Rey Santo el primer hijo, 115
el que ya en París juraron:
don Edüardo, sobrino
de Alfonso, hijo de su hermana,
de la corona britana
sucesor famoso y digno; 120
don Pedro, rey de Aragón;
de Toledo, el arzobispo;
de Astorga, Lugo y León,
los dos hermanos del Rey,
don Felipe y don Fadrique. 125
Y porque también le aplique
el defender nuestra ley,
mira con qué santo celo
honra la Iglesia, y del moro
quita el precioso tesoro 130
para la Reina del cielo.
Por casamiento es razón
que a otras muchas se adelante
la reina doña Violante,
hija del rey de Aragón. 135
Si esto es ansí, Alfonso el Magno
no es llamado sin misterio
a vuestro Alemán Imperio,
ni para el Reino Romano.
FEDERICO Paso, español, poco a poco; 140
que otros reyes hay tan buenos
de tantas virtudes llenos...
TOLEDO Inglés, en ninguno toco.
De ninguno digo mal
ni parece injusta ley 145
que diga bien de mi rey
como vasallo leal.
Yo informo de lo que puedo
al Conde y a los demás.
FEDERICO Sí, pero ensálzasle más. 150
TOLEDO Mas antes falto que excedo.
Y de ti debo admirarme,
pues no siendo rey tu dueño
más de un estado pequeño
que apenas pesa un adarme 155
-porque es hermano segundo
de tu rey de Ingalaterra-
quiere, Luzbel en la tierra,
ser emperador del mundo...
Hasta el bohemio callando, 160
siendo rey muy noble Otón...,
y tú con menos razón
estás arrogante hablando.
¿En qué te fundas?
FEDERICO ¿Es poco
ser mi señor elegido 165
como el tuyo?
ALBERTO No ha podido
ser jurídico tampoco.
-fol. 181r-
Y si hasta ahora he callado
no es porque al rey de Bohemia
falta la virtud que premia 170
al que della vive honrado,
mas porque echaba de ver
que el español nos decía
lo que en don Alonso había,
porque era bien menester. 175
Pero yo, como he sabido
que es tan conocido Otón,
no quise en esta ocasión
decir lo que es tan conocido:
él será rey de romanos 180
y emperador de alemanes.
TOLEDO Cuando a Cerdas y Guzmanes
y Toledos falten manos.
FEDERICO Pues ¿puede dejar de ser
que mi rey inglés lo sea? 185
PALATINO Lo que cada cual desea
da bien su lengua a entender.
Cesad, que no se averigua
esta cuistión por la espada.
TOLEDO Ya estuviera averiguada 190
a ser la costumbre antigua.
¡Y ojalá que solo yo
a los dos con ella aquí
mostrara el valor que en mí
la sangre española dio! 195
¡ Que yo sé si mi rey fuera
con este acero eligido!
FEDERICO ¡Oh, español!
ALBERTO En lo atrevido
sin verte te conociera;
que Alberto8 soy, te advierto, 200
y este, Federico, inglés.
TOLEDO Yo lo supiera después
que os hubiera a entrambos muerto:
don Juan de Toledo soy.
FEDERICO ¿Y piénsasme poner miedo, 205
si fuera todo Toledo?
PALATINO Caballeros, yo me voy:
el que quisiere me siga.
FEDERICO Debo acompañarte.
ALBERTO Y yo.
TOLEDO Estoy por decir que no, 210
pero al fin mi rey me obliga.
FEDERICO ¡Qué español tan bravo!
ALBERTO Adiós.
¡Que ansí hable el que es más flaco!
TOLEDO Vive Dios que si la saco
que me han de temblar los dos. 215
(Sale MARGARITA, dama, y RUGERO, criado.)
MARGARITA ¿Y qué?, ¿me dices que tiene
el español esperanza?
RUGERO Si el deste imperio no alcanza,
¿a quién del mundo conviene?
MARGARITA Si por voto nuestro fuera, 220
yo con mi gran voluntad,
tú con tu fidelidad,
¡quién duda que le tuviera!
Mas ¿quïén está más cerca
de todos los pretensores? 225
RUGERO Dicen que a los electores
la gran corona se merca.
Y vese que es gran maldad,
y que el vulgo es atrevido
pues de seis los tres han sido 230
la flor de la Cristiandad
y eclesiásticos, en fin.
MARGARITA ¿Dónde nació sino entre ellos
la simonía?
RUGERO No es dellos
acto tan bárbaro y ruin 235
sino de otra gente inicua
que Dios deja de sus manos,
que a prelados tan cristianos
vana sospecha se aplica.
MARGARITA Si la gracia pretendía 240
comprar de Dios algún hombre,
no hay Rugero que te asombre
la corona deste día.
Yo quïero don Juan tanto,
aunque humilde mujer soy, 245
que con el temor que estoy
-fol. 181v-
de ningún santo me espanto:
el oro corrompedor
no hay virtud que no contraste.
RUGERO Basta, señora, que baste, 250
para empresas del amor.
Basta que acabe una guerra,
basta que conquiste un muro,
que ablande un juez más duro
que el corazón de la tierra, 255