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La noche toledana una comedia amorosa teatral del autor Lope de Vega. Inspirada en la propia vida sentimental del poeta y en la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, narra varias situaciones humorísticas y de enredo, en este caso articuladas en torno a escarceos amorosos que tienen la noche como protagonista.
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Seitenzahl: 95
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Lope de Vega
Saga
La noche toledanaCopyright © 1605, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617658
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Salen FLORENCIO, BELTRÁN y JULIO.
FLORENCIO
Veré la iglesia mayor.
BELTRÁN
Pues quítate las espuelas.
FLORENCIO
Si es que importa, quitarelas;
si no, paréceme error
5
pues habemos de pasar
a dormir aquesta noche
a Illescas.
BELTRÁN
Hoy se va un coche
el sol le puede envidiar
para salir en su oriente
10
después que el otro que «vion»
Faetón cuando no llegó
con su carrera a occidente.
FLORENCIO
De damas debe de ser.
BELTRÁN
Y hermosas, a fe de hidalgo,
15
si yo tengo voto en algo
de esto que llaman mujer.
FLORENCIO
Tu voto en esta materia
no es para feas ni hermosas;
siempre hablas de sus cosas
20
conforme te va en la feria.
¿Estaban ya de camino?
BELTRÁN
Del coche las vi apear.
FLORENCIO
¿Sabes tú de qué lugar
el coche a Toledo vino?
BELTRÁN
25
Un mesón más adelante
de este presumo que están.
FLORENCIO
Pues vaya Julio, Beltrán,
si te parece importante,
y sepa dónde camina;
30
porque si a Madrid se va,
conversación llevará,
si a conversación se inclina.
BELTRÁN
Ve, Julio, y con discreción.
JULIO
Voy con la que a ti te sobra.
FLORENCIO
35
Mi soledad fuerzas cobra
habiendo conversación;
que en dejándome, Beltrán,
entra Granada y su historia
a hacer mártir la memoria
40
donde mis celos están.
BELTRÁN
¿Tenemos ya tabarreras?
¿Agora quieres volver
a memorias de mujer,
causa de tantas quimeras?
45
Dala al diablo treinta veces,
que así nos puso a los dos,
que aun aquí temo, ¡por Dios!,
el rigor de los jueces.
FLORENCIO
El mío me da más pena
50
que la herida de aquel hombre.
BELTRÁN
¿A quién habrá que no asombre
tu fe, de fealdades llena?
Con mujer que te obligó
a celos y a cuchilladas
55
¿tienes fe? Bien empleadas
fueran en ti, que en él no.
Atiende con más concierto,
Florencio, en este lugar,
que, por dicha, puede estar
60
aquel caballero muerto.
Y que cuando no lo esté,
no es negocio un desafío
que se ha de quedar tan frío
aunque tan honrado fue,
65
porque la chancillería
no sufre burlas allá.
FLORENCIO
Si muerto o si vivo está
ya fue, Beltrán, suerte mía.
¿Cómo haré que el corazón
70
rompa la estampa que impresa
tiene amor?
BELTRÁN
Con darte priesa
a no perder ocasión.
¿Es posible que en seis años
de amistad, no has aprendido
75
una lición para olvido
ni una treta para engaños?
¿Es posible que no ves
de la manera que llego
a jugar de amor el juego
80
con más alas en los pies
que le pintan a mercurio,
y con más llave en la mano
que estaba en tempo de Jano?
FLORENCIO
A mi condición injurio
85
cuando no guardo lealtad,
Beltrán, a cualquier mujer.
BELTRÁN
De ellas querrás aprender
que tratan siempre verdad.
¡Oh, cuitado moscatel!
FLORENCIO
90
¿Es falta de entendimiento
ser firme de pensamiento
o tener nobleza en él?
BELTRÁN
Yo soy de amor un fullero,
que al juego de los amores,
95
aunque más le den favores,
siempre gana el lisonjero.
En baraja desatada
que otro primero jugó,
¿por qué he de perderme yo,
100
ni en la que está cercenada?
Si la que conmigo juega
los encuentros me señala,
parécete a ti que es gala
ser yo gallina ciega?
105
Con fulleras tan taimadas
que nos corren como a toros,
pues siempre se toman oros
y siempre nos dan espadas;
yo, como sé sus derrotas,
110
de tal manera he jugado,
que tengo en lo tripulado
más de setecientas sotas.
Vuelve a salir JULIO.
JULIO
A una criada llegué
de aquellas damas, señor,
115
que a ver la iglesia mayor
iban, si no me engañé,
y díjome que a Toledo
venían desde Madrid.
BELTRÁN
Si son de Madrid, el Cid,
120
¡vive Dios!, les tendrá miedo.
que vienen de soledad
«después que el alma faltón»
que la discreción les dio
el despejo y libertad,
125
y querrán hablar de modo
que matarán al primero
que topen.
FLORENCIO
Seguirlas quiero
por darte contento en todo,
y para ver de camino
130
esta famosa ciudad.
JULIO
Las espuelas os quitad.
BELTRÁN
Bien dices, porque imagino
que ellas a la iglesia van,
y porque es bien que las veas,
135
aunque me pesa que seas
sin las espuelas galán,
porque siempre el que es discreto
se las debiera poner.
«[.................-er]n»
FLORENCIO
140
Espuelas, pues ¿a qué efeto?
BELTRÁN
Y aun dos pares.
FLORENCIO
¡Buen decir!
BELTRÁN
Don Florencio ha de llevar
las unas para alcanzar
y las otras para huir.
FLORENCIO
145
¿Qué mujer hará favor
a un hombre tan de camino?
BELTRÁN
Es un sainete divino
que llama a tener amor.
La mujer siempre apetece
150
aquello que se le va,
porque lo que en casa está,
como a seguro aborrece.
¿No has visto un ave enjaulada,
que no da tanto contento
155
como la que va en el viento,
libre, hermosa y despenada?
Pues así vienen a ser
los hombres ya de camino,
porque se van imagino
160
que los pretenden coger.
FLORENCIO
Ahora bien: ¡Huésped!
Llama y sale el HUÉSPED.
HUÉSPED
Señor.
FLORENCIO
¿Habrá de comer?
HUÉSPED
Sí habrá.
FLORENCIO
¿Qué hay agora?
HUÉSPED
No hay acá
puesto que fuera mejor
165
la costumbre de la tierra
donde venís, ni podemos
tener de todo.
FLORENCIO
¿Qué haremos?,
que quien pregunta no yerra.
BELTRÁN
Estarnos hoy sin comer.
170
Da un doblón a ese lacayo
y partirá como un rayo.
FLORENCIO
¿Adónde?
BELTRÁN
A Zocodover
o al rollo de Écija, y luego
comprará un par de capones,
175
pues ya no habrá perdigones
y poniéndolos al fuego
se asarán, y estando asados,
comerás en esta tierra
si quien pregunta no yerra.
FLORENCIO
180
Donaires tienes cansados.
¿No tengo de preguntar?
BELTRÁN
Pues ¿estamos en la China?
FLORENCIO
Ahora bien: Julio, camina.
HUÉSPED
Yo iré con él a comprar.
FLORENCIO
185
Merced me haréis.
BELTRÁN
De aquí a un rato
volveremos a comer.
FLORENCIO
¡Que otra mujer voy a ver!
¡Ay, Lisena!
BELTRÁN
¡Ay, mentecato!
Vanse, y salen GERARDA y LUCRECIA, damas, de camino, con capotillos y sombreros, y CELIO, su criado.
CELIO
La fiesta se dilató,
190
aunque a todos ha pesado.
GERARDA
¿La fiesta se ha dilatado?
LUCRECIA
¿Qué, no es el miércoles?
CELIO
No.
GERARDA
¿Qué pesadumbre se iguala?
Pues ¿cómo se ha descompuesto?
CELIO
195
Dícese que está indispuesto
don Pedro López de Ayala,
un gran caballero, hijo
del conde de Fuensalida.
LUCRECIA
No te pese, ¡por tu vida!,
200
que se alargue el regocijo,
que me parece Toledo
muy bien, y cuanto se tarda
la fiesta, tanto, Gerarda,
me alegro más.
GERARDA
Tengo miedo
205
que sepa nuestra venida
aquel loco de Fineo;
no le traiga su deseo
donde nuestro gusto impida,
que también me agrada a mí
210
esta ciudad generosa.
LUCRECIA
Allí va una dama hermosa.
GERARDA
Y un hombre gallardo allí.
LUCRECIA
¡Qué buen manto!
GERARDA
¡Qué buen aire!
CELIO
La gallardía advertid.
GERARDA
215
¡Dios te perdone, Madrid,
que tuviste de donaire!
CELIO
Yo sé que aquí parecéis
muy bien por lo ballenato,
y que en la iglesia gran rato
220
os miraron más de seis
que me dijeron a mí
algunas cosas.
LUCRECIA
«¿De veras?n»
GERARDA
Ser forasteras
lo merece siempre así,
225
que van tras la novedad
los hombres con desatino.
LUCRECIA
Mucha gente de camino
he visto por la ciudad.
GERARDA
Todos vienen a la fiesta.
CELIO
230
Estos, forasteros son.
Salen FLORENCIO y BELTRÁN.
FLORENCIO
Estas armas y blasón
el milagro manifiesta.
BELTRÁN
La misma reina del cielo,
dando a Alfonso premio honroso
235
de su ingenio milagroso
y su católico celo,
tomo por armas la iglesia.
FLORENCIO
Con razón prima la llama,
más digna de eterna fama
240
que la maravilla Efesia.
¡Qué sagrario! ¡Qué tesoro!
¡Qué reliquias y grandezas!
¡Qué de fuentes! ¡Qué de piezas!
¡Qué de ricas joyas de oro!
BELTRÁN
245
¡Quedo! que son estas dos
las forasteras gallardas.
Llega, y háblalas. ¿Qué aguardas?
FLORENCIO
Donaire tienes, ¡por Dios!
No hay más de llegar y entrar,
250
como en casa que se alquila.
BELTRÁN
¡Ea! Pues, la lengua afila:
corta la pluma de hablar,
pon los ojos para ver
en cierta forma compuestos,
255
hazme tres o cuatro gestos
para que pueda escoger;
serena el rostro, endereza
el cuerpo, limpia el zapato,
finge vergüenza y recato
260
volviendo atrás la cabeza.
Frisa el pelo de la frente,
pasa a la barba la mano,
y muy tierno y cortesano
llega con la voz doliente,
265
y jugando del vocablo
diles alguna razón
a quien por solo un doblón
suelen hablar con el diablo.
FLORENCIO
Extraño estás hoy, Beltrán.
BELTRÁN
270
¡Bien haya mi gusto, amén!
En pareciéndome bien,
no miro si soy galán,
sino compro, si es mediana,
un corte de primavera
275
o catalufa ligera,
y esto, de muy mala gana.
Envíolo con un paje,
y cuando es de lo parejo,
envío perdiz, conejo
280
o cosas de este linaje.
Y lo que sueles gastar
en pulirte y componerte
(oye, y la lición advierte)
gasto en dalle de cenar.
FLORENCIO
285
¿Todas han de ser ansí?
BELTRÁN
¿A quién pesa que le den,
dime tú, en el mundo, a quién?
FLORENCIO
¿No hay nadie?
BELTRÁN
Escúchame.
FLORENCIO
Di.
BELTRÁN
El médico está mirando
290
cuando el de a ocho le encajas;
el letrado, cuando bajas
la mano al párrafo dando,
el juez, cuando le toca
la parte del denunciado,
295
el procurador no ha dado
paso hasta que el plus le toca;
el que escribe, solo atiende
cuando sacas el doblón,
cualquiera negociación
300
de solo el dinero pende.
El que viene a ser tu amigo,
si nunca le has dado nada,
culpa tu amistad honrada
y deja de andar contigo;
305
el que se pone a mirar,
no está mirando aquel rato
si es flux, sino el barato
aguarda que le has de dar.
¿Quién ha hecho algún placer,
310
que no espere el galardón?
Pues la misma condición
tiene cualquiera mujer.
Llega dando, y llegarás
siempre en ocasión tan buena,
315
que excusando mucha pena
lo que quisieres harás.
FLORENCIO
Si yo te creyese a ti,
lindas locuras haría.
GERARDA
¡Buen talle, por vida mía!
320
¿Si son andaluces?
LUCRECIA
Sí,
que el brío y vestido son
al uso de aquella tierra.
GERARDA
Bien puede el mozo hacer guerra.
LUCRECIA