La vida de San Pedro Nolasco - Lope de Vega - E-Book

La vida de San Pedro Nolasco E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

La vida de San Pedro Nolasco es un drama teatral sacro del autor Lope de Vega. En la línea de los dramas cristianos del Siglo de Oro Español, concatena escenas relevantes en torno a la vida y milagros de San Pedro Nolasco y su defensa de la cristiandad en diferentes rincones del mundo.

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Seitenzahl: 68

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Lope de Vega

La vida de San Pedro Nolasco

 

Saga

La vida de San Pedro NolascoCopyright © 1635, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726618136

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAS

-fol. 65v-

EL CONDE DE MONFORT. EL CONDE DE TOLOSA. SAN PEDRO NOLASCO. PIERRES, soldado. ESPAÑA. FRANCIA. EL REY DON JAIME. DON JUAN. SAN RAIMUNDO. LA VIRGEN. EL DEMONIO. ALIFA, mora.MULEY, su padre.DON LUIS DE MONCADA. FRAY GUILLERMO. ITALIA. ALÍ, moro.ZULEMA, moro.DOÑA TERESA. AUDALLA, moro.DON FERNANDO. [UN ÁNGEL.] Soldados.

Jornada I

Toquen cajas y trompetas, y salgan soldados y bandera, yel CONDE DE MONFORT, General.

 

MONFORT Haced alto, soldados de la Aurora,

madre del Sol, cuyo animado cielo

dejando intacto tu virgíneo velo

comunicó a la tierra

la luz que el Serafín temblando adora. 5

Haced alto, soldados de la guerra,

tan parecida a la que el cielo tuvo

con el Lucero que tan loco estuvo,

-fol. 66r-

que la tercera parte le destierra.

Aquella contra el Sol tomó la espada, 10

y esta contra la Luna,

a quien nunca el dragón miró eclipsada,

ni ofendió su cristal mácula alguna.

Aquella fue de la criatura ingrata

contra el Criador, y en esta un hombre trata 15

hacer guerra crüel a una criatura

tan celestial y pura

que a su Criador crïo, por quien la vida

el hombre tiene; que lloró perdida.

Hizo Luzbel a Dios guerra en el cielo, 20

y a su Madre Purísima en el suelo

el Conde de Tolosa;

a quien echar de toda Francia espero.

El Conde, que siguiendo la herejía

del Albigense fiero 25

contra la siempre y limpia, y toda hermosa

cristífera María,

dulce Aurora del Sol, Madre del día,

otro Luzbel se atreve

al pie divino, cuya blanca nieve 30

de celestial angélica limpieza

le ha de romper la bárbara cabeza.

Que yo imitando al Ángel soberano,

que de Dios se llamó la fortaleza,

pienso copiar las letras de su mano; 35

que si Miguel «¿Quién como Dios?» decía,

yo diré al Conde «¿Quién como María?».

SOLDADO ¡Cuán justamente, valeroso Conde,

a tu sangre justísima responde

el valor desta empresa! 40

Pues vemos que no cesa

la Albigense herejía

en ofensa del cielo de María

por las armas del Conde de Tolosa.

Pero como la rosa 45

entre lazos de espinas más lozana

estiende agradecida a la mañana

la pompa de las hojas,

-fol. 66v-

unas de puro nácar y otras rojas,

así será la Reina soberana, 50

que las ofensas de enemigos tales

no han de ofender su virginal limpieza,

que a defender su cándida pureza

bajarán de sus tronos celestiales

las intelectuales 55

sustancias de los cielos,

que tiene ya de nuestras armas celos.

 

(Entre desoldado francés SAN PEDRO NOLASCO y PIERRES, su criado.)

 

PEDRO Aquí cesó mi jornada.

PIERRES Tu intento conozco agora.

PEDRO Gracias a aquella Señora 60

por quien me ceñí la espada.

PIERRES Pues ¿cómo vienes a ser

soldado contra tu tío?

PEDRO La Madre del Padre mío

eso y más me mandó hacer. 65

Porque si es mi tío el Conde,

que en tan grave error porfía,

al ser mi Madre María

más obligación responde;

que parentescos del suelo, 70

que hoy niegan lo que era ayer,

¿qué tienen, Pierres, que ver

con las defensas del cielo?

PIERRES Cierto negro y su señor

eran de dos Cofadrías 75

Mayordomos en los días

de la Semana mayor.

Acaso las procesiones

en una calle encontradas,

anduvieron a puñadas, 80

y arrimaron los pendones.

El negro, Iglesia me llamo,

y el amo, Perro decía,

a tu amo y respondía:

en cosa de Dios no hay amo. 85

Vamos a morir los dos,

porque en cosas de María

no ha de haber tío ni tía,

sino solamente Dios.

PEDRO Llego.

PIERRES Llega.

PEDRO Ilustre Conde, 90

cuya generosa espada

vuelve diamantes el Sol

desnuda a la misma causa.

Por quien el godo Ilefonso

mereció joya tan alta, 95

que de sus rayos la luna

vistió el cuerpo y honró el alma.

Yo soy don Pedro Nolasco,

y sucesor de la Casa

de los señores de Bles, 100

y los Duques de Bretaña.

Rama Real, como sabes,

de la familia de Francia,

Guillermo y Teodora fueron

mis nobles padres, mi patria 105

el villaje de Narbona,

imperando en Alemania

Enrico nací, y teniendo

en Roma la silla sacra

celestino, mi niñez, 110

Conde, prodigiosa llaman.

Referirla no presumas,

-fol. 65r [67r]-

que es efeto de arrogancia.

Mas porque sepas qué intento

me obliga a tomar las armas, 115

en esta mano derecha

luego que a la lumbre clara

salí del Sol, un ejambre

de abejas, ausente el ama,

fabricó un panal de miel, 120

cuya maravilla rara

vio de Gregorio la boca.

¡Ay Dios, quién puede imitarlas!

Acudieron aquel día

tantos pobres a mi casa 125

como abejas a mi mano.

Dios sabe, Conde, la causa.

Pero apenas cuatro veces

dio vuelta la mayor llama

por sus paralelos de oro 130

a sus esferas de plata,

cuando por mi propia mano

daba limosna y lloraba

si soltaba para algunas,

supliendo el llanto la falta. 135

Lleváronme de seis años

a Narbona, mi crianza

le debo a Gaufredo, monje

de san Bernardo, que estaba

cuando a su casa llegué 140

con la condesa Costanza,

hija de Francés Luis.

Desde esta edad ya me daba

rayos la luna María

anticipados al alma. 145

No me sentaba a la mesa

con pariente que tocaba

en la Albigense herejía,

y con notable desgracia,

si me tomaba en los brazos, 150

de los brazos me arrojaba.

Por enojar los herejes

buscaba imágenes santas

desta divina Señora,

y en todo el palacio andaba 155

haciendo altares con ellas,

y con el alma esperanzas.

Enfermé en esta sazón,

y como tanto me amaban

los Condes, con ser Domingo 160

el santo Guzmán de España,

y grande enemigo suyo,

con encarecidas ansias

le rogaron que me viese;

viome, y fue su virtud tanta 165

que me dio salud, y cuentan

que dijo tales palabras:

«Ojalá sea mi venida

de tanto provecho a Francia

como ha de ser deste niño 170

la suya a España mi patria».

Busqué luego de qué hacer

una bandera, y pintada

la imagen de mi Señora,

en su defensa formaba 175

ejército contra herejes.

Finalmente publicada

la Cruzada contra ellos,

y sabiendo que te daban

los Legados Apostólicos, 180

Francia, Inglaterra, Italia

el bastón de General

para esta empresa, la espada

me ceñí para servirles

contra mi sangre y mi casa. 185

Alístame en tus banderas,

sea mi ventura tanta,

que ser soldado merezca

de aquella Paloma blanca,

de aquella Cordera humilde, 190

cuyo vellón de la escarcha

del Espíritu de Dios

-fol. 65v [67v]-

bordó las hebras doradas,

de aquella vara de Aarón,

en cuya divina vara 195

podrás llevar por bandera

sus flores de blanco y nácar.

Escríbeme por esclavo

de quien dijo que era esclava,

que ya el nombre de María 200

le tengo escrito en el alma.

MONFORT Tanto ha sido el contento de escucharte,

ilustre Pedro de Nolasco, y tanto

el gozo de saber tu celo santo,

que para interrumpirte no fue parte 205

la estimación que a tu valor debía

en justa cortesía.

Dame los brazos, que en tu rostro he visto

escrita la vitoria

para triunfo mayor, para más gloria. 210

Del Aurora de Cristo,

ya quedas por soldado de María.

PEDRO Dichoso Conde yo, dichoso el día.

PIERRES ¿Y a mí no han de escribirme,

que soy en su defensa mármol firme? 215

MONFORT ¿Cómo os llamáis soldado?

PIERRES En lo latino

Petrus, y más hidalgo que un tocino,

Pietro en italiano;

Pierre en francés, y Pedro en castellano.

Que en Cataluña Pere me apellido. 220

MONFORT Vos quedáis recebido;