Lo que pasa en una tarde - Lope de Vega - E-Book

Lo que pasa en una tarde E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

Los que pasa en una tarde es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias de costumbres y enredo del Siglo de Oro Español, narra un triángulo amoroso que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo.

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Seitenzahl: 92

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Lope de Vega

Lo que pasa en una tarde

 

Saga

Lo que pasa en una tardeCopyright © 1916, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726618334

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Elenco

TOMÉ BLANCA TEODORA INÉS GERARDO D. FÉLIX MARCELO LEÓN JULIO CELIA D. FÉLIX NOTARIO

Acto I

(BLANCA, dama [e INÉS, criada])

BLANCA

Amores bien empleados,

aunque mal agradecidos,

eso tenéis de perdidos,

que es teneros por ganados.

5

¿Qué importan gustos pasados,

si los presentes disgustos

son mayores que los gustos

y que el favor el desdén,

pues es perdido mi bien

10

por entre casos injustos?

Tujéronme posesiones

a tan justas confianzas

y a tan extrañas mudanzas

iguales satisfaciones.

15

Y como las sinrazones

anticipan desengaños

a la verdad de los años,

siento que la culpa soy,

pues al estado en que estoy

20

me han traído mis engaños.

Discretos sois, pensamientos;

algo tenéis de adivinos,

pues por tan varios caminos

me dijisteis mis tormentos.

25

No daros fe mis intentos

fue trataros como a extraños,

pues no puede haber engaños

que más venzan la razón

que pensar que no lo son

30

donde son los daños, daños.

Entre dudas y recelos

andaban mis gustos ya,

como quien temiendo está

las mudanzas de los Cielos.

35

Cesen mi amor y mis celos;

no quiero gustos injustos,

llenos de tantos disgustos,

que en siendo la fe dudosa,

anda el alma temerosa

40

y los gustos no son gustos.

 

INÉS

¿Acabó la exclamación?

 

BLANCA

Ella y mi amor acabaron,

aunque mis celos pensaron

que era inmortal mi afición.

 

INÉS

45

Injustos celos te ofenden.

Verdad te trata don Juan.

 

BLANCA

Yo sé que aun no lo dirán

los ojos que le defienden.

Hombre que sin ocasión

50

se ausenta, o quiere olvidar

o que le olviden.

 

INÉS

Es dar

quejas de Amor sin razón;

pues ir a ver unas fiestas

no es delito.

 

BLANCA

Amando, sí;

55

que quien ama tiene en sí

todas las fiestas compuestas.

Si son toros, celos son

toros; si cañas, las flechas

de Amor lo son, con sospechas

60

de que puede haber traición

y importa la diligencia;

que, a fe, que si el juego carga

que es menester buena adarga

con empresas de paciencia.

65

Pues si comedias, Inés,

¿qué pasos verá mejores

que los que da en sus amores,

donde no es mal entremés

el engañar un marido,

70

puesto que yo no le tengo;

pero a compararle vengo

con lo que he visto y oído?

Si ves galas, en su dama

las puede ver; si jardines,

75

¿qué claveles, qué jazmines

como el rostro que se ama?

Si fuentes, ¿cuánto es mejor

ver de unos ojos correr

alguna lágrima y ver

80

que nace de puro Amor,

que cuantas fuentes y ríos

son mares de Aranjuez?

 

INÉS

Amor presume tal vez,

por enojos, desvaríos.

85

Irse a las fiestas, don Juan,

de Castilla no sería

sin obligación.

 

BLANCA

La mía

le quisiera más galán.

Que a las fiestas de Castilla

90

no les corre obligación

a los que grandes no son.

 

INÉS

Tu enojo me maravilla.

 

BLANCA

Un hombre particular

como don Juan, ¿a qué efeto?

95

Pues, Inés, yo te prometo

que me tengo de vengar.

Y que a no vivir aquí,

digo dentro de mi casa,

que tú vieras lo que pasa

100

por sus fiestas y por mí.

 

INÉS

Quiéresle como a tu vida

¿y le olvidarás?

 

BLANCA

No sé.

Pienso que le olvidaré;

que Amor, por venganza, olvida,

105

y más si a otro Amor la paso.

 

INÉS

De tu condición lo fío.

 

BLANCA

Daré gusto al padre mío

si con don Félix me caso,

que son deudos, como sabes,

110

y, al fin, es un caballero

que no va a fiestas.

 

INÉS

Yo espero

que apenas, señora, acabes

de dar el sí, cuando estés

arrepentida.

 

BLANCA

Aquí viene

115

Julio.

 

(Julio entre.)

JULIO

Si licencia tiene

quien de algún provecho es,

bien puedo llegar a hablarte.

 

BLANCA

Nunca de mayor provecho

que agora, pues de mi pecho

120

mil nuevas tengo que darte.

¿Qué hace don Félix?

 

JULIO

Al punto

que acabaron de comer

pidieron naipes.

 

BLANCA

(En ver

que sin alma lo pregunto

125

dice mi amor que es forzado.)

 

JULIO

Jugando quedan.

 

BLANCA

¿Quién gana?

 

JULIO

Don Félix.

 

BLANCA

Luego ¿fue vana

la razón que han inventado

los primeros jugadores?

 

JULIO

130

No sé, que de ella me acuerde.

 

BLANCA

Dicen, Julio, que quien pierde

está bien con sus amores.

Pues si a Félix le va bien,

¿cómo gana?

 

JULIO

Bien le va,

135

pues que tú lo dices ya,

siendo, señora, su bien.

Y así, conmigo te envía

aquestos veinte doblones

de barato.

 

BLANCA

Obligaciones

140

engendra su cortesía.

 

JULIO

Díjome que te dijese

que para chapines son

y que pidiese perdón

de que el barato no fuese,

145

pues era para tus pies

tal, que fueran de diamantes

las virillas.

 

BLANCA

(No te espantes

que adore a Félix, Inés.

¡Mal haya yo si le quiero!

150

Venganzas son de don Juan.)

 

JULIO

Las dos presumo que dan.

Voy a ensillar el overo,

que tenemos esta tarde

más de mil cosas que hacer.

155

¿Quieres algo responder?

 

BLANCA

Espera. ¡Así Dios te guarde!

Dale esta banda a tu dueño,

aunque esté mi padre allí,

que no le pesa…

 

JULIO

¿Es ansí?

 

BLANCA

160

De ver que este amor le enseño,

y partiendo del barato,

toma estos cuatro doblones.

 

JULIO

Caigan cuatro bendiciones

sobre ti.

 

INÉS

No es Julio ingrato.

 

JULIO

165

La primera, que jamás

te falten galas, señora,

porque es la cosa que agora

quieren las mujeres más.

La segunda, que bien sientes

170

que hacen a la edad engaños,

jamás se atrevan los años

a las perlas de tus dientes.

La tercera y la mayor

para venir en quietud,

175

que te sirva la salud

de solimán y color.

La cuarta, del cielo imploro

tal marido, que sí harás,

que no se duerma jamás

180

sin que te haya dicho amores.

 

(Váyase JULIO.)

INÉS

¿Consolada estás?

 

BLANCA

No sé.

¿No has visto [a] una vela dar,

cuando se quiere acabar,

falsas llamas?

 

INÉS

Bien se ve

185

que son falsas, pues que guardas

el dinero.

 

BLANCA

Olvido ha sido.

Inés, perdona el olvido.

 

INÉS

Si das, señora, ¿no tardas?

 

BLANCA

Toma, Inés, este doblón.

 

INÉS

190

¿Cuatro a Julio y uno a mí?

 

BLANCA

Tú eres de casa.

 

INÉS

Es ansí.

 

BLANCA

Nunca las mujeres son

con mujeres liberales.

 

(TOMÉ de camino, fieltro viejo, botazas y espuelas.)

TOMÉ

¡Gracias a Dios y a mis pies,

195

perfiladísima Inés,

que los pongo en tus umbrales!

 

INÉS

¡Ay, señora! ¡El buen Tomé!

 

TOMÉ

¡Oh, doña Blanca! ¡Oh, jazmín!

¡Oh, estupendo serafín!

200

Dame once puntos de pie.

Para alamares los pido

de aquesta boca. ¿Qué es esto?

¿Carita esconde y da gesto?

 

BLANCA

Tú seas muy mal venido.

 

TOMÉ

205

¿Cómo puede ser, si ya

dentro del lugar estoy,

y sin albricias te doy

nuevas de que en él está

don Juan, mi señor?

 

BLANCA

¿Quién dice?

 

INÉS

210

Don Juan.

 

BLANCA

Pues ¿quién es don Juan?

 

TOMÉ

Un mozo que, por galán,

todo Madrid le bendice,

y que habrá como ocho días

que se fue de él y de ti.

 

BLANCA

215

No me acuerdo si le vi.

 

TOMÉ

¿Es ansí? No le verías,

que celos suelen hacer

la vista gorda; que son

villanos con presunción

220

que no acaban de creer

que los murmura quien sabe

los principios que tuvieron.

 

BLANCA

Antes esos merecieron

que su virtud los alabe,

225

y aquí no hay celos, Tomé,

ni importan comparaciones.

Acortando de razones,

don Juan, tu señor, se fue

a las fiestas de Castilla.

230

El pájaro, que se vio

solo, del nido voló.

 

TOMÉ

Tu enojo me maravilla.

¿Lo de los nidos de antaño

su ausencia ha venido a ser?

 

BLANCA

235

Pues bien lo puedes creer;

que no hay pájaros hogaño.

 

(Váyase DOÑA BLANCA.)

TOMÉ

¿No ha sido el que fue a la fuente

mi amo, Inés?

 

INÉS

Bien se ve.

 

TOMÉ

Pues cuando de aquí se fue

240

¿no le dijo: ‟Bebe y vente”?

 

INÉS

Estas son iras de amantes.

 

TOMÉ

Allá un poeta de fama

redintegración las llama

de lo que se amaban antes.

245

¿Cesará la tempestad?

 

INÉS

Cesará. Mas, ¿qué hay de fiesta?

 

TOMÉ

En tragedias como aquestas

pide llanto y soledad.

 

INÉS

Ellos harán amistades

250

y cesarán sus enojos,

que por ser soles los ojos,

serenan las tempestades.

Tú no te fuiste de mí

pues tu amo te llevó

255

ni tuviera causa yo

para quejarme de ti.

Dime las fiestas, Tomé.

 

TOMÉ

Eso no me toca ya.

Ingenios fueron allá,

260

y uno entre los muchos fue

de quien se pueden fiar,

aunque ellas tan grandes fueron,

que ilustre materia dieron

a su pluma singular.

 

INÉS

265

Mucho tu humildad me agrada.

 

TOMÉ

Sí; pero debes notar

que estoy ronco de cantar,

y nunca me han dado nada.

 

INÉS

Hermano, pide y acude.

 

TOMÉ

270

Creo que si estornudase

que apenas un hombre hallase

que dijese "¡Dios te ayude!”

Si va a decir la verdad,

yo lo merezco tan poco,

275

que me tuvieran por loco

si no tuviera humildad.

 

INÉS

Pues algo me has de decir

de las fiestas de Castilla,

así, con pluma sencilla,

280

como aprendiendo a escribir.

Sin esperar a la pinta,

caballo ni rey jamás,

algo decirme podrás.

 

TOMÉ

Oye con musa sucinta

285

la historia de los lacayos,

que es la que me toca a mí.

 

INÉS

¿De los lacayos?

 

TOMÉ

Sí.

 

INÉS

Di.

 

TOMÉ

Oídme, overos y bayos,

blancos, castaños, rosillos,

290

alazanes y melados,

los que en Parnaso bebéis

y los que bebéis con blanco,

potros de Alcaraz famosos,

rocines de licenciados,

295

gualdraposos hasta abril

y hasta el octubre descalzos;

los que en calzas y en jubón,

cuando os sacan a los patios,

parecéis devanaderas

300

de puro secos y flacos.

Oíd, dotorandas mulas

de medicinales amos:

así os purguen zanahorias

y así os convalezcan cardos;

305

y vosotras, prebendadas,

que con las tocas colgando

parecéis, en mascar hierro

viudas del primer año.

Oíd, y no os olvidéis,

310

cochiferinos caballos,

que en embelecos de hueso

lleváis sirenas al Prado.

Oíd, jerónimas mulas,

y hasta las que tiran carros

315

que así las mulas se imploran