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No todos son ruiseñores es una comedia teatral del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias palatinas del teatro del Siglo de Oro Español, narra la historia de unos amantes que deberán salvar muchos impedimentos para conseguir casarse.
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Seitenzahl: 82
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Lope de Vega
Saga
No son todos ruiseñoresCopyright © 1728, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726618655
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Salen DON JUAN y LISARDO.
JUAN
¡Bella ciudad!
LISARDO
Puerto y puerta
de Italia a España.
JUAN
No mira
en cuantos círculos gira
desde que el alba despierta,
5
más ilustre asiento el sol.
Parece que es Barcelona
la frente de la corona
de todo el orbe español.
LISARDO
Estos días por lo menos
10
son de regocijo grande.
JUAN
No hay quien por las calles ande.
LISARDO
Están de contento llenos
los gallardos ciudadanos
con la reina, que Dios guarde.
JUAN
15
Han querido hacer alarde,
Lisardo a los castellanos
de su riqueza y valor;
y como en tiempo han venido
de máscaras, ha lucido
20
la competencia mejor.
LISARDO
Cuanto aquí se soleniza
entre noble y vulgar gente,
cubre silencio prudente
el Miércoles de Ceniza.
25
Nunca habéis visto escuadrón
de pájaros acostado,
chillando en olmo acopado
y llegar de golpe halcón,
cesando todo el ruido.
30
Pues lo mismo habéis de ver,
porque en llegando ha de ser
de toda la fiesta olvido.
Pero de tanta grandeza,
¿qué os pareció lo mejor?
JUAN
35
La gracia, el aire, el valor,
la discreción, la belleza
de la dama que en la playa
vimos del mar antiyer.
LISARDO
Don Juan, lo que no ha de ser
40
posible, luego desmaya.
Para quien se ha de embarcar
a Italia, como los dos,
¿qué nos puede a mí, ni a vos
tanta grandeza importar?
45
En el coche y los criados
lo principal conocí.
JUAN
Mientras estuviere aquí
le ofreceré mis cuidados.
Si pasos de un forastero
50
merecieren que al balcón
salga, que en esta ocasión
el tiempo es galán tercero,
para que con libertad
se pueda hablar y servir.
LISARDO
55
No hay tiempo en que presumir
se deba seguridad
con gente tan belicosa.
(Suena música dentro y entre LEONARDA y MARCELA damas, con sombreros de plumas y gabanes ricos y dos mascarillas de tafetán.)
MARCELA
Es notable atrevimiento.
LEONARDA
Responde mi pensamiento,
60
que fue la ocasión forzosa.
¿Mas no es esta la posada?
MARCELA
Por las señas ella es,
que la pregunté después,
aunque ninguno me agrada.
65
Y lo que has hecho es fineza,
que a saberse en la ciudad,
quedara tu libertad
en opinión de bajeza.
LEONARDA
El tiempo, la confusión
70
de propios y forasteros,
el vulgo, los caballeros,
tanta gala y invención,
no dejarán reparar
en el disfraz que traemos.
MARCELA
75
A la puerta están.
LEONARDA
Lleguemos.
JUAN
¿Máscaras queréis entrar?
LEONARDA
No sino hablaros aquí,
que nos dicen que los dos
sois muy discretos y vos
80
me lo parecéis a mí.
JUAN
¿Habeisme hablado?
LEONARDA
Una tarde.
JUAN
¿Dónde?
LEONARDA
En la playa del mar,
aunque me hicistes quedar
con vuestro ingenio cobarde.
JUAN
85
Esa voz y lo que muestra
ese tafetán sutil
descubierto de marfil
de la luna hermosa vuestra,
me dicen quién sois.
LEONARDA
No habéis
90
dado en el blanco.
JUAN
Antes sí,
que lo blanco dice aquí
lo que encubrir pretendéis.
Y los rayos lo dirán
de vuestro sol dividido,
95
que parece que ha rompido
las nubes de tafetán
para salir a abrasarme.
LEONARDA
¿Pues a un hombre se habla así?
JUAN
Muy hombre sois para mí,
100
mas solamente en matarme.
Que los que muy hombres son
llama valientes la espada
y aunque en vos viene envainada,
conozco la guarnición.
LEONARDA
105
En todo estáis engañado,
como hombre me habéis de hablar.
JUAN
Será fuerza imaginar
por lo hermoso y lo vendado,
que sois, señora, el amor;
110
queja que un hombre tenía,
porque pintado le había
como hombre el primer pintor.
Que sin otros pareceres,
dijo, que debió de ser,
115
no pintar a amor mujer,
por no haberle en las mujeres.
LEONARDA
No entendió bien la razón
de pintar al amor hombre,
fuera de ser este nombre
120
común a toda afición.
Que haberle esa forma dado,
fue, porque había de ser
verdadero en la mujer
y en el hombre amor pintado.
JUAN
125
Ríndome, aunque es tarde ya.
LEONARDA
¿Pues quién duda que diréis
que lo estáis?
JUAN
Vos lo sabéis.
LEONARDA
¿Yo lo sé?
JUAN
Pues claro está.
LEONARDA
¿Cómo?
JUAN
¿No habéis hoy tomado
130
el espejo para veros?,
¿pues quién pudo responderos
mejor lo que habéis dudado?
Sino es que al salir tapada
os mirastes, para ver
135
que efetos pudiera hacer
el sol con luz eclipsada.
LISARDO
¿En fin gustará, Leonarda,
vuestra prima, que don Juan
con principios de galán,
140
aunque la ausencia acobarda,
vaya a verla disfrazado?
MARCELA
Bien se lo podéis decir.
LEONARDA
Señor, yo me quiero ir,
que estoy con grande cuidado.
145
Bien sé que os parecerá
libertad haber venido;
pero el tiempo ha permitido
(que esta licencia nos da)
lo más deste atrevimiento.
150
Quedad con Dios castellano.
JUAN
No por vida de esa mano,
esperad solo un momento.
LEONARDA
Ya os entiendo, no hay tratar
de cumplimientos aquí,
155
yo os vi, yo os hablé, yo fui
quien hoy os vino a buscar.
Pero desde aquí no soy
quien vio, quien habló, quien vino,
que a pensar mi desatino
160
y a no veros más me voy.
JUAN
¿Hay tal rigor?, vos señora
escuchadme.
MARCELA
Vuestro amigo
os dirá lo que no os digo,
porque no es posible ahora;
165
dél os podéis informar.
(Vanse.)
JUAN
A vos me remite.
LISARDO
Ha sido
un deseo que ha tenido
tiempo, ocasión y lugar.
Parecístesle muy bien
170
y las fiestas destos días
ejecutan fantasías
y desatinos también.
Dice que si a verla vais
como máscara, podréis
175
y no hay de que os informéis,
pues que tan de paso estáis.
Que es muy principal señora,
con hermano de lo noble
de Barcelona.
JUAN
Eso al doble
180
pica, abrasa y enamora.
Que si me diese lugar
para que aquí me quedase,
aunque nunca a Italia pase
me habéis de ver embarcar
185
en el mar de amor, aunque haya
más golfo que el de León.
LISARDO
Ya os dije, que la afición
el imposible desmaya.
Ella mujer principal,
190
vos forastero y de paso,
¿qué habéis de hacer?
JUAN
Si me abraso
echar, Lisardo, el caudal
por la ventana a la calle,
como casa que se quema.
LISARDO
195
Quitar al loco la tema
solo sirve de incitalle.
Tomemos disfraz y vamos
donde permita la suerte,
que aunque la entrada se acierte,
200
al salir no nos perdamos.
JUAN
Oigo decir, que en saliendo
un castellano de España,
no tiene imposible hazaña
y yo lo posible emprendo.
205
¿Qué me ha de hacer este hermano?
LISARDO
No sabéis lo que es, don Juan,
ser noble y ser catalán.
JUAN
Ni vos que es ser castellano.
Y estad cierto (aunque el honor
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por primer lugar porfía)
que no hubiera valentía,
a no haber nacido amor.
(Vanse.)
(Salen DON FERNANDO y VALERIO.)
FERNANDO
No sé, Valerio, si ha de ser ingrata,
pero ya declaré mi pensamiento.
VALERIO
215
Si sobre parentesco se dilata,
hecho tiene el amor el fundamento.
FERNANDO
Marcela, como a primo al fin me trató,
no sé después de conocer mi intento
si me querrá querer como solía.
VALERIO
220
En vano tu esperanza desconfía.
Si amor es edificio que se labra
entre dos voluntades diferentes,
¿qué puede haber que los cimientos
abra con más facilidad que ser parientes?,
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basta sobre la sangre una palabra,
para que tenga efeto cuanto intentes,
demás de la ocasión, pues viene agora
a vivir con Leonarda mi señora.
FERNANDO
Mi hermana sabe ya mi pensamiento
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y no le pesará, tanto la estima,
que solicite amor mi casamiento
con la igualdad y partes de mi prima;
la dilación de la licencia siento,
que no sufre la causa que reprima
235
la fuerza del deseo.
VALERIO
Así lo creo,
mas la seguridad templa el deseo.
FERNANDO
Hale dado ocasión haber venido
la reina a Barcelona, que en mi casa
se haya quedado y juntas han querido
240
ver todo cuanto en mar y tierra pasa.
Yo con la misma alegre y atrevido
(tanto el amor cuanto se acerca abrasa)
la causa de la pena que se siente
le dije entre donaires mi accidente.
VALERIO
245
¿Y qué te respondió?
FERNANDO
Ninguna cosa,
antes para crecer mi desconsuelo,
bañó el marfil del bello rostro en rosa
y puso las estrellas en el suelo.
Nunca me ha parecido tan hermosa.
VALERIO
250
Tu mujer ha de ser.
FERNANDO
Quiéralo el cielo.
VALERIO
De fuera vienen.
FERNANDO
Todos estos días
las fiestas crecerán las ansias mías.
(Salen MARCELA y LEONARDA bizarras.)
MARCELA
Tu hermano ha venido ya.
LEONARDA
Fernando.
FERNANDO
Hermana Leonarda.
MARCELA
255
Primo.
FERNANDO
Marcela gallarda.
VALERIO
Menos enojada está.
FERNANDO
Necia ignorancia será
preguntaros que habéis hecho;
que estáis cansada sospecho
260
de fiestas de tierra y mar.
¡Hay quien lo está de esperar!
LEONARDA