Sonetos en libros - Lope de Vega - E-Book

Sonetos en libros E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

Colección de sonetos del poeta español Lope de Vega, campo en el que alcanzó la absoluta maestría tras escribir más de 3.000 en toda su vida; en este caso agrupados temáticamente. -

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Lope de Vega

Sonetos en libros

 

Saga

Sonetos en librosCopyright © 2003, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726618839

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

[Sonetos]

- 1390 -

Al Conde de Niebla

 

El tierno niño, el nuevo Isaac cristiano

en el arena de Tarifa mira

el mejor padre, con piadosa ira

la lealtad y el amor luchando en vano;

 

alta la daga en la temida mano, 5

glorioso vence, intrépido la tira,

ciega el sol, nace Roma, amor suspira,

triunfa España, enmudece el africano.

 

Bajó la frente Italia, y de la suya

quitó a Torcato el lauro en oro y bronces, 10

porque ninguno ser Guzmán presuma.

 

Y la fama, principio de la tuya,

Guzmán el Bueno escribe, siendo entonces

la tinta sangre y el cuchillo pluma.

- 1391 -

Cuando me paro a contemplar mi estado

y a ver los pasos por donde he venido,

me espanto de que un hombre tan perdido

a conocer su error haya llegado.

 

Cuando miro los años que he pasado, 5

la divina razón puesta en olvido,

conozco que piedad del cielo ha sido

no haberme en tanto mal precipitado.

 

Entré por laberinto tan extraño

fiando al débil hilo de la vida 10

el tarde conocido desengaño;

 

mas de tu luz mi oscuridad vencida,

el monstruo muerto de mi ciego engaño

vuelve a la patria, la razón perdida.

- 1393 -

Muere la vida y vivo yo sin vida

ofendiendo la vida de mi muerte;

sangre divina de las venas vierte

y mi diamante su dureza olvida.

 

Está la majestad de Dios tendida 5

en una dura cruz y yo de suerte

que soy de sus dolores él más fuerte

y de su cuerpo la mayor herida.

 

¡Oh duro corazón de mármol frío!

¿Tiene tu Dios abierto el lado izquierdo 10

y no te vuelves un copioso río?

 

Morir por él será divino acuerdo,

mas eres tú mi vida, Cristo mío,

y como no la tengo, no la pierdo.

- 1394 -

Muere la vida, y muero yo sin vida,

ofendiendo la vida de mi muerte;

sangre divina de las venas vierte,

y mi diamante su dureza olvida.

 

Está la Majestad de Dios tendida 5

en una dura cruz, y yo de suerte,

que soy de sus dolores el más fuerte,

y de su cuerpo la mayor herida.

 

¡Oh duro corazón de mármol frío!

Tiene tu Dios abierto el lado izquierdo, 10

y ¿no te vuelves un copioso río?

 

Morir por él será divino acuerdo,

mas eres tú mi vida, Cristo mío,

y como no la tengo, no la pierdo.

De El Peregrino en su patria

- 1395 -

Libro I

 

Bramaba el mar, y trasladaba el viento

feroz a las estrellas las arenas,

las negras nubes vomitaban llenas

de nieve fuego en círculo violento.

 

Mísera nave en desigual tormento, 5

como cuerpo rompiéndose las venas,

las jarcias derramó de las antenas

sobre el campo del húmedo elemento.

 

Abriose, y quiso una piadosa tabla

ser mi delfín, y rota y combatida 10

al fin es hoy la que mi historia cuenta.

 

O cruel piedad, que mi desdicha entabla,

a un hombre, que no siente darle vida,

para darle la muerte, cuando sienta.

- 1396 -

Libro I

 

Aquí yace Lucrecia menos casta

que la de Roma, pero más hermosa;

no la forzó Tarquino, ni quejosa

Roma alzó la cerviz, y vibró el asta.

 

Forzola un dulce amor, que amor contrasta 5

la fuerza más altiva y desdeñosa;

y aunque murió por desleal esposa,

ser causa amor para disculpa basta.

 

Con ella yace el que la quiso tanto,

muerto con plomo por dejar el hierro 10

al pecho, cuyo error dio al mundo espanto.

 

Mas bruto airado en su mortal destierro

sangre del homicida y propia en llanto