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La fingida Arcadia es una de las pocas comedias con trasfondo mitológico de Tirso de Molina, un subgénero teatral que trató escasamente y que suele suponer una trama de enredo humorístico centrada en la mitología griega y con trasfondo bucólico.
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Seitenzahl: 81
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Tirso de Molina
Saga
La fingida ArcadiaCover image: Shutterstock Copyright © 1620, 2020 Tirso de Molina and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726549034
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Salen LUCRECIA y ÁNGELA,criada.
LUCRECIA «Silvio, a una blanca corderilla suya
de celos de un pastor, tiró el cayado
con ser la más hermosa del ganado.
¡Oh amor, qué no podrá la fuerza tuya!
Huyó quejosa, que es razón que huya 5
habiéndola, sin culpa, castigado;
lloró el pastor, buscando el monte y prado;
que es justo que quien debe restituya.
Hallola una pastora en esa afrenta,
y, al fin, la trajo al dueño, aunque tirano, 10
de verle arrepentido, enternecida.
Diola sal el pastor, y ella contenta
la toma de la misma ingrata mano,
que un firme amor cualquier agravio olvida.»
No se pudo decir más; 15
hasta aquí la pluma llega.
ÁNGELA Pluma de Lope de Vega
la fama se deja atrás.
LUCRECIA ¡Prodigioso hombre! ¡No sé
qué diera por conocelle! 20
A España fuera por velle,
si a ver a Salomón fue
la celebrada etiopisa.
ÁNGELA Compara con proporción
que no es Lope Salomón. 25
LUCRECIA Lo que su fama me avisa,
lo que en sus escritos leo,
lo que enriquece su tierra,
lo que su espíritu encierra
y lo que velle deseo mi 30
comparación excusa;
y a él le da más alabanza,
lo que por su ingenio alcanza
que a esotro su ciencia infusa.
Tan aficionada estoy 35
a la nación española,
que porque tú lo eres, sola,
contigo gustosa estoy
lo más del día.
ÁNGELA Madrid
es mi patria, corte digna 40
de España, madre benigna
del mundo.
LUCRECIA Valladolid
dicen que es competidora
de su grandeza.
ÁNGELA Sí fuera
si el clima y cielo tuviera 45
que a Madrid hacen señora.
Mas, si sus partes te alego,
contestarás que es mejor:
patria es Madrid del amor,
y así está fundada en fuego. 50
Agua los celos la han dado,
si su fuerza hace llorar,
de fuentes que pueden dar
salud al más desahuciado.
Si saber sus frutos quieres, 55
flora sus campos corona,
su tributaria es Pomona,
sus venteros Baco y Ceres.
Dale en olivos Minerva
oro puro y generoso, 60
ganado, el monte, sabroso,
tomillos el campo y hierba.
Las musas un Alcalá
que llamar Atenas puedo;
la cortesía, un Toledo 65
que doce leguas está.
Sus hechizos, la hermosura,
sus hazañas, el valor:
su mansedumbre, el amor;
sus milagros, la ventura; 70
nuestra religión su ley
de quien es seguro norte,
dos mundos la dan su Corte,
la Corte la da su Rey.
Goza del llano y montaña 75
que sus términos incluye;
y en fe que en todos influye
valor, es centro de España.
LUCRECIA Di patria ilustre también
de Lope, y diraslo todo. 80
ÁNGELA Si a tu gusto me acomodo,
no es ése su menor bien.
LUCRECIA Yo, después acá, que estoy
en el español idioma
ejercitada, si a Roma 85
a Tulio por padre doy
de la latina elocuencia,
y al Boccaccio en la toscana,
a Lope en la castellana
no le hallo competencia. 90
Más de un desapasionado
me ha dicho de tu nación
que en la prosa, a Cicerón,
estilo y gracia ha imitado,
y a Ovidio en la suavidad 95
y lisura de sus versos,
sonoros, limpios y tersos,
confirmando esta verdad
con lo que en sus libros hallo.
ÁNGELA Si él ese favor oyera 100
¡qué bien le correspondiera,
qué bien supiera estimallo!
LUCRECIA ¿Agradece?
ÁNGELA Aunque hay alguno
que apasionado lo niega,
es tan fértil esta vega 105
que paga ciento por uno.
Pero ¿qué piensas hacer
con tantos libros aquí?
LUCRECIA Todos son suyos, y así,
ya que no le puedo ver, 110
mientras gasto bien los ratos
que recreo en su lección,
si los libros suyos son
veré a Lope en sus retratos.
ÁNGELA Con tanto libro, parece 115
estudio éste y no jardín.
(Están todas las obras de Lope en un estante.)
LUCRECIA Mejor dirás camarín
que al alma de ley se ofrece.
ÁNGELA Aquéste es El Labrador
de Madrid, primero fruto 120
de Lope.
LUCRECIA Hermoso tributo
que a un tiempo da fruto y flor.
ÁNGELA Es divino.
LUCRECIA De justicia,
lo primero a Dios se debe;
por eso quiere que lleve 125
Lope, el cielo, su primicia.
ÁNGELA No ha escrito él otro mejor.
LUCRECIA Imitó, discreto, en él
a la ofrenda que hizo Abel
si Caín dio lo peor. 130
ÁNGELA Ésta es la Angélica bella.
LUCRECIA ¿Qué Ariosto se le compara?
¡Valientes octavas!
ÁNGELA Rara
habilidad, y en ella
la Dragontea compite 135
del rayo de Ingalaterra.
LUCRECIA Escribe en la paz la guerra
lo que la pluma permite.
ÁNGELA Mira en un cuerpo pequeño
mil almas.
LUCRECIA Bien le sublimas. 140
ÁNGELA Éste se llama las Rimas
de Lope.
LUCRECIA Son como el dueño:
¡qué canciones, qué sonetos,
qué églogas, qué elegías!
Las noches gasto y los días 145
en meditar sus concetos.
¡ Si viviera Garcilaso
celebrárale más bien!...
ÁNGELA Ésta es la Jerusalén.
LUCRECIA No la iguala la del Tasso. 150
Mira sus octavas llenas
de sentencias y doctrinas;
sabio en las letras divinas,
pues no escribe verso apenas
sin allegar un autor, 155
y hallarás en cualquier parte,
entre las veras de Marte,
mezcladas burlas de amor.
ÁNGELA Aquéste es El Peregrino.
LUCRECIA Más lo es quien lo escribió. 160
ÁNGELA ¡Qué bien faltas enmendó,
siguiendo el mismo camino
de aquel Luzmán y Arborea,
cuyas Selvas de aventuras
por Lope quedan escuras! 165
LUCRECIA ¡Qué bien los autos emplea
que mezclados en él van!
¡Qué elegantes, qué limados!
ÁNGELA Y más bien acomodados
que los que mezcló Luzmán. 170
Los pastores de Belén
son éstos.
LUCRECIA Si labrador
fue con Isidro, pastor
sabe Lope ser también.
ÁNGELA Resucitó villancicos 175
en su mocedad cantados,
y agora en Belén honrados
entre amorosos pellicos.
Todas éstas son comedias,
LUCRECIA Decimaséptima parte 180
ha impreso.
ÁNGELA No hay que espantarte,
que aun ésas no son las medias
que tiene escritas.
LUCRECIA Pues ¿cuántas
ha compuesto?
ÁNGELA Novecientas.
LUCRECIA Si los años no le aumentas, 185
¿dónde hay vida para tantas?
ÁNGELA Ésta es verdad conocida
en España.
LUCRECIA Yo le diera
por cada una, si pudiera,
Ángela, un año de vida. 190
ÁNGELA A novecientos llegara,
siendo otro Matusalén.
LUCRECIA En él se lograran bien.
ÁNGELA En este último repara,
que es la Filomena.
LUCRECIA Canta 195
Lope aquí, por Filomena,
de suerte que ya es sirena
si ave fue, pues nos encanta.
Pero, para echar el resto
al nombre que le hace claro 200
y afrentar al Sanazaro
en la Arcadia que ha compuesto,
metafóricos amores
en otra Arcadia mira,
sus sutilezas admira, 205
ten envidia a sus pastores.
Que yo, creyendo que piso
márgenes de su Erimanto,
si con Belisarda canto,
lloro celos con Anfriso. 210
No sé divertir los ojos
de sus versos y sus presas,
de sus quejas sentenciosas,
de sus discretos enojos.
De día ocupa mi mano, 215
de noche mi cabecera.
¡Ay, quién transformar pudiera
vida y traje cortesano!
En la comunicación
de sus Leonisas, Anardas, 220
Amarilis, Belisardas,
quién oyera a un Galafrón,
un Menalca, un Enareto
un Brasildo, un Locriano
un rústico cortesano, 225
un Celio, un Lauro discreto!
¡ Oh, si el Po, que nuestra quinta
riega y fertiliza tanto,
trocándose en Erimanto,
la Arcadia que Lope pinta 230
a Lombardía pasara...!
¡Oh, quién Belisarda fuera!
¡Quién a un Anfriso quisiera
y a su Olimpo desdeñara!
ÁNGELA Si en deseos semejantes 235
te desvaneces, señora,
notable falta hace agora
en nuestra España Cervantes;
que a su manchego hazañoso,
loco por caballerías, 240
le prometió en breves días
hacer legítimo esposo
de otra dama, que, perdida
por quimeras pastoriles,
entre Dianas y Giles 245
rematase seso y vida.
Salen cantando DON FELIPE,de pastor, y ALEJANDRA,dama, LARISA,labradora, y cantan.
TODOS «Alma perseguida,
romped la cadena;
que tan triste vida
para nada es buena.» 250
UNO «Pesares amigos,
haced como tales,
que os haré testigos
de mayores males.»
OTRO «Falsas alegrías, 255
vanas esperanzas, agora sois mías
porque sois mudanzas.»
UNO «Si el amor se olvida,
acabad mi pena...» 260
TODOS «...que tan triste vida
para nada es buena.»
UNO «¡Ay! Mis ojos tristes
no sintáis llorar,
pues mirar supistes, 265
sabedlo pagar.»
OTRO «Quien me mata muera.
Vergüenza ha de ser,
pero más lo fuera
dejarlo de hacer.» 270
UNO «No viva afligida
quien celosa pena...»
TODOS «...que tan mala vida
para nada es buena.»
LUCRECIA Tan bien venidos seáis 275
como la canción es buena,
Lope sus versos ordena:
a su Arcadia los hurtáis;
para darme gusto a mí
no hallaréis lisonja igual. 280
ALEJANDRA Ya en la Arcadia pastoral