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- Herausgeber: Alhenamedia
- Kategorie: Lebensstil
- Serie: Petit Futé
- Sprache: Spanisch
- Veröffentlichungsjahr: 2024
Montenegro es un destino para amantes de la naturaleza y la buena vida, excursionistas, esquiadores y submarinistas, con cinco parques nacionales y un magnífico litoral de trescientos kilómetros. ¡Y es que el mar Adriático y las montañas se encuentran a un tiro de piedra! Su patrimonio arquitectónico es una mezcla de imperios: ilirio, austriaco, griego, romano, veneciano y turco. La arquitectura maciza de las casas y monasterios ortodoxos contrasta con los palacios de las bahías de Kotor y el lujo de Porto Montenegro y la isla de Sveti Stefan. Por un lado tenemos a la población joven y occidentalizada de las grandes ciudades, ávida de intercambios y que organiza cada vez más veladas culturales y artísticas. Por el otro, una población rural con un estilo de vida guiado por el amor a la tierra y la vid. En el interior montañoso del país, donde el turismo está menos desarrollado, se recibe a los extranjeros de una forma sencilla, un tanto ruda y humana, como los propios montenegrinos. Las visitas estarán marcadas por excursiones exigentes y actividades acuáticas, pero también por fiestas y veladas llenas de animación en lugares cada vez más atípicos... Pase lo que pase, prepárese para descubrir paisajes suntuosos, y traiga unas buenas zapatillas deportivas para recorrer las tierras, playas y montañas de Montenegro.
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COSTA ADRIÁTICA
Costa adriática
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Crna Gora, pronunciado «tsrna gora», o montaña negra, es un país con mil facetas.Alcanzada la independencia, el país dirigió su atención a Europa, incorporándose a la autoridad de Bruselas. Decidió valerse por sí mismo en 2006, tras un siglo de dependencia de Yugoslavia y tres del Imperio otomano, y fue el último país en separarse de Yugoslavia tras Eslovenia, Croacia, Macedonia y Bosnia y Herzegovina. Ahora, se ha convertido en uno de los países favoritos de los Balcanes.Montenegro es un destino para amantes de la naturaleza y la buena vida, excursionistas, esquiadores y submarinistas, con cinco parques nacionales y un magnífico litoral de trescientos kilómetros. ¡Y es que el mar Adriático y las montañas se encuentran a un tiro de piedra! Su patrimonio arquitectónico es una mezcla de imperios: ilirio, austriaco, griego, romano, veneciano y turco. La arquitectura maciza de las casas y monasterios ortodoxos contrasta con los palacios de las bahías de Kotor y el lujo de Porto Montenegro y la isla de Sveti Stefan.Por un lado tenemos a la población joven y occidentalizada de las grandes ciudades, ávida de intercambios y que organiza cada vez más veladas culturales y artísticas. Por el otro, una población rural con un estilo de vida guiado por el amor a la tierra y la vid.En el interior montañoso del país, donde el turismo está menos desarrollado, se recibe a los extranjeros de una forma sencilla, un tanto ruda y humana, como los propios montenegrinos.
L’équipe de rédaction
117 playas en 293 km de hermoso litoral adriático de arena fina o guijarros.
Playa con vistas a la isla de Sveti Stefan. - © SJ Travel Photo and Video - Shutterstock.com
El viñedo Plantaze tiene dos variedades muy famosas: la vranac y la krstač.
Finca de vinos Plantaze. - © OPIS Zagreb - Shutterstock.com
Gente de todo el mundo viene a ver el monasterio de Ostrog, en la hondonada de la montaña.
El monasterio de Ostrog. - © NICOLA MESSANA PHOTOS - Shutterstock.com
Durmitor es una notable región montañosa con más de veintisiete picos.
Parque Nacional de Durmitor. - © Katya Scekic - Shutterstock.com
Tara, Sušica y Komarnica harán las delicias de los amantes de los deportes de aguas bravas.
Tara Canyon. - © Liudmila Larikova - iStockphoto.com
32100 ha de paisajes majestuosos, protegidos por la UNESCO, situados entre río y montaña.
Vista del Lago Negro en el Parque Nacional de Dormitor. - © AlexKazachok2 - iStockphoto.com
Las bocas de Kotor son un magnífico fiordo. El casco antiguo de la ciudad está rodeado de murallas.
El fiordo de Kotor. - © TPopova - iStockphoto.com
El mayor lago del país, llamado Skadar, es una importante reserva de aves y peces.
Pelícanos en el lago Skadar. - © Sevaljevic - iStockphoto.com
70 km de pistas de esquí, de las cuales las más grandes son Kolašin, Žabljak y Rožaje.
Teleférico en Kolašin. - © Foxys_forest_manufacture - iStockphoto.com
El Carnaval de Budva, el Sea Dance Jaz o las Noches de Kotor, ¡se celebran numerosos festivales durante todo el año!
© gilaxia - iStockphoto.com
Un poco tímidos y preocupados por no «molestar» al visitante, los montenegrinos son generalmente acogedores. Sin embargo, no sea ingenuo a la hora de aceptar la cesta de pan que generosamente se le ofrece con la comida. El anfitrión insistirá en dejarlo sobre la mesa, pero, por supuesto, si lo hace tendrá que pagarlo al final, aunque no lo consuma.
Este magnífico fiordo, joya del Adriático, es el orgullo del país. Con 30 km de longitud, está flanqueado por decenas de iglesias y hermosas villas, testimonio del rico pasado marítimo y la presencia veneciana. Catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1979, están consideradas como una de las diez bahías más bellas del mundo.
Todo un ritual en el país, lo sirven en las cafeterías tradicionales (kafana) y en familia. Se prepara en una olla de cobre llamada džezva, donde se hierve el agua, se mezcla el café y se vierte en tazas pequeñas. Se puede acompañar con ratluk (delicia turca) y un vaso de agua. ¡Lo único que tiene que hacer es disfrutarlo!
El café se sirve al estilo turco. - © Andrej Privizer - Shutterstock.com
El corzo sería el equivalente balcánico de los típicos paseos marítimos en nuestro litoral. En cuanto hace buen tiempo, los montenegrinos abarrotan la arteria principal de cada ciudad, paseando desde la última hora de la tarde hasta la noche. ¡La época en la que las chicas caminaban por un lado de la calle y los chicos por el otro se ha acabado!
Recientemente se está desarrollando un turismo más rural en el corazón de los pueblos montenegrinos. Los chalés al pie de las montañas, cerca de un río, permiten disfrutar plenamente de la naturaleza. La comida es ecológica y el pescado se captura en los alrededores, con una gran preocupación por la sostenibilidad. Una desconexión total.
Chalets al pie de la montaña. - © Sevaljevic - iStockphoto.com
De Budva a Sveti Stefan, pasando por Bar o Herceg Novi, ¡a los montenegrinos también les gustan sus playas! Los fines de semana, especialmente los sábados, verá a los lugareños acudiendo a ellas, ya sea en familia o con amigos. Y es que la belleza de sus costas no cansa, con un ambiente que invita a encontrarse con otros y a estrechar lazos.
Los montenegrinos son muy religiosos y siguen apegados a los valores cristianos ortodoxos del país, que cuenta con una veintena de antiguos monasterios. Los domingos por la mañana, la iglesia está abarrotada de fieles y se sigue transmitiendo de padres a hijos la Slava, una fiesta que celebra una vez al año el santo patrono de la familia.
Iconos en el monasterio de Ostrog. - © Kateryna Kolesnyk - iStockphoto.com
Auténtica «hamburguesa» local importada de los otomanos, la pljeskavica está al alcance de todos. De carne picada con forma de hamburguesa o pequeños rodillos para las čevapi. Se venden en todas las esquinas y se comen a cualquier hora del día con ensalada y patatas fritas. Cuidado: comida muy aceitosa.
Un imprescindible para todos aquellos que visiten alguna casa o cafetería. El montenegrino, orgulloso de su bebida, ofrecerá sin dudar una degustación de su rakija. Servido en vasos pequeños, es un aguardiente potente a base de frutas, de alta graduación. Hay variantes edulcoradas. Este elixir de la alegría es todo un vínculo social en Montenegro.
Rakija. - © Nataliia Sirobaba - Shutterstock.com
Montenegro es una fortaleza montañosa. Lo que antes fueron bastiones de resistencia durante las invasiones, hoy son unas populares y queridas estaciones de esquí. Estas ofrecen cada vez más actividades (snowboard, esquí alpino, esquí de fondo...), además de organizar eventos con grandes fiestas al pie de las montañas con un ambiente muy animado.
Pequeñas tiendas en forma de casita que encontrará por todo el país. Sus horarios son amplios: algunos llegan a abrir 7 días a la semana y 24 horas al día. Venden cigarrillos, periódicos, pasteles, bebidas y dulces a precios ligeramente superiores a los de los supermercados. Si busca información, también son muy buenos puntos de asesoramiento.
¡Es el deporte por excelencia en Montenegro! Las competiciones, muy populares, se retransmiten y se siguen en las cafeterías. El país más pequeño de Europa cuenta con más de una docena de medallas en su haber. La selección nacional, orgullo del país, recibe el apodo de «tiburones montenegrinos» por parte del público y los medios de comunicación.
Os tomáis todo el tiempo que necesitáis para poneros en marcha por la mañana, tomando una taza de café, leyendo el periódico para seguir las noticias. Los montenegrinos tienen fama de no tener prisa... salvo cuando conducen.
Producís vuestro propio alcohol o compráisdirectamente a los productores locales.
Sois jugadores y jugáis a las cartas con amigos con apuestas reales (dinero, botellas, comidas, etc.).
Evitáis hablar de política. Los montenegrinos son muy patriotas y les gusta criticar a su país, pero se ofenden si lo hacen los extranjeros. Hable de naturaleza, familia, fiestas, pero evite la política, ya que la situación del país es compleja.
Gastáis el dinero. La relación con el dinero es diferente a la del resto de europeos, y hablar de él es casi de mala educación. Hay que gastarlo todo y nada debe quedarse en el banco. Si bien el sueldo medio es de 500 euros al mes, lo importante es disfrutar de una buena comida con los amigos y agasajar a los seres queridos, ¡sin remordimientos!
unque de tamaño modesto, Montenegro requiere al menos diez días de viaje para completar el recorrido. Esta perla de los Balcanes ofrece la posibilidad de bañarse en las aguas cristalinas del mar Adriático, recorrer sus majestuosos parques nacionales y disfrutar de las reservas naturales aún conservadas, pero también de esquiar por las laderas nevadas en invierno. Naturaleza exuberante, impresionante patrimonio cultural e histórico, entre pueblos étnicos y monasterios ortodoxos, Montenegro tiene mucho que descubrir. Sus visitas estarán marcadas por excursiones exigentes y actividades acuáticas, pero también por fiestas y veladas llenas de animación en lugares cada vez más atípicos... Pase lo que pase, prepárese para descubrir paisajes suntuosos, y traiga unas buenas zapatillas deportivas para recorrer las tierras, playas y montañas de Montenegro.
El sur de Montenegro es una excelente introducción al país. Desde Tivat , el lugar de moda en los Balcanes, hasta las famosas bocas de Kotor, epítome del país, pasando por el Parque Nacional del Lovćen o Cetinje , son muchos los tesoros que se pueden encontrar. Esta parte del país también es perfecta para combinarla con un viaje a Dubrovnik y el resto de la costa croata.
KOTOR (КОТОР) - © emicristea
Llegada al aeropuerto de Tivat. Visita de la ciudad y posibilidad de bañarse en una de las pequeñas playas del centro.
Diríjase a Kotor , a través del golfo interior de Tivat, salpicado de pequeños pueblos con encanto mediterráneo. Visite su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Descubra Perast , un pueblo situado a unos diez kilómetros de Kotor. Visite su Museo Marítimo y descubra los numerosos palacios gótico-venecianos construidos en el siglo XVII por los ricos capitanes mercantes de la época. Excursión a la isla de Nuestra Señora de Škrpjela, justo enfrente.
Sus antiguas embajadas, su Museo Nacional de Arte e Historia, su complejo monástico del siglo XVIII y su palacio real.
Parque Nacional del Lovćen . Excursión a la cima del monte Lovćen y visita del mausoleo de Pedro II de Montenegro, a 1654 m de altitud. Desvíos al pintoresco pueblo de montaña de Njeguši.
Descubra el lago Skadar (y sus 270 especies de aves) desde Cetinje, pasando por los pueblos de Rijeka Crnojevića y Virpazar. Almuerzo junto al lago en uno de los restaurantes de Virpazar, paseo en barco o conduzca hasta el pueblo pesquero de Murići .
Un fin de semana largo en Montenegro le brinda la oportunidad de ver varios de sus lugares clave en los alrededores de la capital, Podgorica. Este magnífico país, que tiene una superficie poco más grande que Asturias, cuenta con cinco parques nacionales, una costa escarpada y montañas de las que quedan tramos enteros sin explotar.
Monasterio de Ostrog - © Stéphan SZEREMETA
Una vez en Podgorica, capital de escaso interés, se parte rápidamente en dirección al lago Skadar , a menos de una hora en coche de la capital. Salpicado de colinas e islotes, se extiende hasta donde alcanza la vista, cubriendo casi 40.000 hectáreas. Es el último hábitat de los pelícanos en Europa, y el paisaje es de una belleza sobrecogedora.
Cetinje , antigua capital real de Montenegro , alberga los museos nacionales de arte e historia del país. Una buena opción antes de dirigirse a las bocas de Kotor, estampa del país, donde podrá darse un chapuzón.
Por último, el famoso monasterio ortodoxo de Ostrog, también a una hora en coche de la capital, constituye una magnífica excursión de un día. Construido en la cara de un escarpado acantilado a mediados del siglo XVII, es el santuario más venerado del país. Es suficiente para que le entren ganas de volver y descubrir Montenegro en profundidad.
Una estancia de dos semanas es ideal para tener una buena visión de conjunto del país y descubrir su asombrosa variedad de paisajes. En un territorio del tamaño de una comunidad española, encontrará cinco parques nacionales, playas, un litoral de fascinante belleza y montañas sin explorar en su totalidad.
Sveti Stefan. - © Vladimir Popovic - iStockphoto
Llegada al aeropuerto de Tivat . Visita turística y baño.
Continue hacia Herceg Novi, pequeña ciudad situada al comienzo de la bahía de Kotor. Pasee por sus calles llenas de flores y descubra las fortificaciones que dejaron como legado los distintos ocupantes de la ciudad.
Descubra las bocas de Kotor y las pequeñas ciudades costeras de Perast y Dobrota, donde palacios y templos siguen siendo testigos del espíritu aventurero y los éxitos ultramarinos de sus navegantes.
Kotor , una de las ciudades medievales mejor conservadas de esta parte de la cuenca mediterránea.
Diríjase a Budva y haga una parada en Sveti Stefan , antiguo pueblo pesquero transformado en un lujoso hotel isleño. En Budva, pasee por el casco antiguo rodeado de murallas. Comida en un restaurante de pescado en Przno o Rafailovici y chapuzón.
Visita de la antigua ciudad amurallada, el mayor yacimiento arqueológico medieval del país. Comida en la calle adoquinada y tarde de playa o piscina en el restaurante panorámico de Dobra Voda.
Ulcinj , la ciudad más meridional de Montenegro . Visite su casco antiguo, construido sobre un promontorio rocoso, y descubra su pintoresco mercado de frutas y verduras. Pasee por Velika Plaza, una inmensa playa de arena fina de 12 km de longitud. Comida en Ada Bojana, en el estuario del río, junto al puente.
Descubrir el lago Skadar . Noche en Virpazar o Podgorica.
Por la mañana excursión al monte Lovcen (mausoleo del poeta Njegos) y por la tarde visita a Cetinje (palacio real y museos). Comida en el Konak, uno de los mejores restaurantes tradicionales del país.
Excursión de un día al cañón de Mrtvica.
Parque Nacional de Biogradska Gora . Pícnic junto al lago o excursión por los bosques del parque. Alojamiento en Mojkovac .
Continuación hacia Zabljak y el Parque Nacional de Durmitor , declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980.
Practicar senderismo en el parque, descansar a orillas del lago Negro, una expedición en todoterreno por la pequeña carretera circular que atraviesa la cordillera o un descenso en balsa por el cañón del Tara .
Regreso a Podgorica. Por el camino, visita al monasterio de Morača y, después, al del Ostrog.
La naturaleza es uno de los mayores tesoros de Montenegro , y bien podría ser el tema central de su viaje por el país. Montenegro cuenta con cinco parques nacionales, cuatro de ellos situados en zonas montañosas. En todos ellos se pueden realizar magníficos paseos y excursiones.
El lago negro. - © Tatiana Popova - Shutterstock.com
La más prestigiosa, la cordillera de Durmitor , Patrimonio Mundial de la UNESCO, ofrece innumerables rutas de senderismo bien señalizadas. Con sus veintidós picos, es la más montañosa y ofrece numerosas oportunidades para practicar actividades al aire libre tanto en verano como en invierno.
Esquí, raquetas de nieve, senderismo, bicicleta de montaña, etc., no tendrá tiempo de aburrirse ni un solo día en estos espléndidos paisajes de montaña. La región también está surcada por varios cañones (Tara , Sušica, Komarnica), lo que la convierte en un popular campo de juego para los aficionados a los deportes de aguas bravas.
Biogradska Gora, en el norte del país, es una excursión magnífica, aunque difícil. Formado principalmente por bosques y pastos de altura, el lugar alberga uno de los últimos bosques vírgenes de Europa (1600 hectáreas). Es el lugar ideal para descubrir la abundante naturaleza del pais.
Más al sur, el Parque Nacional de Lovćen ofrece paisajes pedregosos y áridos. Desde Cetinje o Kotor , se puede llegar a su pico principal, el monte Lovćen, en un día de caminata (ida y vuelta). Las vistas desde su cima son las más espectaculares del país. Es el parque montañoso más despejado y luminoso de Montenegro. Por el camino, puede hacer una parada en alguno de los muchos restaurantes de la zona para degustar las especialidades de queso y charcutería de la región.
La exuberante vegetación del lago Skadar contrasta con el árido paisaje de Lovcen. Aunque no hay rutas de senderismo en los alrededores del lago, hay varias pequeñas carreteras secundarias que permiten asomarse a él y descubrirlo en todo su esplendor. Por el camino, puede parar en uno de los pintorescos pueblos construidos en las laderas que bordean el lago para degustar pescado a la parrilla.
En el extremo oriental de los Alpes Dináricos, el salvaje y poco conocido macizo de Prokletije ofrece un imponente paisaje de picos afilados y vertiginosos acantilados. Una forma espectacular de rematar su viaje por la naturaleza montenegrina.
Los horarios de apertura de los lugares de interés son bastante fáciles de recordar para quienes deseen recorrer el Montenegro histórico. Los museos abren de 9 a 17 h ininterrumpidamente, y suelen cerrar los domingos. Para visitar las iglesias y mezquitas, hay que evitar las horas en que se celebran oficios religiosos: 10 y 18 h para las primeras, y viernes a mediodía para las segundas; por lo demás, los edificios religiosos están abiertos al público.
Montenegro es un país turístico dinámico pero muy joven. Aunque el número de turistas europeos aumenta cada año, sigue siendo modesto, y los lugares a visitar tienen la ventaja de no estar nunca masificados. Así que no necesitará hacer ninguna reserva, lo que le permitirá disfrutar de una estancia muy agradable. Lo único que hay que tener en cuenta al visitar los monasterios de Cetinje u Ostrog es que las colas pueden llegar a durar media hora.
El turismo patrimonial está aún poco desarrollado, y todavía no hay museos ni abonos de transporte como en Europa Central. Pero dado el bajo coste del transporte público, en realidad no hace falta ser demasiado precavido. En Montenegro se puede «gastar sin mirar», ya que una plaza de aparcamiento en la playa cuesta entre 1 y 2 € por la tarde. Los museos de la capital y del interior suelen ser gratuitos. Por regla general, la entrada a uno de los principales museos de Cetinje, Kotor o Podgorica cuesta entre 3 y 5 €.
Montenegro es conocido desde hace tiempo por sus eventos en la costa adriática, ya sean festivos (carnaval de Kotor, música electro y jazz) o más clásicos (festival de música de Budva, escena teatral de Herceg Novi).
Al adentrarse en el interior del país, descubrirá numerosos festivales de danza folclórica, concursos de canto y coros, sin olvidar la famosa guzla, una guitarra de una sola cuerda.
Montenegro quiere ser joven y dinámico, y por eso se organizan muchas competiciones deportivas (paracaidismo, esquí acuático) y musicales de moda (rock, dance, electro). Nada mejor que un concierto de David Guetta en las terrazas del hotel Splendid.
Muchas agencias locales estarán encantadas de ayudarle a descubrir la belleza natural del país: fiordos, tesoros submarinos, islas y fauna alpina. Otras agencias se especializan en deportes (submarinismo, parapente, senderismo, slackline). En las localidades costeras, suelen ofrecerse recorridos por la ciudad en autobús de dos pisos o autocar; en el mar, pueden alquilarse yates o veleros con capitán. En todos los puntos turísticos patrimoniales (Budva, Cetinje, Kotor, Ostrog, Podgorica), los guías estarán encantados de mostrarle la ciudad.
Si busca libertad y buena comida, ¡ha llegado al paraíso de los foodies! Como en Grecia o Serbia, no hay horarios fijos para comer y beber. Los kafana —un tipo de albergue muy común— abren desde las seis de la mañana y no cierran hasta medianoche. Sirven tanto comida caliente como una bebida. No es necesario reservar y, sobre todo, uno mismo elige su asiento: aquí también, ¡el cliente es el rey!
Montenegro tiene algo para todos los gustos. Las especialidades de pescado y marisco son lo mejor del país ya que proceden del mar Adriático. Todos los restaurantes ofrecen una amplia oferta de cocina roborativa, desde carnes condimentadas hasta platos de pescado. Las raciones son impresionantes; no dude en pedir media ración de ćevapi (rollitos de ternera y cerdo) o ternera al peso (de 200 g a 1 kilo para los grandes comilones). Los precios han subido de categoría y, en la costa, están en línea con los de sus vecinos croatas e italianos. Pero en los centros turísticos de menor categoría y en el interior se puede comer por 10 €. Si le sirven un plato pantagruélico, no tenga miedo de pedir una caja para llevarse las sobras a casa; incluso está bien visto.
En Montenegro, se ofrece pan en la mesa. Pero cuidado, no está incluido en el menú y tendrá que pagarlo. Tampoco se sorprenda por el pago de los cubiertos. El agua sin gas se llama mineralna y con gas gazirana. Ambas proceden de fuentes naturales.Las propinas están incluidas, pero es buena práctica redondear al euro más próximo. La frase clave es: «u redu je», que significa «está bien».
Pljeskavica es el plato nacional. Por entre 2 y 5 € podrá degustar esta hamburguesa local, una delicia para mayores y pequeños. Servida en lepinja, un exquisito pan redondo, esta hamburguesa de tamaño gigante superará todas sus expectativas. Muchos quioscos de la ciudad o de la playa las preparan al carbón, solo hay que seguir el olor de la parrilla y las encontrará. Se sirven con una amplia gama de guarniciones, desde ensalada (cebolla, tomate, pepino) hasta quesos de oveja mezclados con pimentón (urnebes). Lo último es la punjena: el filete se rellena de queso que se funde con carne de cerdo, cordero o ternera. Una auténtica delicia que recordará durante mucho tiempo.
Los niños no solo son bienvenidos en los restaurantes, sino que los modos de expresión propios de su edad no suponen aquí ningún problema. Como los establecimientos suelen ser bastante espaciosos y a menudo están al aire libre, el comportamiento de los niños suele ser más aceptable.
Montenegro es una zona sin humo. La legislación es la misma que en la UE, por lo que no está permitido fumar en lugares públicos.
Las cafeterías abren de siete de la mañana a una de la madrugada. Por tanto, se puede disfrutar de la buena vida al estilo montenegrino en las innumerables terrazas de las cafeterías, en la playa o en la ciudad. Herencia de la época comunista, muchos acuden a las cafeterías a la hora del descanso, hacia las diez de la mañana, y al final de la jornada, hacia las cuatro de la tarde. Es una delicia sentarse en una terraza, entre las cinco y las siete de la tarde en días soleados, para ver desfilar a los habitantes de la ciudad con sus mejores galas. Las cafeterías y tabernas (kafana) suelen servir aperitivos y comidas calientes, así que si tiene hambre lo tendrá todo a mano.
El café turco cuesta alrededor de 1 €, servido con un vaso de agua con o sin gas y, a veces, ratluk, una especie de delicia turca.El espresso cuesta entre 1,30 y 1,50 €, según el establecimiento. En el mismo rango de precios, pruebe un auténtico capuchino o un chocolate caliente elaborado con chocolate de verdad. El otro descubrimiento son los zumos de frutas, muy asequibles y realmente sabrosos: el kajsija (albaricoque) o el borovnica (arándano) son realmente de primera. Calcule de 2 a 3 € por una rakija y de 3 a 4 € por una Coca-Cola o un zumo de fruta.En cambio, el alcohol, aunque esté bien servido, resulta caro: de 3 a 4 € por un vaso de vino local (vranac tinto, bastante afrutado), y entre 4 y 5 € por una pinta de cerveza rubia.Se puede pagar en efectivo (cash) o con tarjeta de crédito (kartica).
La práctica de fumar está muy extendida aquí. Se puede fumar sin ningún problema en la terraza.
Las tiendas suelen abrir de ocho de la mañana a ocho de la tarde. A veces, el horario de apertura se prolonga hasta las diez de la noche, o incluso hasta la medianoche en verano. Los domingos, muchas tiendas permanecen abiertas, sobre todo las de alimentación. Generalmente hay un mercado por ciudad, que abre todos los días.
Los precios son, en general, más bajos que en España, excepto en la ropa. Espere a llegar allí para comprar artículos de playa, equipos deportivos y pequeños aparatos electrónicos. Aproveche para que le reparen el ordenador o le refuercen la pantalla del móvil, ya que la mano de obra, muy competente, es mucho más barata (servis).
Como en todas partes, hay grandes rebajas, alrededor del 20 al 50 %, en febrero y julio. Son menos importantes que en España, pero son verdaderas rebajas en los productos de la temporada actual. A nivel local, el resto del año se pueden encontrar en las tiendas que exhiben «Popust» en su fachada.
Los mercados, que abren todos los días, son muy prácticos. Situados en el centro de la ciudad, tienen varias funciones. Además del mercado de alimentos, como en otros países, encontrará numerosos vendedores de ropa, electrónica y artesanía. ¡El lugar ideal para adquirir sus regalos!
La oferta deportiva es muy amplia y los precios muy atractivos. Media jornada de buceo no supera los 35 €, y el alquiler de veleros cuesta 80 € al día. En la montaña, es muy fácil alquilar una bicicleta BTT (15 € al día) o raquetas de nieve (5 € al día). El rafting también es muy popular. Pero el deporte que está en alza es el esquí, con una interesante oferta de estaciones invernales con tarifas muy buenas: de 15 a 20 € los remontes y el alquiler de chalés alpinos por 300 € la semana.
El waterpolo es un deporte que se practica desde muy temprana edad en Montenegro. En la playa o en las piscinas municipales, toda una nación participa en estos juegos acuáticos.Recientemente se han instalado tirolinas de cientos de metros por todas partes. A menudo en lugares magníficos, entre el cielo y el mar, permiten respirar aire puro.
El carné de identidad puede ser necesario para ciertas actividades deportivas, como el submarinismo o el senderismo. También necesitará un permiso de embarcación para navegar en lancha rápida y conducir yates.
La temporada turística está llena de eventos de todo tipo, desde folclore hasta la última fiesta rave. En el interior se celebran numerosas manifestaciones folclóricas, poéticas y de danza tradicional, pero también, en los últimos años, eventos deportivos como parapente, carreras de jeeps y competiciones de esquí. En la costa hay muchos festivales de teatro y música, así como carnavales y fiestas gastronómicas. No dude en asistir a los numerosos partidos de waterpolo o balonmano, los dos deportes más populares de Montenegro.
Los clubes y discotecas abren sus puertas a partir de las once de la noche y generalmente hasta las cinco de la mañana. La gente comienza a llegar a partir de la una de la madrugada, así que no llegue antes de las 2 de la madrugada para quedar bien. Estos clubes no están necesariamente abiertos todos los días: de jueves a sábado incluidos.
La entrada suele ser gratuita para las chicas. Por lo demás, el precio es modesto. Las bebidas son obviamente más caras que durante el día, pero tampoco son inasequibles. Calcule unos 7 € por un cóctel, 5 € por una pinta y 15 € por una botella de whisky.Hay muchos conciertos de rock y electro a los que se puede acceder a última hora, a veces de forma gratuita.
Los festivales de música requieren reserva previa.En las discotecas, la zona del bar y las terrazas son gratuitas, pero las mesas interiores suelen tener que reservarse.
Prohibido el acceso de menores a los locales nocturnos. Documento de identidad obligatorio.
En general, no hay instrucciones particulares en todos los establecimientos nocturnos, salvo en los puntos de Budva, Tivat o Sveti Stefan. Pero como aquí los noctámbulos suelen seguir la moda italiana, es mejor ir bien vestido para no desentonar.
Se puede fumar en el exterior o en una sala de fumadores del recinto.
Hay una gran diferencia entre los hoteles de la costa y los del interior, pero en general los precios tienden a equipararse a los de Europa Occidental. En la costa, la tendencia actual es abrir enormes hoteles de lujo, y el precio de una habitación puede ser muy alto: en Budva o Sveti Stefan, una habitación doble ronda los 130 € o más durante el verano. Para quienes tengan un presupuesto ajustado, la solución puede ser encontrar una habitación en casa de un lugareño, ya que la relación calidad/precio suele ser mucho mejor si se tienen buenas dotes de negociación. En el interior del país, en ciudades turísticas como Durmitor o Žabljak, los precios son mucho más bajos: 40-60 € por una habitación doble. Hoy en día sale a cuenta alquilar apartamentos —que suelen estar muy bien equipados—, de los que cada vez hay más oferta.
En temporada baja, es bastante fácil encontrar una habitación para la misma noche y el boca a boca entre los gerentes funciona bien. Sin embargo, es importante planificar con antelación si se tiene una idea clara del alojamiento preferido para las próximas vacaciones. Así que reserve en Podgorica en cualquier temporada o si va a la costa adriática entre junio y septiembre.
Las cabañas ecológicas de montaña, de moda y en auge, son cada vez más numerosas y están mejor equipadas, y los precios bajan, sobre todo fuera de temporada. Puede ser una buena solución ya que el país es diminuto y nunca se está lejos de una playa en coche.Las Etno Villages también son muy populares. Auténticos chalés enclavados entre las montañas, representan el desarrollo de una nueva forma de turismo eco-responsable. Estamos en plena naturaleza, por lo que la respetamos más. Aislados del mundo y totalmente desconectados.
La mayoría de los alojamientos en zonas rurales ofrecen servicio de comidas en el lugar. La calidad de estos servicios varía, por lo que le aconsejamos que siga leyendo para evitar sorpresas desagradables. En el desayuno, cada vez se nota más el esfuerzo por promocionar los productos locales, regionales y menos industriales. Si quiere degustar un auténtico desayuno montenegrino, vaya a una granja turística.
La ley prohíbe fumar en las zonas públicas, por lo que podrá estar tranquilo en el hotel o en el restaurante. En cambio, los fumadores estarán a gusto en las numerosas y amplias terrazas.
Dominan tres operadores de telefonía móvil: Telenor (069) - 1188, T Mobile (067) - 1500, y M: tel (068) - 1600. Con una buena red de Internet en las zonas turísticas, recomendamos usar los datos móviles para hacer llamadas; para los grandes usuarios, es mejor comprar una tarjeta prepago. Cuesta 3 € conseguir un número local con saldo para las primeras llamadas; luego se pueden adquirir tarjetas de recarga (dopuna) por 5, 10, 20 o 25 €, que se venden en la mayoría de quioscos y pequeñas tiendas de comestibles.La itinerancia es gratuita desde Montenegro a todos los Balcanes, ya que los tres operadores tienen cobertura regional. Sin embargo, tenga cuidado de no hacer ni recibir llamadas a España; para no llevarse sorpresas, utilice Viber o Telegram.
La accesibilidad aún no es una prioridad en Montenegro, pero la situación está cambiando y tanto en la capital como en las famosas localidades costeras encontrará un servicio adecuado con rampas y ascensores específicos. El gran problema es que el transporte aún no lo ha tenido en cuenta: aparte de la red de autobuses de Podgorica, el transporte público o privado aún no se ha equipado con instalaciones para personas con movilidad reducida. Por otro lado, no se preocupe por sus hijos; como en muchos países mediterráneos, se mima a los niños y como los establecimientos tienen espacio, sus cochecitos y otros objetos «ávidos de espacio» encontrarán su sitio en Montenegro.
He aquí algunos números de emergencia muy útiles para llamar en caso de necesidad, incluso desde el móvil.
Policía: 122.
Bomberos: 123.
Urgencias médicas: 124.
Asistencia en carretera (Pomocna putu): 19807.
Montenegro es un país bastante seguro, y se asombrará de poder pasear en plena noche sin sentir ningún temor. Nunca se aborda a las mujeres en la calle, ya que siempre se las recoge en lugares seguros. Los principales peligros a los que se exponen los viajeros son la seguridad vial, dado el comportamiento de algunos conductores, y un bajo riesgo sísmico.
La homosexualidad sigue siendo tabú, como en todos los Balcanes, y puede decirse que la mayoría de la población no la acepta en absoluto. Por tanto, le aconsejamos mantener una actitud muy discreta. Sin embargo, hay algunos lugares de encuentro conocidos:Podgorica: Buda Bar, Restaurant & Lounge Bar Forum, Blues Bar, Night Club Market, Restaurant & Lounge Bar Gossip y Cocktail Bar Coco. Budva: Il Mondo, Casper, Picasso Cocktail Bar, Trocadero, Raffaelo y Top Hill. Kotor: Maximus, Portobello, Marinaio, Fjaka, Karampana, Beach Bar Honeymoon. Herceg Novi: Sport Caffe y Yachting Club Raffaelo. Tivat: Porto Montenegro, Restaurante y Lounge Bar La Voile y la discoteca Madame Coco Beach Bar.
La Embajada española en Montenegro se encuentra en la calle Prote Mateje, 45, en Belgrado, Serbia (11000). Para urgencias consulares, fuera del horario de apertura de la embajada entre las 9.30 y las 13.30 h, póngase en contacto con el +381 (0) 632 85 0 82.
Las oficinas de correos abren de 7.30 a 20.30 h. Para enviar una postal de Montenegro a España, el coste es de 0,70 € hasta 20 gramos y tarda unos ocho días. Suelen estar situadas en el centro de la ciudad y también ofrecen una amplia gama de servicios: cabinas telefónicas, venta de tarjetas prepago y oficina de cambio de divisas. Si habla inglés y desea información aún más precisa, escriba la localidad en el sitio web www.postacg.me.
Para seguir la actualidad de Montenegro, no dude en consultar el sitio web de la oficina de turismo de Montenegro.travel, pero también la dinámica web visit-montenegro.com, que ofrece numerosos consejos sobre itinerarios y estancias temáticas. Las páginas web de las oficinas de turismo de cada ciudad o lugar turístico también le darán todas las posibilidades de alojamiento y reserva.
Descubrir Montenegro es encontrarse con una naturaleza perfecta: un clima suave y una geografía diversificada, un magnífico litoral adriático, montañas impresionantes, lagos, pero también inmensos parques, entre ellos el famoso Parque Nacional Durmitor, clasificado como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Pequeño país con una historia compleja, fue codiciado durante mucho tiempo por los turcos (tres siglos de dominación otomana) y luego luchó recientemente por conseguir su independencia. Esta joven nación intenta ocupar su lugar en la escena europea. Conservando su identidad eslava, el país sigue apegado a la religión ortodoxa con sus numerosos monasterios, de los cuales el más famoso es el de Ostrog, alto lugar de peregrinación. Este pueblo está apegado a sus tradiciones artesanales y gastronómicas tanto como a su música folclórica típica de los Balcanes, que no duda en compartir con sus visitantes.
El vino es fruto de la tierra y producto del trabajo humano. Gracias a su clima favorable a la viticultura, la costa del lago Skadar fue la primera región vinícola de la historia de los Balcanes y aún hoy es un lugar de gran importancia. Las dos variedades de uva auténticas de Montenegro son la vranac (vino tinto) y la kratošija. Sus lugares de nacimiento se sitúan en torno a la supuesta ubicación de La Ilíada. Montenegro se distingue por la buena calidad de sus vinos y su gran variedad, en gran parte debido al gran comercio entre los Balcanes y Francia en el siglo XVIII. El vranac es un vino tinto que apreciará por su sabor y su color rubí oscuro. Mientras que el kratošija, un vino blanco, le gustará por su sequedad y su color amarillo o pálido. Las regiones vinícolas montenegrinas son una excelente excusa para descubrir sus bellos paisajes rurales. Siga la guía para evitar contratiempos.
Viñedos en el pueblo de Dupilo, en la región vinícola de Crmnica. - © ollirg - Shutterstock.com
Los vinos montenegrinos tienen una larga y rica tradición que se debe a las buenas condiciones climáticas del país. El favorable clima templado, que predomina tanto en las zonas costeras como en el interior, favorece el cultivo de la vid. Situado en la parte meridional de la costa adriática, el país disfruta de días soleados en verano, noches suaves y precipitaciones estables y regulares en primavera e invierno.
En Podgorica, muchas familias siguen produciendo su propio vino, una tradición que se remonta a mediados del siglo XIX, cuando el rey montenegrino Nikola Petrović vio las enormes posibilidades de esta región para la viticultura. Recomendó a sus tropas: «¡Soldado, dondequiera que creazca una vid, debe plantar al menos doscientas vides!». La región del lago Skadar sigue siendo una importante zona vitivinícola montenegrina y se dedica principalmente a la cría de dos variedades endémicas: vranac y kratošija, que se pueden degustar en muchos restaurantes bajo el nombre de «vino doméstico», entendiendo que se cultiva localmente sin detalles exactos de las variedades de uva utilizadas.Otra región importante: Crmnica, limítrofe con la Riviera de Budva, es la cuna de las famosas variedades de uva vranac y dkrstač, y tiene una larga tradición en la producción de vinos y licores de alta calidad.
El vino es «fruto de la tierra y producto del trabajo humano». Tiene una relación directa con el espíritu: sólo los hombres dignos, aptos y debidamente cualificados deben tener acceso directo al espíritu sin que ello suponga un peligro para ellos. De ahí la prohibición de tocar ciertas prácticas y de consumir vino en el Islam moderno.
Hay que estar cualificado para dar el siguiente paso. El vino es la bebida de los dioses, y el pan el alimento de los hombres. La ortodoxia serbia de Montenegro todavía realiza la oración del corazón, en la que se bebe del cáliz y se da una vuelta alrededor de la iglesia en sentido contrario a las agujas del reloj.
El vino tal y como lo conocemos se produjo por primera vez en el Cáucaso y Crimea, donde sigue tiendo una gran importancia, como demuestran estos dos ejemplos: en el billete ruso de 100 rublos dedicado a Crimea aparecen vides, y en el norte de Irán, país chií y estricto en materia religiosa, se sigue produciendo vino a lo largo del valle del Arax. Del Cáucaso a los Balcanes, para los helenos, sólo hay un paso.
Uno de los primeros lugares de cultivo del vino en los Balcanes fue Drušići («Drusshitsi»), al este del lago Skadar (Shköder), que en lengua ilírica significa racimo de uvas.Las variedades de uva autóctonas de los Balcanes son la kallmeti, shesh, debin o vlosh. También existe la vranac, como en Montenegro, ya que la naturaleza no se rige por los límites de los humanos. Para comprender el alma de la vid balcánica, es interesante hacer una excursión de medio día a Albania, sobre todo porque la ciudad de Skadar es un centro de la ortodoxia serbia. Consulte al final de este capítulo las guías adecuadas.
Francia y los Balcanes siempre han mantenido estrechos contactos. Además de la diplomacia y el ejército, el vino también ha tenido su lugar. Sí, las vides y las variedades de uva iban y venían entre las dos regiones en los siglos XVIII y XIX. El vino montenegrino sobrevivió a las dos guerras mundiales, pero sucumbió a finales de la década de 1960. La razón de su desaparición fue su éxito. El gobierno comunista de Tito decidió a finales de los sesenta nacionalizar la producción de vino. Los hechos están bien documentados: los campesinos fueron desposeídos de sus tierras y el Estado lanzó proyectos de industrialización masiva. La producción de vino se disparó, en proporción a la disminución de la calidad. Los viñedos de calidad de la costa escarpada se abandonaron en favor de viñedos creados desde cero en las zonas llanas, casi desiertas, sobre todo alrededor de la capital, Titograd (Podgorica).
Fue a principios de la década de 1970 cuando Francia rompió sus lazos con Yugoslavia en lo que al vino se refiere. El país formaba parte del Movimiento de Países No Alineados. Los nuevos clientes eran Vietnam, Egipto y la URSS. Poco importaba la calidad del vino, ya que lo primordial era vender el máximo posible para demostrar al mundo que la unión entre los «pueblos oprimidos» estaba en marcha.
En un contexto de contratos falsos que duraron treinta años, algunos países perdieron el sentido del verdadero negocio. Para algunos, la transición de los años noventa fue fatal. Para otros, fue una oportunidad de probar nuevas reglas. Eslovenia tuvo suerte por partida doble: está cerca de la Europa Occidental y no se vió afectado por la guerra. Fue inteligente y afortunada. Cuando cayó Yugoslavia, el país decidió devolver la tierra a sus antiguos propietarios con la opción de seguir produciendo vino o dedicarse a otra cosa: zumos, licores, leche... Al mismo tiempo se crearon otros viñedos. Croacia siguió el ejemplo una vez superados los reveses de la guerra. Las industrias eslovenas y croatas nunca se detuvieron, solo cambiaron de propietarios.
En Montenegro, las cosas fueron diferentes. Tras la caída de Yugoslavia, tomó el relevo un gobierno similar, así que hasta 2006 no se registró la primera familia vinícola, Plantaže. El número aumentó hasta alcanzar unas cincuenta familias en 2022. De estas, solo unas diez se dedican al comercio del vino. En Serbia, se estima que cuatrocientas familias tienen un negocio serio de un total de unas dos mil. En proporción, el número de familias montenegrinas viticultoras con un negocio serio es menor. Está claro que hay un gran problema, que se agrava si se tiene en cuenta que Montenegro se libró de la guerra.
