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Tanto es lo de más como lo de menos es una de las comedias religiosas de Tirso de Molina, un género en el que alcanzó gran altura, con trama de trasfondo religioso pero con protagonistas que se alejan de la alegoría y la abstracción y abrazan la humanidad, con motivaciones más cercanas a los sentimientos y no tanto a los prodigios religiosos.-
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Tirso de Molina
Saga
Tanto es lo de más como lo de menosCover image: Shutterstock Copyright © 1620, 2020 Tirso de Molina and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726548754
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
NINEUCIO, LIBERIO y LÁZARO.
NINEUCIO En fin: en mi competencia,
¿amáis los dos a Felicia?
LIBERIO No siempre guarda justicia
el juez que ciego sentencia;
y siendo ciego el amor, 5
cuando te venga a escoger,
Felicia, por ser mujer,
vendrá a escoger lo peor.
NINEUCIO No imagines que me afrento
de tu loca mocedad; 10
que yerra tu voluntad,
pero no tu entendimiento;
que este, por torpe que sea,
confesará, aunque forzado,
que no hay hombre afortunado 15
que el bien que gozo posea.
No hay caudal ni posesión
que en Palestina pretenda
ser réditos de mi hacienda;
casi mis vasallos son 20
cuantos en Jerusalén
saben mis bienes inmensos;
sus casas me pagan censos;
sus posesiones, también.
Desde el Nilo hasta el Jordán 25
Ceres me rinde tributo;
cada año a Baco disfruto
desde Bersabé hasta Dan.
¿No cubren estas comarcas
vellocinos apacibles 30
para el número imposibles,
respetados por mis marcas?
Los vientos me engendran potros
que brotan aquesos cerros;
en sus crías los becerros 35
se impiden unos a otros.
A la aritmética afrenta
la suma de mi tesoro,
pues entre mi plata y oro
se halla alcanzada de cuenta. 40
De suerte el planeta real
con diamantes me enriquece
y esmeraldas, que parece
que traigo el sol a jornal.
Las ondas del mar, si a verlas 45
llego, son tan liberales,
que en nácares y en corales
me ofrecen púrpura y perlas;
con las unas y otras quiso
honrarme el cielo, que trata 50
mi dicha; visto escarlata,
gasto Cambray, rompo viso.
Mi mesa es la cifra y suma
donde el gusto no preserva
desde el árbol a la hierba, 55
desde la escama a la pluma.
Brindo a la sed que desprecia
vides que poda Tesalia,
ya con Falernos de Italia,
y ya con Candias de Grecia; 60
y a tal gloria me provoco,
que, conforme a lo que escucho,
para rey, me sobra mucho;
para dios, me falta poco.
Si desto tenéis noticia, 65
¿no será temeridad,
viendo mi felicidad,
que pretendáis a Felicia?
LIBERIO Ponderativo has estado,
rico y poderoso eres; 70
mas no es razón que exageres
con tal soberbia tu estado.
Arrogante, a Dios te igualas,
y a nadie te comunicas;
caudaloso te publicas, 75
y a ti solo te regalas.
El bien es comunicable;
Dios es bien universal;
tú, para ti liberal,
para todos miserable; 80
mira cuán diversos modos
distinto de Dios te han hecho:
tú, a ninguno de provecho,
y Dios, todo para todos.
Podremos sacar de aquí 85
(aunque te injuries) los dos
que no es bueno para Dios
quien es todo para sí.
Yo en las riquezas no fundo
la pretensión de mi amor, 90
que, en fin, soy hijo menor,
pues me hizo el Cielo segundo;
en las partes personales
con que me aventajo, sí;
de ilustre sangre nací, 95
dotes tengo naturales;
juventud y gentileza
es el tesoro mayor
para los gustos de amor,
cuyo objeto es la belleza. 100
En esta felicidad
hallarás tus desengaños:
no quita el oro los años
que ya han mediado tu edad;
ya en la tela de tu vida 105
teje la vejez ingrata
hilos de peinada plata
que traen la muerte escondida;
ya con arrugas procura
tu cara desengañarte, 110
pues te dobla por guardarte
el tiempo en la sepultura.
Disforme estás para amante,
que la gula corpulenta
en fe que en ti se aposenta 115
te hizo su semejante.
Si amor se pinta con alas,
porque siempre es ágil, ¿cómo
siendo tú un monstruo de plomo
a mi agilidad te igualas? 120
Anda, que ese es barbarismo;
come, bebe y atesora;
de ti mismo te enamora,
pues eres dios de ti mismo.
Procura desvanecer 125
el fuego que te estimula,
y, pues adoras la gula,
no busques otra mujer.
NINEUCIO (A LÁZARO.)
Eres loco, y te desprecio;
solo, sobrino, de ti 130
me admiro, por ver que así
intentes, como este necio,
haciéndome oposición,
desacreditar la fama
que sabio y cuerdo te llama. 135
LÁZARO Sobrárate la razón
si estribara la esperanza
que en Felicia tengo puesta
en la riqueza molesta,
que es tu bienaventuranza. 140
Si es causa la voluntad
del amor, y ésta potencia
del alma, cuya excelencia
goza de inmortalidad,
no creo yo, siendo tan sabia 145
Felicia, que hará elección
de tus riquezas, blasón
caduco que el alma agravia.
Menos rico que tú soy,
aunque con bastante hacienda 150
para que esposa pretenda
a quien inclinado estoy.
Y advierte, porque deshagas
la rueda sobre que estribas,
más considerado vivas, 155
y menos te satisfagas,
que imitó naturaleza
a una madre que ha criado
dos hijas a quien da estado;
una de extraña belleza, 160
y otra fea, y que acomoda,
porque casarlas desea,
toda su hacienda a la fea,
y a la otra, su gracia toda.
Entre sabios e indiscretos 165
Dios sus dones repartió;
ingenio a los sabios dio,
y hacienda a los imperfetos:
que por eso es pobre el sabio,
y el ignorante es tan rico. 170
Pon el ejemplo que aplico
en los dos, aunque en tu agravio,
que si para tu desprecio
la sabia Naturaleza
reparte hacienda y riqueza 175
a la medida del necio,
destos dos diversos modos
la cuenta podrás hacer,
que tan necio vendrá a ser
el que es más rico de todos. 180
NINEUCIO Consuélete esa opinión,
que no por eso me agravio;
tan rico fue como sabio
Job, David y Salomón.
No es bien que por eso cobre 185
desestima de mi estado:
siempre el rico es murmurado,
y desvergonzado el pobre.
Llamados hemos venido
por Felicia todos tres; 190
si es hermosa, discreta es;
escoger quiere marido.
Al más digno ha de nombrar
por esposo de nosotros.
Esta es. ¡Pobres de vosotros, 195
cuáles os he de dejar!
Dichos y FELICIA.
FELICIA Reconocida al amor
que todos tres me mostráis,
y, aunque confusa en la deuda,
deseosa de pagar, 200
os permito, caballeros,
que ahora merced me hagáis,
honrando esta casa vuestra,
que ufana en veros está.
Si yo tuviera tres almas 205
en tres cuerpos que lograr,
entre sujetos tan nobles
diera en amorosa paz
fin a vuestra competencia,
brío a vuestra voluntad, 210
quietud a mi confusión
y a mi sangre calidad.
Mas siendo vosotros tres,
y una sola la que amáis,
fuerza es que entre vuestro amor 215
viva mi elección neutral.
Desvelos me habéis costado
con que el cuidado, a pesar
del sueño, diversas noches,
ya abogado, ya fiscal, 220
os abona y os condena:
ved cómo sentenciará
quien es juez en causa propia
si es pasión su tribunal.
Reconozco de Liberio 225
que es ilustre, que es galán,
que es discreto, que es hermoso,
que es cortes, que es liberal;
y cuando voy a elegir,
hallo que alegando está 230
Lázaro merecimientos
de valor y estima igual.
Considérole apacible,
virtuoso y principal,
bienhechor de sus vecinos, 235
amado en esta ciudad.
Bien pudieran tantas partes
reducir mi libertad,
si no la contrapusiera
Nineucio, prosperidad 240
deste siglo, mayorazgo
de la fortuna, caudal
del contento y la riqueza,
que en él colmados están.
(A LIBERIO.)
En fin: halla en vos el gusto, 245
gentileza y mocedad;
(A LÁZARO.)
en vos, prudencia y virtud;
(A NINEUCIO.)
y en vos halla autoridad
y riqueza el interés;
colegid cuál estará 250
quien ha de escoger al tino
y perder a los demás.
Pero, pues ha de ser fuerza,
y Felicia me llamáis,
la inclinación determino 255
con el nombre conformar.
Felicia soy; solamente
aquel mi dueño será
que poseyere en su estado
la humana felicidad. 260
Vos, Liberio, mientras vive
vuestro padre, y a él estáis
sujeto hijo de familia,
tusándoos la cortedad
de su vejez alimentos, 265
mal os podréis alabar
de ser feliz, pues consiste
el serlo en la libertad.
Juventud y bizarría
son venturas al quitar 270
que, o el tiempo las tiraniza,
o postra la enfermedad.
Felicidad de futuro,
sujeta a la variedad
de mudanzas y accidentes, 275
mientras llega, pena da;
en espera, sois dichoso;
martirio es el esperar;
dichas presentes procuro;
pues que tardan, perdonad. 280
Y vos, Lázaro, también,
que puesto que sea verdad
que os den fama las virtudes
que piadoso ejercitáis,
ya remediando pobrezas, 285
componiendo pleitos ya,
con que os llama todo el reino
su socorro universal,
entre tanto que adquirís
a costa de la mortal 290
la felicidad eterna,
a que piadoso aspiráis,
disipando vuestra hacienda
y faltándoos el caudal,
fuerza es, casando con vos, 295
que también falte la paz.
En la casa de Nineucio
no halló la necesidad
puerta franca, ni hasta ahora
ha entrado en ella el pesar. 300
La abundancia es quien la habita,
y hasta ella corriendo van
los deleites como ríos,
por ser Nineucio su mar.
Llámale rico avariento 305
la murmuración vulgar,
porque con ellos no gasta
los bienes que Dios le da;
miente el vulgo, que el avaro,
solo por acrecentar 310
riqueza a riqueza, es
verdugo de sí mortal.
Cuando más rico, es más pobre;
no come por no gastar,
no viste por no romper, 315
no duerme por no soñar:
en la casa de Nineucio,
desde el retrete al zaguán
todo huele a ostentación,
todo sabe a majestad. 320
Sus paredes cubren telas,
sus artesones están
compitiendo en sus labores
con la esfera celestial.
Viso delicado viste, 325
arrastra púrpura real,
sobre blandas plumas duerme,
en carrozas fuera va.
¿Qué invención el apetito
ha inventado, qué manjar 330
que no registre su mesa?
¿Qué licor tan cordïal
que su sed no satisfaga,
si su prodigalidad
empadronó para el gusto 335
cuanto abraza tierra y mar?
Luego no será avariento
quien, consigo liberal,
no malogra sus riquezas
y bienes con los demás. 340
Si es Nineucio, pues, tan rico,
discretos sois, sentenciad
el pleito de vuestro amor,
que entre tanto que envidiáis
mi elección y su poder, 345
él y yo con yugo igual