La adversa fortuna de don Álvaro de Luna - Antonio Mira de Amescua - E-Book

La adversa fortuna de don Álvaro de Luna E-Book

Antonio Mira de Amescua

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Beschreibung

La adversa fortuna de don Álvaro de Luna es un texto teatral de corte histórico del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. Se articula en torno a la figura histórica de Álvaro de Luna, bastardo del copero mayor del rey Enrique III, y sus aventuras y desventuras a la hora de ascender en el escalafón social y ocupar el puesto que merece.-

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Antonio Mira de Amescua

La adversa fortuna de don Álvaro de Luna

 

Saga

La adversa fortuna de don Álvaro de Luna

 

Copyright © 2006, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726660975

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

LA SEGUNDA [PARTE]

DE DON ÁLVARO [DE LUNA]

ACTO P[RIMER]O

Hablan en él:

rey don juan don álvaro de luna hernando de robles vivero infante de aragón dos soldados tres grandes linterna, gracioso doña catalina, infanta doña juana pimentel un criado del infante

[Salen] Robles y Nuño

robles Seas, Nuño, bien llegado

a los reinos de Castilla,

de los peligros de Oriente,

de aquellas fértiles islas

5 del mar Tirreno, después

que capitán en Sicilia

dejaste a España, no tienen

el estado que solían

las cosas: el rey es hombre,

10 a empresas grandes se inclina.

Niño lo dejaste, y ya

conocerle no podrías

a verle sin Majestad;

y la diferencia misma

15 en don Álvaro hallarás:

otro es ya, mas tanto priva

con el rey como merece.

¡Consérvele Dios la dicha!

Y pues la naturaleza

20 se mostró pródiga y rica

en sus partes, la fortuna

a sus pies esté rendida.

Muchos títulos no quiso,

muchos cargos, que podían

25 hacerle rico, no acepta.

¿Qué varón hay que resista

su mismo aumento? Éste solo

se niega al bien y porfía

con acciones militares:

30 venciendo huestes moriscas

las honras quiere ganar

a que el amor le convida

y, aunque resistió gallardo

al rey de Navarra el día

35 que a Castilla pasar quiso

sus banderas enemigas,

merced ninguna ha aceptado

hasta verse en la conquista

de Granada, donde piensa

40 dilatar la Andalucía.

Viudo está, ya lo sabrás,

porque murió doña Elvira

Portocarrero que fue

del señor de Moguer hija.

45 El rey, al fin, como sabes,

casó con doña María,

hija del rey de Aragón,

y las bodas en Medina

se celebraron, y ahora

50 esa grandeza que miras,

ese pasmo de los hombres,

esa pompa y bizarría,

ese concurso que ves

en San Pablo, es que bautizan

55 al Príncipe don Enrique,

que en las amenas orillas

de Pisuerga le ha nacido

deste matrimonio. Digan

los críticos las señales

60 con que los cielos avisan

revoluciones o aumentos

desta feliz monarquía.

Tres padrinos, tres señores,

han de sacarle de pila.

65 Don Alonso Enríquez es

uno dellos, sangre altiva

del mismo rey, gran señor

y Almirante de Castilla.

El Adelantado es otro;

70 ya sabes que se apellida

Sandoval, y «Diego Gómez»

ordinariamente firma.

Es don Álvaro de Luna

el tercero. No imaginan

75 a este propósito mal

políticos estadistas.

Dicen que los dos oficios

a don Enrique apadrinan,

y falta el de condestable,

80 que quedó de las rüinas

de Ruy López, y que ahora

querrá el rey que se lo pida

don Álvaro, porque así

en este bautismo sirvan

85 los tres oficios, que son,

–ya, Nuño, tienes noticia–:

almirante, condestable

y adelantado. La grita

y aclamaciones del vulgo

90 parece que nos avisan

que salen ya de la iglesia.

Deste lado se retira.

¡Oh!, acompañemos también

la soberana familia

95 del rey para ver despacio

lo que tanto nos admira.

Salen todos del bautismo: don Álvaro con un ropón y el niño; a sus lados

Almirante y Adelantado, y el Rey por otra puerta a recibir al niño*

rey ¿Cómo traéis al príncipe?

á lvaro Cristiano

del gremio de la Iglesia; y, con la risa,

como el alma es aliento soberano,

100 su oculto regocijo nos avisa;

tal, en florido abril, clavel temprano

muestra, rasgando la sutil camisa,

en las hojas que son esfera breve,

unas listas de sangre, otras de nieve.

105 Cuando desnudo infante se miraba,

con un ceño arrugó la hermosa frente,

de lágrimas los ojos coronaba,

mayorazgo de Adán inobediente,

y apenas del primer borrón se lava,

110 cuando, puesto el capillo transparente,

alado serafín nos parecía,

que del trono de Dios se desafía.

Él mismo, su rostro ya serenado,

a la vela se asió con tal denuedo

115 que apenas de su mano la ha quitado,

confuso, el arzobispo de Toledo.

Acuérdome que un ángel vi pintado

alumbrando, al hacer la cruz de Oviedo,

al artífice. Hoy vi su semejante

120 en este cielo de quien soy Atlante.

Por edades se cuente, y no por años,

su dichoso vivir, y tú le veas

conquistando los reinos más extraños,

gallardo Anquises deste nuevo Eneas.

125 No atienda a los mortales desengaños

entre las garras pálidas y feas

de la muerte, hasta ver cómo desata

la prudente vejez hebras de plata.

Alégrate de ver que excede y pasa

130 su edad a la del Fénix matizado

que en árabes aromas, hechas brasa,

su cuna y su sepulcro ha fabricado.

En ésta, ya del sol célebre casa,

de tus nietos te mires rodeado,

135 que con esto, señor, parecerías

al año con sus meses y sus días.

En tus armas coloque la granada

más hermosa del mundo Enrique; sea

quien aquella república cerrada

140 con flor de nácar en tu escudo vea,

que ahora, de turbantes coronada,

su pálida corteza abrir desea,

mostrando por rubís y hermosos granos

racimos de valientes castellanos.

145 Este pimpollo de tu ilustre copa

a Castilla dilate los extremos,

piélagos surque en atrevida popa

cuantos ocultos a los mapas vemos,

y revienten los límites de Europa

150 hasta que en Asia la Mayor llamemos,

a pesar de los bárbaros alfanjes,

Guadalquivir al Tigris, Tajo al Ganges.

rey Denle el Tiempo y la Fortuna

esa edad y ese trofeo,

155 que yo lo mismo deseo

a don Álvaro de Luna.

Si el gran Filipo decía,

cuando Alejandro nació,

que el cielo dicha le dio

160 porque en el tiempo nacía

de Aristóteles, y, diestro

en la virtud peregrina,

bebería la doctrina

de tan divino maestro,

165 lo mismo digo, que un rayo

será el príncipe temido,

pues en el tiempo ha nacido

que os podrá tener por ayo,

y aprenderá cada día

170 con ejemplos singulares

sus acciones militares

y cristiana policía.

á lvaro

A tanta satisfacción

el alma se rinde ya.

175 rey ¡Condestable, bueno está!

á lvaro

Esas palabras no son,

señor, las que os he pedido.

Nuestro concierto, ¿ qué fue?

¡Condestable yo! ¿Por qué,

180 si a los moros no he vencido?

rey Esa modestia es bizarra,

como lo fue esa cuchilla,

que retiró de Castilla

las banderas de Navarra.

185 Mayor victoria es vencer

un rey cristiano que un moro.

Vuestros méritos no ignoro.

Si bautizó el canciller

a don Enrique, es razón

190 que le hayan apadrinado

almirante, adelantado

y condestable, que son

los cuatro oficios supremos

de Castilla. Condestable,

195 vuestra modestia no hable,

y, porque os cansáis, andemos.

Sale Linterna, de capigorrón*

robles Andar.

linterna No andar, gran señor.

Deténgase, que no es río.

Atrevimiento es el mío,

200 pero discúlpalo amor.

Los sabios debemos ser

audaces con cortesía.

Yo soy de la astrología

el primer hombre, el primer

205 conocedor de los cielos,

un signo soy desatado

del zodiaco, he vagado

por trópicos paralelos,

rumbos, climas, epiciclos,

210 polos, astros, horoscopos,

garamantos y galopos,

horizontes y horiciclos.

Mi fama ha de ser eterna;

luz y guía soy del hombre,

215 y por aquesto es mi nombre

el Licenciado Linterna.

He sido levantador

deste admirable portento,

el dichoso nacimiento

220 del Príncipe mi señor.

Saca un papel muy grande*

Verás en esta figura

cuanto le ha de suceder.

Dáselo

rey Émulo no debe ser

de su Criador la criatura.

225 Lo que Dios ha reservado

para sí, no ha de inquirir

el hombre, ni debe oír

el próvido y recatado

los sucesos que revela

230 la judiciaria. Si son

adversos, dan aflicción,

su noticia desconsuela.

Si son prósperos, nos dan

vanagloria y confianza,

235 y si después hay mudanza

en los casos y no van

sucediendo de ese modo,

más nos afligen, y así

nunca esas figuras vi.

240 Sólo Dios lo sabe todo.

Suya es la muerte y la vida,

Él alcanza lo futuro.

[Rómpele el papel]*

Ni esto es cierto ni seguro,

la ciencia humana es fallida.

245 Ningún pronóstico leo

ni tengo noticia dél;

pero, aunque rompí el papel,

tomad, por el buen deseo.

Dale una cadena

linterna

¡Vivas más que el que no muere,

250 Fénix raro! Mas no es justo

adivinar sin tu gusto.

¡Vivas lo que Dios quisiere!

Y el príncipe que ha nacido,

porque España un César vea,

255 viva, señor; viva, y sea

lo que Dios fuere servido.

Tocan chirimías otra vez. Vanse [todos y queda Linterna]**.

Aquí, que nadie me ve,

¿dónde está la ciencia mía,

embustera astrología,

260 que yo palabra no sé?

Que mucho en mí no comienza

este modo de engañar;

¡linda cosa es el hablar

con ánimo y desvergüenza!

265 Un monstruo conozco yo,

hecho a manera de cepa,

que no hay ciencia que no sepa

aunque ninguna aprendió.

Sale Robles

[robles]

Señor astrólogo.

linterna Pues

270 ser astrólogo es ser loco.

robles Manda que le espere un poco

el condestable.

linterna ¿ Quién es?

robles Don Álvaro, mi señor.

linterna

¿Desde cuándo?

robles Desde ahora.

linterna

275 Es muy dichosa esta hora,

que está en la Osa Mayor

muy retrógrado Saturno.

Nadir y Cenit están

en oposición del Can,

280 junto al luminar Triurno.

Yo me acuerdo, y muy aína,

cuando no era condestable.

robles ¡ Linda memoria!

linterna ¡Notable!

Tomé la jacarandina.

285 robles La nacarnina dirá.

linterna

Todo lo tomo. ¿Es dador

don Álvaro, mi señor?

robles Ya ha venido y lo sabrá.

[Sale don Álvaro]*

á lvaro

Licenciado, ¿ se acordó

290 de alzar aquella figura

que le dije?

linterna ¡Qué locura!

¡No preguntara más yo!

Pues estoyme aquí acordando

cosas que espantan y ¿había

295 de olvidar lo que vusía

tanto me está suplicando?

El año de cuatrocientos

que nació (¡dichosas mentes!),

tenía por ascendentes

300 dos planetas turbulentos,

Marte y Venus. Cada uno

por horóscopo tenía

a Mercurio y a su tía,

ya se sabe que ésta es Juno.

305 Mirando estaban, de trino,

Júpiter y los Triones,

y haciendo las direcciones.

Lo que juzgo y adivino

es que tiene la fortuna

310 de hacer prodigios notables

con todos los condestables

dichos Álvaros de Luna;

Con desdichas y embarazos,

todos aquellos a quien

315 hará en este mundo bien