La redacción de un periódico - Manuel Bretón de los Herreros - E-Book

La redacción de un periódico E-Book

Manuel Bretón de los Herreros

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Beschreibung

Comedia de gran calado en la escena teatral de su época, como es acorde a su exitoso autor, Manuel Bretón de los Herreros. En ella vemos las oficinas de un periódico que pasa por apuros económicos debido a la mala situación de la prensa en España. Las penurias de su editor sirven al autor para realizar una mordaz crítica a la política y la sociedad de su época, todo ello con la excusa de una trama de amor en la que un periodista luchará por no separarse de su amada, a quien han prometido en un matrimonio de conveniencia.

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Seitenzahl: 84

Veröffentlichungsjahr: 2022

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Manuel Bretón de los Herreros

La redacción de un periódico

Comedia en cinco actos

Estrenada en el teatro del Príncipe el día 5 de julio de 1836.

Saga

La redacción de un periódico

 

Copyright © 1836, 2022 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726653700

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAJES

DOÑA PAULA. DON TADEO. DON AGUSTÍN. DON FABRICIO. DON LORENZO. EL REGENTE. DON ANTONIO. UN TAQUÍGRAFO. UN CAPITÁN. UNA ACTRIZ. EL PORTERO. UN ESCRIBIENTE. SUSCRIPTORES.

La escena es en Madrid.

Acto I

La contaduría

Sala con puerta a la derecha del actor, que es la principal, y otras dos a la izquierda; la más inmediata al proscenio guía a las cajas; la otra a la redacción. En el foro un balcón. Mesa de escritorio con papeles, libros de cuentas, etc., y otra con tapete verde, donde trabaja un ESCRIBIENTE.

Escena I

DON FABRICIO. El ESCRIBIENTE.

 

Aparecen DON FABRICIO y el ESCRIBIENTE sentados, el primero a la mesa de escritorio, y el segundo a la otra.

 

DON Esa carta a La Coruña.

FABRICIO Ya creo que van doscientas.

¡Que nunca haya de dar cuentas

aquel librero garduña!

Acabe usté ese balance, 5

y cuidado con la pluma;

no equivoque usted la suma

de la data o del alcance.

¡Ah!, ¿cuántos números sueltos

se despacharon ayer? 10

Di trescientos a vender...

ESCRIBIENTE Todos han sido devueltos.

La empresa está en decadencia.

Si no hay quien le dé un impulso.

DON ¡Vaya usté a escribir con pulso, 15

FABRICIO con templanza, con prudencia!

En no tocando a rebato

todo escritor se malquista.

No hay quien lea a un periodista

si es periodista sensato. 20

Con esta guerra civil...

¿Dónde estás, que no te veo,

tiempo amable del Correo

literario y mercantil?

Sin disputas, sin rivales 25

su redacción prosperaba,

y eso que vivía esclava

de censuras monacales.

No hay cosa como escribir

bajo la sombra de un solio, 30

y ejercer el monopolio

de desbarrar y mentir.

Pero cesó el privilegio,

y hay plaga de publicistas,

y se echan a periodistas 35

los muchachos de colegio.

¿Cómo el lucro del oficio

a tantos ha de alcanzar?

Si cuatro pueden medrar,

cuarenta van al hospicio. 40

Así en tres años de fecha

lo menos treinta finaron,

y todos ellos soñaron

una fortuna deshecha.

El venerable Correo 45

murió de un golpe de estado;

murió también extenuado

el narcótico Ateneo.

Murió eclipsada la Aurora

víctima de un mandarín, 50

y la Crónica dio fin

por meterse a redentora.

Sin cumplir del año un tercio

a oscuras murió la Estrella,

y poco vivió más que ella 55

el Boletín del Comercio.

El rayo ministerial abrió

un mismo panteón

al Eco de la Opinión,

al Tiempo, al Universal, 60

y al Cínife, que asustaba

cual horroroso vestigio,

y a aquel atrevido Siglo

que cual Ícaro volaba.

Y feneció el Nacional, 65

que Fénix renace ahora,

y se suicidó en mal hora

la Gaceta judicial.

El efímero Ladrón

dijo al morir en la cuna: 70

no os hago falta ninguna.

¡Hay tantos en la nación!

Cayó en el profundo abismo

la Floresta, aún muy novicia,

y el Eco de la justicia 75

se hizo justicia a sí mismo.

Cayó el Mantuano Guerrero,

y cayó el Observador,

y cayó el Compilador,

y trasmigró el Mensajero. 80

Y aunque diz que Metlemic

amaba su tierna infancia,

no salió de la lactancia

la Péninsule ibérique.

¡Cayó en fin la Miscelánea, 85

cayó el Álbum, Dios le asista!

y la Abeja, y el Artista,

que se dio muerte espontánea.

Y otros varios que no cuento

su breve vida acabaron, 90

sin contar los que espiraron

antes de su nacimiento.

Y también, según barruntos,

irá el nuestro el mejor día

A la santa cofradía 95

de los hermanos difuntos.

Escena II

DOÑA PAULA. DON FABRICIO. El ESCRIBIENTE.

 

DOÑA PAULA trae alguna labor ligera, que deja sobre una silla; DON FABRICIO se levanta y el ESCRIBIENTE sigue trabajando.

 

DOÑA ¿Dónde está don Agustín?

PAULA Son las diez, y aún no ha venido!

DON ¿Qué ha de hacer el pobre mozo

FABRICIO si se retiró a las cinco? 100

Que aunque dijo..., yo no sé

fijamente quien lo dijo,

que con amor no se duerme,

es garrafal desatino.

DOÑA ¿Tan tarde se retiraron 105

PAULA ustedes?

DON ¡Ese maldito

FABRICIO periódico... Si él no acaba,

tiene de acabar conmigo.

Cuartillas y más cuartillas...

Nada basta. Es un abismo. 110

Y, ya se ve, aunque se llenen

ocho columnas de ripio,

para llenar las que restan

es fuerza sudar el quilo,

si uno ha de escribir do modo 115

que no mate de fastidio

al benévolo lector.

¡Y cada día lo mismo!

¡Es mucho afán!

DOÑA Sí por cierto. 120

PAULA Con ese trajín continuo

esta casa es un babel.

Allá cajas y rodillos,

acullá prensas,

aquí el cierre y el embolismo 125

de cuentas y suscripciones,

más allá papeles, libros...,

adentro la redacción...

Vaya, es mucho laberinto.

Y tanto entrar y salir, 130

tanto disputar... ¡Dios mío!

Así es que a todos nos lleva

papá como zarandillos.

Yo misma más de una vez

tengo que poner en limpio 135

los borrones de mi padre

cuando se mete a erudito,

o ayudo a pasar las pruebas,

o traduzco un parrafillo

de modas. ¡Oh, qué ajetreo! 140

Yo no sé quién ha metido

a mi padre en tal Liorna;

y aun si fuese productivo

el periódico...; mas temo

que sobre perder el juicio 145

nos ha de dejar por puertas.

DON ¡Qué quiere usted! Los partidos...

FABRICIO Como a ninguno halagamos

y a todos los combatimos,

y no queremos carlistas, 150

y no hay aquí dos patricios

que piensen del mismo modo,

¿ dónde hemos de hallar amigos?

DOÑA Si por Agustín no fuera,

PAULA vería con regocijo 155

la muerte del tal diario.

Así daría otro giro

a su capital mi padre,

y no estaría en peligro

de ir a parar con sus huesos 160

un día a San Bernardino.

Mas si el periódico cesa,

ya no tendremos arbitrio

para vernos; y aun así,

si no muda de designio 165

mi padre...

DON ¿Quién...? Es la voz

FABRICIO de don Agustín... El mismo.

Escena III

DOÑA PAULA. DON FABRICIO. DON AGUSTÍN.

 

DON ¡Paula querida! Te veo,

AGUSTÍN y no a tu padre cruel.

¡¡Venturoso el día de hoy 170

me ha amanecido...

DON FABRICIO A las diez.

DON Déjame besar tu mano

AGUSTÍN una vez, y dos y cien...

DOÑA PAULA Quieto, que no estamos solos.

DON Don Fabricio siempre fue 175

AGUSTÍN mi mejor amigo...

DON FABRICIO Cierto.

DON AGUSTÍN Colaborador...

DON ¡Pardiez!

FABRICIO Para besar lindas manos

cualquiera lo puede ser;

pero con nueve chiquillos 180

y al borde do la vejez...

Harta colaboración

tengo yo con mi mujer,

y el periódico y las cuentas...

DON El Escribiente, ya ves... 185

AGUSTÍN Aquello es sólo una máquina

para embadurnar papel.

DOÑA PAULA Mas si nos viese mi padre...

DON ¡Si al cabo lo ha de saber!;

AGUSTÍN si al cabo será forzoso 190

que su licencia nos dé...

DOÑA PAULA Lo dudo.

DON Don Agustín,

FABRICIO ya es tarde: examine usted

el artículo de fondo,

y a ver si se ha de poner 195

boletín de variedades,

o el comunicado aquel...

DON Lugar tenemos: todo eso

AGUSTÍN lo puede usté hacer muy bien.

DON Usté es redactor en jefe. 200

FABRICIO Yo no me debo meter...

DON Tenga usted piedad de mí.

AGUSTÍN Sabe Dios cuándo podré

volver a hablar con mi Paula.

Ahora que llegó mi vez 205

góceme yo en esos ojos,

y al alma rendida y fiel

vuelvan la calma perdida

sus labios de rosicler.

¿Quiere usted que hable de Cortes, 210

o de la legión de Argel,

o de los partes de Mina,

de si coopera el inglés,

de la ley electoral,

de si alza o baja el papel..., 215

cuando en plática sabrosa

jurar puedo eterna fe,

constancia eterna a la bella

que es mi patria, que es mi Edén,

y que al fin será mi esposa, 220

o he de morir a sus pies?

Si ha de ser causa el periódico

de turbarme en mi placer

un instante, un solo instante,

lléveselo el diablo.

DOÑA PAULA Amén 225

DON FABRICIO Pero...

DOÑA Tiene mil razones.

PAULA Déjeme usté hablar con él.

Preciso es tener una alma

de hielo o de no sé qué...

DON AGUSTÍN Un alma de periodista... 230

DOÑA PAULA Para interrumpir...

DON ¡Sandez

AGUSTÍN como ella...!

DOÑA El tierno coloquio

PAULA de dos que se quieren bien.

DON Bien está. No hay que enfadarse.

FABRICIO Yo solo trabajaré, 235

que a celo nadie me gana

y a mirar con interés

el papel que, malo o bueno,

al fin me da de comer.

Así, yo soy fac totum, 240

de la empresa; usted lo ve.

Yo redacto, yo traduzco,

yo corro como un lebrel

a caza de novedades,

yo las invento también 245

si es preciso, yo recibo

las suscripciones del mes,

llevo la cuenta y razón...,

-eso da poco que hacer-,

despacho todo el correo, 250

corrijo pruebas después,

y echaré mano a una prensa

cuando sea menester;

sí, señor...¡Pero yo estaba

hablando con la pared! 255

No es maravilla. Muchachos...

Vuelvo a mi tarea pues.

(Vuelve a sentarse, y escribe.)

DON AGUSTÍN ¡Qué me dices!

DOÑA Que se empeña

PAULA en que vaya a Santander.

Como está tan achacoso 260

mi tío don Bernabé

y no tiene ningún hijo...

DON Sí, la codicia... ¡Eso es!

AGUSTÍN No quiere que se le escape

la herencia.

DOÑA Su proceder 265

PAULA no es extraño. Cada cual

mira por sí.

DON Ya; tal vez

AGUSTÍN tú también deseas...

DOÑA ¡Yo!

PAULA ¡Qué!, ¿soy yo tan ruin mujer

que tal se piense de mí? 270

Quince días de esquivez

no son bastante castigo

para esa injuria cruel.

DON AGUSTÍN ¡Ah!, perdona...

ESCRIBIENTE¿ A quién va esto?

DON FABRICIO Al librero de Jerez. 275

DON Sólo al contemplar que ausente

AGUSTÍN de tus ojos me he de ver,

pierdo el juicio.

DOÑA Como el tío

PAULA me conoció en mi niñez,

me quiere mucho, y porfía 280