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Cautela contra cautela es una comedia teatral del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, se articula en torno a un malentendido amoroso que propiciará numerosas situaciones de enredo, siempre vistas desde el prisma de profunda moral católica del autor.
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Seitenzahl: 82
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Antonio Mira de Amescua
Saga
Cautela contra cautela
Copyright © 2002, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726661293
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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« Representóla Amarilis»
Calle de Nápoles en que están las casas de Elena y de Porcia.
Es de noche; sale Chirimía de noche
chirimía
Ya el cielo, como un pavón,
las ruedas ostenta bellas
con las lucidas estrellas,
que sus ojos de Argos son.
5 Ya el cielo está como un huevo:
estrellado el mundo está.
Vestido de negro ya,
salga vuexcelencia.
Salen Enrique y Julio
enrique Debo
recatarme, cosa es clara,
10 cuando en Nápoles estoy
y Enrique de Ávalos soy,
marqués del Basto y Pescara.
Don Alfonso de Aragón,
rey de Nápoles, confía
15 de la diligencia mía
con una inmensa afición,
este reino. Y un privado,
ministro por tales modos,
ha de dar ejemplo a todos.
20 ¿Qué mucho que recatado
salga yo por la ciudad
de noche a barrios señores,
si aunque son castos amores,
mostrarlos es liviandad?
chirimía
25 Disculpado estás conmigo.
Tu criado soy, y rondo
en público, no me escondo.
julio ¿No fuera bien que un amigo
de los dos que quieres tanto
te acompañara?
30 chirimía Ellos son
amigos con intención.
Úsanse ya, no me espanto.
enrique
Don César y Ludovico
en mi amistad se declaran,
35 y los dos me acompañaran;
mas mi amor no les explico.
chirimía
Si tú privado no fueras,
fueras amigo precioso;
que no sabe el poderoso
40 cuál es su amigo de veras,
qué amistad hay verdadera.
Mas destos que te han seguido
como sombra, ¿cuál ha sido
más leal?
enrique Si eso supiera
45 fuera soberana luz,
y en mucho más lo estimara
que ser marqués de Pescara
ni ser privado de Cruz.
Yo pienso que ambos lo son
muy de veras.
50 julio Certifico
que pienso que Ludovico
ha hecho demostración
de amigo más verdadero:
Lenguas se hace en alabarte.
chirimía
55 ¡Qué poco sabes del arte
de un amigo lisonjero!
Si deso te satisfaces,
en él la amistad se acaba.
Siempre Ludovico alaba
60 lo que dices, lo que haces,
lo que comes, lo que bebes,
lo que calzas, lo que vistes,
lo que ríes; y son chistes,
motes y sentencias breves
65 cuanto arrojas por los labios
aunque necedades sean.
Y amigos que lisonjean,
ni son amigos, ni sabios.
Mira, y con ojos serenos
70 a César siempre verás.
Sin duda te quiere más,
pues es quien te alaba menos.
Salen César y Ludovico
césar ¡Don Enrique, mi señor,
solo, y a la sombra muda
75 de aquesta noche! ¿Quién duda
que son milagros de amor?
chirimía
No va solo, pues que vamos
dos con él.
césar ¡Oh, Chirimía!
chirimía
Ésta tu amor me debía;
80 págame y en paz estamos.
enrique
Confesando la verdad
a lo que César sospecha
porque es religión estrecha
la que impone el amistad,
85 respondo que amor ha sido
la causa que así me lleva,
tan peregrina y tan nueva,
que nunca la habréis oído
en fábulas ni en historias.
90 césar ¿Amas alguna pintura
o estatua?
enrique De esa locura
ya en las humanas memorias
hay noticia: Amor, que es dios,
ostenta así su deidad.
ludovico
95 ¿En qué está la novedad?
enrique
¿No es bien nuevo amar a dos?
chirimía
No, señor, ni amar a mil,
porque tú tienes criado
que en un mismo tiempo ha amado
100 un salchichón, un pernil
y una bota de hipocrás,
dos de Candía, cuatro griegas,
treinta fregonas gallegas
y trescientas cosas más:
105 Que es socorro y estribillo
de poetas de repente.
enrique
Calla, loco impertinente.
chirimía
Si pudiere conseguillo,
dame, señor, por callado.
enrique
110 Digo, pues, que dividido
en dos partes he tenido
este amoroso cuidado.
Porcia pobre y rica Elena
me dan tan igual la gloria
115 que suspenden la memoria
y hacen dudosa la pena.
Dos bellezas, un objeto,
formaron un mismo ser,
aunque no es milagro ver
120 dos causas con un efeto.
condesas son; en belleza,
competidoras de Apolo;
Porcia en el título sólo,
Elena en nombre y riqueza.
125 En Elena y Porcia unida,
amor con gloriosa palma
tiene en dos cuerpos un alma,
en dos almas una vida,
en dos vidas una suerte,
130 una beldad en dos mayos,
un resplandor en dos rayos,
en dos rayos una muerte.
Siento entre Porcia y Elena
dividida la memoria;
135 con el favor una gloria,
con el desdén una pena.
Cada cual en mi deseo
imprime luz rigurosa,
y aunque hermosas, más hermosa
140 pienso que es la que antes veo.
Y si acaso Amor dispuso
que estén juntas, mis sentidos
andan ciegos y perdidos
en laberinto confuso.
145 El afecto mismo se ata,
no hay aliento que se atreva,
Elena el alma me lleva,
Porcia el alma me arrebata.
De modo que indiferente
150 en pasión tan inhumana,
tengo por más soberana
aquella que está presente;
y como el Amor es dios,
prueba a hacer con ese efeto
155 de las dos sólo un sujeto,
o dividirme a mí en dos.
Mas como poder no halle
para hacer uno de tres,
forma un caos que no sé qué es,
160 ni qué nombre pueda dalle.
ludovico
¡Divinamente ha pintado
sus afectos vuexcelencia!
¡Qué discreción! ¡Qué elocuencia!
chirimía [Ap.]
¡Qué bellacón! ¡Ah, taimado!
165 Claro está que habrá de ser
pintado divinamente.
ludovico
Amor que es tan diferente
del uso y del proceder
común sólo merecía
170 crecer bello y prodigioso
de ese pecho generoso,
de esa española osadía.
césar Antes, si me da licencia
en esto vuestro favor,
175 yo digo que no es amor
el que tiene vuexcelencia.
ludovico
¿Qué ha de ser?
césar Inclinación
a dos mujeres tan bellas,
nacida de las estrellas
180 o de la propia elección,
halló méritos iguales
en discreción y beldad,
e incitó la voluntad
los afectos naturales,
185 con que se sintió agradado
de ambas con indiferencia.
Y con esto vuexcelencia
no es amante, es inclinado.
ludovico [a César]
¿Cómo puede errar un punto
190 entendimiento tan grave,
el marqués, siendo quien sabe
más que todos en conjunto?
Con él, ingenio pelea
mucho; más filosofía
195 que Aristóteles sabía
sabe él, y lo que desea.
Errar no puede el marqués:
Amor llamó a su cuidado,
y pues amor le ha llamado,
200 no es otra cosa; amor es.
chirimía [Ap.]
Acabóse, errar no puede.
Un ángel tengo por amo.
enrique
Si bien o si mal le llamo,
para otro lugar se quede.
205 Bien sé que habrá de parar
este afecto indiferente
en una, y que solamente
un sujeto habré de amar;
y sé que aquesta ha de ser
210 la que amare más de veras,
que no hay partes lisonjeras
que obliguen más a querer;
que amor es correspondencia.
A las dos tengo de hablar,
215 y las habéis de escuchar
con atenta diligencia,
para ver si conocéis
cuál tiene amor verdadero.
Y en estas dudas espero
220 que desengaños me deis.
ludovico
Fuerza es que ambas quieran bien
conociendo su valor.
césar Es investigable amor:
Vendados ojos no ven.
enrique
225 Ya a los balcones de Elena
llegamos, y ella me aguarda.
ludovico
¡Qué discreta, qué gallarda
saldrá a escuchar la sirena
de tu lengua!. Si es servido
230 vuexcelencia, los criados
pueden quedar retirados.
Haremos menos rüido.
enrique
Idos pues.
chirimía Si ésta, que saca
mi valor, no va a tu lado,
te falta...
235 enrique ¿Qué habrá faltado?
chirimía
Una espada muy bellaca.
Vanse los criados
césar [Ap.]
Porcia ilustre, a quien desea
en vano el alma dichosa,
Porcia, como necia, hermosa,
240 Porcia sabia como fea,
salid, salid de mi pecho.
El marqués del Basto os ama.
No caben amigo y dama
en corazón tan estrecho.
245 No se declare mi amor,
ya que hasta aquí, por mi bien,
ni me ha turbado el desdén,
ni me ha alentado el favor.
Sale Elena a la ventana
enrique
¿Es Elena?
elena ¿Es el marqués?
enrique
250 Sí soy, que el ser que he tenido
soplo de tu boca ha sido,
sombra de tus rayos es.
En tu beldad divertida
sin vida el alma llegó;
255 preguntaste si era yo
y tu voz me dio la vida.
elena Luego si en ausencia mía
muerto, como dices, eres,
tu misma vida no quieres,
260 pues no me ves cada día.
ludovico
Divinamente arguyó.
enrique
Dijeras bien desa suerte
si el ver o el dejar de verte
consistiera en mí, pues yo
265 con alma atenta y unida
a tu presencia dichosa,
ver no quisiera otra cosa,
por tener eterna vida.
Pero la merced del rey
270 a ser mi desdicha viene,
pues sin vida me detiene
por obligación y ley
en tu ausencia y en tu gloria,
pero yo aunque no te veo,
275 Argos hago del deseo,
ojos hago a la memoria.
elena Tú divertido y llevado
desa causa superior,
no dejarás al amor
280 un átomo de cuidado,
porque es dulzura el privar
que a todo deleite pasa;
pero yo, sola en mi casa,
¿qué he de hacer sino llorar?
enrique
285 ¿Qué sientes desta razón,
Ludovico?
ludovico [Ap.] Que es felice,
que ama de veras, y dice
afectos del corazón.
elena Enrique, amor verifica
290 su fuerza, en mí poderosa,
tanto, que estoy envidiosa
del rey, porque comunica
siempre tu ingenio; y entiendo