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El animal profeta es una de las comedias religiosas del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. Se articula en torno a un malentendido amoroso en el que intervienen tanto el demonio como el Niño Jesús, uno para frustrar un amor puro y el otro para salvaguardarlo.
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Seitenzahl: 82
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Antonio Mira de Amescua
Edición de Aurelio Valladares Reguero
Saga
El animal profeta
Copyright © 2005, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726661255
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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Hablan en ella las personas siguientes
julián
laurencia
ludovico , su padre
duque de calabria
rosamira , su madre
criado del duque
alejandro , viejo
demonio
vulcano
un cojo y un ciego
irene
dos pobres
laura
una mujer con un niño
federico
un estudiante
arnesto
un soldado
enrique
niño jesús
Sale Irene con un papel***
irene Jardín hermoso y rico,
que en belleza compites
con aquel que celebra
la antigüedad en Chipre.
5 Fragrante tierra bella
de las rosas felices
de espinas os armáis
agudas y sutiles.
Hermosas clavellinas,
10 vergonzosas de oírme,
pues las hojuelas blancas
de púrpura se tiñen.
Mosquetas olorosas,
que estrellas parecistes
15 en cielos de esmeraldas,
si hay cielo tan humilde.
Cándidas azucenas,
dignas de que os estimen
por ricas, pues naciendo
20 granos de oro ofrecistes.
Artemisa gallarda,
vistosos alhelíes,
altivos girasoles
que del sol fuistes linces.
25 Sabed todas que Irene,
que es la que agora os dice
palabras tan suaves,
requiebros tan humildes,
adora a Julián.
30 Mas, ¿qué es esto? ¿Yo os dije
tan guardados secretos?
La vergüenza me oprime,
que, aunque la lengua calle,
los ojos lo repiten,
35 pero consolárase
mi pensamiento firme
con pensar solamente
que es el suceso insigne.
Un papel me ha enviado
40 y no he podido abrille
por el temor de un padre
que celoso me sigue.
Vos, jardín, solamente
sois testigo apacible.
45 Sed noble y el secreto
a nadie se publique.
Aqueste es el papel,
la nema rompo humilde
y comienzo a leer
50 discursos que ansí dicen:
Lee*
«Dícesme, divina Irene,
que por el grave rigor
de un padre mi justo amor
grande galardón no tiene.
55 Esa disculpa previene
poco amor, que, aunque he pensado
que tu padre el ser te ha dado,
que pienses también es justo
que el parentesco del gusto
60 es parentesco doblado.
Quien ama, Irene, de veras,
si no nace de accidente
este amor, a inconveniente
no mira. Si tú quisieras,
65 a mil daños te opusieras,
cuanto más a un rigor leve
de un padre que mostrar debe
como padre algún rigor,
porque no hay constante amor
70 hasta que el rigor le pruebe.
Apenas tu rostro vi
cuando al mirarte cegué.
Vulcano poco a poco*
Y por mostrarte mi fe
toda el alma te ofrecí.
75 Saber quisiera de ti
si has de pagarme o si no.
Vuélveme el alma, que yo,
si éste no llego a escuchar,
por fuerza se le ha de dar
80 al mismo que la crió».
vulcano
¡Qué conforme está con Dios
este desdichado amante!
irene ¿Quién es?
vulcano Cierto hombre estante.
irene ¿Vos sois?
vulcano ¡Qué donoso vos!
85 irene ¿Cómo habéis entrado aquí?
vulcano
Abierta la puerta hallé
y por aqueso me entré.
Tened lástima de mí
y no os enojéis, señora,
90 que ciertos presagios malos
me andan anunciando palos
y pienso que ésta es la hora.
irene Idos fuera.
vulcano Aunque un perrengue
de Guinea o un lacayo
95 que exceda en altura a un mayo
mi pobre cuerpo derrengue
a palos, no pienso irme,
ya que mi dicha halló entrada,
sin deciros mi embajada.
100 irene ¿Qué tenéis vos que decirme?
vulcano
Que Julián, mi señor,
vuestro amante noble y fiel,
la respuesta de un papel
–no habéis de mostrar rigor–
105 os pide tan solamente.
Pienso que ya os enojáis
y en altas voces llamáis
a la lacayuna gente.
Y juntamente me dijo...
Espántase Vulcano*
¡Válgame Dios!
110 irene ¿Qué te altera?
vulcano
Algún palo pensé que era
de algún lacayo prolijo.
irene ¿Qué os dijo más?
vulcano Saber quiere...
(no es ésta mala señal,
115 señora, si güelo mal,
súfralo cuanto pudiere).
Dijo que si acaso vos
responder no habéis podido,
que hoy, por sentirse afligido,
120 efectos del ciego dios,
con su padre va a la quinta
que junto a la vuestra está;
que hagáis vos por ir allá,
pues veis el amor que os pinta.
125 Y él entonces, disfrazado,
fingiendo que va a cazar,
sus padres podrá dejar
y os hablará sin cuidado
del vuestro, que tanto os cela,
130 donde sabrá la respuesta
de vos misma.
irene ¿Hay más?
vulcano Aquesta
es mi embajada.
irene Recela
el alma.
vulcano No receléis
de decirme vuestro intento.
135 irene Tener agradecimiento
que es acción noble sabréis.
vulcano
Y es un ingrato villano
cualquiera que no agradece.
irene Mucho Julián merece
140 por galán y cortesano.
Pero no sé si me atreva
a declararme con vos.
vulcano
¿Cómo es eso? Vive Dios,
que aunque vuestro padre mueva
145 y convoque más parientes
que ha tenido el padre Adán,
que todos no bastarán
a sacarme de los dientes
una palabra, y aquesa
150 ha de ser un nones duro
como un hueso. ¡Aquesto juro
por la vida de Teresa
de Brillones, madre mía!
irene ¿Cómo os llamáis?
vulcano ¿Yo? Vulcano,
155 que tuve un padre romano
que por costumbre tenía
ponernos por apellido
el nombre de un dios y ansí
Vulcano me llamó a mí,
160 que es un dios muy conocido.
irene ¿Sois bien nacido?
vulcano No sé
si nací bien o si no.
La comadre que lo vio
dará testimonio y fe.
165 Pero soy cristiano viejo,
aunque no como tocino
no siendo magro, ni vino
bebo cuando no es añejo.
Y pinto en mi noble escudo,
170 aunque enemigo del agua,
unos hierros y una fragua.
irene Que seréis noble no dudo.
¿Una fragua?
vulcano Ya infiero
que pondréis inconvinientes,
175 mas póngola por parientes
de Vulcano, dios herrero.
Y en hacer esto hago bien
por imitar muchos hombres
que usurpan de ajenos nombres
180 y hurtan las armas también.
irene Pues mira, a vuestro señor
decid que tenga esperanza,
que si el que porfía alcanza,
porfiar no será error.
185 Y que a mi padre diré,
pues tan poco está distinta
la suya, que a nuestra quinta
me lleve, donde podré,
pues tiene de ir disfrazado,
190 decille mi pensamiento.
vulcano
Salto y brinco de contento.
irene Y advertid que esté guardado
el secreto.
vulcano El alma propia
será su custodia y guarda.
irene Adiós.
195 vulcano Ya no me acobarda
ningún negro de Etiopia
ni lacayo giganteo,
pues que me voy como un rayo.
irene ¡Mi padre! ¡Ay de mí!
vulcano Un desmayo
200 me ha dado mortal y feo.
Peor es la recaída.
¿Qué he de hacer?
irene ¡Perdida soy!
vulcano
Una trampa viendo estoy
que ha de venirme a medida.
Sale Alejandro, viejo
alejandro
205 ¿Dónde pudiera yo hallar
a Venus sino entre flores,
donde pájaros cantores
la puedan lisonjear?
Mas, ¿quién está aquí?
irene [Ap.] ¡Ay de mí!
vulcano [Ap.]
210 (Industria, tu favor pido;
a muy buen tiempo ha venido.
Por bien empleado vi
el aguardar). ¿No es el padre,
vuestra merced, desta dama?
alejandro
Sí soy.
215 vulcano Pues hoy tuve fama
que esta señora y su madre,
que agora se va de aquí...
alejandro
¿Su madre? Ésos son engaños,
que ayer cumplieron tres años
220 que su compañía perdí.
vulcano
Alguna dueña sería.
alejandro
¿Dueña?
irene [Ap.] Mi desdicha ordena.
vulcano
O era algún capón en pena,
porque barbas no tenía.
alejandro
225 En efecto. ¿Qué buscáis?
vulcano
Tuve, como digo agora,
fama que aquesta señora,
a quien vuestra hija llamáis,
era mujer muy curiosa.
230 Y ansí a informarme he venido
si unas piedras que he traído
de la China calurosa,
las quiere ver y comprar,
si alguna dellas le agrada.
alejandro
¿Dónde están?
235 vulcano En la posada,
porque acabo de llegar
en este punto.
alejandro Y decid:
¿qué virtudes tienen?
vulcano Muchas,
porque son piedras machuchas.
alejandro
240 Parte dellas referid.
vulcano
Una que llaman..., el nombre
se me olvida, ansí, « berruga»,
que dentro de una tortuga
halló el Viernes Santo un hombre,
245 trayéndola en el sombrero.
Un calvo no lo será.
alejandro
¿Cómo ansí?
vulcano Se le caerá
el cabello todo entero.
alejandro
Y eso, ¿no será peor?
vulcano
250 No, señor, que bien mirado
mayor gracia es ser pelado
que no calvo.
alejandro ¡Lindo humor!
vulcano
Otra llaman « chinfonía»,
pero pesa mucho.
alejandro ¿Cuánto?
vulcano
Seis o siete arrobas.
255 alejandro ¿Tanto?
¿Y tan lejos la traía?
vulcano
Tiene virtud tan notable
que ella se viene tras mí.
alejandro
Tal maravilla no oí.
vulcano
Ni yo tampoco.
260 alejandro Admirable
grandeza.
vulcano Esta piedra hará
nacer barbas a un capón.
alejandro
Tendrá grande estimación.
vulcano
Siete millones valdrá.
alejandro
265 ¿Pues cómo se hace el remedio?
vulcano
Sin peligro ni sin daño
ha de tomar cada un año
el capón adarme y medio
de aquesta piedra, y molida
270 la ha de beber en un vaso
de vino, y a aqueste paso,
el día que esté bebida
toda la piedra, tendrá
más barbas que un ermitaño.
alejandro
275 Si ha de tomar cada un año
adarme y medio, será
forzoso el vivir millones
de años.
vulcano A pocos aplace,
porque esto sólo se hace
280 para inmortales capones.
Otra piedra, aquesta es,
la que se maneja más,
que en el peje Nicolás
la halló un libre calabrés.
285 Llámase « zarabullí»;
con aquesta no hay mujer
difícil de pretender...
alejandro
Ya de aquesa piedra oí.
vulcano
Aunque sea una Lucrecia,
290 si aquesta piedra preciosa
toca, la hace amorosa,
y le estima, adora y precia
al que la tiene y se va,
aunque no quiera, tras él,
295 amante, amorosa y fiel.
alejandro
Eso imposible será:
el cielo aún apenas puede