El conde Alarcos - Antonio Mira de Amescua - E-Book

El conde Alarcos E-Book

Antonio Mira de Amescua

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Beschreibung

El conde Alarcos es una comedia teatral del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. La historia se articula en torno a la leyenda castellana de un caballero valeroso que solicita la mano de la infanta en su juventud. Al no recibir respuesta, desposa a otra dama, pero la Infanta, que sí está enamorada de él, exige que mate a su esposa para desposarla a ella.

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Seitenzahl: 74

Veröffentlichungsjahr: 2021

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Antonio Mira de Amescua

El conde Alarcos

 

Saga

El conde Alarcos

 

Copyright © 1719, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726661194

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

EL CONDE ALARCOS

DEL DOCTOR MIRA DE AMESCUA

Hablan en él:

REY INFANTA, dama EL CONDE ALARCOS BLANCA, dama EL MARQUÉS DE MANTUA BLANCAFLOR, su hija RICARDO PORCIA, dama GIL, villano gracioso BARTOLA, villana graciosa TIRSO, villano PASCUALA SILVIO, villano MÚSICOS

ACTO PRIMERO

Hacen ruido de caza dentro y salen la Infanta con venablo y Porcia

infanta ¡Qué dichosa hubiera sido,

Amor, si tú no supieras

que son celos – y no fieras–

los que al monte me han traído!

5 ¿ Quién podrá decir que celos

me traen fatigando montes

que, en alegres horizontes,

son columnas de los cielos?

porcia Yo a lo menos lo dijera.

infanta

10 La caza y Amor no son

de distinta condición.

porcia Dí cómo.

infanta De esta manera:

al conde Alarcos amé;

afición es peregrina;

15 fuerza de estrellas me inclina;

resistí, y en vano fue.

Creció amor. Súpolo el conde,

que mis ojos sin temor

fueron lenguas; porque amor,

20 cuando calla, no se esconde.

Prometíle ser su esposa;

y, cuando a razón como ésta

esperaba una respuesta

dulce, alegre, generosa,

25 dudoso me niega el sí;

huye, tímido, la mano;

y a que bien tan soberano

le turbaba, atribuí

sus dudas; pero después...

30 (¡aquí el alma se me arranca!)

...sospeché que amaba a Blanca.

No es sospecha, verdad es.

Fuése a la guerra y, ausente,

celos y amor me embistieron

35 que afectos en mí no fueron

sino una pasión ardiente.

Dejó la guerra vencida

el conde con su prudencia;

Blanca me pidió licencia

40 cuando supo la venida.

Enferma vino a esa aldea,

según dijo, y yo imagino

que a esta soledad se vino

para que el conde la vea.

45 Mi envidia, en efecto, lucha

con recelos inhumanos...

Salen Gil y Bartola, villanos

porcia Acá salen dos villanos.

infanta Pues, retírate y escucha.

Cantan

bartola

« ¡ Siera hermosa la mañana,

50 más hermosa la aldeana!»

gil « ¡Que si linda es la parida,

las torrijas son más lindas!»

bartola Suelta el prato, Gil.

gil ¿ También

suelen las que paren hijas

55 almorzar estas torrijas?

¡A fe que me saben bien;

linda cosa es el parir

si de éstas se han de almorzar!

bartola

¿Y el dolor?

gil Así apretar

60 bien los dientes y sofrir.

bartola Dame siquiera una sola.

gil ¡Oh, qué presto que acodiste!

Dime, ¿cómo las oliste,

si no hay narices, Bartola?

bartola ¡Cómo engulles!

65 gil ¿Por qué no?

Cuando señora paría

y la comadre decía

« aprieta» , apretaba yo,

teniéndola de manera

70 que en gran peligro nos vimos;

pero en efecto parimos

yo, señora y la partera.

infanta

Porcia, ¿lo has entendido?

porcia Bien, señora.

infanta ¡Labradores!

75 gil ¡No será la fiesta en frores;

las torrijas han olido..!

Ya se acaban. Yo me esfuerzo.

¡Éstas vienen con venablos!

¿Habéis parido dïablos?

80 ¿ Tres acodís a mi almuerzo?

infanta

¿ Cómo se llama esta aldea?

bartola

Selva Florida se llama.

gil ¡Y a fe de Gil que la dama

que lo pregunta no es fea!

85 ¡Bartola de Belcebú:

juro a esta cruz –¡vive Dios!–

y vuelvo a jurar por Dios:

es más hermosa que tú..!

A la infanta

Si antes hubiera venido,

90 almorzara, por mi fe,

muy a su sabor.

infanta ¿Y qué?

gil Torrijas; que hemos parido

y alegramos el suceso.

bartola ¡Calla, necio!

gil ¿Soy bobillo?

95 ¿Yo tenía de decillo?

¡Bonico so para eso!

infanta

¿Quién ha sido la parida?

gil La señora del lugar.

infanta

¿Qué decís?

gil Bien sé callar;

100 no dije chisme en mi vida.

infanta [Ap.]

Escuchando estos rigores,

toda el alma se me abrasa.

gil Parió la otra en su casa

¿y sentís vos los dolores?

infanta

¿De quién parió?

105 gil De mil modos

se cuenta.

infanta [Ap.] ¡Ay, amor crüel!

gil Cuál dice éste, cuál aquél;

mas yo pienso que es de todos.

Como purga, es un secreto.

110 [Ap.] (Callar será reventar:

déjame, Bartola, hablar).

infanta

Sois, labrador, muy discreto.

gil Sí, señora.

infanta ¿Y qué ha parido?

gil Una niña como el sol.

115 No es tan bello su arrebol

cuando del alba ha nacido:

lindo pelo, ojos bracos,

blancos y negros; su madre

ya se levanta.

infanta Y su padre,

¿ quién es?

120 gil Un conde Zalacos.

infanta

¡Calla, traidor!

bartola ¿Qué dijiste?

gil ¿Yo? ¿Qué he dicho?

infanta [Ap.] ¡Airados cielos,

rayos dais en vez de celos!

¡Muerta soy! ¡Ay de mí, triste!

Sale Ricardo

ricardo

125 Ya era tiempo que te halle

el que siguiéndote viene

desde esa cumbre, a quien tiene

miedo y respeto ese valle;

calar la selva te vi,

130 con espíritu gallardo.

infanta

Aún no me hallaste, Ricardo,

porque yo no estoy en mí.

Sale Blanca

blanca [Ap.]

La infanta es ésta. ¡En qué extremos

de cuidado y pena asisto!

135 porcia Blanca sale y ya te ha visto.

infanta

Pues, dolor, disimulemos.

blanca ¡Señora! ¿En Selva Florida

vuestra alteza? ¿Vos, señora,

hacéis campos de la aurora,

140 hacéis reinos de la vida

estos valles? ¿Vos aquí,

o con cuidado o acaso,

produciendo a cada paso

una rosa, un alhelí..?

Dadme la mano.

145 infanta Levanta.

blanca [Ap.]

¿Qué venida es ésta, cielos?

Cuidados miro y recelos

en el rostro de la infanta.

infanta

Blanca, ¿cómo estás?

blanca Señora,

150 habiéndote visto, buena.

infanta [Ap.]

(¡Que se disimule pena

que siglos creció en un hora

y es de males un abismo!)

Yo la madrina seré.

155 blanca ¿Madrina? ¿Cómo? ¿De qué?

infanta

Luego, ¿ está hecho el bautismo?

blanca ¿De quién?

infanta De la niña.

blanca Ap. (Muerte:

¡ahora ahora pudieras

embestirme sin que fueras

160 terror de la humana suerte!

¡Ah, villanos!) Yo no entiendo,

mi señora, lo que dices.

¿Qué casos tan infelices

está el alma previniendo?

infanta

165 No te turbes, que bien sé.

blanca Habla más paso, por Dios;

retírate de estos dos;

no me injuries.

infanta Hija fue

de tu esposo; ¿ qué cuidados

170 puede dar? Nunca el amor

fue contrario del honor

cuando están acompañados.

Bien sé que la niña es tal

que, ya llore o ya se ría,

175 a la aurora desafía

en belleza celestial.

blanca [Ap.]

¡Ah, traidores!

infanta De tal rama

yo he de amparar la fortuna.

A Ricardo

¿Oyes? Entra y, en la cuna

180 o entre los brazos del ama,

hallarás la flor de lis

sexta de Francia. En secreto,

con cuidado y con respeto,

la llevarás a París.

[A Blanca]

185 Yo te la quiero crïar;

a ser mi hija comienza.

blanca Si honestidad y vergüenza

me dan licencia de hablar,

señora, el conde es mi esposo,

190 y nos dimos con las manos

los alientos soberanos

de las almas. Fue dichoso

en esto mi pensamiento,

pues se ve correspondido

195 mi mucho amor, y excedido

mi propio merecimiento.

En dulce correspondencia

fue mi dueño y suya fui;

sólo has de culparme a mí

200 si esto fue sin tu licencia;

pero, ya que lo has sabido,

del silencio no te quejes.

Suplícote que me dejes

lo que de ambos ha nacido

205 para que yo, en esta aldea,

a los pechos del amor,

crïar pueda a Blancaflor,

que éste es su nombre.

infanta [Ap.] (¿ Que sea

mi fortuna tan ingrata

210 que yo miro, escucho y hablo

sin que atraviese el venablo

a la fiera que me mata?)

Yo la tengo de crïar,

que en esto puse mi gusto.

215 blanca Replicar no será justo.

Los pies te quiero besar

por la merced.

Sale Ricardo con la niña

ricardo Ya la llevo.

blanca Déjame verla.

infanta Despacio

la veremos en palacio.

220 blanca ¡Oh, infanta, cuánto te debo!

ricardo

¡Mil bendiciones te den!

Cara tienes de alegría;

ya, como si fueras mía,

empiezo a quererte bien.

225 El cielo dé a tu belleza

larga edad, que se repita,

y con tus años compita

la misma Naturaleza.

Tu juventud y beldad

230 vivan un verano eterno,

sin que se atreva el invierno

de la vejez a tu edad;

porque el Tiempo mal ofende

lo que inmortal debe ser.

infanta [A Ricardo]

235 Prevente para volver

a palacio.

[Vase Ricardo y suena] dentro ruido

porcia El rey desciende

al valle.

blanca Esta villanía

no ha sido, traidores, sola.

gil La culpa tiene Bartola,

240 que yo callaba y comía.

bartola

¿Yo tenía de decillo?

¿ Estaba, señora, loca?

¡Plegue al Cielo que la boca

se me vuelva al colodrillo!

245 gil ¡Amén muchas veces, digo!

¡Buena estarás de ese arte!

bartola

¿Por qué, Gil?

gil