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El ejemplo mayor de la desdicha es una comedia teatral del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, se articula en torno a varias situaciones de enredo amoroso, en este caso causadas por la lujuria de un soldado que ansía a la mujer de otro y pretende darle muerte.
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Seitenzahl: 80
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Antonio Mira de Amescua
Saga
El ejemplo mayor de la desdicha
Copyright © 2001, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726661170
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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Por una puerta, al son de cajas, Belisario, Floro, Alberto, Fabricio; por otra
Leoncio, de peregrino
Floro Como tus hechos divinos
son asombro de la muerte,
todos han salido a verte.
Ciudades son los caminos.
5 Los riscos y árboles son
miradores, donde están
pasmados hombres, que dan
ojos a la admiración.
En el vulgo incierto y vario
10 cada cual está diciendo:
« ¡Válgame Dios, que estoy viendo
al valiente Belisario!»
Belisario
Alabar sin ocasión
es de necios, no es de sabios.
15 Las lisonjas son agravios
para el prudente varón.
Habla menos y obra más.
Floro Lisonjeros hay valientes,
y en la guerra serví.
Belisario Mientes.
20 Floro Algún día lo verás.
Leoncio
[Ap.] (Dicha ha dado la osadía;
si me escapo la tendré,
aunque en esta ocasión sé
que es temeridad la mía).
25 Capitán, tú que has ganado
los reinos que al Ganges ven,
manda que limosna den
a este mísero soldado.
Belisario
¿Un hombre se ha de decir
30 soldado y mísero, cuando
de Persia vengo triunfando?
No lo podrá consentir
la piedad que yo profeso.
¿Dónde servisteis, soldado?
Leoncio
35 [Ap.] (En estando descuidado,
este puñal le atravieso).
Con Leoncio, el general,
en las guerras de Asia.
Belisario Fue
gran capitán.
Leoncio Hoy se ve
40 desterrado, pobre y tal
que lástima le ha tenido
el que envidia le tenía.
Su fortuna fue la mía,
por seguirle me he perdido.
45 [Ap.] (Cuando limosna me dé
teñiré en sangre el puñal).
Belisario
Leoncio ha sido leal,
como desdichado fue.
Envidias le han desterrado,
50 mas ya que a la corte vengo,
dicha y favor le prevengo.
¡Vive Dios, que perdonado
será del Emperador!
De mis vitorias no espero
55 otro premio; sólo quiero
sus mercedes y favor
para Leoncio, y ansí
éste será mi trofeo.
Mucho su amistad deseo,
60 años ha que no le vi.
Y vos, que fuisteis soldado
de buen capitán, tomad;
Dale una cadena
no tenga necesidad
quien a mis pies ha llegado.
Leoncio
65 [Ap.] (¿Qué es aquesto, cielos? ¿Quién
se puede atrever a un hombre
que merece inmortal nombre,
valiente y hombre de bien?
¿Cómo podrá mi crueldad
70 dar a Belisario muerte,
si se ve en un pecho fuerte
de virtud y de piedad?
¡Vive Dios, que aunque me ordena
que muerte le dé, Teodora
75 ha de perdonarme agora!
Prisión es esta cadena).
Tu esclavo soy, general,
coluna gallarda y fuerte
del imperio. Dame muerte
80 con este mismo puñal.
Arrójalo
A tus pies llegué traidor,
y lealtad me has enseñado.
De clemencia estás armado;
mal te ofenderá el rigor
85 de los hombres. Si he venido
a matar, pague el pecado
del haberlo imaginado,
no del haberlo emprendido;
porque a delito tan fuerte
90 aun no hay pena establecida;
poca pérdida es la vida,
pequeño mal es la muerte.
Fabricio
¡Muera el traidor!
Floro ¡Muera digo!
Belisario
Dejadle, que ese rigor
95 no es dar la muerte a un traidor,
sino matar a un amigo.
Mucho pierdo en él si muere.
Cuando matarme quería,
esa pena merecía;
100 no agora que ya no quiere.
Si bien de mí ha recebido,
y él reconociendo va
su obligación, claro está
que ha de ser agradecido.
105 Si éste, después de obligado,
darme la muerte quisiera,
pena inmortal mereciera,
pero si ya ha confesado,
arrepentido, su error
110 y a mi amistad no es ingrato,
claro está que si le mato
vengo yo a ser el traidor;
y seré más liberal
si en esta opinión que sigo
115 de un contrario hago un amigo
y de un traidor un leal.
Levanta.
Leoncio Una pena airada
quisiera más, que comienza
a matarme la vergüenza,
120 y es muerte más dilatada.
Beso tus pies.
Belisario ¿Por qué, di,
me matabas?
Leoncio Fui mandado.
Belisario
¿Quién mi muerte ha deseado?
Leoncio
El secreto prometí,
125 y si agora te lo digo
será hacer otra acción fea,
y no es bien que traidor sea
cuando llego a ser tu amigo.
Belisario
Sí; mas no sabiendo yo
130 de quién me debo guardar,
siempre en peligro he de estar;
y aquel que no me avisó
de mi daño, no es mi amigo.
Leoncio
Si me confieso obligado,
135 y con el mismo cuidado
has de estar si te lo digo,
yo he de hacer que tú no mueras,
tu vida he de defender,
y ansí yo pretendo hacer
140 lo que tú si lo supieras.
Callando cumplo conmigo;
honrado en esto seré,
y siendo honrado, podré
cumplir obrando contigo.
Tu guarda soy.
145 Floro ¿No es mejor,
sin que la ocasión se pierda,
dalle diez tratos de cuerda,
y que diga este traidor
quién te ha mandado matar?
Belisario
150 Yo, Floro, por muchos modos
tengo de hacer bien a todos,
y esto me habrá de guardar.
Su afrenta lleva consigo
quien mal al bueno desea;
155 haga yo bien siempre, y sea
quien quisiera mi enemigo.
Floro Tu misma virtud será,
que envidias te habrá causado.
Belisario
¿Qué bueno no es envidiado?
160 ¡Triste del que no lo está!
Leoncio
No es envidia, que es mujer
tu enemigo, si es verdad
que la envidia y la amistad
entre iguales ha de ser.
Belisario
165 ¡Mujer enemiga mía!
Ya más cuidado rescibo,
que el animal vengativo
con ostinación porfía.
En todo tiene mudanza
170 su fácil naturaleza,
sólo conoce firmeza
en el odio y la venganza.
¡Ay miserable pensión
de la vida!¡Ay hado fiero!
175 El triunfo y pompa que espero
es la rueda del pavón.
Floro ¿Una mujer desanima
tu valor?
Belisario ¡Válgame Dios!
¿Quién es ésta?
Floro Una de dos:
180 la Emperatriz o su prima.
Claro está que es poderosa
la que te quiere ofender.
Belisario
Floro, cualquiera mujer
puede mucho si es hermosa.
185 Pero de esas dos ninguna
al discurso de mi vida
puede mover, ofendida,
la rueda de mi fortuna.
Antonia Patricia fue,
190 –¿cómo en esto no reparas?–
el altar en cuyas aras
el alma sacrifiqué.
Favorece mi cuidado,
mi mismo aumento desea.
195 ¿Cómo quieres que ella sea
la que mi muerte ha intentado?
Floro ¿Y la Emperatriz Teodora?
Belisario
Es un ángel soberano,
y si provincias le gano
200 en los reinos del aurora,
si los reyes del oriente
pongo a sus pies, ¿qué ocasión
puede darle indignación?
Floro Si mi memoria no miente
205 y mi discurso no es necio,
no pensando que sería
emperatriz, te quería,
y hoy se venga del desprecio,
porque ya a su prima amabas
210 con tal afecto y ardor
que llevado de este amor
sus favores no estimabas.
Belisario
No la amé, y en esto fundo
que no es su pecho tirano,
215 pues la amó Justinïano
y es emperatriz del mundo.
Floro Pues, Antonia será.
Belisario No.
Floro ¿Por qué no, si la mujer
siempre suele aborrecer
220 al mismo paso que amó?
[Suenan] atabalillos
Alberto
A recibirte ha salido
sin duda el Emperador.
Floro ¡Grande bien!
Fabricio ¡Grande favor!
Leoncio
[Ap.] (Pues que no soy conocido,
225 quiero esperar hasta ver
si me consigue el perdón
Belisario) ¡Oh gran varón,
inmortal habías de ser!
Floro Señor, el César entienda
230 que en la guerra le serví.
Belisario
Si tú me sirves a mí
merced te haré de mi hacienda.
La del rey para el soldado
solo, se debe guardar.
235 ¿Si no te vi pelear,
cómo he de verte premiado?
Floro No ves siempre al que pelea.
Muchos persianos maté.
Belisario
Pues haz que el César te dé
240 premios sin que yo lo vea.
[Sale el] Emperador [con] acompañamiento. Suenan cajas
Emperador
¡Belisario amigo!
Belisario El nombre,
gran señor, del amistad
en sí contiene deidad;
no se debe dar a un hombre.
245 Proporción no ven contigo
mis merecimientos, y hallo
que en llamarme tu vasallo
me honras más que en ser tu amigo.
Emperador
Más, Belisario, mereces.
Dame los brazos.
250 Belisario Señor,
en los pies estoy mejor.
Emperador
La modestia miente a veces.
¡Vive Dios, que más quisiera
ser yo tú, que ser el dueño
255 del mundo, reino pequeño,
clima estrecho, corta esfera
para tus méritos! Di,
¿no es más saberlo ganar
que acertarlo a gobernar?
260 Tú no dependes de mí,
contigo trais el valor,
ser te da tu mismo ser;
pero yo te he menester
para ser emperador.
265 Reinos me ganas, y ansí
¡cuánto mejor me estuviera
que yo provincias te diera
que no el dármelas tú a mí!
Belisario
Como tu deidad es mucha,
270 reflejos de luz nos da.
Emperador
¿Persia es del imperio ya?
Belisario
Sí, señor.
Emperador Di cómo.
Belisario Escucha:
Cuando Persia, señor, las armas toma
sin temer del imperio los blasones
275 y la fatal violencia con que doma
tigres en Asia, en África leones,
con las invictas águilas de Roma
rompieron tus gallardos escuadrones
ondas de plata, arenas de granates,
280 en el rápido curso del Eufrates.
En Duras, que es de Persia la frontera,
un fuerte fabricamos eminente,
que amenazó del sol la rubia esfera
con el altivo ceño de su frente;
285 émulo fue de Olimpo, y de manera
admiró las provincias del Oriente,