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La Fénix de Salamanca es una comedia teatral del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, se articula en torno a un malentendido amoroso y que propiciará numerosas situaciones de enredo, todas ellas presentadas bajo un prisma de profunda moral católica, en consonancia con la visión del mundo que tiene su autor.
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Seitenzahl: 95
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Antonio Mira de Amescua Juan Pablo Rodríguez Argente del Castillo
Saga
La Fénix de Salamanca
Copyright © 2011, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726660890
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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Personas que hablan en ella
Salen doña Mencía, dama, en hábito largo, con un hábito de San Juan, y Leonor, su criada, como capigorrón
leonor ¿ Que no estás desengañada?
mencía Es invencible mi amor;
no me fatigues, Leonor.
leonor Tu locura es extremada.
5 Sin duda, doña Mencía,
según estas cosas van,
que ha de ser don Garcerán
tu perdición y la mía.
Seis meses ha que saliste
10 de Salamanca tras él,
y sin hallar rastro de él,
hasta Valencia corriste;
¿ y agora quieres que esté
en Madrid? ¡Qué desatino!
15 mencía ¡Ay, dulce amiga! Camino
tras los pasos de mi fe.
leonor ¿ Pues, no has mil veces jurado
no tenerle obligación?
mencía Es verdad.
leonor ¿ Qué es tu intención?
20 ¿ Qué te da pena y cuidado?
Si te olvidó, ¿ no es costumbre
de los hombres olvidar?
Si no tienes qué llorar,
¿ qué te ha de dar pesadumbre?
25 mencía ¡Ay, amiga! Mi inquietud
no tanto la causa amor
cuanto el áspero rigor
de su fiera ingratitud.
La noche que se partió
30 aquel cruel, mil amores
me dijo que fueron flores
que su ausencia marchitó,
y aquella extraña mudanza
y no pensada partida
35 me trae y lleva perdida
tras una vana esperanza.
leonor Pues advierte que este traje
tu pretensión no asegura;
medio más fácil procura,
40 no afrentes a tu linaje.
mencía No hay, Leonor, dificultad;
de ese temor te retira,
que en la corte no se mira
con tanta curiosidad.
45 Criado del Gran P rior,
que viene esta primavera,
he dicho que soy.
leonor ¡Quimera
de tu ciego y loco amor!
mencía Pues, ¿ quién ha de reparar
que soy mujer?
50 leonor Tu hermosura
lo dirá y mi desventura.
mencía [ Ap.]
(Aquésta me ha de acabar).
Pues, ¿ no asegura a las dos
esta cruz y esta sotana?
55 leonor Sí, señora, que cristiana
soy, por la gracia de Dios;
mas hay diablos alguaciles
que no se espantan de cruces,
que ven más entre dos luces
60 que los linces más sutiles;
que, aunque te llames don Carlos,
nombre hueco y campanudo,
y yo Jaramillo, el mudo,
no es fácil desengañarlos;
65 que no ha de ser tu recato
tan grande que alguna vez
no te miren a la nuez
y a los puntos del zapato
y echen de ver que eres macha
70 y, por la hebra, el ovillo
saquen, y de Jaramillo
descubran también su tacha;
y, en tal trance, esa cruz blanca
no es la que te ha de salvar,
75 aunque te quieres llamar
la Fénix de Salamanca;
que a la visita primera,
sin tener duelo o clemencia,
un alcalde nos sentencia
80 a hilar en una galera.
Tú, si algún tropiezo das
como viuda varonil,
volveráste a tu monjil,
entera como te estás;
85 pero, ¡ay de mí!, ¡mal pecado
si su cólera desfoga
la sala, y quiebra la soga
por mí, como más delgado!
Mira que aquellos señores
90 sacan de las faltriqueras
destierro, azotes, galeras,
y aun dicen que son favores.
Huyamos de la ocasión.
Comámonos de capones
95 lo que han de comer soplones.
Vámonos con bendición,
porque yo quería llegar
a tálamo que bien cuadre
si, por ventura, mi padre
100 me pretendiere casar.
mencía ¡Qué terribles desatinos
estás diciendo!
leonor Señora,
todo sucede en una hora
por posadas y caminos.
Salen a la ventana Alejandra y Leonardo
leonardo
105 Mi señora, ¿ no es gallardo
don Carlos, nuestro vecino?
leonor Que nos miran imagino.
alejandra
Tienes buen gusto Leonardo.
Qué bien que pisa y qué airoso.
110 Qué bien hecho es, qué galán.
leonor Señora, mirando están.
mencía Calla y miren.
alejandra
¡Qué gracioso!
¿ Sabes quién es?
leonardo Caballero,
y del P iamonte.
leonor Repara
que te miran.
115 alejandra ¡Gentil cara!
leonor Háblale, que estás grosero.
alejandra
Hombre será principal.
leonardo
El hábito lo confirma,
y tu buen gusto me afirma
120 que no te parece mal.
alejandra
Es así; mas, aunque fuera
un ángel, lo que poseo
en tanto estimo que feo
y tosco me pareciera;
125 porque no hay comparación
si está de por medio el conde.
leonardo
¿ Y él también te corresponde
con igual estimación?
alejandra
¿ Ha venido el coche?
leonardo
Sí.
130 mencía Si respondiera que no,
al sol le pidiera yo
prestado el suyo.
leonor ¡Eso sí!
Muy bien empiezas, señor;
habla con argentería.
alejandra
135 El coche del sol sería
para mí grande favor.
mencía
¿ Queréisle? Que cuando el sol
prestado no me lo diera,
en medio de su carrera
se lo quitara.
140 alejandra ¡Español
y bizarro encarecer!
mencía
Que también los extranjeros
tienen aquestos aceros.
alejandra
Muy bien se os echa de ver,
145 mas fuera temeridad
meteros en tanto aprieto.
mencía Vence tan alto sujeto
la mayor dificultad.
leonardo Mira que es tarde, señora.
mencía ¿ Dónde vais?
150 alejandra Al campo salgo.
mencía En vos veo, a fe de hidalgo,
lo que del campo enamora,
y os agraviáis si decís
que salís al campo.
alejandra ¿ En qué?
155 mencía Alejandra, ¿ no se ve
que fuera de vos salís?
Porque las perlas hermosas
que el alba vierte en las flores,
y matizados colores
160 de sus mejillas de rosas,
viento sutil y amoroso,
fuentes que risa y cristal
vierten por el arenal
argentado y espacioso;
165 todo lo ve quien repara
en tan divina pintura,
que del campo la hermosura
es copia de vuestra cara;
y así, no tenéis, por Dios,
170 a qué salir ni a qué iros;
que no hay, para divertiros,
más que miraros a vos.
leonardo
¡A fe, que es gallardo mozo!
¡Qué bien que cerró el conceto!
alejandra
175 ¡Qué vecino tan discreto!
leonardo
¿ Qué hará si le crece el bozo?
alejandra
Deseo con más espacio,
señor don Carlos, gozar
de vuestro pico.
leonardo Picar
180 queréis en el pobre Horacio.
mencía Cuando fuéredes servida,
que cerca está la posada.
alejandra
Adiós.
mencía Ella va picada.
leonor Tú, ¿ cómo quedas?
mencía Perdida.
Quítase de la ventana Alejandra y salen el capitán don Beltrán y don Juan
beltrán
185 Este don Carlos, don Juan,
¿ es fraile o es caballero?
leonor No hagas la calle terrero;
que viene allí el capitán.
juan Caballero y principal,
190 según estoy informado,
que pasa a Malta, y criado
del Gran P rior.
Hablan de oído Leonor y doña Mencía
leonor No hagas tal,
que es el viejo mal sufrido
y se pica de valiente:
195 del pie te mira a la frente.
mencía Vamos, que me han conocido.
Vanse Leonor y Mencía
beltrán Hablarle quiero.
juan Sería,
si no hay otro fundamento,
notable deslumbramiento;
200 sosegaos, por vida mía.
beltrán
¿ Qué fundamento mayor
queréis, don Juan, que encontralle
cada día en esta calle?
juan No hay sin celos firme amor.
205 Si el encontrar cada día
a don Carlos os enfada,
¿ qué ha de hacer, si su posada
tiene enfrente de la mía?
Celos tuvisteis ayer
210 del conde Horacio, y cuidado
hoy, capitán, os ha dado
don Carlos; puedo temer
que también, de mí, mañana
tendréis sospecha y temor.
215 ¿ Con tantos celos y amor
os adorará mi hermana?
beltrán
Mientras que la posesión
no tiene el galán que ama,
señor don Juan, de su dama,
220 no halla alivio su pasión;
y así, en tanto que no sea
Alejandra mi mujer,
no dejaré de tener
celos de quien la pasea.
225 juan Nadie, don Beltrán, festeja
su calle, ni su ventana,
ni a ningún hombre mi hermana
silla ha dado ni ha hecho reja;
que su honrado nacimiento,
230 recato y honestidad
refrena la libertad
y acobarda el pensamiento;
porque no hubiera señor,
por grave y rico que fuera,
235 que a raya no le tuviera
su honestidad y valor;
y es demasiado reñir
si sale en coche o si no,
dónde va, quién se le dio
240 y del bien y el mal gruñir;
mas creo que brevemente
vendrá la dispensación
con que vuestro corazón
se asegure fácilmente;
245 y, una vez que estéis casado,
como dueño de mi hermana,
tapiad la puerta y ventana,
no la dejéis ir al P rado;
no salga, en silla o en coche,
250 a ver madre, abuela o tía;
tenedla en prensa, de día,
y en una estufa, de noche;
y, como tío y cuñado,
capitán, me perdonad,
255 que el amor y la amistad
esta licencia me ha dado.
Y, si os queréis divertir
y gozar del fresco un rato,
vamos al P rado.
beltrán Ap. ¡Qué ingrato
260 tanto amor me ha de salir!
juan ¿ No venís?
Vase
beltrán Ya voy tras vos,
poneos a caballo luego.
Mas este celoso fuego
tengo de apagar ¡Por Dios
265 que, quitada la ocasión,
menos el daño amenaza...!
Ya se me ofrece una traza,
pondrele en ejecución;
que, si puedo, aquesta noche
270 ha de dejar la posada
don Carlos desocupada,
aunque yo vele y trasnoche;
que el huésped es conocido
y el dinero poderoso,
275 y un hombre, si está celoso,
hará lo que un ofendido.
Vase. Salen don Garcerán, de camino, y Solano, lacayo, también de camino
garcerán
¿ Dónde tomaste posada?
solano Junto al Carmen.
garcerán ¿ Preveniste
la cena?
solano Sí.
GARCERÁN ¿ Qué trujiste?
280 solano Un capón y una empanada,
dos perdices...
garcerán Bien las como.
solano ...medio cabrito extremado,
dos gazapos...
garcerán ¡Regalado
plato!
solano ¡Tienen tanto lomo!
285 Un gigote de carnero...
garcerán
Si está manido, no es malo.
solano ...un jamón...
garcerán ¡Gentil regalo
has hecho! ¡Buen despensero!
solano ...de clarete y moscatel,
290 tres azumbres; que, sin vino,
está en la mesa el tocino
como cautivo en Argel.
garcerán Yo tengo bien qué cenar.
solano ¿ Que es buena cena?
garcerán Extremada.
295 solano Pues, ven, la verás pintada;
que no hay más que desear
en esta calle primera;
que parece que el pintor
dio a los gazapos primor
300 y sazón a la ternera.
¿ No mi dirás, por tu vida,
qué bolsón diste a Solano