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La manzana de la discordia y robo de Helena es una comedia teatral de corte mitológico del dramaturgo Antonio Díaz de Amestua. Se articula en torno al episodio de la mitología clásica del Juicio de Paris y el rapto de Helana, que desencadena la Guerra de Troya.
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Seitenzahl: 80
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Antonio Mira de Amescua
Edición de Álvaro Ibáñez Chacón
Saga
La manzana de la discordia y robo de Helena
Copyright © 2006, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726660821
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com
Hablan en ella:
agamenón
irene, ninfa
panteo
antenor
juno
paris
aquiles
lariso
pastores
casandra
luchadores
poliméstor
delio
menelao
polixena
griegos
mingo, rústico
príamo
guardadamas
músicos
troyanos
héctor
nise
ulises
helena
palas
venus
Salen los músicos y pastores, con una corona de laurel
músicos
En hora felice venga
el año nuevo a la tierra.
Hoy estos montes troyanos,
con el nuevo sol, se alegran;
5 que de oro viste las cumbres
y los valles de violetas.
Reciban con alegría
los pastores de esta sierra
las horas nuevas del año,
10 que buenas en Troya sean.
Los hermosos rayos de oro
produzcan flores y hierbas
con que el año se corone
en el nuevo abril que espera.
15 Serranas del monte Ida
que al Janto cogéis las perlas:
al año recién nacido
celebramos hoy con fiestas.
En hora felice venga
20 el año nuevo a la tierra.
lariso Ya, zagales y pastoras,
tenemos todos delante
al año, tan tierno infante,
que apenas tiene seis horas.
25 Como la serpiente hace,
la vieja piel renovó,
ayer apenas murió
y hoy como fénix renace.
Es una esfera, una bola,
30 círculo que no se quiebra,
es, al fin, como culebra
que está mordiendo la cola.
Festivo y alegre día
es en Troya éste que vemos,
35 pues se juntan los extremos
del tiempo que al hombre cría.
Con un rey en esta sierra
le solemos celebrar:
rey, al fin, que no ha de dar
40 bien ni mal, ni paz ni guerra.
Rey de comedia que quiere
imitar a un rey en vano.
Rey, como el otro, gusano
que en un día nace y muere.
45 Esta es púrpura y corona
y toda la majestad
de nuestro rey; empezad
a elegir una persona
que hoy nos mande.
delio Labradores,
50 que en estos campos amenos
miráis los árboles llenos
más de nieve que de flores,
vuestra rústica alegría
será tristeza fatal,
55 por la estupenda señal
con que ha nacido este día.
En esa región más clara
del aire, vi una cometa
con la forma de saeta,
60 que al oriente se dispara.
La cabellera inconstante
con estas montañas junta,
y ansí amenaza la punta
entre el Austro y el Levante.
65 Al mismo sol menosprecia
y sus cabellos se enlazan:
desdichas son que amenazan,
guerras son entre Asia y Grecia.
lariso ¡Calla, Delio! ¿Quién te mete
70 en los discursos supremos
de la guerra? Adivinemos
lo que el año nos promete.
Miremos si se descubre
en esos rayos hermosos
75 si acaso han de ser copiosos
el agosto y el octubre.
Pronostica, pues, si sabes,
si en los lagares opimos
darán cándidos racimos
80 rubias lágrimas suaves,
o si en eras extendidas
serán rústico tesoro
montañas de granos de oro,
columnas de nuestras vidas;
85 si habrá hielos o calores,
o si obedientes ovejas
darán nevadas guedejas
a precio de hierba y flores.
delio Discreto al fin te llamamos.
90 Mucho sabes, nada ignoras.
Sale Mingo llorando
mingo ¡Ay, ay, ay!
lariso Mingo, pues ¿lloras
cuando todos holgamos?
delio ¡Mingo, Mingo! ¿Triste estás
cuando el año nuevo entró?
95 mingo Pues por eso lloro yo,
porque tengo un año más.
En las cortes y ciudades,
los señores opulentos
celebran sus nacimientos:
100 ¡qué famosas necedades!
Galanes y alegres vemos
que están, cuando se debía
llorar y sentir el día
en que llorando nacemos.
105 lariso Esos discursos son malos.
¡Llore el pobre que nació
a miserias, pero no
el que ha nacido a regalos!
mingo ¿También tú con desvarío
110 celebras el año nuevo?
nise Pago al tiempo lo que debo.
mingo Ya no lloro, antes me río.
delio Tus semblantes son extraños,
¿por qué muestras ya placer?
115 mingo Porque he visto una mujer
que se huelga con los años.
Los príncipes y señores
tantas monedas ofrecen
como años tienen.
lariso Merecen
120 hacer sus años mayores.
mingo Es verdad, mas nunca vienen
las señoras a esta ofrenda,
para que jamás se entienda
ni sepa la edad que tienen.
125 Yo conozco una doncella
que va viviendo hacia atrás:
cada año hay un año más
y le tiene menos ella,
porque yo la he conocido
130 diez años habrá de treinta,
y agora viene a su cuenta
solos veinte, y no hay marido
que diga: «¿qué haces así?»
Ella dice que por niña,
135 mas yo sé que porque es viña
y no majuelo.
delio ¡Que en ti
malicias siempre ha de haber!
De la fiesta nos diviertes.
lariso Sepamos, echando suertes,
140 quién nuestro rey ha de ser.
mingo Aunque es rey que luego muere,
yo sé bien quien lo desea.
delio No haya suertes. El rey sea
sólo quien Nise dijere.
145 lariso Este verde laurel hoy,
sin más fuerza, sin más ley,
haga este efímero rey.
nise La corona a Delio doy.
todos ¡Viva Delio!
delio Aunque mi frente
150 coronas con una rama
que Dafne ingrata se llama,
su condición no consiente
noble pecho, y aunque en juegos,
dentro en el alma imprimo,
155 como el imperio la estimo
de los troyanos y griegos.
mingo No he sido rey una vez;
para ser Mingo nací.
lariso ¿Que ser rey quisieras?
mingo Sí,
160 aunque fuese de ajedrez.
delio Si con la suerte no topas,
la fortuna te lo niega.
mingo Pues yo me iré a la bodega
y allí seré rey de copas.
Siéntase el rey
músicos
165 En hora dichosa venga
el año nuevo a la tierra
pues tenemos coronado
rey que estos montes gobierna:
reciban al año alegres,
170 antes que la noche vuelva.
Sale Paris
paris ¡Callad, Sirenas crueles!
¿Cómo la muerte no os doy?
¡Rey celebráis y no soy
el dueño de esos laureles!
175 ¿Cómo en estas soledades
no reina este breve día
ánimo que merecía
reinar eternas edades?
¡Bárbaros que entre las fieras
180 vivís sin arte ni ley!
¿Cómo en burlas no hacéis rey
que lo pueda ser de veras?
Y tú, que en descortesía,
a un rico, necio, igualaste,
185 ¿cómo el laurel aceptaste
sabiendo que yo vivía?
Ordena que se repare
este agravio y esta injuria,
pues del rayo de mi furia
190 no habrá laurel que te ampare.
Despoja la indigna frente,
que, aunque en juegos, el nombre
sólo de rey pide un hombre
sabio, animoso y valiente.
Quítale la corona
195 Levanta, que ese lugar
quiere un hombre sin segundo
y no ha nacido en el mundo
quien a mí me ha de mandar.
Quítale por fuerza del asiento
¡Vive Dios!, que a los troyanos
200 lo quitara y a los griegos.
mingo Aun en los reyes de juegos
hay también reyes tiranos.
delio ¡Bárbaro, vil, necio, infame,
sin razón ni alma en el pecho,
205 cuyas verdades la llame!
¿Qué padres honra de dieron,
hombre bajo y sin valor,
y el más humilde pastor
que estos montes conocieron?
210 Leche te dieron dos ciervas,
que entre las silvestres flores
te hallaron unos pastores
depósito de las hierbas.
Un anillo de oro fue
215 tu riqueza, padre y guía,
que en vez de piedras tenía
tres letras: h, d y p.
¡Mira tú qué nacimiento
para tener arrogante
220 un espíritu gigante
y un heroico atrevimiento!
paris (y está sentado con la corona)
Si otras veces he reinado
siendo tan justo e igual hombre
que era Alejandro mi nombre
225 y Paris me habéis llamado,
¿por qué con oprobios tales
mi laurel se despreció?
¿No puedo se hijo yo
de los dioses inmortales?
230 Si eran mi cuna primera
hierba y flores, ¿no es razón
decir que mi padre son
Favonio y la Primavera?
Las tres letras imagino
235 que mi valor profeticen,
porque la h, d y p dicen
«hombre de poder divino».
mingo ¡Pardiez, Paris, no me agrada!
De ello me quiero reír,
240 que también puede decir
«hijo de puta probada».
irene (adentro)
¡To, to, to! ¡Busca el lebrel!
lariso Nuestra ama cazando viene.
paris Dicha fue que me halle Irene
245 coronado de laurel.
Sale Irene con venablo
lariso Bien venga el segundo Febo,
dando en el invierno flores,
cuando hacen rey los pastores
celebrando el año nuevo.
irene ¿Quién es el rey?
250 paris Paris es,
que postrado humildemente
pone el laurel de su frente
a que le pisen tus pies.
De rodillas y echa el laurel a sus pies
Y el rey de burlas que ves
255 serlo del mundo quisiera,
por darte desta manera
laureles y gloria en ellos,
coronan otros cabellos
con la celestial esfera.
260 Tú seas muy bien venida,
dueño por felices años
de los cándidos rebaños
que roban flores al Ida.
Ya la nieve derretida
265 vuelve a su cristal primero,
y en el monte placentero,
con huéspeda tan gentil,
a pesar del verde Abril
produce flores Enero.
270 Osaré, Irene, juzgar
que los ríos despeñados
quisieran estar helados,
sin correr al ancho mar,
para poderte mirar,
275 y ese campo peregrino,
tan alegre lo imagino
que no alcanzo ni descierno
cómo puede ser invierno
teniendo al sol por vecino.
280 irene ¿Quién pudiera responderte
sin tener tantos testigos?
Tus compañeros y amigos