Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
La venida del Antecristo es un texto teatral del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. Es uno de los primeros textos teatrales que le da voz al Anticristo, nacido de un incesto de la luna con su padre y llamado a precipitar el Apocalipsis.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 66
Veröffentlichungsjahr: 2021
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Antonio Mira de Amescua
Saga
La venida del Antecristo
Copyright © 2011, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726660715
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
www.sagaegmont.com
Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com
Sale Titán solo, vestido de pieles, haciendo admiración
titán ¿En qué interno lugar, en qué caverna
del centro oscuro he yo vivido oculto
que ignoro el ser que me acompaña y rige?
¡Cielos! ¿Quién soy? ¿Quién me gobierna y manda?
5 ¿En qué regiones del abismo inmenso
he tenido lugar, o de qué suerte
he sido alimentado, oh etéreo solio
que en cumbres de zafir tienes asiento?
¡Declárame la duda de mi vida
10 para que de este laberinto salga!
Yo conozco las causas más ocultas;
infiero el movimiento de los cielos,
los astros, los planetas; y en la tierra
hago parar los aires y del fuego
15 mudar el natural; los elementos
admiran el principio de mi aliento;
el planeta mayor que las celestes
cumbres esmalta con doradas lumbres
hago que se suspenda en su carrera;
20 y en la primera esfera haré a la luna
su natural mudanza se detenga.
Yo, que tengo noticia de las ciencias,
con tantas experiencias, lo sé todo;
mas no he sabido el modo cómo pueda
25 saber quién soy. Excede mi tormento
al fabuloso cuento del que al cielo
lleva el peñasco, loco en su desvelo;
que, pues es la Verdad lo que en mí veo,
en vano es mi deseo, que sin duda
30 yo soy el mismo Dios, pues una causa
reconoce las causas más remotas;
y esta causa he de ser, pues no hay alguna
que se iguale al valor de mi fortuna.
¡Oh mar, oh fuego, oh aire, oh madre tierra!
35 Si yo soy su hacedor, ¿por qué me niega
que ignore el ser del que su ser me ha dado,
porque pueda salir de mi cuidado?
Parece en tramoya la Luna en un caballo que desciende de lo alto a lo bajo
luna Escucha, bestia feroz,
opuesto del mismo cielo;
40 que, movida de tus voces,
a satisfacerte vengo.
Escuchen lo que le digo
todos los cuatro elementos
porque no ignoren la causa
45 de aqueste nuevo portento.
Tú naciste en Babilonia
de tan bajo nacimiento,
pues que del tribu de Dan
desciende tu ser primero.
50 No del tribu de Judá
naciste, en que otro sujeto
superior a los humanos
tomó carne, siendo Verbo;
que, como has de ser tirano
55 contrario al Criador inmenso,
porque en todo lo parezcas
es tu sangre un contrapuesto.
Yo, en mis más floridos años,
cometí un infame incesto.
60 Con mi padre, por quien entro,
viste la luz de los cielos.
Por cuanto a María, Madre
de Cristo, fue raro ejemplo
de castidad; la que es tuya
65 será de amor deshonesto.
Fuiste por monstruo arrojado
al mundo, y en ti se vieron
unirse las ciencias todas
con el poder del infierno.
70 Tienes un ángel de guarda
que, en saludables preceptos,
te aconseja lo que es justo,
diputado para esto;
mas ¡ay de ti en aquel día
75 que, con loco atrevimiento,
el ángel que te acompaña
le despreciares, soberbio!
Desde el día en que naciste,
un espíritu perverso
80 de los expulsos de Dios
se apodera de tu cuerpo;
que, así como en Dios habrá
dos naturalezas, siendo
Hombre y Dios, en ti se han visto,
85 por ser contrario sujeto,
ser de hombre y ser de demonio
y de mil demonios lleno,
como lo afirman los santos
y en los profetas lo vemos;
90 así lo escribe Daniel.
Tú, monstruo del universo
nacido para castigo
del mundo, engañado y ciego:
te concede Dios de vida
95 solos tres años y medio,
que tus delitos atroces
tienen limitado tiempo.
Han de seguir tus pisadas
grande infinidad de reinos,
100 desde el fiero troglodita
al parto, al cita al hebreo.
Tus delitos serán tantos
que, conmovidos los cielos,
en el luto de la noche
105 se cubrirán, por no verlos.
Temblará de ti la tierra
y ella quisiera en su centro
recogerse y encubrirse
por no ver hombre tan fiero.
110 Viendo en ti disposición,
el concurso del infierno
apoyará tus engaños
para que parezcan ciertos.
Esto ha permitido Dios;
115 mas de tan grandes secretos,
¿cómo se sabrá la causa
si en su mente están dispuestos?
Así en el Apocalipse
se halla escrito; mas yo vengo
120 para que sepas quién eres
y a explicar tu nacimiento:
tu nombre es Titán; tu patria,
la que sabes; que su suelo,
desde el principio del mundo,
125 quiso oponerse a los cielos;
y, porque antes que venga
Cristo, en el día postrero
al Universal Juicio
que esperan vivos y muertos,
130 has de dar principio tú
a tus maldades y enredos,
te llamarán Antecristo.
Hijo propio del averno:
quédate, bestia espantosa;
135 apártate, monstruo horrendo;
y ¡ay de la tierra; que siembras
en ella mortal incendio..!
Vuelve el caballo y la tramoya y vuélvese a subir
titán ¡No te vayas de esa suerte!
¡Espera, aguarda un momento;
140 satisface a mis preguntas
y no me dejes suspenso!
En las plantas de los aires
sube, regiones rompiendo,
y entre esferas cristalinas
145 oculta el hermoso cuerpo.
Fuese y dejóme confuso,
¡ay de mí! Pero ¿qué temo,
si soy quien gobierna y manda
todo el poder del infierno?
150 Yo soy Dios, esto es sin duda;
que este valor, este aliento,
si de Dios no fuera, ¿cómo
fuera de tan alto precio?
Y, cuando no fuese Dios,
155 diré que lo soy, haciendo,
para ganar opinión,
prodigios al mundo nuevos.
¡Espíritu que en mí habitas;
legiones que, desde el centro
160 del abismo, a mi defensa
estáis ahora dispuestos:
vuestro favor me prestad;
que, apoyando en él mi intento,
daré a vuestro caos oscuro
165 más almas que, desde el cielo,
angélicas jerarquías
de pensamientos soberbios
arrojó, desde las cumbres,
aquella espada de fuego!
Sale Baulín, labrador tosco, con dos cabestros
170 baulín ¿A quién le habrá sucedido
desgracia como la mía,
que dos asnos que tenía
entrambos se me han morido?
Que pierda un emperador
175 un ejército de gente,
lleváralo fácilmente
y no parece rigor;
que, con su grande poder,
será muy fácil suplirse;
180 mas ¿mis borricos morirse?
¡Triste! ¿Qué tengo de hacer?
¡Para aliviar mi cuidado
y aflegir más mi memoria
sólo, de mi triste historia,
185 los cabestros me han quedado!
¡Ay, borricos de mi alma!
¿Qué he de hacer sin vosotros?
¡Tan grandes como unos potros
y aun de estos llevan la palma!
190 Si mi mujer se ahorcara
del cabestro, bueno fuera;
que también por ella hiciera
lo que otra vez me mandara.
Pero un hombre veo allí;
195 a hablarle quiero llegarme;
que, por dicha, podrá darme
lo que sin dicha perdí.
¡Ah, buen hombre!
titán ¿Quién me llama?
baulín Yo soy. ¿Qué hacéis tan suspenso?
200 titán En mi omnipotencia pienso,
en mi crédito, en mi fama,
en mi ser, en mi sustancia,
en la gloria que poseo,
en las virtudes que veo.
205 baulín ¡Qué grande es vuestra arrogancia!
¿Quién sois y cómo me habláis
de esa manera?
titán Yo soy
quien al mundo vida doy;
a quien la gente esperáis.
baulín