La ventura de la fea - Antonio Mira de Amescua - E-Book

La ventura de la fea E-Book

Antonio Mira de Amescua

0,0

Beschreibung

La ventura de la fea es una comedia teatral del dramaturgo Antonio Mira de Amestua. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, se articula en torno a un malentendido amoroso que propiciará numerosas situaciones de enredo, todas ellas presentadas bajo un prisma de profunda moral católica, en consonancia con la visión del mundo que tiene su autor.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 81

Veröffentlichungsjahr: 2021

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Antonio Mira de Amescua

La ventura de la fea

 

Saga

La ventura de la fea

 

Copyright © 2004, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726660708

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

Hablan en ella las personas siguientes:

don juan de sotomayor claudio don diego alberto carlos ángela valdivia (capitán) francisca moscón aldonza hernández (lacayo) músicos

JORNADA PRIMERA

Sale Carlos de estudiante, con un papel en la mano,

y el capitán Valdivia, su padre, y don Diego

 

don diego

Vanos enojos recibes.

carlos Señor, no los tengas más.

valdivia

¿Cómo, si tú me los das

con cada verso que escribes?

carlos Pasando estaba.

5 valdivia Imagino

que caminas a ese paso

en Petrarca o Garcilaso,

no en Bartulo ni en Felino.

¿Qué padre habrá que resista

10 la cólera que le inquieta,

si halla un hijo poeta

cuando le quiere legista?

22

Roja borla te esperaba

y no ramas de laurel;

15 suelta, Carlos, el papel.

carlos Señor, no quieras...

valdivia Acaba,

¿a mi voluntad te opones?

El estudio de las leyes

premian con razón los Reyes,

20 no sonetos ni canciones.

Letras inútiles son

las que te traen divertido,

y con el mundo han perdido

la debida estimación.

25 Advierte, porque las dejes,

un hombre agudo decía

que es ya tratar de poesía

ser católico entre herejes;

y que así en parte secreta

30 versos y dueños estén,

mas yo digo, y digo bien,

que el hereje es el poeta.

Deja, deja estudio vano,

sigue tus leyes, que es justo

35 que si da Virgilio gusto,

honras da Justinïano.

Deja a Horacio, Jasón toma,

honra y provecho respeta,

ya para honrar al poeta

40 pasó la gloria de Roma.

Y aunque es don que se dio a pocos,

el vulgo de nuestra edad

no imagina que es deidad

sino llena de hombres locos.

Vase

don diego

45 ¿Por qué, Carlos, no respondes

con amor y cortesía

y de la sacra poesía

las dulces fuerzas escondes?

23

Dile que en ti es accidente,

50 y no dejas de pasar,

porque el arco no ha de estar

flechado perpetuamente.

Dile que honra ha de tener

este arte noble y discreto

55 considerado su objeto,

pues que Dios lo puede ser.

Y también, considerando

el fin con que se inventó,

que como Horacio afirmó

60 es enseñar deleitando.

Y dile que estimación

le dan los que le siguieron,

porque versos escribieron

Job, David y Salomón,

65 Moisés, Gregorio, Augustino,

Bernardo, Ambrosio, Cipriano,

Prudencio, Tertulïano,

Tomás, Basilio y Paulino.

Envidió este arte Alejandro,

70 que no hay rey que no lo quiere,

versos san Pablo refiere

de comedias de Menandro.

Y entre césares romanos,

Teodosio, Augusto y Nerón

75 versos hicieron que son

obras de ingenios lozanos.

carlos Amigo, si responder

a mi padre no he querido,

silencio discreto ha sido,

80 la ocasión has de saber.

Quiero escribir, aunque a espacio,

con el arte una comedia

que está empezada.

don diego ¿La media

has hecho, según Horacio

85 en su Poética dijo?

carlos Escucha, adelante paso;

24

escribiendo estoy un paso

en que un padre riñe a un hijo.

Yo no quise replicar

90 a sus razones aquí,

porque dellas aprendí

como le puedo imitar.

Pero ya lo que me obliga

a sentimiento mayor,

95 es que ha de saber mi amor

que el nombre de mi enemiga

está en el soneto.

don diego Él viene.

carlos Sabe que mi Ángela adoro.

don diego

De esos ángeles un coro

100 Madrid en sus calles tiene.

Mas ya sabrás donde.

Sale Valdivia con un papel

valdivia Vuelvo

no sin debidos enojos,

que en ira y llanto los ojos

en la cólera resuelvo.

105 El enojo superior

me trae de tu desconcierto,

mi íntimo amigo es Alberto,

su casa ofende tu amor.

A su hija dueño llama

110 aquella octava o soneto

que sé yo que es indiscreto

aquel que nombra a su dama.

Imprudente, Carlos, eres,

que no son cuerdos los hombres

115 que traen en coplas los nombres

de las honradas mujeres.

Doña Ángela está ofendida,

porque la mujer honrada,

si no pierde en ser honrada

120 perderá en ser pretendida.

Esa voluntad refrena,

25

tu pasión puedes vencer,

que es pobre para mujer

y para dama es muy buena.

125 carlos Ni yo a la hija de Alberto,

a quien tienes por amigo,

en mi vida he visto, digo

con el rostro descubierto.

No sé si es hermosa o fea;

130 y tan libre estoy, señor,

que ni el alma tiene amor

ni la voluntad desea.

Fingí ese nombre por ser

del ángel, cuya belleza

135 trasladó naturaleza

al rostro de la mujer.

Que estos versos escribí

por divertirme, confieso,

pero yo no los profeso,

140 para otras letras nací.

Como al verso da valor

el amor con su dulzura,

es fantástica hermosura

ésa a quien propongo amor.

145 Mas ya que sé que te ofendes

deste ejercicio, prometo

que sílaba de un soneto

no escribiré.

valdivia Si pretendes

agradarme, ese cuidado

150 ten tú. Don Diego, perdona

si no tiempla tu persona

mi enojo.

don diego Soy tu criado.

carlos Ap.

Sin duda está satisfecho

que no es Ángela mi dama.

valdivia Ap.

155 (Si está celoso, quien ama

trae un abismo en su pecho).

26

Carlos.

carlos Señor.

valdivia Di verdad:

¿amas a Ángela?

carlos Ya digo

que reverencio a tu amigo

160 con suma fidelidad.

Vase Carlos y don Diego

valdivia

¿Quién dirá que no me mueve

paternal obligación?

¿Quién dirá que celos son

los que cubre tanta nieve?

165 Doña Ángela es pobre, y yo,

gracias al cielo, soy rico;

viudo estoy, no comunico

el bien que el cielo me dio.

No hay quien mire por mi casa,

170 por mi regalo y hacienda,

¿qué mucho que bien pretenda?

Cuerdo es aquel que se casa,

celos me dio este soneto,

mas ya me dejan en paz,

175 ya sé que escribe el rapaz

versos como hombre discreto.

En mi tiempo no se usaba

saber tanto un infanzón;

pintábase un corazón

180 que una flecha atravesaba

en la margen o billete,

y escribíase a la dama:

« así vive aquel que os ama

que amor este bien promete» .

185 Ya de aquel tiempo me río,

éste mejor me parece.

Una industria se me ofrece:

a doña Ángela le envío

este soneto, pues tiene

190 efetos propios de amante;

27

dárselo quiero al pidante

que sirve a Carlos. Él viene.

Sale Moscón con papeles y pluma

moscón

Musas, socorred mi vena,

que el alma me bulle y salta;

195 un consonante me falta,

¡oh quién fuera Juan de Mena!

«Aldonza» el verso acabó,

consonantes hay a Aldonza

jerigonza, onza, peonza,

200 carroza, carroza no.

valdivia

Moscón.

moscón Señor, ¿aquí estás?

valdivia

Aquí estoy dándote voces.

moscón

Mal los poetas conoces;

elevados nos verás

205 lo más del tiempo.

valdivia Moscón,

está de la paga cierto,

tú has de ir casa de Alberto

con recato y discreción.

Y a doña Ángela has de dar

210 este papel en mi nombre,

que importa.

moscón Yo soy un hombre

que si me lo has de pagar,

no diré de no, señor.

valdivia

Yo te mando una sotana.

Vase

moscón

215 Darélo de buena gana:

mátenme si no es amor,

porque solo amor podía

hacerle tan liberal,

todos tenemos un mal.

28

220 Remediadme Aldonza mía.

Vase y salen Aldonza y doña Ángela

ángela ¿Vino el coche?

aldonza A este cuidado,

señora, decirte quiero

que ni en el sol de febrero

ni en el coche que es prestado

225 puede haber seguridad.

ángela Cuando no venga no importa,

porque ya la tarde es corta.

aldonza

Nadie ofrece con verdad.

ángela Ve por el espejo ahora,

230 me acabaré de tocar,

porque quiero visitar

a doña Ana.

aldonza A la señora

doña Francisca le di.

ángela ¿Dónde Aldonza te has criado

235 que otra señora has hallado

en mi casa más que a mí?

Doña Francisca le basta.

aldonza

¿No es tu hermana?

ángela Aunque lo sea,

mujer tan necia y tan fea

240 no puede ser de mi casta.

Sale doña Francisca

francisca

Aquí tienes el espejo.

ángela Maldígate Dios mil veces:

miren que cara, pareces

una imagen en bosquejo.

francisca

245 Gracias a Dios que es hermosa

la tuya, y si yo nací

por quererlo el cielo así,

hágame Dios venturosa.

ángela Y que virtud envidiando

29

250 cuantas pasan por la calle,

con más efes en tu talle

que obra del rey don Fernando.

francisca

Tu hermana soy.

ángela Y me obliga

eso a quererme enojar;

255 no llega nadie a buscar

a mi padre, que no diga:

mi señor padre no está

en casa, y muy ufana

porque sepan que es mi hermana.

francisca

260 ¿Todos no lo saben ya?

Haya buen siglo mi madre

que me tuvo más amor.

ángela Basta decir «mi señor» ,

no quiero que digas padre.

francisca

265 No soy hija tan rüín

que he de hacerlo, aunque lo mande.

ángela Esa es desvergüenza grande,

y si me quito un chapín...

Sale Alberto, su padre

alberto

Hijas, ¿qué es esto?

francisca Señor,

270 la ordinaria demasía

de mi hermana.

alberto Cada día

va creciendo tu rigor.

Ángela, de la hermosura

que el cielo te quiso dar,

275 modestamente has de usar,

no con soberbia y locura.

Una calma en mar sereno

a la hermosura han llamado,

engaño disimulado,

280 flor del campo y bien ajeno.

30

No vivas desvanecida

porque al tiempo y a la muerte

no se vio hermosura fuerte

que es más breve que la vida.

285 La virtud se ha de estimar,

que la más necia y más fea