Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Los nuevos caballeros es una comedia teatral del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. En la línea de las comedias famosas del Siglo de Oro Español, se articula en torno a un malentendido amoroso que propiciará numerosas situaciones de enredo, todas ellas presentadas bajo un prisma de profunda moral católica, en consonancia con la visión del mundo que tiene su autor.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 102
Veröffentlichungsjahr: 2021
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Antonio Mira de Amescua
Saga
Los nuevos caballeros
Copyright © 2014, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726660593
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
www.sagaegmont.com
Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com
Roberto, Ricarda, el Duque y acompañamiento
duque Mucho siento no haber llegado a tiempo
de ver el nuevo juego de las cañas.
roberto
Pues fue de gusto, ¡a fe!
ricarda Y de pasatiempo.
duque Extraña fiesta es.
roberto Y no te engañas;
5 porque cañas en Francia en ningún tiempo
dejan de ser a nuestra gente extrañas,
porque sólo jugando a la española
es la que suele ser al mundo sola.
duque Gustaré, ya que no asistí a las fiestas,
10 no poco de que el juego me refieras.
roberto
Pues harelo por ti, si atención prestas.
duque Darela pues, como contarlas quieras,
que deseo saberlas.
roberto Fueron estas:
jugáronse unas cañas, las primeras
15 que vi en París después que en él soy hombre;
y tuvieron de cañas sólo el nombre,
que aunque a la fiesta llama el mundo «juego»
es, duque, una trabada escaramuza
adonde por los ojos lanza fuego
20 el jinete que en ella escaramuza.
duque ¿Y las armas, qué son?
roberto Las que oirás luego:
Un sayo, un capellar y caperuza
donde el que juega su color descubre;
cañas y adargas que el que juega encubre.
25 Pero empezando el cuento de su origen
quiero, primero, descubrir la plaza
de los que por república en él rigen.
Diputó París a un hombre de traza,
que nunca en ocasión como esta eligen
30 sino aquel que merece aquesta plaza,
y sólo por la orden por él dada
fue de andamios la plaza coronada.
Llegó el día asignado de las fiestas,
que fue ayer, y en balcones bajos y altos,
35 de mil ventanas por el día compuestas,
más de lugar que de oro y seda faltos
vieras, por ver la plaza damas puestas
pisando de brocado de tres altos
sillales de valor y en almohadas
40 de telas diferentes rescostadas.
Ocupó el rey su asiento en su ventana;
luego los parlamentos; por sus coros
tomó sus puestos gente noble y llana,
guardados sus respectos y decoros;
45 y luego la caterva ciudadana
empieza a hacer suerte con los toros
sin que haya hombre de a pie que no peligre
porque eran...
duque ¿Bravos?
roberto ¡Cada uno un tigre!
Muerto el último, entra por una puerta
50 de la plaza la gente de a caballo
que de gala y denuedo entró cubierta
tanto que temo no saber contallo.
Comenzose a correr a plaza abierta.
Los motes y las galas que hubo callo
55 porque salieron tales que, de buenas,
podía su valor decirse apenas.
duque ¿Cuántas cuadrillas?
roberto Ocho de a docena
de lo mejor que el suelo francés pisa.
duque ¿Qué grandes se hallaron?
roberto El de Humena,
60 el de Borbón, el de Condé, el de Guisa;
la plaza finalmente quedó llena
de los que ponen lises por divisa.
duque ¿Jugaron, en efeto?
roberto Y muy bien
duque ¿Luego?
roberto
Llegó la noche y acabose el juego.
duque ¡Brava fiesta!
65 roberto La mejor
de todas las que, en su entrada,
en esta ciudad usada,
hizo el rey, nuestro señor.
duque ¿Será la primera o queda
otra que hacer?
70 roberto Sí, sin duda,
que ha hecho muchas y duda
hacer otra que a esta exceda.
duque ¡Sin falta es! ¡Gallarda fiesta!
ricarda
Bien referida a lo menos.
roberto
75 ¡Por mi vida, que andáis buenos!
Grande fiesta ha sido esta,
mas la mayor para mí
es, duque, hayáis llegado.
De aquí me lleva un cuidado:
80 voy, que luego estoy aquí.
Vase
ricarda
¿Cómo? ¿Vos también os vais?
duque ¿Tanto el irme yo os importa?
Si es de vida, no sea corta
vida una hora que me dais.
ricarda
85 Por cierto, duque, que hay horas
que me da la muerte el verte.
duque Si por horas os doy muerte
vos me dais vida por horas,
pues si por horas espero
90 mi fin, pagados estamos,
Ricarda, en que ambos muramos:
no viváis vos, pues yo muero.
Si el verme de vida os priva
y a mí el no veros me mata,
95 quien de darme muerte trata
¿por qué he de querer que viva?
O dejadme a mi vivir,
dejandoos de mi ser vista,
o disponeos –pues mi vista
100 mataros puede– a morir.
ricarda
¿En fin, que no he de vivir
o le he de querer por fuerza?
duque Si crece, vive y esfuerza
más viviendo, en mí el morir
105 vence un accesible risco
impusible de tocar;
y pues puedes, con mirar,
darme muerte, basilisco,
mátame; pero primero
110 oye de mi fin la causa;
aunque, si eres quien lo causa,
bien sabes tú por quién muero.
Óyeme, estatua de Fedra,
en quien de piedad no hay rastro,
115 en la color, alabastro,
pero en la dureza, piedra;
«piedra» desde hoy te nombras
pues para mi eres de mármol
o roble, aunque no eres árbol,
120 pues nunca me hiciste sombras.
Griega que una nueva Troya
en mis entrañas has hecho,
oye... mas ¿de qué provecho
es pedir que un mármol oia?
125 Si hay más daños que me hagas,
busca, ingrata, muchos daños.
¿No ha que sirvo yo seis años?
¿No ha seis años que no pagas?
¿Hasta cuándo, di, enemiga,
130 crüel conmigo has de ser?
¿No te quiero por mujer?
ricarda
Quiéreme el rey por amiga.
¿No sabéis que si me quiere
quiere mi honra primero?
135 duque Sé, Ricarda, que te quiero
y que él acabarme quiere.
ricarda
De quejarte de ese modo
la causa está en mí, y no en él,
pues no he hecho yo con él
140 que te acabe de ese modo.
Traidor, ¿sabes que me adora
y eres a tu rey traidor?
duque Si es que hay traidor con amor,
grande lo he sido, señora.
ricarda
145 ¿No lo es quien los ojos pone
donde los pone su rey?
duque ¿No sabe él de amor la ley?
No dudes que me perdone.
ricarda
Tanto es mayor tu traición
150 cuanto el rey a mí más me honra.
duque Y tanto a mí más me honra,
Ricarda, mi pretensión.
No alegues más, que tus leyes
todas me ayudan en esto
155 por haber los ojos puesto
donde los ponen los reyes.
ricarda
¿Que puestos en mi los tienes?
duque ¡Y me güelgo de tenellos!
ricarda
¡A mí me pesa de vellos!
duque ¿Dónde?
160 ricarda Entre tus sienes.
duque ¿Que no verlos en mi rostro
quisieras?
ricarda Porque descanses
de mirarme. No te canses,
que harate mal darme en rostro.
165 De aquí a que fenezca el mundo,
si vivo, no te querré
y no preguntes por qué,
porque en mi gusto me fundo.
duque Sigue tu gusto, crüel,
170 pero véngueme de ti
otro que como tú a mí
así te aborrezca él,
y como tú me los quiebras
te quiebre él a ti los ojos
175 celebrando los despojos
como tú los míos celebras;
si en peligro lo llamares
no te acuda y veas que pudo;
y, si le hablares, sea mudo
180 y sordo si te quejares;
siguiéndole, de ti huya
como ahora de mí huyes
y como a mí me destruyes
tu vida, ingrata, destruya.
Entra Roberto
roberto
185 ¿«Destruya tu vida, ingrata»?
¿Y dónde tan arrojado?
duque ¿A vos no os lleva un cuidado?
A mí otro que me mata.
roberto
¿Cuidado?
duque Sí, que no hay hombre
190 sin el suyo en esta vida.
Vase
roberto [Ap.]
¿Partirse tan de corrida
y darle de ingrata nombre?
No sé lo que me presuma
del duque, pero sí sé...
ricarda
195 Roberto, ¿en efeto que
os llevó un cuidado, en suma?
roberto
Un cuidado me llevó.
ricarda
¿Y ese fue?
roberto Casi me río
de que os dé cuidado el mío.
ricarda
¿No lo diréis?
200 roberto A vos no,
que yo en vos vivo obligado,
como a señora, a serviros;
mas no, Ricarda, a deciros
lo que a mí me da cuidado.
205 Sólo los galanes dan
a sus damas esa cuenta.
ricarda
¿Qué sabéis, si os tengo en cuenta
yo a vos...
roberto ¿De vuestro galán?
ricarda
...si no de mí, a lo menos
210 del más galán de palacio?
roberto
Vámonos, Ricarda, a espacio,
que yo córrome de menos.
Si es el darme eso favores
querer tener granjeado
215 a Roberto por criado,
soylo ya de los menores.
ricarda
Que no os pretenden, Roberto,
por criado.
roberto ¿Pues por qué?
ricarda
¿Que no me entendéis?
roberto No, a fe.
ricarda
¡Que no es posible!
220 roberto No, cierto.
ricarda
De entendimiento sois corto.
¡Extraña inhabilidad..!
roberto
Pues presumo yo, en verdad,
que un pelo en el aire corto.
ricarda
225 ¿Y no penetráis mi pecho?
roberto
Creo que sí, pero me espanto;
que yo a vos os tengo en tanto
que temo lo que sospecho.
ricarda
¿Y qué sospecháis?
roberto Si acaso...
230 Pero no, es cosa de aire.
ricarda
¿Cómo lo echas en donaire?
¿No sabes lo que yo paso?
Yo quiero hablar de veras
pues que con ellas te quiero:
235 mi Roberto, yo me muero...
roberto
¿Te mueres?
ricarda ...porque me quieras.
roberto
Repórtate, por tu vida;
y, si es que probarme quieres,
advierte primero que eres
240 la principal ofendida;
que, puesto que sea verdad
que por probarme lo hagas,
también de camino estragas
tu opinión y calidad;
245 que, aunque será cosa nueva
que gustes tú de ser mía,
quédase a mi cortesía
el creer si es o no es prueba;
que, en efeto, eres mujer
250 y en ellas se halla todo.
ricarda
No procedo de ese modo.
¿No me quieres entender?
¡Que te amo y que te adoro!
Y no comienza esto ahora,
255 sino que llegó la hora
ya...
roberto ¿De perder tu decoro?
¡Lástima es que haya llegado
esta hora en ti, Ricarda!
Por cierto, mal se le guarda
260 al rey la fe que ha entregado,
su honor, que está de por medio,
pues no hay más ley...
ricarda Que no hay ley.
roberto
Por esto bien que habrá rey
que en ello ponga remedio.
265 ¿No basta que al que te honra,
liviana, afrentes ansí,
sin que me obligues a mí
a que le quite la honra?
¿No basta que seas tu tal
270 sin que yo lo sea también?
¿Cómo, si me quieres bien,
me procuras tanto mal,
si el peor de cuantos modos
seguir puedo en ser traidor
275 es que quite yo el honor
a aquel que se le da a todos?
No te canses ni me canses,
que hombre soy y he de vencer.
ricarda
Pues oye, hombre.
roberto Di, mujer.
ricarda
280 Sólo pido que te amanses.
roberto
Tiénesme muy enojado.
ricarda
¡Por tu vida!
roberto ¡Y por tu vida!
ricarda
Y tú a mí harto más corrida
de intentar lo que he intentado.
285 Ya quedarás con la gloria
de que rogué y no quisiste.
roberto
Es tan malo esto en que diste
que aun de ello no haré memoria
porque soy, Ricarda, tal
290 que yo de mí me corriera
cuando memoria hiciera
de lo que está tan mal.
Tu liviandad he olvidado,
olvida tu liviandad
295 porque siempre en mi lealtad
hallarás lo que has hallado.
Si otra cosa me mandares
hallarás que siempre acudo;
y, si estás y hablares, mudo
300 y sordo si te quejares;
que, con estas condiciones,
por tu criado me vendo.
ricarda
¡Ya me van comprehendiendo
oh, duque, tus maldiciones!
Vase
roberto
305 Aquí se ofrecen tres cosas
y todas ellas tres son,
si suceden, peligrosas.
Y sé que su condición
de ésta, las hace forzosas;
310 porque ella es prenda real
y, si yo no entendí mal,
el duque la quiere bien;
y no me quiere también
ella, por mi mal, muy mal;